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—Entonces... —me miró de pies a cabeza. —¿Qué mierda te hiciste en el pelo, Min?
Me llevé las manos a la cadera sonriente y posé ante mi nuevo look de cabello rubio. Jimin, me miraba como un bicho raro mientras llevaba en la cabeza una toalla blanca en la cabeza. Vestía de pantalones cortos y un suéter de lana azul.
—Perdí una apuesta con Taehyung. —le dije. —¿Qué te pasó en el cabello a ti? ¿Te lo lavaste?
Él miró al suelo unos segundos y luego fingió una sonrisa.
—Me pinté el cabello también. —sus mejillas se hicieron grandes un poco al sonreír. —Porque también perdí una apuesta... —río.
—¿Qué color traes ahora? —solté un suspiro y caminé hacia el mueble de mi casa.
Nos encontrábamos en casa de mi madre ya que estamos en "tramites" de la locura que había dicho Park sobre un hijo. ¿Si ven que es cabeza hueca?
Le había dicho a mi madre que Jimin habia perdido su apartamento y no encontraba las llaves. Ya lleva viviendo conmigo 3 meses. Siempre mentiroso, nunca inmentiroso.
Se preguntarán también si hemos cogido. Bueno.... ¡No!
El señor Park insiste con el niño, que no sé de dónde mierda me lo voy a sacar. Será del culo, pero él quiere un hijo. Le daré su hijo.
Él se colocó frente a mí y se quitó la toalla dejándola caer al suelo. Mi boca también cayó al suelo al verlo.
—¡¿Estás loco?! —señalé su cabello rojo fuerte. —¿En serio rojo?
Él se tapó el rostro apenado y soltó una carcajada.
—Sabes como soy yo con los tintes, Yoon... —se agitó el cabello un poco y luego se llevó las manos a la cadera. —Tenía el cabello anaranjado cuando empecé con las cartas, luego rubio cuando era mi pasivo y ahora rojo. —sonrió.
—Rojo de pasividad. —dije yo y solté un suspiro. —Hoy es martes. ¿Qué quieres hacer? —pregunté.
—Vi una receta de galletas de malvaviscos con chocolate en YouTube. Las estoy haciendo. —levanté una ceja.
—Ya decía yo porque huele a quemado. —él abrió los ojos como platos e hizo sonar su nariz con rapidez.
—¡LAS GALLETAS! —salió corriendo de la sala para entrar a la cocina. —¡Yoongi ven acá!
—¡Estoy ocupado! —saqué mi teléfono para contestar un mensaje.
—¡QUE VENGAS HIJO DE TU MAMÁ!
Hice una mueca y levanté regañadientes del mueble. Caminé a paso lento hacia la cocina y lo vi con dos guantes de cocina en las manos, luego vi al mesón y solté una carcajada al ver las galletas totalmente negras. Él arrugó el ceño y me levantó el dedo de en medio haciéndome reír más.
—¿Desde cuando te crees chef, Jimin? —apoyé mi espalda en el marco de la puerta de la cocina.
—Quería hacer unas cuando viniera tu madre.
—Si no la conquistaste como el aseo, mucho menos con la comida. —mi madre le pidió que lavara la ropa con detergente azul, Park hecho cloro.
Lo escuché gruñir y cogió una galleta levántandola en el aire.
—¡Hey! ¡No me vayas a lanzar eso!
¿Para qué hablé? La galleta caliente aterrizó en mi mejilla haciéndome chillar, provocando que Jimin riera.
—Pareces un payaso con ese tinte de cabello. —traté de ofender mientras acariciaba mi mejilla adolorida.
Mi teléfono emitió un sonido en mi mano. Lo levanté y vi un mensaje de Seokjin:
El raro
Min, ¿Estás con JiMin?
Sí. ¿Por qué?
Necesito que me hagas un favor.
No tengo dinero. Me lo gasté en cervezas.
No idiota. Mi hermana ha dejado a su hijo conmigo. Ella volverá en 2 meses y me pidió que lo cuidara. Te recuerdo que estoy por irme de la ciudad una vez que nos graduemos, además no tengo dinero donde mantener a este crío y sabes que vivo con Taehyung y... compartimos cama. ¿Dónde carajos va a dormir?
¿Y qué quieres que haga? ¿Te presto a Jimin para que duerma encima de él o qué?
¿Tu eres idiota o qué? ¡Tienes la oportunidad!
¿De qué? Perdón.
Min Yoongi, ¿Jimin no quería un maldito hijo? ¡Lo tienes!
¿A dónde que no lo veo? Y.... ¿Cómo lo voy a tener si no me ha acostado con alguien? ¿Estás ebrio o cómo?
Eres un maldito caso, Min. MI SOBRINO. CUIDEN DE MI SOBRINO Y LE DICES A PARK QUE AL PARECER HYUNA, TU EX, SI HABÍA QUEDADO EMBARAZADA.
¡¿QUÉEEEEE?! ¿Si la embarace? Soy hombre muerto.
NO, IMBÉCIL. Eres caso perdido.
Sí te entendí, idiota. Me gusta el plan, pero no me gustan los niños.
Lastima, este te gustará.
¿Viene con dinero y con ganas de que mi novio sea el pasivo conmigo?
Pues, puede que te ayude con poco. Luci se porta bien.
¿Luci? ¿Es niña?
Lucifer.
JAJAJAJAJA, ¿Qué mierda pensaba tu hermana para ponerle ese nombre?
No es su nombre, es su apodo. Se lo merece.
Ah, a puesto se porta bien. A Jimin le gustan los niños, le encantará. ¿Qué edad tiene el mocoso?
Sí... jejeje. Te lo llevaré mañana para que lo conozcas. Cumplirá 4 años.
Bien, te cobraré por la estancia.
Pensé que era gratis. Favor por otro favor
¿Crees que nacer bello es algo que se hace? ¡No! Y tampoco los favores.
Sonreí con lo último y bloquee el teléfono para encontrarme con la mirada penetrante de Jimin cruzado de brazos.
—¿Con quién hablabas muy agusto? —preguntó.
—Eh... —fingiré tristeza. —Acaba de pasar algo, Jimin... —eso manipulación así como la sabe hacer él.
Él juntó las cejas preocupado y caminó hacia mí.
—¿Qué pasó? ¿Está todo bien?
Me rasqué la nuca con una expresión triste y negué.
—¿Recuerdas a Hyuna? —él entrecerró los ojos y me miró.
—Ajá.
—Al parecer... tiene un hijo mío. —él arrugó el ceño.
—¿Qué?
—¿Recuerdaa que te dije hace 2 años atrás que yo salía con ella cierto? Bueno, más atrás. cuando estábamos 5to, adivina quien fue mi primer todo... —mentí. —Esa vez no usé condón... y ahora tengo un problema de 4 años... —traté de fingir una sonrisa. —Y ella no lo quiere...
Jimin me miró tres veces para luego dar unos cuantos pasos hacia atrás pensante. La cocina se puso en una horrible silencio inaudito. Tragué saliva varias veces mirándolo y cruzando los dedos para que se lo creyera.
Luego de cinco minutos de silencio, él carraspeó.
—Creo que es mejor decirle a tu madre. —y no esperaba esa respuesta. —Eres un irresponsable.
Habló el que me dijo que me acostara con la chica y hiciera un hijo siendo gay. En fin, la hipocresía.
—¿Tu no querías un hijo? —lo vi tensarse. —Ahí está tu oportunidad, Park. Nuestra oportunidad. —me acerqué a él y lo abracé, sin sentir su abrazo. —Seremos padres por fin...
—Sí... —lo escuché decir en tono bajo haciéndome casi reír. —Que emoción.... —palmeó mi espalda y luego me separé de él para darle un casto beso en los labios.
—Deja eso, pediré una pizza grande. —dijo yo caminando fuera de la cocina dejándolo a él en un horrible silencio.
Por dentro me estaba riendo y llorando de la risa. Si todo salía bien, podía conseguir un "No seré el activo" salir de sus hermosos labios. Es cuestión de esperar. El que espera, alcanza.
VOLVÍ CON LA COMEDIA
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