Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Me encontraba buscando el traje más simpático y elegante que tenía. Lastimosamente me tocaba elegir el único traje que usaba para funerales. Ya saben, quizás hoy también sea noche de entierro y no estoy hablando de cajones. Inocentes.

Jimin, por otro lado se encontraba un poco nervioso. Caminaba a todos lados de la habitación con ropa en las manos y volviendo todo un desastre la habitación. Sus maletas estaban abiertas y con mucha ropa tirada por todos lados.

Yo debía llamar a los chicos. Pero, los conozco. Si yo les pido un favor todo deberá tener un cambio y yo soy muy lindo como para hacer favores a todos. Estoy muy ocupado pensando en Jimin y en mi belleza.

—¿Entonces? —me llevé las manos a la cadera. —¿Qué historia nos inventamos para que los chicos puedan transformarla en "real"? —hice comillas con los dedos.

Traía solo ropa interior puesta y me encontraba un poco acalorado por la terrible tensión que teníamos Jimin y yo. Esto era culpa de él. Que quede claro.

—Pues... —apartó la mirada de su ropa. podemos decirles que finjan que vivimos todos juntos porque no nos alcanza el dinero para pagar arriendos solos. Ahí está, ya solucioné. Llámalos. —sonrió y volvió a su maleta a sacar más ropa.

—¿Y Soobin? —me crucé de brazos. —¿De dónde le sacamos un trajecito?

—Llama a su madre. —dijo sin mirarme.

—¿Cuál madre?

Él se quedó rígido y se giró para mirarme.

—Su madre, Yoongi. Hyuna. Es tu hijo.

Y casi la cago.

—Aaaaahhh, esa madre. —fingí carcajadas. —Pensé que hablabas de mi madre. —me rasqué la nuca, esquivando sus miradas asesinas. —Yo, le enviaré un mensaje a los chicos.... Sí, eso haré... —me giré y me pegué en la frente.

Busqué mi teléfono y lo encontré en la cama. Lo levanté y lo desbloqué. Entré al chat grupal y empecé a escribir, le di enviar y esperé respuestas.

Bueno, primero que todo. Buenas tarde, mejores amigos. (No, no es hipocrecia)

Jeon

¿En serio nos llamaste mejores amigos?

¿Qué estás enfermo?

TaeHyung

Jimin debió partirle el culo de nuevo. Esta delirando.

Joon

Si dices "mejores amigos" es porque la situación está grave. No traigo dinero, hijo. Lo siento.


¿Y si mejor me saludan normal? Dejen de hablar estupideces.

TaeHyung

Oh, hola Min.

Jeon

Arigato

Joon

Eso es Japonés y significa gracias, Jeon.

Jin

Se me antojó un sushi ahora mismo. ¿Quién se apunta?

Les traigo una mala y una buena noticia, jeje

Joon

Sabia que este mensaje olía extraño. ¿Que es?

Jin
¡Estoy ocupado! Espero y sea importante para no perder tanto tiempo.

Estoy por convocar una reunión, titulada "Hay un GAY entre nosotros" parte 2. Esta es la continuación. Porque, hay un grave problema.

Jeon
¿Qué? ¿Te están dejando cartas de nuevo y esta vez no es Jimin? Pues no soy yo.

TaeHyung
Ni yo, no tengo suficiente tiempo como para dejarte cartas.

Joon
¿De nuevo cartas, Min?

No, imbeciles. ¡Esto es más importante! Jimin corre peligro y ahora solo quedan minutos para que todo pueda pasar. Necesito que vengan a mi casa ahora ya con sus trajes más lindos y simpáticos que tengan. Tenemos una fiesta de renovación de votos y los autos vienen por nosotros en menos de 30 minutos. ¡VENGAN AHORA MISMO O A NINGUNO LE HAGO UN MALDITO FAVOR.

Acá les explicamos mejor. Jejej.

Seokjin, trae traje para Soobin.

Gracias a todos por aceptar. Los veo en 10 minutos. Cuidense y bañense.

Joon
Que agradable es saber que no puedo decir que no....

Jin
Este favor costará tu vida, Min.

Jeon
¿Y dónde están las noticias?

Solté un suspiro al bloquear el teléfono. Escribir me agota. Miré a Jimin quien traía un pantalón blanco elegante puesto y una camisa negra manga corta. Este es más rápido que flash al vestirse. Yo me pondré el típico traje blanco con negro para los entierros. (También para las noches de entierro, gracias por su atención)

Me moví el cabello rubio y me acordé. ¿Qué dirán sus padres de mi alocado rubio amarillo cabello? Era muy tarde como para sacarme el color y ya no podía hacer nada. ¿Y si iba con gorra? Digo, la gorra no es que se vea tan mal con el traje, o ¿Si?

Me apresuré a vestirme, más rápido de el carrito rojo ese que va a toda mierda al manejar. Bueno ese. Yo soy más veloz que el. Así que me vestí colocándome el traje, me coloqué medias y zapatos. Me apliqué un poco de perfume y miré a mi peor pesadilla puesta en la cama; la corbata negra. Hice una mueca.

—¿Jimin? —lo llamé. Él se giró para mirar ya todo vestido y listo.

Se me aguaron las paletas. Está hermoso y sexy. ¿Ya es hora de hacerle la noche entierro?

Controlate, Min. Es un momento serio.

Conciencia hablando de humano. ¿No eres tú la que traiciona siempre?

Por lo menos pienso en ser inteligente y no idiota como tú.

¿Disculpa? ¿En serio me estas insultado? ¿A mí?, yo que te doy la capacidad de hacer muchas cosas.

Ay Dios, de que eres bruto, eres bruto. ¿Le dicen ustedes o yo le hago que se autopegue?

—¿Puedes atar la corbata? —él me sonrió y se acercó a mí. Me quitó la corbata de las manos y la llevó al rededor de mi cuello para atarla.

Estando tan cerca pude verlo más hermoso que nunca. Su cabello peinado hacia atrás como un príncipe salido de la televisión. Aroma increíblemente varonil. El atuendo le quedaba tan bien, pero para ni gusto, se ve mejor sin nada. Anoten dato.

Después de todo, no creo que deba ocultar el color de cabello. Jimin lo tiene rojo. Un rojo bastante fuerte y antes lo tenía naranja. ¿Qué se pueden esperar los padres de un hijo tan único? Jimin era así, único y extraordinario. Con él siempre me sentía diferente. Eso era lo que me gustaba de él en cada momento. Y... también las raras cosas que habla cuando está dormido. Créanme no es lindo escuchar hechizos de Harry Potter a las 3A.m. por un tipo dormido. No es lindo.

¡Yoongi, hoy conoces a tus suegros!

Y el miedo invadió todo mi ser.

—Listo. —sonrió acomodando un poco más la corbata. —Luces bien, Yoongi. —ladeó la cabeza. —Por cierto, ¿Cómo hiciste para que Soobin se quedara quieto todo este tiempo?

¡Ay verdad, el mocoso!

Salí corriendo de la habitación y bajé la escalera. Me dirigí a la sala en donde se supone que él estaba viendo la televisión. Escuché las voces de la caricatura hablar y mis ojos se detuvieron en el mueble. Soobin dormía plácidamente. Calmado y relajado. Sería una pena que alguien lo levanté con un grito.

—¡Soobin! —llamé. —¡Soobin, niño!

El pequeño soltó un quejido en el mueble mientras se movía aun con los ojos cerrados. Me lamí los delgados labios y caminé hacia el mueble. Le toqué la cabeza y traté de sentarlo para que abriera los ojos. No es por nada, pero si fuera hijo mío no se levantaría ni con gritos.

—Iremos a una fiesta y necesito que te comportes de la mejor manera. ¿De acuerdo?

Nunca abrió los ojos, simplemente asintió con la cabeza. Bufé al verlo. Se veía tan tierno al dormir. Pero, no es mi hijo para decir eso.

El timbre sonó y yo me levanté del mueble. Caminé hacia le puerta y la abrí encontrándome con cuatro rostros un poco enojado. Estaban bien vestidos como les había dicho y bastante arreglados. Sonreí.

—Pasen. —invité.

—Ahora si, Min. Explica bien qué mierda ha pasado. —dijo Taehyung. Vestía de traje totalmente gris y una camisa blanca por debajo del saco. Su cabello también estaba hacia atrás bien peinado.

—Cierto. Tuve que pedirle prestado este traje a mi hermano. —comentó Jungkook, quien vestía totalmente de negro y traía una corbata blanca.

—Para empezar, la culpa es de Jimin. —me cruce de brazos.

—Gracias, Min. Que honorable eres a darme le crédito. —la voz de Jimin llegó a mis oídos y me giré para mirarlo bajar las escaleras con su esplendoroso traje. les debo una chicos. Gracias por hacer esto. Yo les explico todo. —dijo Jimin, acercándose a nosotros. —Ustedes no conocen a mis padres, no tengo una buena relación con ellos, pero el día de hoy renuevan votos...

—Oye... —la voz de Seokjin me hizo girar. —¿Dónde está Soobin? Traje para vestirlo. —me enseñó un pequeño bolso. —¿Cómo se ha comportado? —preguntó casi susurrando. —¿Qué ha dicho Jimin?

Sonreí de lado y me aparté un poco de los demás con él para hablar en privado con él.

—Pues, creo que sirvió un poco. Hoy avancé mucho de lo que no pude hace unos meses. El problema de tu lindo sobrino es que es exigente. —él río.

—Su madre lo ha mimado mucho. —respondió él.

—Él se encuentra en la sala. —señalé hacia la derecha. —Debe estar dormido aún. 

Seokjin asintió y caminó hacia donde le había indicado. Vestía de traje beige y camisa negra. Su cabello estaba peinado de una manera totalmente diferente, pero lucia elegante.  

—...entonces, van a fingir que vivimos en una gran casa. Somos mejores amigos... —Taehyung y Jungkook se miraron de reojo. —Intenten quererse, aguantense y cualquier pregunta que hagan, respondan con mentiras.

—O sea, que si me preguntan si soy modelo, ¿Puedo decir que sí? —dijo Jungkook. Jimin lo miró e hizo una mueca.

—Algunas cosas sobre mí. Park Jimin, me gustan los gatos, amante de Nirvana, duermo mucho, soy estudiante, quiero ser Arquitecto y los conocí en la escuela. ¿Cómo nos conocimos? Cada uno inventese como me conocieron. ¡No me mencionen que un viaje! Porque no tenemos dinero. ¿De acuerdo?

—Pregunta. —dijo Namjoon.

—Dila.

—¿Nos pagarás?

Jimin, sonrió de lado y me miró.

—Yoongi lo hará. Le cobran a él. —aplaudió.

Una bocina sonó afuera de la casa haciendo que Jimin se acercara a la puerta y la abriera. Con miedo en su mirada, trató de formar una sonrisa.

—Llegarón los autos. Portense lindo. —les dijo.

Sentí mis piernas temblar. Mi corazón estaba por salirse del pecho. Iba a conocer a los padres de Jimin. Mis suegros, ¿Debería llevarles un regalo? Bueno, les devolví a su hijo, ese es un regalo. Ah... y un nieto. Creo que es un buen regalo.

—Ustedes dos. —Jimin, señaló a Jungkook y a Taehyung. —Finjan quererse. No de hagan malas caras. No sé que haya pasado entre ustedes, pero portense lindo.

—Me pides mucho, Park. Lo que puedo dar es glóbulos rojos. —Taehyung, paso por lado de este y salió de la casa.

Jungkook, rodó los ojos y se metió las manos en los bolsillos delanteros del pantalón para salir. Yo estaba quieto, observando todo. Mk mente estaba totalmente blanca y unos grandes nervios se apoderaban de mi cuerpo. Mis ojos se encontraron con los de Jimin.

—¿Estás bien? —preguntó él.

—Sí, bien. —y la voz me tembló haciéndolo reír.

—No me digas que estás nervioso por conocer a mis padres, Yoongi. —se apoyó en el marco de la puerta y cruzó los brazos con una sonrisa burlona.

—¿Yo? Pffff, para nada. Son tus padres. —relaja el cuerpo, relaja el cuerpo.

—Te veo más pálido de lo que eres y te notas tenso e ido. —me dijo.

—¿Tenso? Para nada, relajado. —y un ruido un tanto gracioso escapó de mi trasero haciendo reír a Jimin.

—Claro, súper relajado. Hasta tus gases salen solos. —no sé porque relaje el cuerpo. Que vergüenza.

—¡El niño está listo! —anunció Seokjin a mis espaldas. —¡Dios! ¿Qué es ese olor a podrido?

—Tu aliento. —me giré. —¡Vamos! —cogí de la mano a Soobin y salimos de la casa, siendo Jimin el último en cerrar.

—¿Puedo saber por qué Seokjin cambiaba a Soobin? —preguntó Jimin, haciendo que Seokjin y yo intercambiaramos miradas.

—Yoongi me pidió el favor. —dijo Seokjin.

Nervios volvieron a mí.

—Sí, yo favor pedir Seokjin.... —¿Por qué los nervios me afectaban tanto?

Jimin levantó una ceja y me interrogó con la mirada.

—Suban, suban. Llegaremos tarde. —nos empujó hacia los grandes autos negros que estaban estacionados frente a la casa.

Subí en el segundo con Jimin, Soobin y Seokjin cerrando la puerta. El chófer nos saludó y el auto se movió cuando todos estuvimos acomodados dentro. Jimin, volvió a interrogarme con su mirada. Le sonreí mostrando los dientes y él levantó una ceja curioso.

—Yoongi.... —habló él.

—¿Sí, Jimin? —respondí yo asustado y mirando de reojo a Seokjin quien también estaba intranquilo.

—¿Me ocultas algo? —preguntó él.

—¡¿Qué?! No, como crees.... Te he dicho todo, cariño. —considerenme hombre muerto. Nunca le digo cariño a Jimin.

—Sí, definitivamente me ocultas algo, Min Yoongi. Espero saberlo esta noche, hoy no te salvas.

Miré a Seokjin asustado y él sonrió.

—Suerte. —susurró este.

Me lamí los labios y miré por la ventana mientras evitaba la mirada de Jimin quien se encontraba en el asiento del copiloto. Tragué saliva y cerré los ojos apoyando mi frente en el vidrio.

Tienes que decirle la verdad, Min.

Dicela tú.

Uh, si claro. Verdad que soy tu consciencia.

Ah, sí sí cierto.

Es mejor que se lo digas. Puede estar desconfiando de ti. ¿Quieres eso?

Si lo dices así, suena feo. Además, ¿Qué puede pasar? No sé va a enojar.

Eh..., le estás mintiendo diciendo que es tu hijo. Donde sabes que él si quería un hijo.

No ayudas. ¿Quién te contrató como mi conciencia? Eres un asco.

¿Le dicen ustedes o le digo yo?



































Y VOLVÍ. ESTO SERÁ DIVERTIDO  JEJJE

[Smap]

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro