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Capítulo 06• Advertencia.


Fan Xing parpadeó verdaderamente consternado debido aquella —hasta hace poco— desconocida información.

—Cómo... ¿Cómo puedes asegurar que se trata de la misma persona?

La conclusión a la que su padre había llegado en menos de un lapso de hora era a tal punto de la conmoción ¿Cómo alguien podía siquiera recordar el rostro de un niño y años mas tarde asociarlo al de un adulto, asegurando que son la misma persona? No lo comprendía, no cuando él tenía una muy mala memoria y a cada rato olvidaba los rostros de quienes se cruzasen en su camino.

Xiao Zhan relamió sus labios, el rastro de vino tinto impregnado en su boca le dio la seguridad de que tenía la batalla ganada. Al menos.

—Creo que estás olvidando una pequeña cosa, Fan Xing. En ese entonces, yo ya era un adolescente, algo estúpido pero eso es irrelevante. —Se cruzó de piernas mientras acariciaba el borde de la copa—. Si de algo me caracterizo, es de mi muy excelente memoria ¿A qué si?

Sonrió altaneramente.

Fan Xing bufó ante los aires de grandeza de su padre.

—Supongo que sí.

Zhan enarcó una ceja en su dirección— ¿Supones? No, querido hijo, aquí no existe lugar para absurdas suposiciones.

Yibo, quien se encontraba a unos pasos cerca de su esposo abrió los ojos con estupor. Ahora todo estaba claro, la presencia de Xiao Zhan allí y la discusión verbal de éste con Fan Xing.

Padre e hijo ¡Dios mío!, pensó, recio a digerir aquello. 

—Lo que tú digas, Xiao Zhan —dijo Fan Xing acompañado de un rodar de ojos.

—Soy tu padre, mocoso —le recordó Zhan girándose en su dirección, indispuesto a abandonar la comodidad del sofá—. Pero da igual, ya se que nunca entenderás modales.

Fan Xing entornó los ojos, fulminándolo con la mirada por esa conclusión precipitada. Él no era un adolescente carente de los debidos modales, simple y sencillamente no se le apetecía darle el trato que por derecho le correspondía a su padre, al menos, no cuando el título le quedaba demasiado grande.

—Modales tengo, pero no deseo practicarlos contigo —escupió con resentimiento.

—¡Auch! Eso dolió. —Zhan se llevó una mano al pecho, fingiendo estar profundamente herido.

—Dramático —bisbiceó.

Zhan levantó la cabeza de golpe y le mandó una dura advertencia.

—Hey, escuché perfectamente eso.

—No me importa —se alzó de hombros, desinteresado—. Volviendo al punto, ¿cómo puedes asegurarme que lo que dices es completamente cierto? —Fan Xing le miró con palpable sospecha.

—¿Acaso no te basta con mi palabra? —Quiso saber Zhan.

—No, no lo hace.

—Eres un mocoso desconfiado.

—Ese soy, y no me importa. —A mucho orgullo levantó el mentón en lo alto, la altenería siendo evidente en sus brillantes ojos marrón oscuro.

—Si tanta es tu desconfianza ve y preguntáselo a él —le sugirió sintiendo una molestia en el pecho. Empujó la sensación en el fondo del abismo.

Fan Xing pareció no comprender la referencia, así que permaneció durante al menos un par de minutos en silencio.

Zhan chasqueó la lengua y tomó un poco mas de vino—. A tu querido esposito, Xiao Fan Xing —aclaró con una amargura en la boca del estómago.

—Tú... ¿Recuerdas...? —Se volvió hacia Yibo y le cuestionó para sorpresa de éste.

No deseaba ser parte de esa mentira, pero si el asunto no se veía esclarecido de una vez por todas casi podía jurar que su esposo continuaría con sus preguntas tontas.

—Ahora... —Sus ojos se pasearon de Fan Xing a su 'suegro', quien les daba la espalda sin mucho interés en mirarles a la cara. Su mandíbula se apretó al igual que sus puños, las venas se le calentaron y anheló que todo fuese producto de una horrible pesadilla. Pero no lo era—. Sí, es cierto. Ya comienzo a recordar.

Tragó duro, la intensidad en los ojos de Fan Xing le pusieron nervioso, se obligó a no bajar la mirada, mucho menos, flaquear y soltar algo que estaba enterrado y olvidado en el pasado.

—Pero yo no... ¡No recuerdo! —Fan Xing gritó confundido— ¡¿No me están engañando, verdad?! —los miró acusadoramente.

Zhan negó para si mismo, su hijo era un caso perdido.

—No. Es lógico que no te acuerdes, apenas y eras un escuincle de dos años.

—Y tú ¡¿Por qué nunca me lo dijiste?! —Estaba molesto de nuevo, exigiéndole respuestas donde no las había.

La mentira continuaba alargándose.

—No. No recordaba con claridad, solo eso. —Se escusó, suplicando que dejase zanjado el tema.

Fan Xing frunció el ceño.

—¿No me mientes? —Hastiado de tantas dudas Yibo se tragó un resoplido y se abstuvo a solo negar con la cabeza—. Bien —miró a su padre—. Entonces... ¿Qué esperas para largarte?

—Jajaja. Que gracioso me saliste, hijo mío. Y aparte de maleducado, ¡grosero!

—¿Sí o no?

—Sencilla respuesta. No, no me voy —sentenció con un tono de aburrimiento.

—¡Te vas ahora, Xiao Zhan! —Necesitaba ya que abandonase la casa, le valía un cacahuate a donde fuese o si sus perfectas vacaciones se estaban viendo estropeadas.

Zhan rió divertido.

—Y como por qué me iría, ¿eh? —preguntó confundido y burlón.

—Estás interrumpiendo mi luna de miel —soltó de golpe.

El adulto abrió los ojos de la impresión, la ira, el enojo y los celos se apoderaron de su cuerpo pero se negó a demostrarlo.

Fingió tranquilidad.

—¿Así que te casaste con...? —Al verle asentir por el rabillo de ojo, continuó—: Felicidades.

—Gracias, padre. —La amargura y el recentimiento se hizo notar al decir lo último—. Ahora que ya sabes mis motivos necesito que te vayas, y lo más pronto posible —tomó de la cintura a un silencioso Yibo, apegándole a su cuerpo—. Necesitamos privacidad para, ya sabes. —Besó con sutileza el cuello ajeno.

Los ojos de Xiao Zhan destellaron ira debido a tal acción, menos mal que ni su hijo ni su «yerno» lo notaron por la posición en la que se encontraba.

Yibo se sintió incómodo por primera vez, los besos de Fan Xing le desagradaron por un segundo.

—FanFan. No es momento para... —Fue interrumpido por el celular de su esposo.

—Ahora vuelvo. —Dicho esto, salió de la casa no sin antes besar otra vez sus labios.

Los munutos pasaron y Fan Xing no regresaba, así que no le quedó mas remedio que tomar asiento lo más lejos posible de Xiao Zhan.

—¿Así que te casaste con mi hijo? —Se atrevió a preguntar Zhan ante el devastador silencio que los había rodeado.

Además, le estaba matando la curiosidad.

—Hmm —murmuró sin darle mucho interés alzándose de hombros y mirando a otro lado, menos a él.

—¿Por qué?

Necesitaba saber el motivo de tal unión descabellada. Que recuerde, alguna vez Yibo le dijo muy seguro de sus palabras que nunca iba a casarse con nadie; el amor había sido una gran decepción para él y se negaba a volver a sufrir.

—Lo amo. —Fue su corta respuesta. Y en verdad no mentía, amaba a su esposo más de lo que creía, tanto que aceptaba sus recién descubiertos 'defectos'.

Zhan curvó sus labios delgados en una sonrisa malvada. 

—Sabes una cosa —atrajó su atención y Yibo le miró aún si se moría de dolor por los viejos recuerdos juntos revoloteando en su mente—. Me parece que tus sentimientos no son del todo correspondidos. Lamento decepcionarte.

—No lo haces, porque lo que digas o dejes de decir no me importa en lo mínimo. Ya no —susurró lo último—. Y no eres nadie para meterte así en mi vida después de aquello —exclamó sintiéndose molesto.

—Mmm, como si me importara a mí lo que pase con tú miserable vida —se defendió.

Yibo se carcajeó.

—Si no te importara no te meterías en asuntos que no son de tu incumbencia. —Le fastidiaba esa actitud preocupada y, a la vez, sarcástica suya.

—Mi hijo no es lo que aparenta ser, tenlo muy en claro. —Zhan le advirtió a pesar de los rencores que todavía flotaban entre ellos.

—Ya me di cuenta.

Recordó la personalidad cambiante que Fan Xing había adoptado ni bien estuvieron casados legalmente. La violencia, el dominio y la agresividad le paralizaron en su momento.

—Si aprecias tu vida, es mejor que te vayas de su lado y le pidas el divorcio cuanto antes. —Se pertimitió la molestia de darle un consejo que sobraba. Y que, por supuesto, Yibo no tomaría ni borracho.

—Mira, Xiao Zhan. No necesito tus estúpidos consejos, ya que no eres nadie, repito nadie, para meterte de tal modo. Es mi vida privada, así que limitate a solo respetarla —le pidió con un escozor en los ojos.

Zhan asintió, disgustado con esa respuesta seca y lejana.

—Después no andes por ahí lloriqueando por que yo te lo advertí.

—Sí, como no. —Rodó los ojos—. Oye ¿Por qué tuviste que inventar eso?

La espina de la intriga le recorría el cuerpo.

—Y qué querías que le dijera ¡¿eh?! Mira hijito, tú amado esposito y yo mantuvimos una relación de amantes hace mucho, y en la cual me lo follaba a cada cinco minutos —soltó cantarín. El sarcasmo era notable.

—Idiota. —Yibo masculló entre dientes. Su personalidad comenzaba a desesperarle tal como antiguamente lo hizo.

—Sí, lo que tú digas.

Rió.

En ese momento entró Fan Xing con un humor de los mil demonios.

—FanFan ¿Qué paso? —Yibo fue el primero en indagar e ir a su encuentro.

—Nos vamos de aquí —ordenó fríamente.

—¿Por qué?

Desilusión brillaba en el rostro pálido de Yibo.

—La luna de miel se cancela —dijo furioso y sin contestar su anterior pregunta.

—¿Ocurrió algo?

Fan Xing le miró con fastidio, pero después respiró hondo y se calmó.

—Bo-Ge, lamento lo de hace un rato —se disculpó—. Me alteré, eso es todo. Lo siento.

—No te preocupes —dijo sintiéndose un poco feliz.

Se había disculpado y eso era todo, agradecía aquel gesto.

—Perdóname, no... No quise hacerte daño. —Fan Xing acarició sus cabellos grisáceos con suavidad y ternura infinita.

Asintió.

—Ya pasó. —Fue tomado sutilmente del mentón y besado cortamente en los labios. Se entregó a ese beso, dispuesto a darle otra oportunidad.

Fan Xing seguramente solo estaba estresado con el trabajo y he allí su desequilibrio emocional.

Xiao Zhan no pudo evitar mirar la escena por el rabillo del ojo y morderse los labios con tanta cólera que sintió la sangre en sus papilas gustativas.

—¿Por qué dices que nuestra luna de miel se cancela? —Se acurrucó en su cuello, viéndose obligado a encogerse debido a que era mas alto que su esposo.

—Tengo que hacer un viaje de negocios —respondió sin mucho ánimo.

—¿Por cuánto tiempo?

Fan Xing suspiró largamente, bajando sus manos a su espalda y frotándola como signo de disculpa.

—Tres meses.

—Tanto. —Bajó la mirada. Quería hacerse bolita en un rincón y llorar.

Nada había salido como esperaba ¿Qué más podía salir mal?

—Lo siento, Bo-Ge. Cuando vuelva ten por seguro que te recompensaré.

Yibo se separó de él y le besó dulce y castamente, encaprichado con no dejarle marchar. No obstante, no estaba en él la decisión, seguramente era un asunto urgente, y que el mismo Fan Xing debía que solucionar.

—¿Cuándo te vas? —Tenía que aceptar que aquel viaje terminó siendo un rotundo fracaso.

¿Acaso los cielos se negaban a dar el visto bueno a ese matrimonio?

Los ojos se le escogieron en lágrimas de tristeza, el nudo en la garganta se hizo mas duro y grueso.

—Ahora mismo —informó Fan Xing.

Su corazón se encogió ¿Cómo podía estarle pasado eso? ¿Acaso nunca podría ser totalmente feliz?


Hola, aquí está el primer capítulo de la semana, una disculpa por tardar tanto en publicarlo. Mañana subiré el segundo.

Besos.

Y recuerden «No a la lectura fantasma ».

🌙Yessie.

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