i. Mine
Preparaba mi nuevo vestido hecho para la ocasión.
No todos los días eras aceptada como la primera y única chica en el club de Slughorn, de los más prestigiosos de toda la escuela, y tal vez incluso del mundo mágico.
Éramos los mejores en cada área, me había esforzado para que el profesor notara mis esfuerzos, haciendo hechizos casi imposibles, inventando pociones, lo que fuera necesario.
Todo para poder verlo.
Todos sabían que él estaba en el club de Slughorn, todos sabíamos lo inteligente que era, siempre con su nariz metida en un libro, pero yo prefería que metiera su nariz en otro lado.
Cada que lo veía ser inteligente me daban ganas de ir tras el y besarlo, lo cual me hacía siempre querer besarlo.
Y compartir casa me ayudaba aún más, siempre lo veía en las mañanas y en las noches, además de en nuestras clases compartidas.
El siempre parecía estar planeando algo, como si ocultara un enorme secreto, y yo estaba dispuesta a todo para que me lo contara.
Aún recordaba nuestra primera interacción. El era un niño que Dumbledore había traído al castillo, no tenía muchas cosas, recordaba sus andrajos, pero lo que más me había llamado la atención eran sus apagados ojos grises, los cuales hacían contraste con su cabello azabache.
Le había dicho que el sería mi novio, incluso en mi primer año sabía que lo sería, sabía que sería mío. Y el solo me respondió que siguiera soñando.
Claro que seguí soñando con el, cada noche, cada día, todo era el.
Sin importar cuánto lo había tratado, siempre me rechazaba, podría salir con un montón de hombres, lo que fuera, y él ni siquiera me volteaba a ver.
Y no podía permitirlo, lo quería a él, y lo quería ahora.
Ajuste mi vestido verde a mis caderas, y acomode el escote de mi pecho para que resaltara aún más de lo que ya lo hacía. Di una pequeña vuelta frente al espejo para asegurarme de verme espectacular, no podía dejar que el me viera mal vestida.
Coloque un collar de diamantes que mamá había enviado, mis padres no estaban muy de acuerdo con que estuviera cerca de él, nada de acuerdo. Ambos creían que el era una pérdida de tiempo, y que de ninguna forma su inteligencia podría ocultar el hecho de que era un mestizo, pobre y sin padres.
Pero poco importaba cuando se veía tan bien.
Mierda, cada que usaba el maldito uniforme, cuando se ponía el suéter verde de Slytherin, parecía haber sido hecho solo para el.
Nadie creía que fuera buena idea salir con él, pero yo siempre me había guiado más por lo que yo quisiera, que lo que los demás opinaran sobre lo que debía de ser.
Patrón que se rompía cuando estaba con Tom, con él sentía ganas de complacerlo, ser lo que él quisiera, lo cual era patético, pero no podía evitarlo.
Simplemente estaba enamorada de Tom Riddle.
Sin importar que me dijeran, yo no podría evitar estar enamorada de él, de lo que sabía que él podría llegar a ser.
Termine de ponerme mi perfume favorito, uno con olor a vainilla, simple, pero atrayente.
Me puse mis tacones negros, me hacían ver más alta, con más clase. Me parecía a mi madre con esta luz, arrugue la nariz ante el pensamiento.
No odiaba a mis padres, sabía que sin ellos no estaría donde estoy ahora, pero también sabía que ellos nunca me permitirían ser feliz con Tom, nunca me permitirían enamorarme de alguien como él.
Pf, como si pudieran evitarlo.
Estaba decidida a hacerlo mío, lo había estado desde siempre.
Arregle mi cabello, mi compañera de cuarto lo había peinado hace unas horas antes de salir con su novio en una cita, pero empezaba a perder figura por culpa del tiempo.
Me maldije a mi misma, por esto es que no debía dejar que otros me arreglaran, nunca terminaba bien.
Aún faltaba una hora para que empezara la cena, Slughorn había dicho que podíamos llevar una pareja si así lo deseábamos, por lo que había invitado a Abraxhas Malfoy, un peliblanco de Slytherin que se moría por salir de su realidad un rato, una realidad donde tenía un matrimonio arreglado.
El y yo éramos algo así como amigos, no se nos podría llamar amigos porque en realidad no me importaba el, y a él no le importaba yo. Éramos más como un escape.
Solo lo llevaba como un triste intento para que Tom me volteara a ver, y esperaba que funcionara. Además, estaba segura que si el quisiera, me podría sorprender hoy con que él también llevaba una cita, y no quería que me atrapara con la guardia baja
Salí de la habitación lentamente, haciendo intencionalmente que mis tacones resonaran a cada paso contra el piso. Baje las escaleras y ahí estaba Abraxhas, lucía un lindo traje smokin color negro.
—Wow...–Soltó. Yo solo reí.
—Se que me veo bien, tú también. Espero que esto le de celos–Tome su brazo en el mío y los uni para empezar a caminar.
—¿Tienes algún plan para esta noche? ¿O solo piensas aparecer, verte bonita y esperar a que caiga?–Se burló. Lo mire mal.
—Espero poder hablar más con él.
—No lo lograrás. El siempre te evita, como si fueras viruela de dragón.
—Por eso quiero que me conozca, para que el sepa que soy el amor de su vida.
—No creo que funcione así.–Me miró confuso.
—Como si tú supieras cómo funciona el amor, Malfoy.
—Buen punto. Mira, solo se tu misma... no, bueno. Dale algo que el quiera, lo de ser tu misma no funciona.
—Creo que es el peor consejo que alguien me pudo haber dado.
—No se me ocurre otro–Abrió la puerta para mi–Detrás de ti.
—Gracias...
—Además, si el no te hace caso, ¿qué importa? Es un mestizo, tú eres una Lennox, tú tienes el legado, el apenas y tiene comida.
—No seas grosero o te dejare afuera como si fueras un perro.
—Guau–Ladró y yo rodé los ojos.
Empezamos a caminar juntos hacia el despacho de Slughorn, ahora en silencio.
Sus palabras tenían sentido, si quería que Tom estuviera conmigo, necesitaba algo más que solo cruzármelo de repente, entrar a las cosas que a él le gustaban, no, si quería conquistarlo necesitaba llamar su atención, hablar con él y demostrarle que yo era su mejor opción.
Claro, porque él tenía un montón de admiradores y admiradoras en la escuela, pero nunca podrían ser competencia para mi, para mi solo eran un par de personas que realmente no sabían lo que les pasaría si se metían con Tom.
Porque no sería nada lindo.
Cruzamos un pasillo y Abraxhas abrió la puerta para mi.
Voltearon a vernos, era una pequeña fiesta, todos estaban vestidos con sus mejores trajes o con su uniforme, pero más planchado.
Eran puros hombres, si. Y solo dos llevaban pareja con ellos; Billy Berkshire, y Tom Riddle.
Mi Tom Riddle.
Esto se pondría interesante.
✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro