¿Muerte?
–No permitiré que hagas daño a más de mis amigos. - respondió ella. - Pero, no pienso matarte.
"No puedo" Pensó internamente.
–Vamos con algo sencillo... - sonrió él. - Qué tal... ¿Hinata Hyuga?
Solo era necesario activar un botón, para empezar con la operación.
Una Granada fue lanzada a la mansión Uzumaki, y algunas cuantas bombas.
Ella estaba sola ahí, preparando la cena cuando sintió el peligro.
Tomó sus armas lo más rápido posible y buscó llegar a esconderse.
Quizás estaba un poco fuera de práctica, pero si lograba llegar al escondite, todo estaría bien.
O eso pensaba.
Una puerta secreta fue abierta, mientras los asesinos ingresaban a su casa.
–¿Dónde estará? - río Reonaru. - Encuentrenla y matenla.
La castaña estaba tratando de unir fuerzas para de un solo golpe acabar con él, no podía fallar... O se ararrepentiria
Respiro profundo y disparo, pero no logró asestar el tiro.
–Ja, que lastima... - susurro él. - Fallaste princesa.
–Cállate.- respondió ella. - Te mataré.
Él se adelantó y se lanzó hacia ella.
De un golpe logró sacar el arma entre sus manos.
Ahora sería una batalla puño a puño.
–No tienes el valor suficiente como para matarme. - sonrió él.
–No me conoces.- respondió ella .- No soy la misma de antes, si es para proteger a mis amigos. No dudaré en matarte.
–Veamos.- dijo él con un patada.- ¿Matarás al que una vez amaste?
Ella solo respondió con un puñetazo. La pelea se alargaba cada vez más. Ya no importaba lo que estaba pasando alrededor, y realmente estaban pasando cosas graves.
Hinata había sido encontrada.
Los guardias solo estaban esperando la confirmación final de Reonaru para matarla.
La mayoría de líderes intentaban ayudar con la evacuación quedando heridos.
Areku... Él, simplemente estaba siendo estabilizado nuevamente.
Sarada estaba enojada y no podía luchar.
–Odio todo esto. - susurro Reonaru. - No quiero matarte Zumizi, pero debo hacerlo.
Ella asintió. - Voy a detenerte. - fue lo único que dijo.
–Matenla.- afirmo Reonaru por radio.
Se escucharon unos cuantos disparos y una voz hablo.
–Listo jefe. - respondió por la radio. - ¿Algo más?
Zumizi sabía que había pasado.
Vio llegar a Sasuke y Naruto al lugar, su mirada fue a ver al pelirrubio.
Se distrajo por un momento, lástima...
Reonaru se acercó a ella con furia y clavó la espada en su pecho.
Ella no resultó herida, Reonaru se había suicidado.
–Lo siento... - susurro él. - De verdad lo siento.
Naruto se acercó a Zumizi con preocupación.
–Hinata... - susurro Zumizi - Ella, ella está muerta.
Naruto no lo podía creer, no iba a aceptarlo.
–Aun no estamos seguros. - hablo Sasuke. - Concentrense en la misión.
Todos asistieron.
–Inojin.- hablo por radio ella. - Busca refuerzos y ve a la casa Uzumaki. No vayas con Himawari.
Él acató la orden.
No sabía porque le habían mandado algo así.
La peliazul quería ir, pero él no le permitió.
–Es mi casa. - dijo Himawari. - Tengo derecho a ir.
–Tienes otra misión aquí. - respondió Inojin. - Evacua a los civiles, que nadie resulte herido de gravedad.
Himawari suspiro.
Odiaba seguir órdenes, y aún más de Inojin.
Pero tenía razón, ella había sido asignada para una misión
No podía defraudarla.
◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇
La pelea había terminado.
Todos habían vuelto a casa.
Al menos eso hubieran querido.
Varias personas murieron en esa disputa.
Entre ellos, la más importante fue la de Hinata Hyuga.
–Mamá.- susurro Himawari al verla en el suelo. - Por favor... Por favor... No me dejes.
–¡Mamá! - grito Boruto al tocar su cuerpo frío.
–Hina, mi hina. - la agarro como pudo Naruto, su esposo.
–Lo siento mucho. - se disculpó Zumizi. - No pudimos protegerla.
–Solo vete. -susurro Himawari dolida.
La noticia fue tan sorprendente para todos los medios.
Pero sobre todo, para los allegados de la Uzumaki-Hyuga.
Todos estaban tristes por los acontecimientos recientes.
Kawaki intento acercarse a Himawari cuando se enteró de la muerte de Hinata-san.
Pero simplemente no pudo.
Él, no quería dejarla sola.
Pero debía, tenía que alejarse.
Inojin, estuvo todo el tiempo con ella.
Consolandola, intentando animarla.
–No puedo más Inojin. - susurro ella. - Realmente no puedo más.
–Ey... Hima. - le abrazo el pelirrubio.- Todo estará bien, no te dejaré sola. Lo prometo.
Ella lo miro y se aferró a él como pudo.
"No me dejes sola... Por favor" pensó ella mientras derramaba lagrimas en su pecho.
–Estoy aquí, contigo. - susurraba él y todas las palabras que pudieran consolarla.
–Llora todo lo que quieras pequeña. - decía. - Estaré aquí para levantarte.
De todas las personas.
¿Por qué él?
¿Por qué tenía que confiar en él?
–Boruto.- hablo Sarada. - ¿Cómo estas?
–¿Que quieres que te diga Sarada? - suspiro Boruto. - Estoy mal, estoy destrozado.
La peli negra asintió.
–Puedes confiar en mi cualquier cosa.- hablo la Uchiha. - Yo... Realmente, nosotros... Somos... Amigos.
–Sarada.- susurro Boruto. - Quédate junto a mi, por favor.
–Bien.- hablo ella. - Me quedaré, y te apoyaré en todo lo que pueda.
Ella no entendía el dolor desgarrante por el que pasaba el pelirrubio.
Pero al menos intentaba hacerlo.
Intentaba apoyarlo.
Boruto y Himawari, ambos realmente sentían que su mundo se había caído.
La pérdida de su madre.
La pérdida de alguien tan angelical como ella.
Simplemente sus corazones no podían soportar tanto dolor.
Estuvieron semanas decaídos.
Semanas llorando sin parar.
Siendo acompañados por sus grandes amores.
Sarada e Inojin
Poco a poco, con el paso del tiempo, se animaban.
Mutuamente.
–Areku... - susurro Sakura. - Lo siento tanto hija.
Y ahí, Sarada sintió la desesperación de perder a una persona cercana.
Dolía como no tenía idea.
Sentía que se ahogaba en sus propias lágrimas.
Lloraba hasta desfallecer.
–Boruto... - susurro ella. - Areku. Mi Areku, él ya... Él ya no está conmigo.
Boruto decidio que ahora sería el momento para retribuirle a Sarada todo el tiempo que pasó junto a él.
Consolarla como ella lo había hecho.
–Estoy aquí Sarada. - susurro él. - Todo estará bien.
–Odio todo esto. - susurro ella. - Yo... Yo realmente esperaba tener una vida junto a él.
Esas palabras le dolieron al pelirrubio pero lo más importante siempre sería Sarada
–Yo... - intentaba desahogarse la peli negra. - Yo lo amaba mucho Boruto, como no tienes idea.
Yo... Lo quería demasiado.
Continuará...
Otro cap más! Espero que mes guste Jsjs.
Aunque creo que las muertes fueron un poco apresuradas.
Más adelante profundarizare un poco más
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