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Vi a Jimin salir de la casa hacia el jardín en donde estaba yo, luego de una larga charla con su padre. Traía buena cara y eso era una increíble señal. Me levanté de la silla en la que estaba y me acerqué a él. Ya me había cansado de ver a Taehyung y Jungkook hacerse malas miradas y a Soobin correr de aquí a allá. Era todo muy aburrido. Los invitados se fueron poco a poco luego de que la noche iba a llegando, dejando lo que era familia cercana.
Estando frente a mi Jimin, le agarré la mano y lo miré con una sonrisa. Él simplemente la apretó y tiró de mi mano para que nos acercáramos a los chicos, quienes apenas se levantaban de las sillas.
—Jimin, yo me voy. —dijo Jungkook. —No pienso convivir con un inútil toda la noche. —miró de reojo a Taehyung.
—¿Saben? —Taehyung se acercó a nosotros con las manos en los bolsillos. —Yo tampoco pienso estar toda la noche con estúpido que no quiere aceptar la maldita realidad.
Solté un suspiro al ver sus estúpidas peleas. Cuando Jimin y yo discutíamos así, simplemente nos besábamos y nos manoseábamos, y listo todo arreglado para empezar un nuevo día. Creo que debo meter las manos en esta relación.
Tiré de la mano de Jimin aparte y me acerqué a su oreja para susurrar:
—Como pasaremos la noche aquí, creo que va siendo hora que encerremos a esos dos si queremos pasar una buena noche. —dije. —Ve con Jungkook y le diré a Namjoon que lleve a Taehyung.
Jimin levantó las cejas sorprendido.
—¿Y de dónde sacaste esa buena idea? Porque tú eres cabeza hueca. —se burló y yo le di una mirada asesina. —¿Quién eres y qué hiciste con mi novio?
—Jimin, solo has lo que digo. No los agradecerán. —sonreí de manera perversa.
Jimin se pegó a mi cuerpo y deslizó sus manos por mi pecho hacia abajo rozando un poco mi entrepierna.
Vamos amigo, no me falles ahora. No te despiertes.
Acercó sus labios a mi oreja y luego sentí la calidez de su lengua rozar mi lóbulo haciendo que mi piel se erizara y un maldito jadeo se me escapara.
—¿Tú y yo qué haremos luego de juntar a esos dos? —susurró.
Tragué duro estando nervioso. ¿Por qué casi nunca conocía este lado de Jimin? Es totalmente increíble.
—Yo... emmm po...podemos... ¿Descansar? —se supone que debo ponerme dominante, pero es que con esa actitud Jimin me puede.
—¿Descansar? —él levantó una ceja coqueto. —¿Seguro que quieres? —se mordió el labio inferior y volvió a acercarse a mi oreja soltando un gemido.
Ah caray, ya me descontroló.
—Jimin, no me hagas esto... —le puse una mano en el hombro y me tapé con la otra mano el bulto que salía de mi entrepierna.
—¿Por qué? —puso su mano encima de la mía. —¿Te molesta? —ladeó la cabeza inocente. —O ¿Te gusta?
—No me estás poniendo mal. —él soltó una risita y se apartó de mí.
—Ya tienes algo con que vengarte. La habitación que está al lado del baño es la de ellos. La de nosotros, puede ser cualquiera. —me guiñó el ojo y caminó hacia Jungkook, le pasó su brazo encima de los hombros de este y lo llevó a dentro.
—¡Namjoon! —llamé yo y seguí tapando la erección que Jimin había provocado. —Namjoon, ven acá ahora.
Este se acercó algo confundido y observó mis manos puestas en mi entrepierna.
—Que me mires a la cara, imbécil. —dije. —Encerraremos a Jungkook y Taehyung para que resuelvan sus asuntos de una buena manera y en privado. No diciéndose estupideces frente a nosotros. —solté un suspiro y crucé las piernas incomodo por mi erección. Mi cuerpo empezó a sudar y no ayudaba de mucho mi sucio pensamiento de Jimin desnudo. —Necesito que lleves a Taehyung a la habitación del segundo piso que está cerca del baño. Ahí estará Jimin. No sé cómo mierda harás para llevarlo, pero necesito que lo lleves.
—¿Qué suciedades te traes, Min? Respeta un poco. Estás en casa de tus suegros. —soltó una carcajada.
—Eso díselo a Jimin. Me ha molestado tanto que ya no puedo controlarme.
Has ese favor por mí y lleva a Taehyung para yo poder perderme una hora con Jimin... —hice puchero. —De amigo a amigo.
Él levantó una ceja y asintió.
—Me debes una. —se giró y caminó hacia Taehyung quien hablaba con Seokjin.
Soltó un suspiro y le di la espalda a las personas que aún seguían en la fiesta. Bajé la mirada a mi entrepierna para observar mi erección y para mi maldición seguía dura y dolía un poco.
—¿Qué te pasó ahí? —la voz de Soobin llegó a mis oídos. Aparté la mirada de mi entre pierna y lo vi señalándome.
Me tapé avergonzado.
—Escondí un pajarito. Sorpresa para Jimin. —sonreí.
—¿Pajarito? ¿De qué color? —él sacó una paleta de dulce, le quitó el envoltorio y se la llevó a la boca.
—Eh... el color es... —Seokjin le tapó los oídos.
—Nada que debas saber aún, Soobin. Ahora, vendrás conmigo. Te daré una vuelta al parque. —Seokjin le agarró la muñeca y lo alejó de mí. —Controla las palabras con el menor.
—Él preguntó... —respondí en mi defensa.
Entré detrás de ellos, aún con las manos en mi entrepierna y pude ver a NamJoon subiendo al segundo piso junto con Taehyung. Todo estaba saliendo perfecto. En pocos minutos podría estar follando con Jimin.
—Yoongi... ¿Podemos hablar un momento? —una mano pesada se colocó en mi hombro haciéndome girar para encontrarme con la muerte.
Mi cuerpo reaccionó de una manera torpe y apreté mi entrepierna con mi mano al ver que se trataba del padre de Jimin quien me hablaba.
—¿Te encuentras bien? —preguntó al verme todo nervioso.
¡Conciencia! ¿Dónde mierda estás?
Aquí. En silencio, esperando tu muerte.
¿No me ayudarás?
¿Para qué? ¿No eres inteligente? Piensa por ti mismo.
Traigo una erección y mi suegro mi anda hablando. Es complicado.
Y es pecado que sigas imaginándote a Jimin desnudo mientras tienes a tu suegro en frente.
Es hermoso sin ropa. Tomen nota.
—Sí... Eh, estoy bien. —traté de dar mi mejor sonrisa.
—¿Te gustaría acompañarme a mi oficina por una copa de vino para hablar mejor?
Y estás muerto.
Maldita sea, ¿Qué excusa invento? ¿Qué su hijo me espera para haces bebés?
Sí, idiota. Dile y te parte la cara.
Cuanta brusquedad.
—Sí, claro. Como usted guste. —él asintió y se giró para guiarme a su despacho.
Entré en alarma roja. Busqué a Jimin con la mirada y lo vi en las escaleras. Me hizo una seña de que subiera, pero yo negué.
—Tu padre quiere hablar conmigo... —balbucee.
Él soltó una carcajada y levantó los pulgares.
—¡Suerte! —levantó la voz.
Ahora si te jodiste.
Calla que estoy más asustado. Siento que me ahorcará. ¿Viste lo alto que es?
Deja de exagerar.
Podemos morir, en serio. Esta noche puede ser mi funeral y tú no te condueles.
Mientras no digas algo estúpido todo bien.
Caminé hacia el lugar por donde había entrado el padre de Jimin y empujé la puerta. Lo encontré sentando en un mueble con un vaso de vino en la mano.
—Toma asiento, Yoongi. —me dijo. —¿Aceptas el vino?
—Sí, vino querer yo gracias. —el hombre levantó una ceja.
Lo primero que digo y lo primo que haces.
No ayudas regañándome, imbécil.
No me digas imbécil, imbécil.
Solté un suspiro avergonzado y me senté a su lado en un sillón. Él me dio una copa de vino y yo nervioso la agarré.
—Cuentame Yoongi... —le dio un trago a su vino. —¿Desde hace cuánto tú y mi hijo salen?
¿Hace calor o solo soy yo?
¡¡¿Cómo puede preguntarme eso?!!
Creo que perdí la cuenta. ¿Ya tenemos un año?
—Umm, básicamente Jimin y yo siempre hemos sido amigos... y bueno no hasta unos meses que pasamos al otro nivel íntimo... —me callé bruscamente cuando lo vi escupir el vino.
—Disculpa por eso... —se limpió la comisura de sus labios con un pañuelo blanco. —¿Qué fue lo que dijiste?
Considerate hombre muerto.
—Que... yo... eh, le decía... —tomé un trago del vino por el nervio. No lo digerí bien y esso provocó que tosiera. —Perdón... —volví a tomar un poco más. —Yo le comentaba que... pasamos de amistad a algo más serio.
Él asintió regañadientes y le dio otro sorbo a su bebida.
Recuerda imbécil que no lo toleras tanto el alcohol y seguro el maldito vino te embriagará.
Puras pendejadas dices. Es vino.
Otra copa más de vino y me estaba riendo a carcajadas porque el padre de Jimin estaba contándome la historia de como su hijo les dijo que era gay. Alguien saqueme de aquí antes de que la cague más de lo que he hecho.
—¿Usted en serio no se lo creyó? —me burlé, mientras el mantenía una expresión seria. —Bueno, yo tampoco me lo creí. ¿Sabe, suegro? ¿Ya le puedo decir así? Digo... ¿Está bien que le diga así? Igual su hijo se casará conmigo. —de verdad estoy a punto de ser golpeado. El hombre nunca cambió su expresión seria y me miraba con tanto recelo.
Más te vale te calles la boca si quieres salir con vida de aquí.
—Como le decía, suegro. Tiene un acosador como hijo.
—No me digas suegro. —dijo enojado.
Hice puchero y tomé más del vino haciendo una mueca.
—Ay, ¿Por qué? ¿Mejor le llamo suegrito? —me reí mareado sintiendo el alcohol correr por todo mi cuerpo.
Maldita sea, creo que ya estás muerto.
La puerta del pequeño lugar se abrió dejándome ver a mi hermoso y bello novio. Alegre me levanté del sillón y levanté la copa mirándolo.
—Tiene un hermoso hijo, suegro... —estaba tan mareado que me tambaleaba. —Su hijo tiene un gran tra...
Vi a Jimin abrir los ojos asustado y corrió donde mí y me tapó la boca mientras se reía apenado con su padre que traía mala cara.
—Porfe me tafas fa foca... —traté de hablar con la mano de Jimin puesta en mis labios evitandome hablar.
—Lo siento, padre. —dijo Jimin con las mejillas bastante sonrojadas.
—Veo que tu... amigo no tiene tanta tolerancia al alcohol y habla demás. —Jimin abrió más los ojos y me agarró la mano apretandola con fuerza haciéndome soltar un jadeo. —No quiero escucharlo más que me llame suegro.
—Sí, padre. Lo siento. —Jimin me arrastró fuera del pequeño y cómodo lugar, pero logré quitar su mano de mi boca y me giré para decir unas últimas palabras.
—¡Su hijo le quedó muy rico, suegro!
—¡YOONGI! —gritó Jimin y volvió a taparme la boca.
—¡TE DIJE QUE NO ME LLAMES SUEGRO! —gritó el padre de Jimin. Mi hermoso novio cerró la puerta del lugar y me quitó la mano de la boca mirándome enojado.
—Acabas de cagarla.
Hice puchero y me bebí la última gota de vino. Él me quitó la copa vacía y la puso en una mesa decorada.
—¿En serio estása ebrio por tomar vino, Yoongi? —interrogó. —¿Cuántas copas tomaste?
—Espera, espera... ve lento al hablar, apenas puedo procesar donde carajos estoy... —me tambaleé un poco hacia adelante, pero Jimin me detuvo.
Abrí la palma de mi mano y conté las copas que me había tomado.
—Tomé dos copas... hasta arriba... rellenitas... —me reí. —Como tu bello trasero. —le puse las manos en el trasero y le guiñé el ojo. —¿Y si tenemos un bebé?
Lo escuché reír y negar.
—Vamos... —le di un beso en el cuello. —Quiero hacer un bebé.
—No puedo quedar embarazado. —se burló Jimin.
—¿Cómo que no? Estabas vomitando hace unos días.
—Estaba mal del estómago, idiota.
—Pero, ¿Si puedes tener bebés?
Jimin volvió a reír y negó con la cabeza.
—De verdad que el alcohol te hace decir locuras. —me acarició la mejilla y luego me agarró de la mano. —Vamos arriba. Debes descansar un poco.
Lo frené.
—¿Descansar? ¿Tú y yo en un mismo cuarto? —me mordí el labio inferior. —¿Tan inútil me crees? Puedo estar follan... —me volvió a tapar la boca. —¿Por fé jo me defas termifar?
—¡Estás hablando muy fuerte! —tiró de mi mano apartando su otra mano de mi boca para subir al segundo piso.
Él me guió hacia una puerta al fondo del pasillo, pero le solté la mano al escuchar un jadeo. Arrugué el ceño y retrocedí unos pasos hacia una puerta que estaba al lado del baño y pegué la oreja a la puerta. Miré a Jimin y me tapé la boca sorprendido.
—¡Están cogiendo! —dije yo.
—Baja la voz, Yoongi... —susurró.
—¡FUERZA TAEHYUNG! TU PUEDES. O... bueno... ¡ÁNIMO JUNGKOOK! —grité y salí corriendo hacia la habitación que me había guiado Jimin con la puerta abierta.
Jimin, entró detrás de mí con una sonrisa y cerró la puerta detrás de él. Yo me acerqué a la cama y me quité los zapatos. Me quité el saco y desabroché los botones de mi camisa y el botón de mi pantalón. Me dejé caer en el colchón con la mirada fija del techo beige.
—Hoy ha sido un día lleno de emociones. ¿No crees? —la cama se hundió a mi lado cuando Jimin se acostó.
Lo miré y le sonreí asintiendo.
—Deberíamos descansar... —suspiró Jimin y cerró los ojos.
—¿Descansar? ¿En serio? —me acerqué a él y le di un pequeño beso en los labios haciendo que abriera los ojos. —Te recuerdo que me dejaste con una maldita erección e huiste de mí.
Él empujó su lengua dentro de su mejilla sonriendo algo coqueto.
—Oh Jimin... —mis manos se posaron en el pantalón de este y lo desabroché e introduje mi mano dentro de su ropa interior. Acerqué mis labios a los suyos y le di un ardiente beso, mientras movía mi mano en su miembro que apenas se empezaba a colocar erecto.
Lo vi morderse el labio y jadear al sentir el contacto de mi mano con su miembro. Lo volví a besar, introduciendo mi lengua en su boca para entrazarla con la suya y así dejar que la ola de calor se apoderara de todo mi cuerpo.
Él se abrió la camisa y soltó un jadeó cuando pasé mi pulgar por su húmedo glande. Tiró de mi camisa abriendola por completo y dirigió sus besos a mi cuello alterando la paz que había en mi pantalón.
—Bien... —lo miré agitado. —Ahora si cruzaste la linea, cariño. —saqué mi mano dentro de su pantalón y lo desnudé mientras depositaba besos por todo su cuerpo.
—Yoongi...~ —jadeó. —Te necesito...
Ya saben que Jimin me descontrola. Pero, que me diga que me necesita en un momento tan ardiente como este puede quee suelte el tigre que llevo dentro.
Querrás decir gato.
Estoy muy seguro de que soy un tigre.
Gato.
Tigre.
Eres un gato y tengo miles razones para responderte el por qué.
¿Me vas a dejar coger en paz o qué?
Uy, perdón. Suenas todo un ninfomano, pero igual te diré que si le das a Jimin muy bien preparás ese trasero.
Oh... Mierda.
Tamos a un caapitulo de su final y su especial :')
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