02. Dia 0
Ocultando su rostro con la capucha de su chaleco gris, Myunggi esperó sentado hasta llegar a su estación, quedando solo 2 para estar relativamente cerca del hospital, con suerte nadie se daría cuenta de los moretones que adornaban su mejilla izquierda. Las personas a su alrededor parecían apuradas, aunque no era temprano parecía que la mayoría llegaría tarde a su destino. Aumentando su impaciencia terminó tocando el botón para prender la pantalla del celular visualizando la hora; 11:45 o sea 15 minutos tenía para llegar antes de su hora médica.
«estación Gangnam» repitió la voz robótica, rápidamente él se levantó de su asiento y esperó a que se abrieran las puertas del vagón.
10 minutos después ya había llegado al hospital, subiendo al ascensor se percató de otras mujeres que traían pequeños bebés en sus brazos o parecían que en cualquier momento darían a luz, todas iban al mismo piso igual que él.
—¿Vienes a acompañar a tu esposa?
Preguntó una de las mujeres embarazadas, ella con el pelo rojo teñido y más alta que el promedio le dio una mirada curiosa, un hombre joven y guapo no era de extrañar que estuviera casado. Pero no era su caso
—no es así… yo-
No tuvo tiempo para responder cuando las puertas se abrieron mostrando la sala de espera, un hombre alto de ojos cafes que traía una credencial con su nombre fue lo primero que vió, no tuvo ni que mirar el nombre de su gafete para saber que era él.
—¡doctor Seo!— exclamó la mujer que antes le había dirigido la palabra. Las otras madres giraron sus cabezas para mirarlo, era obvio que la mayoría de las mujeres quedaban fascinadas por el gran atractivo del hombre así que las 4 se acercaron a hablarle sobre cómo les estaba yendo en el embarazo o con sus bebés recién nacidos, el ruido de las mujeres emocionadas hizo que los nervios de Myung se calmaran, no por completo pero sí lo suficiente para no sudar como loco.
Myunggi salió del ascensor mirando la escena con gracia, aunque Moonjo intentara zafarse de las ruidosas mujeres, eran precistentes
—lo vi hace unos días en los anuncios publicitarios de Yongsan. ¡Se veía muy bien! ¿Verdad?— preguntó una de ellas.
—ya salieron los nuevos anuncios…— dijo Moonjo dirigiendole una mirada sutil pero suplicante pidiendo ayuda a Myunggi. Captando el mensaje este se acercó, lo tomó del brazo y hablando alto para que los demás lo oyeran dijo:
—¡doctor necesito su ayuda! Mi novia ha tenido algunos dolores y necesito que la revise. por favor— suplicó Myung tratando de sonar convincente, tomándolo por sorpresa por aquel invento este lo miró.
—Oh claro, dígame dónde se encuentra…— habló alto haciendo que todas se quedaran mudas —discúlpenme, tengo un paciente que atender— arrastras Myung llevó de la muñeca al hombre hasta irse por el pasillo, lejos de las miradas no deseadas.
El doctor Seo soltó una risa; “¿tienes novia?” se burló. Este sonrió
—¡no se me ocurrió nada mejor!— fingiendo fastidio Myunggi frunció los labios. Los ojos de Moonjo detallaron las facciones del joven, la piel que estaba tornándose morada se hizo notar al instante y frunciendo el ceño levantó su mano tocando ligeramente su mejilla haciéndolo estremecer debido al dolor.
—¿Qué te pasó?— alarmado preguntó. “¿esto-” apuntó su cara “me caí al salir de la ducha…” mintió. ¿Cómo le diría que este dejó que alguien lo golpeara en un juego para ganar dinero?
No muy convencido lo miró directamente unos segundos y suspiró, «no sacó nada si lo obligó a decir la verdad» así que lo dejó pasar.
—¿por qué estás en este piso? ¿No deberías estar atendiendo pacientes?— Cambió de tema Myunggi.
—de hecho pensé que sería más fácil si te acompañaba a la cita con la obstetra, digo, para que no estuvieras solo con la doctora. Solo si no te molesta claro está…— sorprendido Myun sintió una leve sensación de calidez en su pecho al oírlo, jamás alguien se había preocupado por él, sonaba tonto pero tenía muchísimos nervios y ansiedad por todo lo de su embarazo que apenas lo dejaba dormir tranquilo.
—no me molesta… gracias Moonjo— sonrió Myunggi haciendo que incluso sus ojos se iluminen.
La sala de consultas de la obstetra es luminosa y ordenada. Myunggi está sentado en una silla frente al escritorio de la doctora, con las manos tensas sobre sus piernas. A su lado, Moonjo lo acompaña, ofreciendo una presencia tranquilizadora. La doctora, una mujer de mediana edad con un aire profesional pero amable, revisa los resultados en su computadora antes de mirarlo directamente.
—Bien, señor Myunggi. Antes que nada, quiero decirle que agradezco que esté aquí hoy. Sé que este tipo de citas pueden generar nervios, pero estoy aquí para responder todas sus dudas y asegurarme de que todo vaya bien. ¿Cómo se ha sentido últimamente?—
Myunggi traga saliva y lanza una rápida mirada hacia Moonjo, quien le devuelve un asentimiento casi imperceptible. Respirando hondo, intenta responder con calma.
—Eh… bueno, he tenido un poco de náuseas, sobre todo en las mañanas. A veces también siento algo de presión en… en la parte baja del abdomen.
—Eso es completamente normal. Las náuseas matutinas suelen ser una de las primeras señales del embarazo, y la presión que siente se debe al crecimiento del útero. Su cuerpo está adaptándose a estos cambios.
La doctora sonríe con calidez y continúa hablando con un tono tranquilizador.
—Ahora, vamos a realizar unos exámenes rutinarios. Primero, revisaremos su presión arterial y tomaremos una muestra de sangre para verificar los niveles hormonales. Después, haremos una ecografía para asegurarnos de que todo esté bien con su bebé. ¿Alguna pregunta hasta ahora?
Myunggi niega con la cabeza, pero su mirada vuelve a desviarse hacia Moonjo, buscando aprobación o, quizá, una señal de que todo estará bien. Moonjo simplemente cruza los brazos y lo mira con una expresión que parece decir: "Tú puedes".
Ehm… ¿y el bebé? ¿Está… está bien?
La mujer sonríe mientras acomoda sus papeles. —Hasta ahora, todo indica que su bebé está desarrollándose normalmente. Pero eso lo confirmaremos con la ecografía.— Pausa para mirarlo con empatía. —Sé que esto puede ser abrumador, pero confíe en que está haciendo todo lo correcto al venir aquí.—
Myunggi asiente, aunque sigue frotándose las manos con nerviosismo. Moonjo, notando esto, coloca una mano firme pero reconfortante en su hombro.
—Tranquilo, Myung. Todo va bien hasta ahora, ¿no?
El simple gesto y las palabras del doctor logran calmarlo un poco. La obstetra se levanta y lo invita a pasar a la camilla para el ultrasonido.
—Muy bien, vamos a pasar a la parte más importante. Esto nos dará una imagen clara del bebé. Por favor, recuéstese aquí, y vamos a aplicar un poco de gel para el ultrasonido.
Myunggi se recuesta, con los latidos de su corazón acelerados, cuando la doctora enciende la máquina pone el objeto en su vientre la pantalla muestra una pequeña figura en movimiento, su ansiedad se disipa momentáneamente. La doctora sonríe, señalando la pantalla.
—Mire aquí, señor Myunggi. Este es su bebé. El corazón está latiendo perfectamente, y todo está en orden.
Myunggi siente que algo se desmorona dentro de él, pero no de miedo, sino de alivio. Sus ojos se llenan de lágrimas mientras mira fijamente la pantalla. Moonjo, a un lado, observa en silencio, pero su expresión muestra un leve orgullo al ver que Myunggi comienza a relajarse.
Con un hilo de voz habla —¿De verdad?— no pudiendo contener el calor que sentía en su pecho este sonrió
—Claro que sí. Su bebé está sano y creciendo bien. Lo está haciendo muy bien, señor Myunggi.
Moonjo sonríe y le da una palmada ligera en la pierna.
—Te dije que todo estaría bien.— habló Moonjo reconfortando al más joven
Myunggi mira a ambos, la doctora y Moonjo, sintiéndose, por primera vez en mucho tiempo, un poco más tranquilo.
—Gracias… a los dos.
La doctora asiente con una sonrisa mientras termina el examen y le pasa una toalla para limpiar el gel.
—Ahora sólo asegúrese de seguir cuidándose. Comer bien, descansar lo suficiente y venir a sus citas regulares. Todo va a estar bien.
Myunggi asiente, respirando profundamente. Mientras vuelve a sentarse, lanza una última mirada a Moonjo, quien, sin decir nada, le da una sonrisa leve.
Finalizando la cita Myunggi se levantó de su asiento pero al ver que Moonjo no lo hizo este ladeo la cabeza extrañado, al chocar miradas el doctor vaciló
—tranquilo adelantate— con su mano le hizo un gesto para que se fuera —tengo que hablar unas cosas con la doctora Hwang
Este asintió, hizo una reverencia despidiéndose de la doctora y salió de la habitación.
—¿desde cuando te interesas por tus pacientes?— preguntó con diversión en su tono
—¿Cuándo no lo he hecho?— preguntó Moonjo con simpleza. —Pero no me he quedado porque quiera hablar de ello. Quería que me facilitaras los exámenes de Myunggi…—
—Sabes que no puedo dártelo sin la autorización del paciente— sentenció la mujer
—Lo sé. pero sé que él no tiene problema con ello, No necesitas saber los detalles, sin embargo… Myung es especial y lo sabes.— con voz ronca Mooonjo se refregó los ojos intentando descifrar la intensa mirada de la mujer. Sus ojos reflejaban interés por su relación con Myunggi, pero nada de eso saldría bien teniendo en cuenta que era su paciente.
Llevaban siendo compañeros por 10 años desde su residencia y jamás había sentido esa mirada inquisitiva que lo hacía sentirse expuesto.
—de acuerdo Moonjo… te los envío por correo pero ojalá no tener problemas— advirtió la mujer.
Esa tarde luego de la cita médica Myunggi volvió a su departamento, al despedirse del doctor y al saber que su bebé crecía cada vez más fuerte y sano, sentía que todas la tensión que había acumulado se había ido de su cuerpo. Llegando a su hogar se cambió a ropa más cómoda y se recostó en su cama, al cambiar sus pantalones antes revisó los bolsillos para que nada se fuera a la lavadora.
Al meter la mano al bolsillo de su poleron para hacer lo mismo sintió la aspereza de la tarjeta de cartón que le había entregado el extraño tipo del metro.
Detenidamente la observó, solo era un juego, si ganaba quizás obtendría dinero suficiente para comprar ropa y los que necesitaría su bebé como una cuna por ejemplo, además no podría vivir con su hijo en los pequeños metros cuadrados en los que vivía. Mientras reflexionaba Myunggi no soportó el cansancio y se recostó tratando de que el dolor de espalda disminuyera.
Con su teléfono marcó los dígitos que se mostraban en la tarjeta, apretó el botón de llamar y esperó a que los pitidos de la llamada cesarán en su oreja.
”diga su nombre y número de identificación para la inscripción” Habló detrás de la línea una voz femenina, parecía ser una grabación así que dictó sin dudar lo antes pedido.
“Inscripción Completada. Diríjase el día 31 de octubre a 50-1, Myeongdong 2-ga, Jung-gu, Seúl a las 8 pm”
Repitiendo la dirección mentalmente, la llamada se cortó dejando ansioso a Myunggi, en 3 días sería la aclamada fecha de Halloween donde los jóvenes iban a fiestas y se disfrazaban. En todo caso, a este nunca le pareció interesante tal festividad pero dado que algún día su hijo o hija querría compartir con él sintió una leve emoción inundar su pecho. Al imaginar al pequeño bebé correr con un disfraz de rana, como el que había visto hace unos días en una tienda de ropa, el solo pensamiento hizo que una sonrisa se formara en sus labios.
Los días pasaron y Myunggi salió de su departamento hacia el lugar indicado por la grabación. Eran cerca de las 7 de la tarde cuando tomó el metro y la mayor parte de las personas traían disfraces o trajes ostentosos por lo que no se sintió tan expuesto a que otros lo miraran por su vientre ya que la mayoría se veía ridículo.
Myunggi avanzaba por la calle solitaria, los ecos de sus pasos resonaban en el aire frío de la noche. A su alrededor, las luces de la ciudad palidecían, y el silencio lo envolvía como una manta pesada. A medida que caminaba, su mente divagaba, el recuerdo de la tarjeta que le había dado el extraño del metro aún fresco en su memoria. "Si sigues las instrucciones, llegarás a un lugar donde todo cambiará", había dicho aquel hombre, con una sonrisa inquietante en su rostro.
Las luces de una van estacionada a unos metros brillaban débilmente, y junto a ella, un hombre con un traje rosa y una máscara negra con un círculo en el centro lo esperaba. La figura, que parecía una sombra en medio de la penumbra, levantó una mano y señaló a Myunggi, indicándole que se acercara. Un escalofrío recorrió su cuerpo, pero la curiosidad lo impulsó a dar un paso más.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca, el hombre en el traje rosa, que permanecía en silencio, levantó una mano y le hizo un gesto para que se detuviera. Con voz baja y firme, habló finalmente.
—¿Tu nombre?
—Lee Myunggi— respondió.
Myunggi, sintiendo una mezcla adrenalina, sacó la tarjeta del bolsillo de su chaqueta y la mostró. El hombre observó la tarjeta con detenimiento, sus ojos invisibles detrás de la máscara, pero Myunggi sintió que todo lo que hacía no pasaba desapercibido para él.
—¿Estás listo? —preguntó el hombre, su voz era fría, sin emoción.
Sin saber por qué, Myunggi asintió. No podía retroceder. La sensación de que algo mucho mayor que él estaba a punto de suceder lo envolvía por completo. El hombre asintió lentamente, como si ya lo supiera.
—Sube —ordenó, y con un gesto, le indicó que se acercara a la van.
El interior de la van estaba oscuro y sombrío, las luces tenues del interior apenas iluminaban los asientos vacíos. Myunggi entró, sin saber qué esperar. La puerta se cerró detrás de él con un golpe sordo, y la van comenzó a moverse sin previo aviso. A través de las ventanas, apenas podía distinguir la ciudad que dejaba atrás, como si el mundo estuviera quedando atrás con cada kilómetro recorrido.
Por alguna razón las personas que ocupaban los demás asientos parecían dormidas, ajenas a cualquier ruido exterior que ni siquiera el movimiento los alertó. Un tipo de gas se liberó por las rendijas de la ventilación y sin darse cuenta sus ojos lentamente se cerraron cayendo dormido igual que los demás
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Holiii espero que les haya gustado el capitulo, podría decirse que es relleno para que por fin Myunggi entre al juego pero al final sera esencial para la trama al mostrar su relación con Moonjo... y espero que no haya sido aburrido :[
Gracias por leer y comentar! Pronto aparecerá Thanos para que vayan preparándose kwkdjdjd
(Spoiler) esta igual de jodido que en la serie pero tiene corazón :>>
—Ayan💐
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