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ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 𝟶𝟶𝟻

La oscuridad invadió mi alcoba con su máxima gloria, burlándose quizá, de la poca luz que había en mí.

Un punto no fijo, incoloro y sin forma observé desde ya hace un tiempo; y entre la penumbra de un lejano recuerdo, te imaginé abrazando mi cuerpo en un anhelado reencuentro.

Aunque aún me parece muy pronto el decir que ya lo fuiste todo para mí. Yo no recuerdo tu rostro, por más que lo intentó no lo hago, y tanta ansiedad me da eso que tengo miedo el hacerlo, tengo miedo de recordarlo en cualquier momento.

Y aunque deseo tanto el llamado final feliz, como todos aquellos que tenían los cuentos que mi papá cada noche me contaba, me es inevitable pedir al cielo, nunca encontrarte.

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𝟭𝟵 𝗱𝗲 𝗝𝘂𝗹𝗶𝗼_ 𝟭𝟬:𝟭𝟱 𝗽.𝗺. •♬•♫•.


Sentada en mi cama.

En trance estoy pensando en todo y al mismo tiempo en nada, mientras a la vez me pregunte el por qué, ese que tanto me atormenta, y que sin embargo, cada vez menos, puedo pensar o imaginarme una respuesta clara.

Hice el esfuerzo por levantarme, para así dirigirme a la cosina por un poco de alimento pues, la vida sigue.

«Con y sin tí.»

El tiempo no se detendrá jamás.

Y menos lo hará por mí.

Baje lentamente las escaleras y al final de estas, pude observar a mi mejor amiga, Jina, entrar en casi en una crisis tras batallar con la estufa eléctrica. La vi fruncir su frente, pero tras colocar lo que a mi me pareció una mezcla de aspecto y consistencia dudosa, en el sartén, la vi relajarse.

Suspiré sin ganas.

¿Será posible una deshidratación?

«Para nada.. ¿O si?»

Camine hacia ella y di la vuelta a la barra en el proceso. Que por cierto, no está demás decir que es quien se interpone entre la sala de estar y la cosina misma.

──¿Quieres..... ¿Un pan francés? ──Sonrió al verme, tan dulcemente que no me pude negar a pesar de que me mostró algo parecido a una gelatina.

──¿....Claro..? ──Abri la nevera y saque la jarra de agua. Tras vertir un poco en un vaso, proseguí a tomarla en algunos tragos.

──Yosel... ──Habri mis ojos y la observe mostrándole mi interés en lo que sea que dijera. ──¿Ya estas mejor?

Suspiro.

──Si. Supongo que si, ya no hay razón para estarse lamentando.

──¿Y que piensas hacer?

──Seguir y hacer lo planeado.

──Ah....

Hubo unos segundos de silencio, parecía pensar de más, algo tan simple como un te deseo suerte. Y aunque su aptitud me confundio, la deje ser. Jina prosiguió, y puso el pan en un plato que tomó de la alacena, después colocó dos más, y tras tomarlo firmemente entre sus manos me vio a la cara.

──Entonces...── Se extendió una gran sonrisa en su rostro, que me pareció dolorosa de solo pensarla en la mía. ──Massachusetts, eh.

Reí tranquilamente.

──Así es. 

──Suena genial después de todo. Lo aceptó, te dejo ir, pero sólo es está vez y no habrá otra ocasión.

«Claro que las habrá»

──Mmm... ¿gracias?

──Sii. Y debes contarme todo lo que te suceda, ¿ok? Pero antes de eso, debemos empezar desde lo ocurrido esta tarde, Yosel. ──Me hice la loca, sabía a lo que se refería, así que mejor desvíe mi mirada y voltee a ver al techo mientras mordía el pan aguado.

──Wou, wou. Vamos cariño, no omitas nada, tienes que darle un uso util a tu mejor amiga.

Suspire nuevamente

──Antes que todo, debemos tomar asiento.

𝗙𝗹𝗮𝘀𝗵𝗯𝗮𝗰𝗸

Y entre a la cosina tras alejarme de todos, hasta de aquellas personas que me vieron con ojos curiosos. Estaba sudando y mi respiración era todo un lío, así que me acerqué al lavabo y moje mi rostro con un poco de agua.

Coloque mis manos en las orillas y me recargue mientras me componía. Me puse a respirar profundamente y tras girar, me deje caer lentamente al piso de, y sólo aquí, un mármol oscuro.

Hubo silencio, pero duro hasta el momento en que una señora del personal de la cosina entró. Ella me observo consternada por lo que percibir, pero luego sólo me sonrió y me extendió un brazo para que pudiese pararme.

──¿Que es lo que sucede, mi- Señorita? ──Tomé su mano y me levante con cuidado, sin mínima posibilidad de llegar a lastimar a la ya casi anciana. ──Mm... ¿Has tenido una pelea con tu padre?

No respondí.

──Oh, entiendo. Puede que estés enojada con él, pero el señor Ignacio no es una mala persona.

Me hice la desentendida.

Que molesto.

Necesitó irme ya.

──¿Tienes hambre..? Tengo una tarta de chocolate con relleno de fresa... ──Me negué, aunque me estaba muriendo de ambre. ──... Es de tres leches y...

De repente detuvo su hablar, y la ví hacerse la pensativa, yo por mi parte sólo pude suspirar, tan perezosamente mientras permanecía recargada a la barra.

──Oh, ya recuerdo. Te preparare chiles rellenos. Aún quedan algunos.

Ni respire.

Como sabe que es.. Me... Si yo no..

──¿Quiere, señorita Lyn?

Lyn.

Lyn.

Lyn.

Juguemos, Lyn~.

Lyn, ¿por que no sonríes?

Lyn~

No, no me iré sin Lyn.

Lyn.

Que hermosa eres, Lyn.

Lejanos recuerdos llegaron a mí mente, un tanto empolvados que me hicieron tener jaqueca tras querer descifrarlos, así que lo más sano que pude hacer fue dejarlos de lado pues no hacían más que fatigar y darme cero paciencia.

──No.

──Que lastima...

Desvíe la mirada.

──... Solo deme una rebanada de esa tarta.

Ella se movió rápidamente y se dirigió al refrigerador, pero en el momento en que partía el pastel, Mauricio entró irrumpiendo el silencio.

──Señorita Yoselyn.

──¿Que quieres?

──Ejem. Como le prometí, me encargaré de llevarla a su casa.

──..Bien.

Observé a la señora

──Lo podría empacar para llevar, por favor. ──Pedí y le sonrei lo más amigable posible.

Ella se limitó a asentir.

Tras tener el postre en mis manos, le aclare a Mauricio que saldría por la puerta trasera, él asintió y se limitó a seguirme por detrás.

Al entrar al auto y sentarme en el asiento del copiloto, y con Mauricio tomando lugar en el del conductor, prendió el motor.

Me recosté en el asiento y solo hasta que pude lograr cerrar mis ojos, sentí un poco la paz, pues aún me sentía estúpida. Todavía tenía el revoltijo en mi estómago, y que hasta llegado un punto me provocaba inmensas ganas de vomitar.

Tres veces Mauricio llegó a parar el auto.

Y ahí acostada, casi en un sueño cómodo, dió en marcha la hora y media más larga que pude haber experimentado.













ʚ ɴᴏ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴠᴏᴛᴀʀ, ᴘᴏʀ ᴇsᴛᴇ ʏ ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ. ɞ

ɢʀᴀᴄɪᴀs ッ






«Aclaración: Yoselin jamás lloro, sino que se embriago y llegó así a su casa, y tras despertar de su borrachera las consecuencias le llegaron, es por eso que Jina le pregunta si esta bien jeje.»





ᴱᵈᶦᵗᵃᵈᵒ ᵉˡ ²¹ ᵈᵉ ᵐᵃʳᶻᵒ ᵈᵉˡ ²⁰²⁴
𝟷:𝟹𝟺 𝚙.𝚖.

_V_

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