♤ Adoptado ♤
—No sé si hicimos bien en adoptar a ese enclenque, ya pasó una década y continúa flacucho y pálido, morirá en cualquier momento. El Señor debió matarlo en aquel entonces para que ahora no estuviéramos sufriendo.
—¿Sufriendo porqué, mujer?
—Porque tenemos que compartir nuestro hogar, nuestra comida, todo por ese chico que ni siquiera tuve en mi vientre.
—Recuerda que Gernos fue el que eligió al chico, nos encomendó protegerlo. Si incumplimos los deseos de un demonio tan poderoso, ¿qué será de nosotros?—replicó el hombre depositando sobre la tierra un jabalí muerto.
—¿Y si tuviera una muerte repentina?—dijo la mujer alumbrándose con la idea al ver al animal inerte—Un accidente mortal suele suceder, y no podrían echarnos la culpa a
nosotros.
—No digas tonterías, mujer. Haz el favor de cerrar la boca sino quieres que alguien te escuche hablar y llegue la noticia de tu amenaza hasta el mismísimo Gernos.
La mujer cedió ante el reclamo de su esposo de mantenerse callada, pero no quiso eliminar un plan para acabar con ese muchacho que los obligaron a mantener bajo suprotección, mientras tanto, actuaría como siempre para no levantar sospechas, se dijo así misma.
Tomó un portentoso pedazo de carne cruda del jabalí y lo despedazó con sus amarillentos y en negrecidos dientes para luego arrojar los trozos en las cuencas de madera que tenía al rededor de una fogata.
En una gasolinera a pocos kilómetros se encontraba el adolescente del cual hablaban, sentado, apoyándose con las manos en el asfalto, mirando la luna que aquella noche dejaba un resplandor tan claro que parecía un foco alumbrando un escenario. El pecho del joven subía y bajaba, con el sonido de su propio corazón opacando cualquier murmullo del ambiente, y sus ojos dilatados simulaban observar la luna, pero con cautela veía a su al rededor para que no lo tomaran con sorpresa. A pesar de las medidas tomadas, una voz repentina lo angustió, y se levantó de un salto listo para enfrentarse aun posible adversario.
—Tranquilo, Gabriel—carcajeó un joven de su edad que se abría paso por entre los matojos con una pequeña navaja—.Es Fran.
Gabriel no flaqueó su pose defensiva, sus pupilas se dilataron y sus cejas se contrajeron dejando evidente una desconfianza en su rostro.
—Tuve una visión, alguien quiere matarme—dijo amenazador, sus uñas se alargaron inconscientemente al tiempo que observaba como el otro chico agarraba la navaja con precisión—.Una persona cercana a mí.
—Es otra de tus pesadillas—señaló Fran con una sonrisa gigante tan fingida como su seguridad.
—No fueron pesadillas, todo se cumplió.
—¿Qué quieres decir?—interrogó Fran al darse cuenta que hace bastante tiempo que no hablaban entre ellos.
—Lo del demonio, lo de los colmillos, lo de las alas, lo de las muertes.
Frank de piel morena se tiño pálido bajo la luz de la luna, su tono de voz salió como en una montaña rusa, primero bajo y luego en un chillido:
—Entonces, ¡eres un ángel!
La risa que salió de Gabriel fue prácticamente inaudible, pero a Fran le heló hastalos huesos.
—Hubo un giro en los acontecimientos—serió con más fuerza Gabriel—.Las alas no eran de color blanco, más bien negras como la oscuridad misma.
Fran se llevó una mano al pecho de lo rápido que fue todo y del susto que provoco en él ver como una salas más altas que la mayoría de los árboles se alzaban en el lomo del flacucho Gabriel. No entendió como fue que salieron sin borrarle la sonrisa de la cara al delgado muchacho, ni cómo podía sostenerse en pie con ellas sobre la espalda.
—Eso no es todo—dijo Gabriel mostrando con sutileza unos afilados colmillos que
también aparecieron en su boca.
Y en ese momento Fran entendió porque la noche estaba tan hermosa, se vistió de luto porque sería testigo de un asesinato.
By: Selene_Crescent
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