𓈃 ─── ꒰🐇꒱ 𝐈. 𝗰𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝙤𝙣𝙚. princess arwen
ꗃ¸𓏲࣪ʾ ⩩ ONCE UPON A DREAM ◞ ʾ ◟
🌹⌇↬ 𝗮𝗰𝘁 𝙤𝙣𝙚 . . .
▰ 𝘤𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 .𝘪
❝ princess arwen ❞
LA LUZ DEL AMANECER se deslizaba suavemente sobre sobre el páramo, creando unos tonos entre rosados y naranjas en el cielo mismo, una vista demasiado hermosa para los ojos de cualquier persona.
La hermosa cabellera negra como la noche se podía distinguir en el lugar, Arwen se encontraba sentada en una roca que mantenia algo de musgo en ella, enfrente de un hermoso claro que tenia sus propias maravillas, vestida con un hermoso vestido de seda morada que se ceñia a su cuerpo delgado y pálido.
La joven elfa de encantadora sonrisa y personalidad estaba bastante sumergida en toda la belleza que habia en el claro, el agua fluía a un ritmo bastante preciso y sincronizado con toda la naturaleza que lo rodeaba. Era sin duda, uno de sus lugares favoritos de todo el Paramo. Más que nada porque este era un lugar en el que podía relajarse con la naturaleza, sentirse parte de esta misma.
Aquel hermoso lugar era como otro mundo para ella, uno separado del de los humanos, uno del que no queria separarse nunca.
Arwen solia tomarse su tiempo para poder observar cada uno de los detalles, por mas pequeños que fueran, de todos los lugares en los que se encontraba, y sin duda alguna, ella no dejaba de encontrarse encantada con ese hermoso lugar al que llamaba hogar.
Pero su parte favorita era observar el horizonte a cualquier hora del dia, pue sno importa en que tiempo, el cielo del Páramo siempre se encontraba en su máximo esplendor, como si de una obra maestra se tratase. Observar aquel hermoso horizonte era como una cura para ella.
Su cabello negro rizado se ondeaba con la brisa fria del aire.
──Viendo el horizonte otra vez,
¿eh? ──Una voz que conocía bastante bien habló detrás de ella.
──Es una de las cosas mas hermosas que mis ojos pueden ver cada día ──Dijo la elfa mientras observaba al ayudante de su madre, su mirada recorrió el cuerpo de el de arriba abajo mientras que este tomaba asiento a un lado de ella.
──Bien, concuerdo con tu
punto ──Diaval se arremango un poco su traje de color negro ──el cielo es un paisaje que no muchos suelen apreciar, pero tu lo aprecias todos los días ──ladeó su cabeza para poder observar a Arwen, notando cada detalle de su perfecto rostro, mientras que su mira a se detenia brevemente en sus labios rosados y carnosos.
──Esta tierra tiene muchos lugares bastantes hermosos, cada dia puedo descubrir uno nuevo y aun asi seguirá sorprendiendome cada uno de ellos ──Su voz sonaba con bastante fascinación en su tono, porque ella realmente admiraba todo lo que este bello planeta tenia para ofrecer, cada pequeña cosa era apreciada por la joven.
Diaval en cambio, solia admirarla a ella, y normalmente, cada vez que podía, el se quedaba algunos minutos observándola. Cuando el se encontraba en su forma humana, no perdía el tiempo y se acercaba para poder hablar con ella, pero cuando estaba en su forma de cuervo, solía observarla de entre las ramas de los árboles que rodearan el lugar donde ella se encontrara.
Debia admitir, ella era una criatura demasiado hermosa, e incluso podria pensar que ella es la más hermosa, pues no había nada ni nadie en el mundo que lo hiciera cambiar de opinión. Además, todos estaban de acuerdo en que "La Princesa Arwen" era la criatura más bondadosa y bella del Páramo.
──¿Cómo te ha ido con mi
madre? ──Preguntó la pelinegra, sintiendo genuino interés por las cosas que su madre, Maléfica, se encontraba haciendo.
Esto no era nada nuevo, pues Arwen siempre sentía un interés y curiosidad por saber las cosas que su madre hacia fuera del Paramo, o fuera de su prescencia. Ella era consciente de que su mamá no solía comportarse de la misma manera con ella y con los demás, mientras que a ellos les mantenia un porte demasiado firme y algo distante, con ella era totalmente todo lo contrario.
──Bueno ──El humano-cuervo soltó un suspiro──todo ha ido, relativamente normal ──su mirada se desvio a los ojos de la elfa-hada, observando como sus iris eran iluminados por la luz del sol frente a ellos, haciendo paracer como si estos tuvieran un brillo único.
Los labios de Arwen se curvaron en una sonrisa, una suave y cálida, como cada una de ellas lo era normalmente. Ella no pudo evitar los pensamientos de intriga hacia el mundo del exterior, no solia visitar el mundo de los humanos muy amenudo, más que nada porque Maléfica no la dejaba salir demasiadas veces, de vez en cuando suele deambular por el gran muro de espinas del Paramo, mientras que sus ojos buscan cualquier mínimo hueco para ver más alla del muro, ella habia salido algunas veces del Páramo, si, pero solo algunas.
Claro que le llamaba la atención explorar todos los rincones de aquel mundo, pero su madre no la dejaba alejarse del Páramo demasiado, y ella lo respetaba, pues confiaba en que su madre sabia lo que hacia al decirle que no se alejara demasiado de su hogar. Asi que con todas sus fuerzas tuvo que reprimir toda la intriga que sentía por aquel lugar fuera de los grandes muros del Páramo.
La pelinegra sonrió al escuchar las palabras de su amigo cuervo, formandose una sonrisa algo ladina en sus labios, observando detenidamente el rostro del pelinegro, sus ojos, su forma algo tensa, era muy obvio que el estaba teniendo momentos algo tensos con su madre, y Arwen siempre podia notarlo gracias a su lenguaje corporal, pues era una muy buena observadora, o eso creia ella.
──Entonces las cosas deben de ir algo tensas ──Dedujo la muchacha con un leve tono humorístico, queriendo aligerar el ambiente en el que estaban, esto en sí, causó algo de gracia en Diaval.
──Las cosas siempre son algo tensas con tu madre ──concordo el cuervo-humano con la joven de rasgos elficos mucho más marcados y notables que los de su madre.
Arwen asintió hacia las palabras de su amigo, sabiendo ya muy bien del comportamiento que su madre tenia hacia los demás, claro que con ella, en lo personal, era algo diferente a como era con los demás, aunque ella nunca le habia cuestionado tal cosa, pero si que lo habia notado, y bastante, de hecho.
Los dos amigos se quedaron en un silencio cómodo mientras observaban el hermoso amanecer del día.
Arwen, quedó pensando qué, al ver los hermosos colores combinados del cielo, aunque la joven princesa añoraba algo más, al poder observar los grandes muros de espina que habia en el Páramo. Cada día que ella lo pasaba en su hogar, siempre solía preguntarse si algún día su madre podría dejarla salir libremente del Páramo. Ella amaba vivir en el, pero no podía evitar sentir intriga hacia el mundo detrás del muro, ¿acaso sería como el Páramo?, sea lo que sea, ella sentía bastante intriga por el, y más que nada porque su madre casi siempre solía prohibirle salir a aquél mundo, aunque las pocas veces que podía verlo en persona, solía ser bastante cerca del Páramo, porque Maléfica no se arriesgaría a dejarla salir libremente y lejos del Páramo, aunque Arwen no podía entender el porqué, pero no la cuestionaba por ello.
──Siempre me he preguntado que hay en el mundo de los humanos ──Dijo la pelinegra en un susurro con un tono un tanto añoro, el cual Diaval ya estaba bastante acostumbrado a escuchar de vez en cuando por parte de ella.
El pelinegro le dió una sonrisa ladina a su amiga, aunque con un poco de lástima y comprensión por ella. Diaval entendía toda la intriga que Arwen sentía por el mundo que había detrás del muro de espinas. Era como si ella tuviera una conexión en especial con la naturaleza, como si aquella mujer de cabello negro ondulado fuera solo otra parte de la naturaleza que habitaba en el Páramo.
──Algún día podrás descubrirlo por tí misma ──La ánimo Diaval, dando a la vez un tono sugerente en su respuesta a su querida amiga.
──Espero eso ──Dijo ella con una voz de añoro, mientras que al mismo tiempo le agradecía a su amigo con la mirada en sus ojos, puesto que el siempre solía animarla en todo.
Arwen dirigió su mirada una vez más hacia el horizonte donde se ponía el amanecer, siendo el cielo iluminado por los fuertes y hermosos rayos del sol, los cuales se reflejaban en sus ojos azulados tal y como el cielo y el agua mismos.
La princesa se quedó observando el amanecer junto a su amigo, mientras que en el fondo de su interior, deseaba tanto que aquellas palabras que había dicho Diaval, se volvieran una realidad. Pero claro estaba, que la pelinegra no sabía qué era exactamente lo que estaba pidiendo, pues no tenía ni una remota idea de cómo era el mundo exterior, ni todos los peligros en los que la podía involucrar a ella.
Aquellos peligros de los que Maléfica trataba de esconderla, por miedo a que algo malo pudiese pasarle a su preciada niña, aún si parte de eso, sea culpa de ella misma como su madre.
꒰🐇꒱ bloom's note:
Hiii, this is the comeback of Bloom!
Jajajjaa se creía gringa la morra.
Ya, en temas serios, sé que he estado
bastante desaparecida, cómo por
un mes tal vez, dos?, algo así, el chiste
es que fue bastante tiempo que no
publicaba nada. En parte fue gracias
a la falta de tiempo pero mayormente
gracias a que estaba pasando por
algunos problemas familiares (cosas
que tenemos día día los de familias
disfuncionales, ok no jajajjaa).
Yyyy finalmente después de
tanto tiempo les traigo el primer cap,
que ya tenía una parte en borradores,
solo que me faltaba completarlo,
anyways, finalmente aquí está ya <33.
Quiero dedicarle este capítulo a:
fridadeschnapp (en especial a ti beba
ya que eres la que más ha esperado
este momento), meliexmalfoy, -ChloeWinthrop-, maricxnt_,
star6girl_, CrisShadow, -cryxbaby,
Oceanyctt, freaklowden, DishellyLopezAquino y a todos ustedes
que han esperado milenios para
que actualice este fanfic bello y
hermoso.
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