14
Quiero dejar claro que las batallas y todo lo englobado a Red bull, fms etc me lo invento, es decir que los lugares cambian según mis gustos.
Dicho esto, a leer...
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Hace un mes fue aquel día memorable, el día en que me gradué, el día que todos estuvieron ahí para apoyarme. De luego, cuando ya había perdido la fe en la gente, aparecieron mis queridos chicos del free.
Me paro a pensar y hace unos meses como fan incondicional del freestyle no hubiera visto posible conocer en persona a mis ídolos, pero por una simple casualidad he acabado siendo una más del grupo. Bendita Nerea que me buscó tras ayudarle a encontrar su camisa, cada vez que lo recuerdo no puedo evitar sonreír.
En todo este mes no hay día que no me haya acordado de ellos, los echo mucho de menos, me gustaría poder tenerlos mas cerca, pero cada uno son de una punta. Es verdad que a Nerea y Chuty los veo a menudo, si no quedamos por ahí ellos vienen a mi casa o yo voy a la suya.
Ahora mismo me encuentro con Sara en su casa, estamos viendo que ponernos ya que Nerea y Chuty nos han invitado a su casa a comer, según ellos Javi también irá. Últimamente no he hablado mucho con él, es un hombre bastante ocupado. Me pone nerviosa con el simple hecho de pensar en él, me da miedo en el fondo que Javier me empiece a gustar, el Ice Man no podría sentir nada por mí y además no voy a permitir que me hagan daño de nuevo.
Vamos en mi coche hasta la casa de los anfitriones, cuando conseguimos aparcar, bajamos y nos dirigimos hacia la puerta, son las 14:30, hemos sido puntuales. Rápidamente nos abre Chuty con un delantal puesto, haciéndome alzar las cejas.
-Que guapo vas hoy- digo riendo, Sara lo mira de arriba a abajo y no puedr evitar reírse también.
-Me he puesto guapo solo para vosotras- añade él dándonos un abrazo.
El grandullón es un amor de persona, a pesar de estar siempre al margen es un buen amigo y novio, siempre está pendiente de los demás. Nos guía hasta el patio trasero, según él está liado con la barbacoa ya.
-CHICAS- grita Nerea viniendo deprisa a saludarnos.
Sonrío al ver lo guapa que está, ella siempre tan arreglada, es la mejor, de verdad. Nos sentamos en la mesa que ya tenían preparada y comenzamos a hablar de cualquier tema que se nos ocurre. Al rato suena el timbre, Chuty tienen las manos ocupadas con la carne y Nerea está ayudando le con los platos.
-Voy yo- digo rápido levantándome, Sara a mi lado asiente con una sonrisa pícara a lo que yo ruedo los ojos.
Me dirijo a la puerta de entrada, me conozco esta casa como si fuera la mía. Miro por la mirilla y ahí está Javier tan guapo como siempre. Como si supiera que lo estoy espiando mira hacia la puerta sonriendo de lado. Mi corazón da un vuelco, esa sonrisa me mata por dentro, joder. Abro intentando parecer normal, aunque a decir verdad estoy demasiado nerviosa, hace mucho que no lo veía.
-Hola- le saludo con una gran sonrisa.
-¿Me has echado de menos?- pregunta cogiéndome por sorpresa, comienzo a tartamudear, buen momento para hacerlo.
-Quizás- digo finalmente seria, él sonríe y agacha la cabeza rascándose la nuca.
-Pues yo si te he echado de menos- añade suspirando, mi corazón comienza a palpitar mas rápido, parece que en cualquier momento se me saldrá del pecho.
Me quedo muda, no sabía que decir a eso, simplemente me sale sonreír algo sonrojada. Javi establece contacto visual conmigo y dos segundos después me abraza enterrando su cabeza entre mi hombro y mi cuello, suspiro y le correspondo el abrazo sin pensármelo.
-Yo echaba de menos todo esto- hablo por fin refiriéndome a la situación, al abrazo.
Es imposible no querer a ese chico, aunque mis inseguridades no me dejan disfrutar de momentos así.
-La comida ya está- Chuty aparece por la puerta del salón.
Nos separamos rápidamente tratando de disimular, aunque realmente nuestras caras están rojas y solo podemos mirar al suelo. Chuty al ver la escena ríe y se da media vuelta, haciendo que lo sigamos hasta el patio. Javi saluda a Nerea y Sara con dos besos, esta ultima me mira interrogante.
-¿Porqué has tardado tanto?- susurra mi mejor amiga posicionándose cerca mía.
-Por nada, estaba desubicada y no sabía donde quedaba la puerta- digo quitando le importancia, no sé mentir así que Sara me mira de reojo susurrando un ''Ya, claro''.
La comida está muy animada, Javi no deja de mirarme, encima está frente a mí. Cuando terminamos ponen una peli en el salón, me siento en el sillón pequeño para dos esperando que Sara se siente conmigo, en cambio me mira de forma culpable y pilla el sitio al lado de Nerea y Chuty, en el sillón mas grande.
La miro con los ojos como platos y le hago señas diciendo que la mataré, ella solo se ríe. Javi se sienta en el único hueco que queda libre, es decir, a mi lado. De vez en cuando lo miro de reojo y sin querer lo pillo mirándome, mis mejillas se tornan rosas, este chico me va a matar de la vergüenza.
La película a mi parecer está siendo un rollo, no le estoy prestando atención y los chicos están muy metidos en ella. Sin hacer ruido salgo del salón y me dirijo fuera de la casa, me sientl en los escalones de la entrada, agarro un cigarrillo y lo prendo. Hasta hace un mes no fumaba, realmente sabía que eso era perjudicial para la salud y no tenía pensado hacerlo, pero después de la muerte de mi padre mis conceptos se alteraron y la ansiedad me llevó a probar de todo. Hay algunas cosas que hubiera deseado no probar nunca, no quería engancharme, pero a lo que si me he enganchado de veras es a el tabaco.
No escucho cuando se abre la puerta, ni siquiera siento que alguien se ha sentado a mi lado hasta que habla.
-¿Desde cuando fumas?- pregunta sobresaltándome.
-Hace cosa de un mes- digo mirándolo fijamente -Nadie lo sabe Javi, no lo vayas a decir-
-¿Ansiedad?- me cuestiona ahora mirando hacia la calle.
-Sí, no la controlo muy bien- añado haciendo una mueca.
-Sé lo que es, me pasa desde pequeño. Hay situaciones que te llevan a un estado de estrés y dolor que es perjudicial, pero fumar no arregla nada- esta vez me mira preocupado.
-Vamos, tú también fumas- ruedo los ojos.
-La diferencia es que mi vida se fue a la mierda hace bastante tiempo, no dejes que pase lo mismo con la tuya- dice quitándome el cigarrillo ignorando mis quejas.
Lo tira a la calle, se levanta y lo apaga pisoteándolo varias veces. Se queda allí de pie mirándome, no puedo aguantar mucho tiempo su mirada y agachi la cabeza.
-No creo que tu vida se haya ido a la mierda, creo que tú has dejado que se vaya- lo miro de nuevo, él pone cara de asombro.
-Yo...- iba a hablar pero le he cortado.
-A pesar de haber sufrido, de haber pasado por lo que hayas pasado, en tus manos estaba dejar que todo se fuera a la mierda y lo hiciste. No puedes culpar a nadie por eso, tú solo te has dejado hundir- él me mira sin expresión alguna -¿Sabes qué? Yo podría haber tirado la toalla hace mucho tiempo, pero seguí adelante por la gente que me importaba. Creo que eso mismo deberías hacer tú, deberías pensar más en las personas que te queremos-
Javi tiene la cabeza gacha, no sé si mis palabras le han dolido, no lo he hecho con esa intención. Estamos en silencio por unos minutos hasta que él habla.
-Tienes razón, lo siento- se sienta de nuevo a mi lado tocándose la nuca.
-Siéntelo por ti, no por nadie mas- lo miro sonriendo -Ven aquí-
Paso un brazo por sus hombros atrayendo su cuerpo hacia mí y lo abrazo, me siento bien con él, podemos hablar de todo, sé que él me escuchará. Pasamos un rato agradable hablando, nos da igual el tiempo que haya pasado, los dos estamos agusto aquí.
-Me han llamado de la Red Bull- suelta de repente haciendo que lo mire con los ojos de par en par.
-¿Enserio?- pregunto entusiasmada.
-Sí, estaba de reserva y me han dado una plaza para la internacional, junto a Zasko- está serio y yo no entiendo como con una noticia así puede no alegrase.
-ESO ES GENIAL JAVI- grito lanzándome encima de él y haciendo que caigamos al suelo.
Cuando me doy cuenta estoy encima de Javi, me pongo roja enseguida y él se echa a reír, no me aguanto y río con él. Le ayudo a levantarse del suelo, cualquiera que nos vea en esa posición pensará que estamos locos.
-Buah tío que flipe- estoy orgullosa de hasta donde ha llegado.
-Aún estoy que no me lo creo- suspira -Encima es en Argentina-
-NO ME JODAS- grito de nuevo sobresaltándolo -Vas a estar en las tierras de Wos y Trueno-
-Competiré contra ellos- explica y en ese momento me da algo, yo adoro muchísimo a Wos.
-Ojalá pudiera conocer al Wosito- esta vez suspiro yo.
-Podrás, todos los Mc's están invitados y hay hueco, quería saber si... te gustaría venir. Bueno y Sara igual- mis ojos se iluminan al instante.
-Sí, por supuesto- parezco una niña chica a la que llevan al parque de atracciones por primera vez.
-Genial, será dentro de dos semanas, aún no lo sabe nadie- añade dándome a entender que solo me lo ha contado a mi.
Como no es un secreto Javi me da la oportunidad de informar yo al resto, así que, corro dentro de la casa con él siguiéndome los pasos. La película acaba de terminar, llamo la atención de los tres que se hallan aún sentados.
-¿De donde venís?- pregunta Nerea extrañada.
-Eso da igual, tengo una buena noticia, mejor que os sentéis- Sara me mira con cara de no entender y Javi detrás mía no se aguanta la risa, ya estaban sentados, que tonta.
-Ve al grano- Chuty es muy impaciente.
-Han llamado a Javi de la Red Bull, tiene una plaza en la internacional junto a Zasko. Se celebrará en Argentina dentro de dos semanas y todos los Mc's que quieran pueden ir, incluso me ha dicho que podemos ir nostras. Por fin podré conocer a Wos y viajar fuera de España, estoy muy contenta- termino de hablar y agarro aire a bocanadas.
Los chicos ríen por todo lo que he montado en un momento, se alegran mucho por Javi, según Chuty ve mucho futuro a Bnet. Sara le da las gracias pero dice que ella en esas fechas ya tiene un viaje familiar planificado y que le es imposible asistir. Me desanimo un poco, me gustaría mas que ella si pudiera porque no va a ser lo mismo sin mi mejor amiga.
El resto de la tarde nos la pasamos hablando del nivel de los diferentes Mc's y de como en la Fms algunos se jugaban su descenso. La conversación con Javi antes de saber lo de la Red Bull ha sido muy personal, sinceramente me he sentido liberada al poder hablar con él, porque en cierto modo le he contado algo de mi, cosa que pocos consiguen.
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