Capítulo ¹³|La muerte del capo mayor|
Hazel Jones
Mi tío mostraba a través de la pantalla el plan sobre como atrapar a Dante y asesinarlo, junto a los capos enemigos que mataron a mi padre.
Cada pista, foto, incluso un objeto valía la pena para saber lo que aquel hombre hacía.
—Por suerte, logramos meter a un infiltrado en su grupito de estúpidos, es tan idiota que no sabe que el favorito es él lo esta traicionando como él lo hizo alguna vez. —asentí.
—Debes protegerlo, es uno de los nuestros y no quiero que pierda su vida a manos de ese cabrón.
—No te preocupes hija, Daniel es de nuestros mejores hombres.
¿Qué? No podía ser en quien estaba pensando.
—¿Qué Daniel, tío?
—Eso es lo de menos, en un rato te mandaré la información de todos nuestros sicarios y la gente que nos ayuda a trasladar la mercancía, por eso es que también iremos a Corea, necesitamos entregar la droga a un socio.
Estaba demasiado confundida, esperaba que aquel "Daniel" que él mencionaba no fue el chico que rompió mi corazón.
No era que sintiera lo mismo por él como hace unos años, pero era inevitable borrar su engaño de mi mente.
—Hazel, ¿estás bien?
Asentí.
—Déjala, de seguro piensa en el policía que la tiene enamorada.
Miré a John con ganas de golpearlo al decir algo en el momento inoportuno, mi tío solo lo miró desconcertado y volvió a mirarme, esperando una explicación.
—Es un hombre sin sentido, pero ya lo tengo resuelto, no te preocupes.
—Espero no estés mintiendo, sabes que es riesgoso que tengas algún tipo de contacto con esa clase de gente. —aclaró.
—Sé lo que hago tío, así que por favor, déjalo en mis manos.
Dudó un poco pero terminó aceptando.
Y aunque no pensaba en él en estos momentos, el recuerdo del beso que nos dimos en la biblioteca vino a mi mente, llenando mi cuerpo de espamos y que mi dopamina acelerara cada partícula de mi cuerpo.
Estaba segura que era la tensión y adrenalina del momento, no podía negar que me atraía un poco.
Decidí alejar esos pensamientos pecaminosos de lado y volví a prestar atención a cada palabra que decía mi tío y mi mejor amigo.
Su mascota solo los miraba con suma atención.
Pero había algo que me inquietaba demasiado, la muerte de mi padre.
—Tío... Tengo una duda. —ambos dejaron lo que hacían y me miraron. —Quiero que me cuentes sobre la muerte de mi padre.
Los dos soltaron un suspiro, él mismo sabia que algún día preguntaría sobre en caso que volviera a verlo y este era el momento justo.
La suavidad de mi cama no dejaba que conciliara el sueño y dejara de pensar sobre lo sucedido en aquella riña que ocurrió hace años.
Jamás pensé que me dolería tanto el enterarme después sobre como mi padre sufrió a manos de Dante y los capos con quienes hizo tregua a espaldas del hombre que le brindó un hogar y comida.
<<A tu padre le dieron 10 balazos en todo el cuerpo, Dante se encargó de hacerlo, incluso estaba pensando en mandarte su cabeza pero no sé qué hizo cambiarlo de opinión que no lo hizo y lo dejó tirado en la calle>>
Tan sólo imaginar cómo estaba su cuerpo inerte, cubierto de sangre y sin nadie que lo auxiliara, me llenaba de ira y rencor.
Lloraba de dolor, angustia y odio, no me atreví a decirle a mi madre como fue que asesinaron al amor de su vida, así que solo obtuve por comentarle que mi tío y la gente que tanto apoyó, le dieron una digna sepultura, a pesar que no estuviéramos ahí, junto a él.
Incluso me odiaba a mi misma por ser tan cobarde y huir, dejar que todo quedará así y no matar a Dante con mis propias manos.
<<Donato mandó a sus hombres pero lamentablemente todos murieron intentando salvar a tu padre >>
Las voces de mi tío resonaban una y otra vez en mi mente, más aún cuando me vió entrar en un ataque de ansiedad por la tristeza y el dolor, sabiendo que me sentía la peor de las hijas, pero me reconfortó al recordar que mi padre prefirió hasta su último aliento verme viva junto a mi madre.
Así que, al despedirme de mi tío, ordené que cada empleado de Dante, los mandara a matar y sus cabezas fueran entregadas a él mismo, junto a mi marca personal, que supiera que no estaba muerta y que la hija de su ex jefe estaba caminando los mismos pasos que él.
Y más si teníamos el apoyo del Rey de los cielos.
—Hija, ¿estás despierta? —oigo la voz de mi madre detrás de la puerta.
—Si madre, pasa.
Ella entró a mi recámara, traía consigo una taza de té junto a unos panecillos de nata que sabía que los había preparado.
—Los favoritos de papá. —comento cuando veo como se sienta a mi lado.
—Así es, quise hacerlos en esta ocasión, no lo sé, mi corazón se siente cálido el día de hoy, sé que él está aquí, disfrutando de su comida y viendo que estamos un poco tranquilas.
Sus ojos muestran lo sensible que siente su corazón y el dolor al recordarlo, una lágrima baja por su mejilla y no se lo limita a apartaría, al contrario, deja que más salgan e inunden su bello rostro, estrujando mi pecho al verla así.
—Tu padre era muy detallista cuando me conoció, no dejó de serlo incluso cuando nos casamos, era y es el amor de mi vida, parece como si fuera ayer cuando me llevó serenata afuera del Hospital, haciendo un alboroto. —rió, observándome con sus ojos rojos por el llanto. —Fuiste y siempre serás su princesa, eso siempre decía cada momento que te veía crecer.
—Papá estará muy contento cuando sepa que su hija cumplió su sueño.
—Y así será cariño, así será.
Mi madre me tomó de los hombros, acercándome a ella y brindándome un beso en la frente, para tomar las dos tazas de té y darme una, disfrutando un poco del día de muertos que celebrábamos solo nosotras dos.
Observo a Jihyo copiarme las respuestas del ejercicio que había dejado Jungkook en el pizarrón, mientras este veía los trabajos que había dejado de tarea hace unos dias.
Estaba totalmente concentrado hasta que sintió mi mirada y me sonrió. Señaló su teléfono intentando decirme que viera el mío, así que lo hice.
Esperaba que tenia que decirme, hasta que vi la notificación de mi celular.
<<Sé que tendrías dudas sobre mi actitud ese día, así que te invito a cenar esta noche, yo invito.>>
Levanté mi mirada, viendo que este igual me observaba, tenía un rostro de niño bueno intentando ganar un dulce, reí al imaginarlo.
Así que, volví a nuestro chat y respondí.
—Claro, porque no.
No tardó en responder y no negaba que me hizo sonreír por lo tonto que se veía.
<<No te arrepentirás preciosa. >>
<<Por cierto, te ves hermosa el día de hoy>>
Ja, tenía una labia demasiado graciosa, pero no negaba que logró sonrojarme un poco.
—¿Por qué sonríes así?—pregunta Jihyo a mi lado.
Inmediatamente apagué mi teléfono y voltee a verla.
—Es un chico, más tarde te contaré.
Ella chilló emocionada, causando un alboroto y llamando la atención de nuestros compañeros.
Golpee mi frente y reí ante las imprudencias de ella, para después mirar hacia el pizarrón viendo la risita socarrona de Jungkook.
Maratón 2/3
Lo prometido es deuda, así que les traje el otro capítulo donde se habla un poco más sobre la muerte del Papá de Hazel, ya hay nuevos personajes así que atentos porque serán muy importantes a lo largo de la historia.
Nos vemos mañana con el siguiente capítulo, besitos💋.
Comenten acerca de lo que les parece estos capítulos.
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