ADIVINEN QUIEN ANDA PELI AZUL.

Sí, yo. Ha pasado un año desde que lo tuve rubio y quería dar un siguiente paso, pero eso no es todo. Mi amorcito JiMin es pelirosa. ¿No creen que hacemos una gran pareja?

Bueno, los pondré al tanto de todo.

JiMin y yo estamos yendo a universidades diferentes. Él se ganó una beca por su excelente promedio (orgulloso de mi bebé) y yo bueno..., siguiente tema. Al principio no sabia que estudiar, ni que quería hacer con mi vida. Pero, de la nada un woosh llegó a mi cabeza y aquí me encuentro estudiando en la facultad de negocios.

Los sorprendí, ¿Verdad que si?

Ahora, me encuentro tomando un café con TaeHyung quien estaba libre de sus clases (estamos en la misma facultad de negocios). Este se había teñido el cabello de rubio y ahora lo tenía un poco más largo.

—Entonces... ¿Iras al viaje? —preguntó.

—¿Qué viaje? —pregunté más perdido que el trinche del diablo.

—¡El de la preparatoria!

—Solo ha pasado 1 año desde que nos traducimos y ya quieren viajar. ¿Qué clase de encuentro es este? Aún no hago mis hijos con Jimin para presumir lo bellos que serán. —lo vi hacer una mueca.

—Si sabes que los hombres no sé embarazan, ¿Verdad? —agarré mi café frío y dirigí el pitillo a la boca para tomar.

—En mi mundo, sí se embarazan.

—¿Y en qué mundo vives tu?

—En Jiminland. —dije orgulloso.

TaeHyung, se pegó en la frente y negó con la cabeza.

—Para ser tu primer amor, luego de haber salido del armario. Estás bien enamorado y me preocupa. —arrugué el ceño.

—¿Por qué? Conozco a Jimin muy bien. Es una hermosa persona.

—Ah no, eso lo sé. Hablo de ti. —se acomodó en la silla y cruzó las piernas. —Me preocupa que te vuelvas obsesivo y celoso.

Negué con la cabeza.

—Para ser alguien así, Jimin debe darme motivos para comportarme  de esa manera, pero... como Jimin no es así, entonces todo calmado.

—¿Nunca has dudado?

—¿Sobre el amor que le tengo a JiMin? Jamás, se lo digo cada noche y se lo hago sentir.... Muy en el fondo. —una sonrisa lasciva se asomó en mis labios haciendo reír a TaeHyung.

—¿Y JungKook? Este año se gradúa. —él soltó un suspiro fuerte y bajó la mirada. —¿Problemas en el paraíso? —ladee la cabeza. —Bueno hermano, seré tu padre. Confiesate. —rodé mi silla hacia su lado y me crucé de brazos.

—Yoongi...

—No, llámame padre. No me faltes el respeto.

—No sirves como padre, lo digo en serio.

—Calla y habla. —me miré las uñas mientras esperaba a que él hablara.

Él soltó un suspiro preparándose para hablar.

—Simplemente fue una absurda discusión por mis celos. —me lamí los labios.

—Continúa, hijo.

—Entonces..., él me terminó.

—¡¿¿QUÉ??! ¿Y tú aceptaste, imbécil? —él asintió. —¿Eres bruto o qué? ¿Por qué aceptaste? Lo hubieras arrinconado, manito al cuello y lo hubieses mirado a los ojos. Que se sienta que eres el activo, o sea. ¿En serio eres amigo mío? Que asco me das.

—Min, tu no hables. ¿Si? —me dio una mirada asesina. —A ti te reventaron el culo también.

—Shhhh, estamos hablando de ti. No de mí. —sonrei. —Además, a veces soy el activo. Siempre mostrando lo macho que soy.

Él levantó una ceja cuestionandome. Mi teléfono sonó en mi bolsillo y lo saqué mirando la pantalla. Era una llamada de mi JiMin.

—Hola mi amorcito, ¿Cómo estás? —vi a TaeHyung soltar una fuerte carcajada. —¡No te rías!

—¿Dónde estás? —preguntó Jimin por la otra linea.

—TaeHyung me confiesa sus pecados. ¿Y tú, osito?

—¿Osito? Ajjajajajajajajajajaj. ¿Quién eres, Min? —se burlaba TaeHyung.

—¡Vaya! Estamos conectados. JungKook, está conmigo ahora mismo. —hice una mueca. —¿Te contó que terminaron?

—Exactamente. ¿Deberíamos meter las manos?

—¿Tu crees? —me alejé un poco de TaeHyung y me llevé la mano  a la boca para susurrar.

—Yo si creo... —dije en voz baja. —Los amantes deben estar juntos.

—¿Qué somos? ¿Cupidos? —lo escuché reír. —Entonces... ¿Nos encontramos ahora? Voy camino a tu casa, le diré a JungKook que me acompañe.

—De acuerdo, haré lo mismo. —y colgué.

Miré a TaeHyung con una sonrisa.

—¿Me acompañas a mi casa?

—No. —se levantó de la silla y se estiró. —Tengo cosas que hacer.

—Pero... Necesito ayuda.

—¿En qué? —se cruzó de brazos mirándome.

—Este... —me rasqué la nuca. —Tengo que entregar un trabajo y no sé como empezar.

—Dile a JiMin.

—Está ocupado. —me levanté de la silla. —¿Por favor?

—Me dan ganas de vomitar al escucharte decir eso. —rodó los ojos  —Vamos entonces.

Sonreí orgullosamente de mi triunfo.

Ya veo que te estás volviendo vividor.

Uy, ¿En dónde estabas?

Navegando en recuerdos prohibidos

Estabas viendo los recuerdos de mi JiMin desnudo, ¿Verdad?

¿Qué comes que adivinas?

Me como muuuuuchas cosas.

Mucha información. Gracias.

Por cierto, ¿Crees que está bien que ayudemos a Kook y TaeHyung?

No. Son sus problemas no los suyos.

Pero...

Pueden complicar las cosas.

¿Y si no?

¿No me harás caso? ¿Verdad?

¿Cuándo te he hecho caso?

Cierto... Imbécil, por eso estás así. De idiota.

Igual, iré a ver a mi Minnie.

Oye, Min... Se ve que confías mucho  en JiMin.

Sí, es una hermosa persona.

¿Nunca has tenido celos?

No me da motivos.

O no has visto nada aun para que no te de motivos.

...

Oh sí, cariño. Si hay motivos, niño inocente.

Confío en JiMin.

Lo sé, pero... quizás me bajes a la confianza. Digo... Uno no puede confianza tanto en una persona.

¿Que insinúa, rata inmunda?

¡¿A QUIÉN LLAMAS RATA, IMBÉCIL?!

¡Me estás haciendo desconfiar de JiMin!

¡TE PUSE UNA SITUACIÓN!

JiMin me es fiel.

Bueno, si tu lo dices.

—Vámonos. —dije y TaeHyung me siguió.

Ahora que lo pienso bien. ¿Estaría bien en confiar del todo en una persona? Yo amo a JiMin, no me da motivos para desconfiar en él. Pero... ¿Debería al menos prestar atención a sus movimientos? ¿Me estará engañando?

Y se metieron cucarachas en tu cabeza.

Tú fuiste quien empezó.

No, yo te hice una pregunta sobre ti confianza. Tu eres el maníaco que se está haciendo otras ideas.

Eres mi conciencia, ¿Me estás auto-culpando?

Ese es mi trabajo. Que sientas culpa.

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Estos especiales me gustan ajsjajjaajjsskaka, espero y les haya gustado ♡