Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 𝟶𝟶𝟿

ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ;


𝟮𝟬 𝗱𝗲 𝗝𝘂𝗹𝗶𝗼__ 𝟰:𝟭𝟱 𝗽.𝗺.

Mis ojos siguieron bajando, desde sus labios a hasta aquel lunar en su clavícula derecha que sin querer vi.
Y tenía dos más; uno de ellos abajo de su clavícula izquierda, a un lado de su hombro y otro más sobre su pecho derecho, ahí donde se veía tan suave y justo su piel se aprieta ligeramente...

Y en un intento de disimular que con descaro observaba sus senos, levanté la mirada y la fije en aquellos ojos grises que me observaban con recelo. Nervioso tras haber sido atrapado desvíe la mirada.

¿Po-... Por que mi corazón late tan rápido?.

Había quedado cautivado por ella y yo no era capaz de entender por qué.

──Mianhaeyo. ──Pronuncio en un coreano casi mejor que el mío. En ese instante volteé a verla, pero ella tras disculparse desvío su mirada y salió con velocidad de la cafetería.

Jackson y yo volteamos a verla.

──Tsk, pero que jovencita más maleducada. ──Se quejó y nuevamente volteo a verme.

Rápido supe que debía darle la razón o se pondría de mal humor.

──Así es. ──Retome mis pasos de nuevo hacia los adentros de la cafetería.──Pero, no crees que es interesante.

──¿Lo es?

Sonreí por inercia.

──Por supuesto.

¿Si?

Claro.

Coloqué mis manos a dentro de los bolsillos y posteriormente escuché murmura a Jackson, por supuesto, fue algo que no escuche pero que de igual forma me hizo sonreír.

Si, debe de ser algún insultó dedicado a mi.

──Ya se por donde va y tiene que saber señor Jeon, que las personas tienen hobbies. Es más normal de lo que cree.

──Aún así. No hay quién lo hablé informal, al menos no quien haya... ──Jackson me observó perplejo. Supongo, preguntándose como es que de pronto aquella chica se hizo de nuestra conversación trivial semanal.──Además, es muy guapa.

──Aja. ¿Entonces..?

──¿Tendrá familia en Seúl? Quisiera saberlo. ¡Eso seria motivacional!. ──Exclamé, todavía manteniendo la compostura, pero aún así él bufó y negó mientras me recriminaba con la mirada.──Bueno, realmente no importa.──Le reste importancia, encogiéndome de hombros sutilmente.──Es sólo que, creo haberla visto antes.. En algún lugar.

──Es la hija del Sir Ignacio. ──Declaró, muy seguro.

Siempre tan competente.

──La vi salir la tarde de ayer de la residencia del Sir.

──Con que así es... ──Murmure. ──Así que son la misma persona.

──¿Disculpá?

──No, nada.

──Jungkook, desde ya te digo que no. No puedes hacer esto ni aquello. Estos no son tus dominios. No es Seúl. ──Me recordó. Y lo sabía.

Lo tengo bastante claro.

Bufé.

──Jackson, tranquilo, sólo la vas a investigar y ya. Desde luego, quiero un reporte. ──Ordene y al sentarme en la silla me quedé observando hacia la puerta.

──Pero jungkook, no puedes.

──Es cierto, por eso lo harás tú. Y es una orden, no como Jungkook, tu amigo, sino como un Jeon y tu jefe.

Nuevamente murmuro algo, pero esta vez sí pude escuchar como articulo perfectamente un maldito idiota antes de volverme a responder otra vez.

──Claro.

Tras eso, con una sonrisa de satisfacción en los labios me puse cómodo y me dispuse a esperar a Jackson, quien tras pasar al lado mío muy disgustado se dirigió al mostrador.

Pero, extrañamente no transcurrieron ni cinco minutos cuando Jackson ya se dirigía hacia mí.

Sin mi café, debo recalcar.

Había pasado algo grande porque hasta su cara de póker se había desmoronado, y aunque daba un poco igual, por alguna razón no me estaba justando nada la preocupación que se veia reflejada en su rostro.

Y llegó a mi.

──Jungkook... Amigo mío.

──¿Que pasa, Hyung?. Se te a pasado el enojo. ──Sonreí socarronamente mientras repiqueteaba los dedos sobre la mesa.

Debo admitirlo, estoy nervioso.

Jackson carraspeó.

──No es eso. ──Extendió su brazo y me entrego el teléfono. Éste tenía un llamada, y ya estaba en curso.──Sr. Jeon... Su prometida lo llama. Ella está...

──Paga y regresemos.──Ordené regresando a mi postura recta. Solté un suspiro cansado y me levanté de la silla ──Ah~ esa mujer, ¿que haré con ella? Me está volviendo loco.~ ──La gente me regreso a ver mientras canturreaba, y Jackson sólo negaba mientras fruncia el ceño sutilmente.

──"¡Estas hablando de mí! ¡Ahg, Maldito Jeon!"

Tras la queja, rápidamente atendí la llamada.

──"No, no es así Jisso." ──Comencé a caminar hacia la puerta de la cafetería.

──"Pude escucharte, Jeon. Lo oí claramente."

──"Tampoco es tan grave, Jisso." ──Aclare mi voz. ──Ni tan falso. "En fin, ¿Que deseas?"

──"¿Donde estás? Tengo horas esperándote."

──"No te incumbe." ──Abrí la puerta y salí del establecimiento. Jackson me seguía desde atrás ya sereno, aún sin decir nada y con las bebidas.

──"Me incumbe cuándo está mi postre de por medio. ¡Necesito mi postre Jeon Jungkook! ¡¡Y lo quiero ya!!"

Incrédulo, despegue el teléfono de mi oreja y me mantuve observándolo con indignación y un poco divertido.

Abrí la puerta trasera del coche.

En verdad.. ¡Jisso me colgo.!

──Jackson, traes el pastel.

──Por supuesto, lo traje conmigo porque usted lo había olvidado.

Subí al auto.

──Entonces volvamos.



[•••••]





ʏᴏsᴇʟɪɴ;

𝟮𝟬 𝗱𝗲 𝗝𝘂𝗹𝗶𝗼__ 𝟲:𝟰𝟬 𝗽.𝗺.

Comenzaba a oscurecer, y solo era cuestión de tiempo para que Jina marcara preguntando en donde me había metido.

La cuestión es, el como podría contestarle sin que se preocupara cuando le dijera que hoy no me esperará para cenar, ni para dormir, y que era muy probable que ni siquiera mañana, ni el día siguiente a ese fuera a casa.

Bueno, sinceramente ni siquiera sabia si en algún momento podría regresar, y el motivo era muy simple, Ignacio me estaba jodiendo la tranquilidad y la paciencia de nuevo, pero por supuesto que no podía decirle eso, ella ni siquiera sabía de su existencia, ni mucho menos que era mi padre biológico.

Ni tampoco podía saber que él era la principal razón que me obligaría a mentirle, pues es éste mismo el que me a tenido encerrada en alguna de las habitaciones de su mansión, bajo llave y con dos hombres custodiando la puerta. Aún tengo el cerebro lo suficiente hidratado como para saber que no podía decirle todo eso a Jina sin que no tuviera una crisis nerviosa.

Ella sabía que podía defenderme, así que me cuestionaría tanto y me daría un gran sermón que sin duda haría explotar mi cabeza, por la misma razón, no me lo podía tomar a la ligera y simplemente contarle cualquier cosa o inventarle alguna excusa, no me creería, y si quería que lo hiciera, tendría que regresar dos horas atrás, cuando salía de la cafetería y contestaba una de las tantas llamadas que me había hecho Ignacio. En conclusión, solo diciéndole la verdad me creería, pero eso solo haría que mi jaqueca regresará.

Y no quería eso.

Recuerdo que apenas conteste y él comenzó a hablar y a decir que tendría que ir otra vez a su *casa.

Mencionó algo sobre su disgusto de mi partida sin avisarle y un montón de mierda más, así como la que dijo antes de que me percatara de las dos camionetas negras que me rodeaban. Lo recuerdo tan bien que hasta me duele el golpe que me dieron en la nuca.

Él dijo: Yoselyn, te presentaré a tu prometido.

Si, más mierda.

Pero al final, aquí estoy.

Ya al tanto de que me casare con Mauricio.

Y viviré en Moscú.

Con él.

Solos.

En la misma habitación.

Como... Como una estúpida pareja..

Él... ¿Acaso Ignacio me vendió...?

─¿Señorita?

Suspiro, suspiro, suspiro.

Santo cielo.

──Siiiii... Marina.──Respondí arrastrando las palabras. ──Aún respiro, ¿sabes?. ──Realmente no quería sonar grosera, ni mostrar tanta falta de interés aún cuando no me interesará, pero, la jaqueca ya comenzaba a atormentarme a mi y a mi tranquilidad, y está muchachita metida no dejaba de hablarme cada treinta segundos.

──¿Se encuentra bien?

Ella es Marina Nogueda... Es una jovencita de apenas quince años y recién la conocí hace una hora cuando salía de la oficina de Ignacio.

Ella es su hija menor.
Por lo que sé en total tiene tres hijos, excluyendome a mi, por supuesto.
Y en estas pocas horas que llevó de conocerla me he dado cuenta que es una chica muy entrometida.

──¿Por que no lo estaría? ──Le cuestione.

Mientras tanto yo seguí en lo mío.

──No lo se. Es que... Desde hace un rato que escucho ruido a dentro de su habitación. No esta tratando de escapar, ¿verdad?

Joder, me descubrieron.

Al instante pare mi andar, pero seguí apretando los nudos de las dos sabanas.

──Me he resignado, sabes.

──¿A que, Lyn?

──A vivir aqui, por supuesto. Contigo, como me dijiste que querías, y con tu padre.

Algunos segundos de silencio después~

──Pero es de ambas, ¿no?

Lo medite un instante.

Dale la razón Yoselyn, si tienes suerte te daja tranquila y se va.

──Si, si. Contigo y... Y nuestro padre. Dime, ¿no crees que eso sería genial, Marina? ──Le pregunté mientras cuidadosamente abría la ventana.

¿Es un segundo piso.?

De peores alturas e bajado.

Muy irónico, ¿no?

──Lo sería, sin duda. Pero...

Comencé a atar la punta de la sabana a la pata de la cama y tras terminar, rápidamente volvi a la ventana.

Analice el perímetro y comencé a descender.

──Pero no me recuerdas y actúas indiferente, eso me lastima. Tú actúas exactamente igual a padre, lo supe cuando me observaste fijamente cuando te hable... Yo- pude sentir la pesadez de los fríos ojos grises-... Tan característicos de la familia Nogueda.

La chica dejó de hablar, se había formado un gran nudo en su garganta que ya no le permitía seguir. Y entonces se dio cuenta, pero ya era demasiado tarde.

──¿..Lin..? ¿Me escuchas?.

Yoselyn ya respiraba la libertad.


















[ժׁׅ݊ꫀׁׅܻ݊յׁׅꫀׁׅܻ݊݊ꪀ ׅ꯱υׁׅ ׁׅ᥎ׁׅᨵׁׅׅtׁׁׅׅᨵׁׅׅ, ɑׁׅtׁׅtׁׅꫀׁׅܻ݊ ᨮׁׅ֮ᨵׁׅׅ.]

ʚ ɴᴏ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴠᴏᴛᴀʀ, ᴘᴏʀ ᴇsᴛᴇ ʏ ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ. ɞ

ɢʀᴀᴄɪᴀs ッ











ᴱᵈᶦᵗᵃᵈᵒ ᵉˡ ²¹ ᵈᵉ ᵐᵃʳᶻᵒ ᵈᵉˡ ²⁰²⁴
𝟿:𝟶𝟶 𝚙.𝚖.

𝟸𝟺.𝟷𝟸.𝟸𝟹

_V_


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro