Boruto
–No... Sarada, quiero decirte algo importante.
Algo personal, y quiero que por favor me escuches y me permitas hablarte.
Ella quedó aún más sorprendida con ese mensaje.
Pero, no respondió... No tenía porqué responder, no sabía que responder.
Luego pensó, ¿por qué no quería responderle?
"Solo habla estupideces"
Si, esa era la razón.
Además, ¿qué podría decirle?
No eran amigos o algo como para que hablen de algo personal.
Sin embargo, no tenía un motivo por el cual decir que no.
–Terminando el trabajo hablamos.
Fue un corto mensaje.
Ahora solo faltaba que Boruto aceptara.
Si, Boruto Uzumaki.
Le escribió diciendo que quería decirle algo importante.
¿Y por qué tenía su número?
Simple, trabajaban juntos... ¿En dónde?
Pues en la empresa de su tío Itachi.
¿Por qué?
Pues a pesar de todos los problemas, Uchihas y Uzumakis seguían trabajando juntos.
Al inicio fue algo incómodo estar con la constante presencia del Rubio, pero luego se acostumbro.
Verlo casi todos los días, no sólo en el trabajo si no también en la Universidad, ya no le molestaba.
Después de unos meses, su presencia se volvió como un extra en su vida.
Ya había pasado un día desde que le llegó ese mensaje, y ya faltaban solo 5 minutos antes de que puedan hablar.
–Sarada.- una voz detrás de ella, una voz que reconoció fácilmente.
–Boruto.- respondió ella. -¿De qué quieres hablar?
–Tu... ¿Aún sientes algo por mi? - pregunto de golpe Boruto.
–¿Qué clase de pregunta es esa?- dijo ella para luego agregar. - No siento nada por ti.
–¿Me odias?- dijo después Boruto.
–No te odio Boruto, ¿por qué las preguntas?- dijo Sarada algo extrañada por la situación
–Parece que me odias, es como si me evitarás.
Trabajamos juntos, y no podemos mantener una conversación.
Sarada, se que me equivoque, fue un error realmente grande.
Quiero que me disculpes por favor, no quiero que me odies.
Por fin ahora, entiendo lo importante que eras en mi vida.
Sarada, lamento lo haberte querido y haber sido tan estúpido. Pero por favor, no quiero tu indiferencia.
Quiero recuperar nuestra amistad, ser como antes... Quiero que me perdones por favor.
Quiero que me digas que puedo hacer para solucionar las cosas, quiero saber... - Boruto, expresó todos sus sentimientos de golpe y se veía realmente arrepentido.
En su mirada se reflejaba la tristeza por las acciones que realizó en unos meses.
Unos segundos de silencio realmente tortuosos y tensos.
Boruto esperaba con ansias alguna respuesta de parte de la peli negra, y ella solo estaba intentando procesar las palabras que dijo el Rubio.
–Sarada, por favor... Responde
Quiero saber que puedo hacer para que me perdones, haría cualquier cosa para demostrarte que mi sentir es verdadero. - agregó él, dándole tiempo suficiente a la Uchiha para pensar.
–Boruto, yo no te odio.
El odio es un sentimiento muy grande y malo, y yo no siento nada por ti.
No siento nada más que una especie de costumbre, por trabajar juntos tanto tiempo aquí. - dijo ella.
–Pero ¿por qué me evitas?- pregunto Boruto.
–No te evitó. Simplemente no quiero una amistad contigo.
Te veo como un compañero de trabajo, y hablamos de trabajo.
No tengo la necesidad de saber más de ti o de tu vida, tengo otros proyectos y otras personas que me importan y merecen mi tiempo. - respondió Sarada.
–No soy lo suficientemente digno como para recibir un poco de tu tiempo... ¿Es lo que quieres decir? - pregunto Boruto desviando la mirada.
–No.
Escucha Boruto... Si al menos, alguna vez te importe y te importó conocer un poco más de mi.
Sabrás que soy una persona que tiene amigos, que una vez, fueron compañeros que demostraron ser confiables.
Tú, demostraste totalmente lo contrario.
No puedo ser tu amiga.
Conformate con que no te odie. - dijo Sarada, finalizando la conversación que habían tenido.
Pero justo cuando se estaba yendo, Boruto a lo lejos le grito: "¿Cómo puedo recuperar tu confianza?"
Y ella simplemente le respondió: "Averiguarlo tu solo"
Ese día, un arco iris se pinto en el cielo.
Era un inicio de algo bueno, que salió después de la tormenta y el sol.
Boruto quería rectificar sus errores, y eso era lo importante.
Un gran paso, en todo este lío.
Aunque él estaba algo confundido, Sarada no lo odiaba pero tampoco tenía el mínimo interés por ser su amiga.
No sabía que hacer para poder recuperar su confianza.
Pero estaba feliz al saber que ella no lo odiaba.
–Chicos, necesito ayuda. Hay que reunirnos, necesito un Consejo.
Escribió a su grupo de amigos, si a Mitsuki, Inojin y Shikadai.
Sus infaltables amigos.
–Claro Boruto, ¿dónde y cuándo?
Respondió el Albino.
–Hoy en la noche en mi casa, ¿pueden?
A eso de las 8.
Escribió el Rubio.
–Amm si.
Respondió Mitsuki.
–Si si, ahí estaré.
También dijo Inojin.
–Mendoukse. No creo que pueda, estoy en casa de Zumizi.
Escribió claramente, Shikadai.
–Waa Shikadai, te necesito. La mente maestra, tu inteligencia.
Escribió Boruto, haciendo un pequeño "drama"
–Voy a hablar con ella un momento.
Fue lo único que puso.
Pasaron algunos minutos, unos largos y lentos minutos.
–Creo que no va a responder.
Escribió Mitsuki.
–Lo más probable es que Zumizi le apagó o quitó el celular para que no se comunique.
Esa mujer da miedo, al igual que Rumi.
Escribió, chistoso, Inojin.
–Si, ambas dan miedo.
Afirmó Boruto.
–Para que decir que no, si es verdad.
Puso Mitsuki siguiendo la conversación de los chicos.
Y todo iba "normal" Hasta que recibieron el dichoso mensaje del pelinegro.
–Ya volví chicos. Estaré con ustedes a las 8:00pm.
–Hasta que regresas. ¿Qué tanto hacías?
¿Limpiar toda la casa o qué?
Escribió Inojin en modo de burla.
–Es qué demoraste tanto Shikadai, años, siglos.
Hasta parecía que te había castigado.
Agregó Boruto.
–Ja, se creen chistosos, ¿no?
Digan todo eso en presencia de ella, si tienen valor.
Respondió Shikadai.
–No gracias, no quiero otras patadas y puñetazos.
Escribió Boruto, recordando la vez que terminaron heridos por Zumizi y Rumi cuando decidieron enfrentar a Sarada y Himawari.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro