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El rumor se había expandido por toda la Universidad.

"Kim Taehyung estaba enamorado del novio de Jungkook, el capitán del equipo de baloncesto."

Y a partir de ahí otro sin fin de rumores salieron a la luz, muchos decían que Taehyung llevaba enamorado desde el primer año y otros, aún más malintencionados decían que sus sentimientos eran correspondidos por Park Jimin y que tenían un romance secreto.

Honestamente, Kim se preguntaba como la gente podía ser tan idiota de creerse todo eso sin tener pruebas y peor aún, cuando el no había confirmado jamás ninguno de eso rumores sin fundamento.

Luego de pasar un fin de semana caótico, con una resaca de mierda y recriminandose a cada segundo posible por lo sucedido, lo que menos esperó al llegar el lunes a la institución fue la mirada de casi todos sobre él y los murmullos que volaban por los pasillos, encargándose de que todos supieran el nuevo chisme que rondaba.

Era surrealista.

Para empezar, el jamás dió señales de que fuera Jimin la persona que le gustaba. Es verdad, el chico peligrosa encajaba perfectamente con la descripción que el ofreció pero esa nunca fue su intención. Jimin era muy bonito, pero no era ni de cerca su tipo ideal.

El ya tenía un tipo ideal. Y la persona que encajaba con eso era Min Yoongi.

Suspiró mientras continuaba su camino por el pasillo hasta su casillero. Aún conservaba esperanzas de poder aclarar el malentendido en ese día.

Tan distraído estaba en sus cavilaciones mentales que se sobresaltó cuando una mano tocó su hombro suavemente.
Y al voltear no esperó ver a la persona que estaba ahí, al menos no tan pronto.

—Buenos días Taehyung. –Jimin estaba a unos pasos frente a él, sus labios estaban estirados en una pequeña sonrisa y en sus ojos se podía leer la vergüenza escrita.

—Buen día Jimin. –El pelinegro le correspondió con un asentimiento y cerró su casillero en sus espaldas.

—¿Tienes un segundo ahora? Creo que necesitamos hablar.

—Por supuesto. –Bien, su primera clase comenzaba en cuarenta minutos así que tenían tiempo de sobra. Taehyung respiró hondo y se dispuso a comenzar –Verás Jimin yo-

—Antes de que digas nada. –La pequeña mano del pelirosa se posó frente a él. –Debo decirte que lo lamento Taehyung, pero no puedo corresponder tus sentimientos. Se que eres un gran chico, pero yo me encuentro en una relación y amo mucho a Jungkook, sería incapaz de hacerle algo como eso.

—Jimin es que-

—Yo se que puede ser duro para ti escucharme decir esto, pero creo que es mejor venir con la verdad para que no sigas alimentando falsas esperanzas.

—Jimin yo no-

—De verdad lo lamento Taehyung pero yo-

—¡Park Jimin! –La voz alzada de Taehyung interrumpió el monólogo del chico, quien sobresaltado volteó a verlo. –No eres tú la persona a la que me refería.

Jimin lo observó mucho más confundido.

—¿Qué?

—No eres tú la persona que me gusta.

—Oh... –El pelirosa le observó con ojos abiertos en asombro, sus labios en una pequeña o. –¿P-pero entonces quién es?

—La verdad es que me gusta Min Yoongi. –Su mirada avergonzada lo dijo todo. –En realidad me refería a él cuando dije aquello en el juego.

Jimin entonces pareció comprender. Y Taehyung lo agradeció porque sería realmente malo si no le creía y tuviera que dar explicaciones de más.

—¿Pero por qué no aclaraste eso desde el inicio?

—Entre en pánico cuando aquel chico dijo que tú eras esa persona, Yoongi estaba junto a ti y yo no me sentía preparado para que supiera que tengo sentimientos por él. –Por la forma en la que hablaba Jimin supo que no podría estarle mintiendo. –Intenté hablar contigo después de eso pero ya te habías ido. Y cuando llegué esta mañana ya todos se habían enterado del rumor.

Ambos quedaron en silencio por un segundo después eso, con Taehyung más tranquilo por haber aclarado mejor los hechos.

—¿Seguro que no me estás mintiendo? –Jimin quiso asegurarse.

—Te lo aseguro, por favor perdóname por todo este malentendido, no era mi intención.

—Está bien entonces. –Jimin le dedicó una sonrisa amplia que fue correspondida al instante. –Entonces tu-

—¡Kim Taehyung!

Ambos voltearon sorprendidos por esa voz que gritó al final del pasillo, y el mencionado sintió como su corazón se detenía por un milisegundo al ver a la persona que avanzaba a paso rápido en su dirección.

Jeon Jungkook.

El capitán del equipo de baloncesto y la pareja del chico frente a él.

Ni siquiera vió el momento en que Jungkook ya estaba frente a él, solo sintió el fuerte agarre en su camisa y la mirada furiosa que le dirigía.

Ahora si que estaba jodido.

—No puedo creer hasta que punto llega tu descaro. ¿No fue suficiente con lo que hiciste el viernes? –Jungkook lo sacudió fuertemente y Taehyung llevó sus manos hacia las del otro chico tratando de soltarse.

—J-Jungkook por favor, todo tiene una explicación.

—¡Jungkook suéltalo, estas montando una escena por nada! –El pelirosa trataba de interponerse entre ambos sin conseguirlo. Jungkook se veía muy enfadado y al parecer no tenía intenciones de soltarle hasta dejarle como mínimo un ojo morado.

—¿Cómo se te ocurre confesar que te gusta mi chico delante de tantas personas? ¡Y encima estando él ahí! ¿Es que no tienes respeto alguno? Porque si no lo sabías Jimin y yo estamos juntos.

—Lo sé Jungkook, todo esto es un malentendido. –Taehyung seguía tratando de liberarse mientras que Jeon solo aumentaba su agarre. –Déjame explicarte.

—Y una mierda.

—¡Jungkook suéltalo ya! –El grito de Jimin fue lo que le hizo reaccionar y aflojar un poco sus manos. Volvió la vista hacia su novio y Taehyung presenció como su semblante cambió completamente. –Escucha lo que tiene que decir, todo tiene una explicación.

Ambos quedaron viéndose por un tiempo que el pelinegro aprovechó para soltarse completamente del agarre.

—Jungkook.–Volteó a ver en su dirección, la mirada rencorosa volviendo a él. –No es Jimin la persona que me gusta. Todo fue una confusión que se regó por todos lados. A mi me gusta Min Yoongi en realidad. –Jungkook entrecerró los ojos. –La gente interpretó que era Jimin a quien yo me refería cuando estábamos jugando verdad o reto pero todo el tiempo fue Yoongi.

Jungkook no cambió nada en su semblante.

—Deja de mirarle así. –Jimin lo codeó.

—¿Y si es verdad entonces que hacías ahora hablando con Jimin? ¿No estabas declarándote?

—En primera, yo fuí quien vino a hablar con Taehyung, pensaba rechazarle amablemente por lo del viernes pero el me explicó todo lo que sucedió y no fue más que un malentendido. –Jimin se dirigía a su novio como si estuviera tratando con un niño pequeño. –No tienes motivos para desconfiar de él ni de mí, ya te dijo todo.

Taehyung corroboró sus palabras con un asentimiento y entonces Jungkook pareció relajarse de una vez por todas.

—¿Y por qué dejaste que todo esto se extendiera tanto? ¿No era mejor aclaralo desde el inicio y ya?

—No quería que Yoongi supiera que estaba enamorado de él, fue muy repentino y yo no estaba listo para confesarme.

—Serás imbécil.

—Ya que esta todo aclarado, creo que deberías hablar con Yoongi. Ha estado bastante decaído desde el viernes.

—Pero no se que decirle, no estoy listo para que sepa sobre mis sentimientos y quizás el no quiera escucharme-

—Yoongi querrá escucharte, créeme. –Jimin le observaba como si supiera algo que él no y Taehyung se sintió confundido cuando cayó en sus palabras anteriores.

—¿Por qué Yoongi estaría decaído con lo que sucedió? –No veía motivos, si bien el pelimorado no se fue muy bien  ese día y su mirada parecía la de alguien herido, no encontraba explicación.

A no ser...

—Pregúntale a él. –Jimin envolvió sus brazos en la cintura de su novio y este le abrazo por los hombros. –Solo se que deberías darte prisa.

Taehyung pensó por un segundo. Si iba ahora mismo y hablaba con Yoongi había una gran probabilidad de que lo mandara a la mierda, porque si quería ofrecer una explicación convincente tenía que delatar sus sentimientos. O es probable que lo termine ignorando y el obtenga un corazón roto. O en un caso muy surrealista y lejano Yoongi le escucharía, comprendería y aceptaría sus sentimientos.
No importaba cual fuera el caso, el chico merecía una explicación también porque todo esto lo involucraba indirectamente.

Así que Taehyung armándose se valor tomó una decisión.

—Hablaré con él entonces.

—Mucha suerte. –Jimin se despidió agitando su mano. –Mientras tú y yo hablaremos sobre este comportamiento tóxico y sobreprotector, Jeon Jungkook.

Fue lo último que Taehyung escuchó antes de emprender la marcha hacia el área de la Universidad donde estudiaba Yoongi.

Estuvo recorriendo pasillos, bajando y subiendo escaleras y yendo de aquí a allá preguntando a otros estudiantes de la carrera si habían visto al chico.
El pelinegro se sentía muy sofocado para cuando se detuvo en uno de los pasillos a recuperar el aliento. Comenzaba a pensar que hubiera sido mejor preguntarle a Jimin donde estaba Min.

Y como una aparición celestial el chico pelimorado apareció doblando la esquina del pasillo.
Taehyung enseguida corrió hasta él, Yoongi detuvo su paso abruptamente y lo miró con ojos grandes.

—B-buenos días Yoongi, lamento molestarte tan temprano pero ¿tienes un momento? –Su voz se escuchaba sofocada e inspiraba grandes bocanadas de aire.
Yoongi observó el reloj en su muñeca, su primera clase comenzaría en diez minutos.

—Claro, ¿Qué sucede?

Bien, era ahora.

—Verás es que yo... Tengo algo que decirte. Es con respecto a lo sucedido el viernes. –La expresión de Yoongi se tornó más confundida y le dió un asentimiento. Para ese punto Taehyung sentía todas sus extremidades temblar. –Quería decirte que todo es un malentendido. Me puse muy nervioso cuando me preguntaron sobre la persona que me gustaba y respondí por impulso, nunca pensé que todos interpretarían que esa persona era Jimin. Todo es un error.

—Entiendo pero... ¿Eso que tiene que ver conmigo?

—Eres tú. –Yoongi abrió ampliamente sus ojos. –La persona que me gusta eres tú.

El silencio fue todo lo que reinó después de eso, Yoongi seguía viéndolo con ojos petrificados y el ya comenzaba a hacerse la idea del posible rechazo que se avecinaba.

—Solo quería decírtelo para aclarar todo el malentendido completamente.

—Y-yo no se que decir. Esto es muy inesperado.

—Por favor no pienses que esto es una gran confesión, no quiero hacerte sentir incómodo ni que te veas obligado a corresponder mis sentimientos. Todo fue mi culpa por ser tan idiota pero es que-

—Taehyung. –Yoongi lo interrumpió suavemente, le miraba con una suave sonrisa y las mejillas sonrojadas. El pelinegro solo podía pensar que se veía igual de precioso que siempre. –Yo también me siento de esa manera.

—¿Q-qué? –Fue el turno de Taehyung de mirarle perplejo.

—¿Quieres tener una cita conmigo? –Dijo rápidamente. Apretó sus carpetas sobre su pecho y le observó ansioso.

Taehyung sentía que estaba soñando. Eso no podía ser verdad. ¿En serio Min Yoongi le estaba pidiendo una cita? Si era un sueño no quería despertar jamás.

—Y-yo si, claro, una cita. Tú y yo en una cita. –El pelinegro le miró con ojos brillantes. –Por supuesto que quiero.

Yoongi sonrió ampliamente y Taehyung solo atinó a soltar un suspiro enamorado.

—Entonces veámonos a la salida, termino más temprano hoy así que te esperaré. –Min volvió a mirar su reloj. –Tengo que irme Taehyung, mi clase esta por comenzar. –El pelinegro asintió y le dedicó una última sonrisa. –Y gracias por aclararlo todo.

Taehyung observó la espalda de Yoongi mientras se alejaba, y solo podía pensar en una cosa.
Estaba jodido, pero esta vez por aquel chico de cabello morado, el cosquilleo en su estómago y el calor abrasador en su pecho. Por todo lo que Min Yoongi le hacía sentir.

Y se sintió realmente afortunado.

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Estoy un poco insegura de como quedó así que diganme ustedes. ¿Les gustó?