Y como siempre quieren saber que pasó a continuación, bien les contaré. Ahora mismo, me encuentro sentado en las salas de esperar del hospital, si porque el doctor de urgencias no me dejó pasar. ¿Cómo le explico que ya vi el culo de Yoongi, sé como sabe y fui yo quien le hizo eso?

Preocupado, sentando en esa silla de pasillo solitario, me pasaba una y otra vez la mano por el cabello. ¿Y si no podía volver a coger? O ¿Cagar? Tendrían que ponerle algo para que lo haga. Me mordí el labio inferior temblante esperando noticias.

Literal en mi vida siempre me imaginé estar así, pero por un embarazo de alguna chica. Pero, soy gay y me toca esperar a mi chico con desgarre anal.

—¿Jimin? —escuché mi nombre en el pasillo.

Me levanté con rapidez de la silla en la que estaba y vi al doctor saliendo de aquella habitación. Pasé saliva y caminé hacia él, mientras lo veía leer una planilla con papeles.

—¿Cómo está? ¿Está mejor?

—Uhm, le inyectamos anestesia un poco. No soportaba el dolor. —dijo. —¿Puedo saber cómo obtuvo el desgarre?

Me puse pálido buscando que inventar.

Solo dile que le partiste el hoyito.

No, calla.

—No lo sé... Lo encontré así... —mentí. Salvándome el culo yo solito siempre. —¿Y puedo pasar a verlo?

El doctor me miró sonriente y asintió.

—Uhm, como no se quedaba quieto. Tiene anestesia, puede estar diciendo locuras. No siente nada de su recto o algo así. Estará algo dormido por una hora o algo. Fue un pequeño desgarre.

Asentí aliviad borrando de mi mente lo peor que hubiera pasado si el desgarre hubiese sido más grande. Se me muere el Yoongi.

—Bien, entraré. Gracias, doctor. —le dije, caminando hacia la puerta que daba en la pequeña habitación en la que se encontraba Yoongi.

Vi al doctor irse y solté un suspiro. Tenía que hacer una buena cara para darle fuerzas a Yoongi, debe dolerle mucho. ¿Por qué no darle una bonita sonrisa? Me armé de valor y empujé la puerta la cual emitió un chillido al abrirse. Entré a la habitación encontrándome de Yoongi, quien se encontraba acostado en una camilla y tenía una bata puesta. Me aguante la risa al mirarlo y llegué a su lado.

—Yoongi... —lo llamé al verlo con los ojos cerrados.

Este abrió los ojos y me miró para luego sonreír.

—Hey, Minnie. —¿De dónde había salido este Yoongi? —¿Estás bien, cariño?

Recalquemos que Yoongi no me trata así, ¿Bueno? Bueno.

—¿Estás bien? Lo siento, Yoongi... —le agarré la mano y él negó.

—Querías tener sexo. Bien, te dejé ser el activo. Espero mi recompensa. —soltó una risita, haciéndome sonrojar.

Me lamí los labios y me acerqué a su rostro para besarlo, pero él colocó su mano entre sus labios y los míos. Arrugué el ceño al ver tal reacción y me alejé de él un poco.

—¿Qué? ¿Ya no me quieres? —dije yo, haciendo un puchero.

Yoongi, soltó una carcajada.

—Jimin, quiero hacerlo contigo.

Abrí los ojos.

—¿De qué hablas? —pregunté confundido a su pregunta.

—Hacerlo, quiero cogerte.

Pasé saliva.

—Pero... Estamos en el hospital. Cuando te recuperes lo consideraré. —me rasqué la nuca.

Lo vi acomodarse en la camilla y se apoyó de sus manos para levantarse de la cama.

—No siento el culo, pero puedo cogerme el tuyo. —volvió a reír.

Okey, la anestesia lo estaba volviendo loco más de lo que estaba.

Sus pies descalzos aterrizaron el suelo de la habitación, provocando que yo diera algunos pasos hacia atrás algo nervioso.

—Nada más es quitarme la bata y tu bajarte los pantalones, Minnie. —me dijo.

¡Está loco! ¡Alguien que por favor entre!

—Yo...Yoongi... e...estamos en el hospital... —la voz me tembló cada vez que daba pasos hacia atrás y él se acercaba más a mí.

Para mi maldita desgracia, me pudo acorralar contra la pared. Tragué duro y lo sonreí para luego acercar su rostro al mío y besarme con intensidad. Entrelazamos nuestras lenguas en un caliente beso, mientras sus manos tocaban mi cuerpo. Dejé de besarlo y lo aparté un poco.

—Vamos, Minnie. Quiero probarte.... —me dijo algo pícaro.

—Yoongi, estás mal. Después... cuando estés bien... —de nuevo la lengua se me trababa. Maldito día.

—Pero, yo quiero ahora, Minnie... —bajé la mirada a la bata y miré su entrepierna al darme cuenta del gran bulto que ya se asomaba.

Tragué duro y lo miré. Solté un risita nervioso y miré a la puerta rezando para que entrara alguien.

—Sí.... Sabes que no soy pasivo... —dije.

—Puedo hacer que te vuelvas pasivo. Al menos, no tendré que hacer tanto trabajo para entrar en ti... —me acarició la mejilla y yo me sonrojé. —Vamos, Minnie. —se acercó a mí pegando su cuerpo haciéndome sentir su erección.

¿Por qué yo? ¿Por qué ahora? No soy pasivo.

Sentí su mano agarrar mi trasero y luego besos en el cuello hicieron que despertara mi instinto animal. Sí, porque soy un animal en la cama. No se discute.

—Vamos, Minnie. Arrodíllate y dame una buena disculpa. —sonrió de manera perversa.

¡AYUDA! ¿Puedo fingir un desmayo?

Vi a Yoongi levantarse la bata y mostrar su ropa interior negra y la gran erección que tenía. Me contuve unos segundos, pero mierda. Debía hacerlo, es mi novio. Escucharlo gemir es lo más hermoso que puede existir para mí. Quiero grabarlo y ponerlo de tono de llamada. Sí, debe escucharse precioso todos los días cuando él me llame.

—Te espero, Minnie... —susurró.

Yo, me deslicé por la pared hacia abajo y me arrodillé ante él mirándolo. Dirigí mis manos hacia la ropa interior de Yoongi para bajarla y sacar su miembro, pero fue ese milagroso instante en que.

—¡¿Cómo sigue tu culo pasivo, Yoongi? —la voz de Seokjin se escuchó en el lugar, luego lo vimos entrar. —Ay, mierda. —se tapó los ojos. —¡Están en un maldito hospital!

Seokjin, nunca te lo he dicho. Pero, te amo más que nunca. Me salvaste de ser violado por un chico anestesiado.

Me levanté del suelo y Yoongi se bajó la bata. Caminó hacia la camilla y cogió la almohada, llevándosela a su regazo para tapar su erección. Sonrojado miré a Seokjin, quien ya se quitaba las manos de los ojos.

—¿No se casan? Maldita sea, ¿Qué son conejos? ¡No pueden ir por ahí mamándosela al otro! —se llevó las manos a la cadera.

Segundos después, Taehyung junto a Jungkook entraron por esa puerta escuchando los sermones de Seokjin hacia nosotros. Me tapé el rostro avergonzado y miré a Yoongi, quien reía.

—Bueno, bueno. ¿Me vinieron a ver? Ok. —dijo Yoongi.

—Que te partieron por fin el culo, Min. —se burló Jungkook.

—Tu no hables, imbécil. Besaste a Jimin. —lo señaló Yoongi.

Jungkook, soltó una carcajada y se cruzó de brazos.

—¿Te puedes sentar? —preguntó Taehyung riéndose.

—¡No! Imbéciles, no puedo sentarme. —me miró enojado. —Pronto me vengaré.

Seokjin soltó una carcajada y se acercó a Yoongi.

—Bueno, Min pasivo Yoongi. —Yoongi, le hizo la mala seña y yo reí. —Bienvenido al club de los pasivos.

Nos miraros y reímos. Quien diría que el tipo más popular, follador de chicas y atractivo terminaría siendo el pasivo conmigo. Sí, solo cosas que yo puedo lograr. Park Jimin, lo volteó como tazo.

Pero, ojalá todo fuera así. Que quedara este lindo momento así, bonito y todo. Pero, en aquellos momentos de felicidad, la mirada de Yoongi me penetraba tanto. Pasé saliva evitando su mirada y luego lo vi acercarse a mí, me puso una mano en el hombro y se acercó sus labios a mi oreja para susurrarme:

—¿Crees que te salvaste, Park? Pues no, es mi turno.

¡¡¿POR QUÉ ESTEHOMBRE NO PUEDE SER PASIVO?!!

A un capítulo del final, lloremos <3

—Smap.