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𝐗𝐈. 𝐅elipe 𝐎taño

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so high school ; taylor swift

𝐅𝐄𝐋𝐈𝐏𝐄 𝐎𝐓𝐀𝐍̃𝐎

«Mi cámara solo enfoca cosas bonitas, y justo te encontró a vos»

One Shot dedicado a liz2399k que deja unos  comentarios preciosos 💕

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EL TIEMPO PASA extremadamente veloz cuando haces algo que amas, aunque también las horas se vuelven segundos cuando estás con alguien que te hace sentir seguro. 

Felipe había aprendido que el tiempo es relativo cuando Liz apareció en su vida. Los días parecían solo segundos y él solo esperaba que amaneciera de nuevo para volver a estar con ella, todo pasaba en microsegundos, como un abrir y cerrar de ojos.

—Buenos días, cielo —saludó la chica dejando un beso sobre la frente de Felipe. 

—Buenos días, amor —respondió dándole una sonrisa. La vio moverse por la cocina, siguió cada uno de sus movimientos con la mirada. 

Liz recién despertaba, se había quedado en su casa la noche anterior y Felipe se levantó temprano para prepararle el desayuno. La observó mientras se servía la comida, sus movimientos eran adictivos para él.

—Cielo, ¿Vamos a ir a la comida de Juani a la tarde? —preguntó Felipe mirándola mientras comía. 

—¿A qué hora es? —inquirió la chica. 

—Como a las tres —dijo Felipe. 

Liz lo miró seriamente. —¿Seguro es solo una comida? Anoche casi ni dormí y no quiero desvelarme mucho —preguntó, pues conocía a los amigos de su novio y sabía que las "comidas" siempre terminaban en una joda destructiva que a la mañana siguiente ni siquiera les dejaba abrir los ojos. 

Felipe sonrió inocentemente. —Es el plan —respondió —¿Por qué no dormiste, cariño? —inquirió cambiando el tono de su pregunta al mismo tiempo que su sonrisa se extendía más traviesamente. 

Liz soltó una risa nerviosa y le lanzó la servilleta hecha una bolita. —Calláte, boludo —murmuró sonrojada. 

Felipe sonrió al verla, la imagen de ella sonriendo con las mejillas encendidas en rojo le parecía una de las más hermosas que jamás pudo haber visto. Ella lo era todo para él.

—Vamos, pero regresamos temprano, porfa —pidió continuando con su desayuno. Él asintió, pues aunque adoraba a sus amigos, si por él fuera podría pasar todo el día con Liz entre sus brazos, dándole mimos y dejándole en claro con todas las palabras que conocía que la amaba. 

Por la tarde, Liz se arreglaba mientras Felipe veía un partido. 

—Amor, no sé qué ponerme —murmuró la chica haciendo una mueca. 

Felipe aprovechó el medio tiempo para levantarse y abrazarla por la cintura mientras ella miraba el armario. Dejó un par de besos sobre el cuello desnudo de su novia.

—Habrá que quedarnos, entonces —sugirió en un susurro. Ya no quería salir de aquella habitación donde el calor del amor que se tenían hacía del lugar lo más cómodo que había.

—Ya confirmaste, Pipe, no podemos quedar mal —dijo Liz sonriéndole a su novio, quien solo soltó un largo suspiro. —¿Qué vas a ponerte?

Felipe alzó los hombros y miró el armario, sin dudarlo tomó su playera de River y unos jeans azules básicos. 

—¿En serio? —preguntó la chica divertida, alzando una ceja en modo de cuestionamiento, a lo que su novio asintió como un niño y comenzó a cambiarse.
Eso le daba una pequeña idea a Liz. Tomó la playera de Argentina de su novio y un biker short.

Mientras se maquillaba, notó la mirada de Felipe sobre ella. El chico amaba como se veía en su playera, tanto adoraba verla, que ni quiera se dio cuenta de en qué momento el segundo tiempo del partido comenzó. Solo la veía a ella. 

—Estoy lista —dijo Liz terminando de poner su gloss para voltearse a su novio y sonreírle. 

Felipe la miró con una sonrisa, se veía hermosa aunque él no entendía en absoluto sobre maquillaje. 

—Primero vamos a comprar unas bebidas, ¿Sí? —advirtió Felipe mientras caminaban hacia el auto con sus manos entrelazadas. Ambos podían sentir la electricidad recorrer sus cuerpos desde la punta de sus dedos hasta cada pequeño rincón de cada una de sus células. 

Liz asintió mientras tomaba una foto con su mano libre. Amaba captar pequeños recuerdos de su relación, cosas que podían parecer simples pero que para ella lo eran todo y demostraban el amor que ambos sentían por el otro. Se sentía como una niña de secundaria completamente enamorada. 

Felipe le abrió la puerta del auto amablemente, para Liz, él era un caballero y ella su dama. Había gestos que eran usuales, como abrirle la puerta, pero era pequeñísima demostración de todo lo que la amaba. 

—¿Segura de que querés ir? —preguntó Felipe estando ya en el auto.

—Sip, ¿Por? ¿Vos no querés ir? —inquirió la chica de regreso mientras se ponía el cinturón. 

—No, no, es que... Bueno, estaba pensando en que al rato sale el capítulo de Loki que queremos ver... —comenzó a decir. —Pero si vamos a la comida y regresamos temprano para verlo

—Como vos querás, Pipe —dijo Liz alzando los hombros. 

A Felipe en realidad no le importaba a dónde fueran mientras pudiera estar con Liz, él sería feliz.
Terminaron yendo a la comida, no sin antes pasar por las bebidas. 

—¿Qué decís? ¿Coca o Pepsi? —preguntó Felipe mirando ambos refrescos. Pero no recibió respuesta. —¿Lizzie? —llamó, pero más tarde notó que ella ya no estaba ahí. Comenzó a buscarla con la mirada por el pasillo.

Mientras tanto, Liz se reía de su novio detrás de los estantes. Se escondía de él para ver si la buscaba, y el rostro desconcertado de Felipe le causaba gracia. El chico comenzó a buscarla desesperadamente entre los pasillos mientras Liz se escondía ágilmente entre personas y estantes. 

Cuando Liz supo que lo había perdido, se detuvo a mirar un florero en el pasillo de hogar. Las flores que Pipe le había regalado el día anterior se verían hermosas en él...
Sin darse cuenta, pasó mucho tiempo observando lo que podría poner como decoración en la casa imaginaria que compartía con Felipe. 

Así que Felipe la encontró dándole la espalda, observando un cuadro hermoso de la antigua Grecia. Se acercó silenciosamente para tomarla de forma repentina por la cintura, logrando asustarla. 

—¡AY, SOS UN PELOTUDO! —chilló la chica golpeando el pecho de Felipe sin mucha fuerza.

—Si vos fuiste la que se escondió, yo solo te encontré —dijo el chico entre risas pasando sus manos de nuevo hacia la cintura de ella. 

—Pero me asustaste —murmuró Liz comenzando a reírse también. Felipe la miró detenidamente, como sus ojos se achinaban a medida que su sonrisa crecía. 

—De cualquier manera te encontré, aquí en el super, en esta vida y te buscaría en todas las vidas posibles —dijo Felipe sobre sus labios, haciendo sonreír aún más a Liz. No resistió un poco más y se acercó a besar cortamente a su novia. 

Juntos recorrieron el pasillo de hogar y compraron unas cuantas cosas que, en realidad, no estaban pensadas. Pero Felipe solo podía pensar en lo ansioso que estaba por colocarlas en su casa y que aquella estructura se volviera el hogar de ambos.
Compraron también, obviamente, las bebidas que le habían sido asignadas a Felipe. 

Llegaron a la comida, Liz iba recostada en la parte trasera del auto mirando su teléfono. Felipe la miró a través del retrovisor y una sonrisa se plantó en sus labios. En realidad él no sabía porqué su presencia era tan magnética, pero deseaba quedarse toda la vida con ella. 

La ayudó a bajar y llevó las bebidas. La charla con los amigos hechos en el tiempo de rodaje fue amena durante toda la tarde, hasta que todos decidieron ver Loki, la serie que Felipe y Liz esperaban ver juntos. 

—¿No querés que vayamos a casa y la vemos los dos? —preguntó Felipe al oído de su novia, que solo negó delicadamente.

Se sentaron en el piso que era el único lugar disponible ya que todos habían abarcado el espacio en la cama. Solo eran ellos dos a los pies de la cama. Felipe la tomó de la cintura mientras Liz intentaba sentarse y la dirigió a sus piernas para sentarla ahí. 

Sus manos acariciaron delicadamente la zona de la cintura de Liz y bajaron a sus muslos. Cada milímetro de su piel era tocado cuidadosamente por las amorosas manos de Felipe que la recorrían como si examinara todas y cada una de sus células. 

Eran tan discretos como podían mientras los chicos miraban atentamente el capítulo. Hasta que Felipe logró arrancar un suave suspiro por parte de Liz. 

—¿Qué fue eso, boluda? —preguntó Juani acercándose al borde de la cama. 

—Que estoy re enamorada de Tom Hiddleston, viste, re lindo que es —mintió la chica mirando a la pantalla. 

Juani volvió a su lugar mientras Felipe guardaba su cara en el hueco del cuello de Liz. 

—Pará de hacer ruido, cielo, que van a escucharnos —dijo Felipe burlándose de la sensibilidad de su novia a los roces de pie.

—Vos pará de manosearme, loco, tus amigos están aquí y mirá como te comportás —respondió Liz siguiéndole el juego divertida por la acción de su novio. 

Felipe rio en el cuello de la chica causándole escalofríos. 

Más tarde, después de terminar el capítulo de Loki que veían, los chicos decidieron jugar GTA mientras Pau, Fran, Esteban, Liz y Felipe salían a la sala. 
Estuvieron hablando un rato, mientras Liz interrogaba a Pau sobre su relación con Agustín Della Corte, Pau la miró divertida para regresar las preguntas que Liz hacía. 

—Che, pero Pipe entonces solo tenía una cámara y un sueño, entonces —dijo Paula riéndose de la anécdota que Liz le contaba. 

—Bueno, algo así —intervino Felipe. —Mi cámara solo enfoca cosas bonitas, y bueno, dio la casualidad que la enfocó a Lizzie —dijo sonriéndole a su novia, quien solo pudo sonrojarse ante el comentario. 

—Pero entonces, ¿Cómo fue? Ya no entendí —dijo Fran interesado por la historia. 

Felipe le sonrió a su novia y comenzó a relatar la primera vez que la había visto. —Bueno, mirá, vos sabés que yo no soy mucho de museos, pero justo ese día se me ocurrió ir, estaba tomando fotos aquí y allá, y Liz es guía del museo, viste —comenzó su historia sin despegar su mirada de Liz. —Entonces mientras yo tomaba unas fotos, justo ella se atravesó y me hizo tomar una foto re linda con un busto Aristóteles de fondo mientras ella va por un niño que se había perdido

Todos notaban la sonrisa sincera en el rostro de Felipe y como sus ojos adoptaban un brillo especial mientras hablaba de Liz. Sus mejillas se tornaban ligeramente rojas bajo la luz cálida del hogar de Juani y delataban también el gran amor que Felipe sentía por la chica. Estaban de acuerdo en que ella era la chica de su vida. 

—Y bueno, le pedí que si podía tomarle unas fotos más —agregó sin parar de mirarla. 

—Debo decir —intervino Liz —que justo también me dijo esa frase, "Mi cámara solo enfoca cosas bonitas, y justo te encontró a vos" —dijo imitando la voz de Felipe, causando una risa de parte de los chicos. —Y le dije que sí...

—Escribí mi número detrás de una de las fotos y esperé a que sucediera la magia —agregó Felipe sonriendo. —Y bueno, el resto... Es historia

—Bueno, bueno, Pipe sabía lo que quería y el chico lo tuvo —dijo Esteban sonriéndoles divertido, haciendo que todos rieran un poco.

Más tarde, ambos iban de regreso a la casa de Felipe, él volvió a abrirle la puerta para que saliera del coche y juntos caminaron hacia el umbral de la puerta. La noche estaba a punto de llegar, podían apreciar el dorado que les regalaba el anochecer. 

Antes de acercarse mucho, Felipe tomó a Liz de la cintura para acercarla a él cuidadosamente.

—¿Vos sabés una cosa? —preguntó el chico comenzando a dejar besos por todo el rostro de Liz.

—Bueno, sé muchas cosas, por ejemplo sé mucho de Aristóteles, Sócrates, Tales de Mileto... Así como vos sabés jugar al futbol y de todo lo que conlleva eso —respondió la chica con simpleza, disfrutando del dulce trato de Felipe. 

—Me refería a que... Vos me tenés a tus pies en un abrir y cerrar de ojos, me tenés como drogado de vos, soy adicto completamente —murmuró acercándose a los labios de su novia para dejar un suave beso sobre estos. —Nadie me ha tenido como vos me tenés a mí, soy totalmente tuyo... Y vos lo sos todo para mí

Sus mejillas estaban sonrojadas y se podían apreciar aún más por el contraste que hacían con el anaranjado cielo. 
Podía ser que las palabras se dijeran fácilmente, pero en realidad se podía leer el amor que ambos se tenían solo con verlos a los ojos. El amor en la mirada no puede esconderse.
Ni tampoco podían negar que ambos se sentían como dos niños en una época tan de secundaria gracias al amor que irradiaban uno por el otro.

Holisss 💕
Bueno, les adelanto el shot del sábado porque voy a estar ocupada jsjs
¿Qué les pareció? Hace rato no escribo algo romántico, últimamente se me están dando más los tristes jaja :))

En fin, espero que les haya gustado. Solo para avisarles que en la semana no habrá actualización, pero les tengo una sorpresita más adelante ;)
Buenop, nos vemos después :))

FÁTIMA FUERA 🤍✨

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