30
Narra Sara:
Me despierto a eso de las ocho, suelto un gran bostezo cuando veo la luz de mi móvil encenderse, eso significa que tengo mensajes nuevos. Lo desbloqueoy me meto en whatsapp, al ver los mensajes de Andrea diciendo que necesita contarme algo no lo dudo y me visto. Viendo la hora a la que los mandó es algo importante.
Bajo ya vestida con mi móvil y las llaves del coche, pasando por la cocina me para mi padre que está desayunando.
-¿Dónde vas?- pregunta confundido, nunca salgo tan temprano.
-A casa de Andrea, necesita hablar conmigo- explico rápido y apresurándome hasta la puerta.
-TEN CUIDADO- escucho que gritaba él tras de mi.
Entro en el coche , lo arranco y pongo rumbo a casa de mi mejor amiga. Llego en menos de diez minutos, llamo a la puerta y ella no tarda en abrirme.
-Sabía que vendrías- sonríe levemente dejándome pasar.
La observo por el rabillo del ojo, está muy demacrada, unas grandes ojeras se hacen presentes bajo sus ojos, no tiene a penas color. Me entristece verla de ese modo, todo lo que le pasó y lo que ahora sucede la está machacando psicológicamente, pero ella nunca deja de sonreír.
-Me conoces muy bien, en cuanto me digas ven, aquí estaré- la abrazo, quiero tanto a esta chica que me duele verla mal -Al grano, cuéntame que pasa-
Comienza contándome el encuentro de ayer con Álvaro y como Javi la defendió y acabó pegando le un puño en toda la cara al imbécil ese por bocazas. Me he alegrado tanto de que eso sucediese que he deseado estar allí para vivir lo en primera persona.
-A lo que voy...- dice llamando mi atención -Ayer recibí unos mensajes muy extraños de un número al que llamé desconocido-
Alzo las cejas esperando a que me muestre el móvil, en el veo como esa persona le advierte sobre Álvaro y lo que puede llegar a hacer. Abro la boca sorprendida, eso no me lo esperaba para nada.
-¿Quién puede ser?- pregunto al aire dándole vueltas en mi cabeza.
-Yo tampoco tengo ni idea de en quien sospechar, tampoco sé si me ayuda o en realidad juega conmigo porque sabe que tengo miedo- añade ella suspirando.
Poso mi vista en mi amiga, se le ve muy confusa y asustada.
-No te preocupes, esta persona parece que está de tu lado, si no, no se preocuparía por ti- explico cogiéndole la mano -Solo hay que averiguar quien es y si podemos fiarnos de todo lo que dice-
Andrea asiente pensativa, estamos unos minutos en silencio hasta que se me ocurre una idea.
-¿Y si hablamos con David? Quizás pueda ayudarnos- digo ganándome la mirada de Andrea.
-No tenemos porque meter en medio a tu hermano- añade ella.
-Tranquila, hace mucho que no lo veo, será un buen motivo para hacerlo- sonrío y me levanto -Ponte algo cómodo y vayámonos-
Narra Andrea:
Después de cambiarme bajo y nos montamos en el coche de Sara, nos dirigimos al piso de su hermano a pesar de que la idea de involucrarlo no me entusiasma. En media hora ya hemos llegado a Carabanchel, por las calles de Madrid a hora punta hay mucho trafico.
Paramos justo enfrente de unos pisos bastante nuevos, nos bajamos y Sara comienza a buscar en su móvil cual es el numero, ya que no se acuerda.
-Este es- dice pulsando el botón del portero.
Abren sin preguntar, seguramente esperaba a alguien y se ha pensado que ya ha llegado. Nos montamos en el ascensor y este nos lleva hasta la planta elegida. Llamamos a la puerta esperando que nos haya escuchado.
-Pensé que te había dejado mis llaves- dice David abriendo la puerta y encontrándonos allí paradas.
-Ten cuidado con a quien le das las llaves- dice Sara divertida.
-Oh por dios pensaba que eráis un amigo, ha ido a comprar- explica riendo.
Le da un abrazo a su hermana y luego a mi, la verdad es que ha cambiado en todo este tiempo. David es un chico alto y rubio, de ojos marrones y con una sonrisa preciosa. Siempre fue el mejor de su clase y a pesar de sacarnos como 6 años era como un hermano, hasta que perdí el contacto. Se enfadó muchísimo conmigo por soportar al imbécil de Álvaro y me dejó de hablar, cuando terminó pasando lo de la agresión el se culpaba por no haberme ayudado antes, retomamos el contacto pero nunca fue igual.
Nos deja pasar hasta un pequeño pero acogedor salón, Sara y yo nos sentamos mientras él trae algo para picar.
-¿Qué os trae por aquí?- pregunta sentándose enfrente nuestra y dejando las cosas sobre la mesa.
-Verás, tenemos muchas cosas que contarte y necesitamos tu ayuda para algo- comenta Sara y este asiente -Cuéntale Andrea-
-Sin rodeos... Álvaro ha salido de la cárcel- suelto haciendo que el se tense.
-Pero si le quedaba al menos un año mas- reprocha.
-Al parecer le han rebajado la condena por buen comportamiento- añade Sara a lo que él niega.
-Bueno, ya me lo he encontrado y la verdad que no fue muy bien...- digo recordando la noche de ayer -Gracias a Dios estaba Javi, mi novio, me defendió de su palabrería despectiva-
David me atiende y sonríe a cada palabra que digo.
-Me alegra mucho ver que has rehecho tu vida- dice sonriéndome, le sonrío de vuelta.
-El caso es que ayer recibí unos mensajes muy extraños de un número desconocido- le muestro la conversación -Queríamos saber si tu nos podrías ayudar a descubrir quien es-
-Eres el mejor de tu clase Deivi, sabes que eres genial manejando el ordenador, con los hackeos y eso- añade su hermana a mi lado.
Lee la conversación y luego me mira fijamente.
-Lo haré-accede, para luego levantarse e ir hacia el pasillo -Seguidme-
-Pensé que sería mas difícil- susurro a Sara mientras lo seguimos por el largo pasillo.
-Él siempre te adoró y se sentía culpable, sabes que si te puede ayudar lo hace enseguida- añade esta mirando a su hermano.
David nos guia hasta una habitación al fondo del pasillo, abre la puerta y al encender la luz nos quedamos boquiabiertas. La sala está repleta de ordenadores, estanterías llenas de discos duros, cd's y un montón de cables por aquí y por allí.
-La virgen David, te has montado aquí un centro de mandos- dice Sara entrando y echando un vistazo.
-Tengo solo lo necesario para ser el mejor pirata informático- sonríe apliamente y comienza a encender los ordenadores -Tardaré un poco así que poneros cómodas-
Conecta mi móvil a un USB y accede a mi whatsapp en un santiamén. No sé que está haciendo, solo lo veo teclear palabras sueltas en una pagina en negro, todo en inglés además. Está un buen rato así de pagina en pagina, tecleando a una velocidad récord.
Recibo un mensaje, pero no puedo responder así que le digo a David que no se preocupe que mas tarde lo haré. Me quedo admirando la estantería a la derecha, hay un montón de cómics, libros, Funko pops, sigue igual de friki que siempre y eso a mi me encanta pues puedo llegar a ser peor que él.
-Vaya- dicede repente David apartándose del ordenador principal -La persona detrás de este número es lista, ha comprado un móvil prepago que no registra nada del dueño así que no tenemos nada-
-Entonces...- murmuro pensando -Eso significa que por el normal no puede decírmelo, o bien porque no quiere que sepa quien es, o porque si Álvaro se entera lo mataría como bien dijo-
-Tiene que ser alguien muy cercano a él, porque tiene acceso a su móvil por lo que se ve- añade Sara pensando lo mismo que yo.
-Sea lo que sea tienes que intentar sacarle mas información la próxima vez- David me entrega mi móvil -Y ten cuidado señora curiosa, que la curiosidad acabó matando al gato-
Río ante el comentario, David es un caso. Nos quedamos un rato mas, mientras nos ponemos al día, nos enseñaba un poco por encima el piso. Alguien abre la puerta principal y entra hasta el salón cuando estamos solas, David acaba de ir al baño.
-Ya estoy aquí cariño- un chico con el pelo azul se queda callado al vernos.
Sara y yo nos miramos mutuamente, ¿ha dicho cariño?, el chico enfrente nuestra está todo sonrojado.
-Hola Luis- saluda David un poco nervioso -Estás son mi hermana Sara y su mejor amiga Andrea-
-Encantado- dice tímidamente, le damos dos besos cada una.
-David, no es tu amigo, ¿verdad?- pregunta Sara de repente haciendo que su hermano la mire sorprendido.
-Pues verás... se lo iba a contar a papá y a mamá pero no sabía como..- explica -Ni siquiera sabía si tú lo aceptarías-
-Por dios hijo mío, vivimos en el siglo XXI, yo estoy más que encantada- Sara se tira a los brazos de su hermano abrazándolo.
-Eso es cierto, ¿Qué de malo tiene? El amor es amor da igual la edad, etnia u orientación sexual- añado yo apoyando a los dos chicos.
No tienen porque esconderse, hoy en día se ven muchas parejas lgtb exhibir su amor sin miedo, pero muchas otras aun se esconden y sinceramente no lo veo bien. Cada uno debería preocuparse de su felicidad y no meterse en la vida de los demás.
-Que lindas sois- dice Luis sonriendo.
Mientras comemos nos contaron como se conocieron, como se enamoraron y como acabaron viviendo juntos, son un amor los dos y mi mejor amiga y yo estamos mas que encantadas. Finalmente nos vamos porque se nos hace tarde y no queremos molestar.
Sara me deja en casa a eso de las ocho de la tarde, entro saludando a mi madre y voy a ponerme el pijama para estar cómoda. Mientras me cambio recuerdo los mensajes que he recibido esta mañana.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro