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6| Malentendidos y audiciones

17 de Abril 2022
"La vida se pone difícil cuando una nueva puerta se te abre, pero de ti depende cambiar el estado de la situación. Depende de ti tu propia felicidad y el éxito que tengas por ello"

•Jungkook•

Jugaba impaciente con sus manos, ya habían pasado un par de horas desde los acontecimientos ocurridos con Jung Hara.

Mientras ambos iban de camino a casa de la pelinegra, Jungkook apenas y tuvo noción de la hora. Pasaban las 11 de la noche, y era seguro que sus padres ya habrían cerrado las puertas de la casa. Y como si hubiera manifestado algún tipo de ayuda, recibió en ese momento una llamada de Jongkook.

~¿Hola?

~Jungkook, ¿donde estás? ¿Ya viste la hora que es?

~Lo siento hyung, surgió un accidente y se me hizo tarde. ¿Ya cerraron la puerta?

~Creo que es más que obvia la respuesta. Escucha, tienes 10 minutos, mamá y papá están haciendo horas extras hoy y no van a llegar hasta muy tarde.

~De acuerdo, muchas gracias hyung llegare lo antes posible.

~Dejaré la puerta en falla para que puedas entrar. Apresúrate ¿entiendes?

~Sí, esta bien. Nos vemos.

Kook colgó la llamada y volvió su mirada a la chica que caminaba a su lado, iba en silencio y con la cabeza hacia abajo tratando de evitar los grandes ojos que sabía la observaban. El silencio era incómodo y cuando menos se dio cuenta, ya había llegado a la entrada principal de su casa.

Ambos se detuvieron y Hara finalmente se volvió hacia él para despedirlo, pero cuando sus ojos se cruzaron con los grandes y brillantes orbes del más joven, se quedó atónita.

Él por su parte, frunció el ceño y su cara cambió a una preocupada cuando pudo darse cuenta que el lado de su frente que no pudo observar antes, estaba manchado de sangre.

—Cuando vuelva a encontrar a esa basura me encargare de eliminarlo y...

—Gracias por ayudarme. —interrumpió rápidamente al ver que Jungkook comenzó a murmurar molesto.

Él la observó expectante, se sentía inquieto, quería asegurarse de que su herida no fuese grave por lo que se acercó un poco más a ella y con una de sus manos examinó el área donde estaba aquel líquido rojo. La sangre solo había manchado una pequeña parte de su sien y obvió la idea de que la lluvia había hecho que la mayor parte de la hemorragia se desvaneciera y solo quedaran pequeñas manchas. Su mano pasó de su frente hasta el lugar afectado por el golpe que le habían dado, despejando su cabello y descubriendo la zona que había sido golpeada.

—T-tranquiló voy a estar bien.

—Esto no se ve muy bien, noona. —examinó el área con cuidado, pasando delicadamente su pulgar por la pequeña pero notable abertura en su cabeza—. Por favor déjeme llevarla al hospital y le suturen.

—No va ser necesario, puedo hacerlo sola, tengo equipo de sutura adentro y... —dijo, alejándose de Jungkook, sin embargo este no la dejó terminar de hablar.

—Entonces llamaré a hyung para que la ayude, es muy arriesgado que lo haga sola. —su voz era suave pero firme, estaba preocupado por ella pero al parecer Hara le restaba importancia al asunto.

—No, Jungkook en serio. Voy a estar bien ¿entiendes? Sé lo que hago, te agradezco que te preocupes pero voy a estar bien. Desde aquí me encargaré yo sola.

Él enarcó una ceja y después resopló sacando su teléfono para llamar a Jongkook, Hara era terca, pero lo que no sabía era que Jungkook era mil veces más aferrado.

—Oye, ¡te dije que no! —exclamó molesta, arrebatándole su teléfono—. Ya de por sí es un fastidio lo que acaba de pasar, escucha, te agradezco ¡de verdad lo hago! Pero lo único que quiero ahora es entrar a mi casa y que nadie me moleste. Mucho menos tú. Así que por favor te pido que te vayas ahora.

—Si no cura esa herida podría infec-

—¡Joder te estoy diciendo que basta! ¿Me estás prestando atención? ¡Ya estoy harta! No es tu problema lo que me pase o deje de sucederme. Simplemente lárgate ¡YA! —Las lagrimas de frustración comenzaron a salir de sus ojos y lanzó el teléfono de Jungkook hacia él.

Afortunadamente, Jungkook logro alcanzar su teléfono antes de que se cayera, sin embargo no tuvo la oportunidad de hablar más, pues Hara se fue rápidamente hacia el interior de su casa azotando la puerta.

Suspiró algo triste, lo último que quería era verla enojada con él, solo trataba de ayudarla, se sentía intranquilo de dejarla en esas condiciones, pero tan pronto como vio la pantalla de su teléfono, sus pensamientos se detuvieron por un par de segundos.

Jongkook había escuchado todo.

Colgó la llamada y observó por última vez el umbral por el que se había ido su noona y se marchó hacia la casa de sus padres, mentalizándose para el interrogatorio que le esperaría.

...

Empujó la puerta de la entrada y efectivamente como su hermano le había dicho, la había dejado en falla. Una vez estuvo dentro la cerró correctamente y se dispuso a caminar para abrir la puerta de la casa, nuevamente, está estaba en falla por lo que entró sin dificultades y la cerró.

Cuando se giro para dirigirse a su habitación, dio un brinco al ver a su hermano atrás de él, no había hecho ruido y cuando recién entraba no estaba ahí.

—Eres silencioso como un ninja hyung, me asustaste.

—¿Qué hacías con Hara? —lanzó la primera pregunta.

—Que te lo cuente ella. —contestó con simpleza—. Pregúntale primero a ella y luego yo te puedo contar lo demás.

La cara del mayor se tensó, imaginando todo tipo de escenarios. Le ponía nervioso saber que Jungkook se acercara a Hara, porque sabía que sería su fin si le contaba aquel oscuro secreto que mantuvo escondido hasta que su hermano menor llegó a Corea.

—Lo que sea que haya pasado, tienes que decirme, recuerdas tu promesa ¿verdad? No puedes decirle nada. Así que es mejor que empieces a hablar. ¿Qué hacías con Jung Hara? —su tono de voz era frío, su seriedad lo volvía más aterrador.

Pero Jungkook ya no tenía miedo de su hermano.

—No he hablado de nada de lo que tengas que preocuparte. Relájate. —le contestó en el mismo tono de voz que él—. Simplemente la ayude en un momento difícil y la acompañe a casa. Eso fue todo.

Termino de hablar y empezó a caminar en dirección a su habitación.

—Te quiero lejos de ella.

Jungkook se detuvo en seco.

—Aunque yo no sé lo diga, algún día ella misma lo va a descubrir, esté o no esté yo cerca. —dijo, dándole la espalda—. Ni tú ni nuestros padres pueden prohibirme intentar acercarme a ella ahora.

—Te lo advierto Jungkook. Una sola palabra, y no volverás a esta casa ni la verás nunca más.

—No te preocupes, mi estancia aquí será temporal. Has lo que quieras. De cualquier manera si ella se entera al primero a quien no querrá ver, serás tú.

Fueron sus últimas palabras, antes de subir las escaleras y entrar a su habitación.

Se dejó caer sobre la cama, su corazón latiendo tan fuerte por todos los sentimientos que había estado reprimiendo.

Aquel "secreto" que más bien era una mentira creada por su hermano y sus padres antes de dejarlo con su abuela todos esos años, solo para asegurarse de que Jongkook fuese feliz, lo mataba día y noche.

Claro que cada vez que tenía cerca a su noona sus ganas de soltar toda la verdad incrementaban siempre, sin embargo él era consciente de que no podía hacer las cosas de manera precipitada, contrarias a las razones egoístas que tenía su hermano, a él sí le importaba como se sentiría Hara cuando supiera toda la verdad.

Algún día, ella tendría que enterarse de todo. Y lo haría de la manera menos dolorosa para ella. Pero en ese momento, se detuvo a contenerse todo y resignarse a dormir. Era seguro que pasaban de las 12 de la madrugada y a la mañana siguiente debía ir a grabar el video de su audición con Taehyung.

No protestó, y esperaba que su hyung no hiciera un gran escándalo por aquello tampoco. No deseaba causarse más problemas, pero tampoco dejaría las cosas como lo habían manipulado a hacerlo.

Ya no era mas un niño ingenuo.

...

—Intenta poner una expresión romántica, sé sexy para que te veas visual.

Era la tercera vez que se detenían en medio de la grabación, la primera vez fue porque Taehyung le dijo que debía de dejar de jugar con sus manos porque parecía nervioso. La segunda vez los de la cafetería les llamaron la atención por incomodar a los clientes y terminaron yendo a una habitación de renta por 24 horas para evitar el ruido y las distracciones y justo ahora Taehyung estaba insistiendo en que debía de verse más atrevido.

—El estilo de la canción no concuerda con lo que me pides, Taehyung. —suspiró, evitando frustrarse, faltaba poco para irse a su nuevo empleo y no habían logrado nada además de la presentación—. Solo hagamos esto rápido.

—Está bien. —se resignó Taehyung—. Siéntate sobre la cama, ponte en una posición cómoda y empieza cuando quieras.

Jungkook asintió y se quitó las sandalias que se había puesto antes de ingresar a la habitación. Se cruzó de piernas haciendo que la planta de sus pies quedara debajo de la flexión de sus rodillas. Colocó sus manos al frente, una sobre otra para evitar jugar con ellas.

Observó a Taehyung para asegurarle que ya estaba listo, por lo que el mayor contó hasta 3 para comenzar a grabarlo.

Pronto la canción Never Not comenzó a sonar con la voz de Jungkook, este cerraba sus ojos cada cierto tiempo y movía su cabeza al compás del ritmo de la melodía mientras se concentraba en el control total de su voz sobre los versos.

Apenas termino de cantar, Taehyung dejo de grabar y le sonrió resplandeciente.

—Tienes un tono de voz muy cautivador, de verdad estoy seguro de que te van a aceptar.

—Que Cristo te escuché, realmente si esto no funciona tendré que buscar otra manera para convertirme en Idol.

—Que va hombre, ya veras que todo saldrá bien.

Jungkook asintió dándole la razón a Taehyung.

Luego de haber grabado el video, ambos se dispusieron a seguir las instrucciones para que el video fuera enviado correctamente a BigHit y Jungkook se encargo de subirlo a YouTube. Ambos estuvieron conversando durante un tiempo en lo que se aproximaba la hora de que Jungkook fuese a trabajar. El lugar no quedaba muy lejos de donde estaban, por lo cual Jungkook había decidido quedarse en esa habitación por esa noche después de su trabajo. El monto que pago no fue muy caro y tenía hasta las 12 del medio día del día siguiente para desalojarla.

Un rato después ambos salieron de la habitación, Taehyung acompaño a Jungkook hasta la cafetería donde estaría trabajando y antes de que el primero se fuera, Jungkook habló.

—Muchas gracias por ayudarme Taehyung.

—Siempre sera un placer para mí —palmeó su hombro y le sonrió complacido—. Nos vemos después Jungkookie, ¡suerte en tu nuevo empleo!

Luego de haber dicho aquello, ambos se despidieron y Jungkook finalmente entró a la llamada Magic Shop.

Una vez que ingreso, se encontró de nuevo con quien sería su compañera. Lea recordaba era su nombre.

—Buenas tardes Lea. —le sonrió con amabilidad, realizando una reverencia.

—¡Hola hola Jungkook! ¿Estás listo?

—Más que nunca. —respondió, en realidad sí le emocionaba un poco aprender a hacer las cosas debidamente en la cafetería, pero tampoco se daba el lujo de mostrarlo.

Lea le dio un recorrido por la cocina y la barra de bebidas de la cafetería, le mostró cómo realizaban los procesos de las bebidas, los cafés no eran comunes, tenían nombres bastante llamativos y una elaboración bastante divertida a su parecer y entonces entendió el nombre de la misma cafetería. Todo en ese lugar parecía estar vinculado a algo mágico y llamativo.

—El frappé 134340 sólo lleva un shot de licor de café y dos pumps de crema, media taza de leche, la base y una cucharita de brillos rojos y azules.

—¿Por qué se llama 134340?

—Está inspirado en Plutón, un planeta que dejó de existir.

—Todo aquí tiene relación con cosas algo inusuales ¿verdad?

—¡Pero claro que sí! —una pequeña risa salió de sus labios—. Incluso tú eres algo inusual. Es como si el destino hubiera conspirado para que llegaras a este místico lugar donde todo está fuera de lo convencional. —su tono de voz era gracioso, parecía como si estuviese narrando una historia para niños.

Jungkook dejó salir una pequeña risilla.

—Tienes razón. Creo que las cosas extraordinarias me atraen a ellas.

—Y solo las cosas extraordinarias le pasan a personas que merecen ser lo mismo. ¿Sabias? —le sonrió con alegría—. Ven, vamos. Aún quedan unas cosas que necesitas aprender.

Y así pasaron el resto de la tarde. Lea le enseñaba con una paciencia impresionante cada cosa que se tenía que hacer y de una forma muy explícita.

Hubo un momento durante la tarde antes de que Jungkook saliera de su trabajo donde un grupo de chicas entraron a la magic shop, al ver a Jungkook todas se sonrojaron y hubo una en especial que no le quitaba la vista de encima, pero no por las razones que todas las demás lo hacían.

—Darae quiero pedirle su número ¿no te parece muy guapo?

La mencionada se quedó callada. Observando atentamente al chico que estaba en la caja. Estaba bastante sorprendida por el parecido que tenía con su amigo e incluso le dieron escalofríos.

—Parece que a Darae le gusto más que a ti, Young Mi, ¿Darae quieres pedirle su número? —cuestionó Ji Eun.

Fue entonces que la chica reaccionó.

—N-no. Que vaya Young Mi, a mí no me gusta es solo que... —se quedó callada, justo en aquel momento en el que vio sonreír al chico—. Se parece a alguien que conozco.

—¿En serio conoces a alguien así de guapo? ¿Por qué no nos lo has presentado? ¡Envidiosa!

—¡Para nada Young Mi! Además, no podría presentárselos aunque quisiera, el tipo le gusta a mi mejor amiga.

—Mmm, bueno. Tienes razón, es código de amigas no salir con chicos que les gustan a nuestras mejores amigas. Pero este chico de aquí nadie lo conoce ¿verdad? —preguntó Ji Eun con una sonrisa en su rostro.

Todas negaron, aunque por un momento Darae se quedó pensativa, aquel chico de verdad era idéntico a Jongkook y le daba muchos escalofríos el tan solo verlo. De recién que habían entrado a la cafetería podría haber jurado que era él al verlo de espaldas, y cuando el chico se giró y les dio la cara, su sorpresa fue mucho más grande al ver tal similitud con su amigo.

—Bien, como nadie lo conoce aquí, entonces yo iré y le pediré su número. —hablo Young Mi decidida.

—¡No espera! —exclamó Darae muy apresurada, haciendo que las demás se sorprendieran—. Yo iré a pedírselo.

—Bueno, pero no te tardes, y también pregúntale su nombre.

Darae asintió y se levantó de su sitio dispuesta en ir y pedir el número del chico que estaba alborotando las hormonas de sus amigas. Se acercó a la caja donde estaba el chico y carraspeó su garganta para notificarle que estaba ahí.

—Eh, hola ¿disculpa? —comenzó a hablar.

El chico pelinegro fijó su mirada sobre ella, prestándole su atención y haciendo sentir un poco intimidada a Darae.

—Hola, ¿en que la puedo ayudar? —respondió él.

—Y-yo... es decir, quería saber si yo- —se detuvo, cerrando sus ojos para seguidamente suspirar, sintiéndose ridícula por actuar de esa forma—. Lo qué pasa es que, quería saber si tú ¿po-podrías darme tu número de teléfono?

Finalmente lo dijo, y se quedó callada, monitoreando la reacción del chico y esperando una respuesta.

Él por su parte se quedó pensando unos segundos, no conocía a la chica, no lucia como alguien desagradable.

—Disculpe señorita ¿para que quiere usted mi número telefónico? —inquirió amablemente.

—Ah, bueno... a mis amiga y a mí nos pareciste agradable y creí qué tal vez podríamos llegar a conocernos, ya sabes, para socializar y eso. —muchas mentiras salieron de su boca, estaba claro que sus amigas no querían solo socializar con él, pero en su defensa, ella sí que tenía curiosidad por conocer al chico de rostro tan familiar.

—Uh, bueno, creo que no hay ningún problema entonces. —le regalo una pequeña sonrisa.

Darae se congelo.

Es tan bonito. —pensó.

Tenía una sonrisa tan cautivadora y la forma en la que sus labios se hacían hacia arriba, y un discreto hoyuelo en su mejilla izquierda aparecía a la par de que sus ojos sonreían también. Era simplemente algo tan hermoso de ver.

—Ah, disculpe señorita ¿está bien?

—¡Eh!, Ah... ¿qué dijiste? —contestó apresurada, salió de su trance, pero se sintió avergonzada de haberse quedado en tal estado. —Ah, s-sí, toma, agrégate por favor. —le extendió su móvil y el chico lo tomó, tecleando su número.

—Gracias por considerarme agradable, por cierto ¿cuál es su nombre?.

—Sa Darae, un gusto. —le sonrió ella esta vez.

—Bueno, señorita Sa, fue un placer para mi conocerla también. —termino de anotarse y le devolvió el móvil—. Tal vez en otra ocasión podamos conocernos más, ahora tengo que trabajar, si me disculpa.

—Para nada, adelante, muchas gracias por haber aceptado, espero podamos llevarnos bien. —se despidió ella, volviendo con sus amigas.

El chico le regalo una última sonrisa y justo después, salió una chica y comenzó a hablarle sobre algo y él se fue por el pasillo que supuso daba a la cocina de la cafetería.

—Darae, ¿conseguiste su número? —preguntó Young Mi una vez que llegó a la mesa donde estaban sus amigas.

—Ah, yo... —se detuvo, y observó la pantalla de su teléfono.

Todo su cuerpo se congeló.

Su respiración comenzó q hacerse entrecortada y los latidos de su corazón más fuertes que nunca.

—¡Ey, Darae! Te estamos hablando hermosa. ¿Lo conseguiste? —interrogó esta vez Ji Eun.

Darae penso rápidamente cuál sería su mejor respuesta.

—Eh, no. Me dijo que tenía novia, pero igual me paso su Instagram.

—Ah, ¿tiene novia y te paso su Instagram? No gracias, olvídalo. Seguro es un patan. —respondió Young Mi y bufo frustrada—. Es tan difícil conseguir chicos buenos hoy en día. Todos son unos imbeciles infieles.

—Tienes razon. —replicó Ji Eun—. ¿Y qué harás Darae? ¿Vas a seguirlo?

—No, de hecho... creo que voy a eliminar la nota donde me escribió su usuario.

Sus amigas asintieron de acuerdo con lo que Darae dijo.

Tiempo después, salieron de la cafetería y cada una se fue a su respectiva casa. Darae por su parte, apenas llegó a su casa, se encerró en su habitación y una enorme crisis existencial le atormentó los pensamientos.

No podía ser posible ¿verdad?

Debía de ser una coincidencia muy muy exagerada todo lo que estaba ocurriendo. Habían muchas personas en Corea con el mismo apellido y probablemente más de una persona tuviera un gemelo idéntico en algún lugar del mundo.

Pero esa, era una coincidencia demasiado inusual.

De nuevo, prendió su teléfono y se fue al apartado de contactos para verificar que su paranoia no la había hecho leer mal el nombre.

Y para su desgracia, no lo fue.

Jeon Jungkook

Algo raro estaba pasando, la única familia con el apellido Jeon que conocía en esa zona era la de su amigo.

Y estaba casi segura de que Jongkook, tenía mucho que ver, y mucho que decir. Si sus sospechas eran ciertas.

Y ella haría todo para averiguar la verdad.

Mucho misterio ¿no creen?

¿Por qué piensan que Jongkook oculto a Jungkook de los demas?

Y ¿de que estarían hablando los dos hermanos cuando mencionaron ese "secreto"?

Se vienen muuuuchas cosas 👀

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