7. Tulipanes
Lynx
Camino por el campo de quidditch con mi escoba en mano, sé que Dumbledore dijo que la copa de quidditch fue cancelada, pero eso no significa que no pueda dar una vuelta por el campo. En realidad, una de las cosas que más disfruto es volar por el campo.
Sin más, monte en mi saeta de fuego (regalo de mi padre por mis buenas calificaciones y por ser prefecta), doy una patada y me elevo con rapidez en el aire, no espero para comenzar a volar por el campo de quidditch.
Es curioso ver este lugar que usualmente tiene gente (incluso cuando no hay partidos, hay gente que disfruta venir al campo), verlo completamente solo lo hace ver un poco deprimente. Pero bueno, las personas ahora se preocupan más por el Torneo de los tres magos.
Doy un tonel para salir del campo de quidditch y volar en dirección al lago negro, miro hacia abajo para ver a los estudiantes que descansan en los terrenos del castillo, es un sábado realmente agradable para pasarlo sentando en el césped o remojándose a la orilla del lago.
Vuelo hacia el bosque prohibido y me dirijo a una de las pequeñas islas con las que voy acompañada de mis amigos, aterrizo de una manera ágil y camino con mi escoba en mano hacia un lugar lleno de flores.
Encuentro cuatro tulipanes naranjas en el piso, como si alguien los hubiese arrancado y dejado en el piso simplemente por que sí.
El color de las flores me hace acordarme de George, me doy un golpe en la frente, pero termine dándolo con el palo de la escoba, generando un dolor demasiado fuerte.
Guardo los tulipanes en el bolsillo de mi túnica y monto nuevamente en mi escoba para volar de regreso al castillo, si alguien llego a verme me puede causar muchos problemas.
A veces olvido que soy prefecta.
Al regresar, me dirijo a la entrada del castillo, veo a mi hermano molestando a un par de niños y ruedo mis ojos, así que camino hacia él.
—Draco —él se giro y me dedica de una de sus tiernas sonrisas.
—Hola hermanita —estire mi escoba y sus ojos brillaron.
—Ve a volar, practica la reversa y el surfeo en escoba —le guiñe un ojo y sin más él tomó con emoción la escoba.
—Hasta la vista, perdedores —se montó en la escoba de un brinco y se fue volando.
—¿Qué? ¿No tienen nada mejor que hacer? —pregunté a Crabbe y Goyle, ambos se miraron y aplaudí dos veces—. Anda, no se queden ahí parados como bobos, consíganse una vida —rodeé mis ojos y me di la vuelta para dirigirme a la sala común de Slytherin.
George
Miro cuidadosamente las piezas de ajedrez que tengo frente a mí, Fred se encuentra a mi lado diciendo palabras de apoyo, miro hacia mi contrincante, o sea mi hermanito Ron quien parece disfrutar de esto.
—Caballo c3 —ordené, mi caballo se me movió hacia ese cuadro y rompió uno de los peones que tenía Ron.
—Ja, reina a d7 —lleve mis manos a mi cara para ver como su reina destruía mi rey—. Jaque mate, hermano.
—¡No! —se quejó Fred dando una patada al suelo.
—Y con esa van tres partidas que gana Ron —reconoció Harry—. Enserio que eres bueno —mi hermano un tanto modesto solo alzo sus hombros.
Tome uno de los emparedados que hay en la mesa y suspire.
—No puedo creer que mi hermanito me derroto —suspire.
—No puedo creer que hayas dejado desnudo a tu rey, ¡desnudo! —dramatizo Fred, algunos en el gran comedor nos miraron curiosos.
—Es solo un juego, relájense —nos dijo Maisie, todos la miramos.
Incluso Hermione.
—No debiste decir eso —murmuró Hermione.
—¿Solo un juego? —preguntó ofendido Ron.
Cuando el sonido de una lechuza hizo que muchos levantaran su cabeza. Se trata de una hermosa lechuza parda que se dejó caer frente a mí, me dio un suave picoteo y le di un poco del pan de mi emparedado.
Tiene cuatro lindos tulipanes naranjas y un pequeño sobre.
—Gracias bonita —la lechuza se fue satisfecha y leí el destinatario del sobre.
Más solo dice mi nombre.
—¿Alguien te dio flores? —preguntó sorprendido Ron.
—Pues eso es obvio, no Ron —dijo Fred quien me codeo— ¿Quién te las dio? —preguntó curioso.
—No dice —musite después de leer la corta carta.
George.
Tu sonrisa invade mis pensamientos, veo tus ojos en todas partes.
No sé si te gusten las flores, pero estos tulipanes me recordaron a ti.
Besos xx.
Mire la carta y luego los tulipanes sonriendo un poco.
—¿Quién te los dio? Son muy lindos —reconoció Hermione sonriendo.
—No dice —negué lentamente levantando los tulipanes.
—Mira eso, a Weasley le dieron flores —señalo Malfoy que tiene una saeta de fuego a su lado—. Toda una señorita eh, Weasley.
—Malfoy que tengas tu masculinidad frágil no es culpa nuestra, flores puede recibir cualquier persona —me defendió Hermione un tanto molesta.
Todos comenzaron a reír.
—Yo no tengo masculinidad frágil —bufó molesto.
—El día en que alguien te regale flores y te sientas feliz y orgulloso por eso lo veremos, pero dudo que eso pase —continuó Maisie.
—Dejen al pobre hurón respirar —dije a las chicas—, es solo un niño —Fred rasco su cabeza.
—Si sabes que solo nos llevamos como por dos años de diferencia, ¿no? —murmuró mi hermano gemelo.
—Ya sabes a lo que me refiero —murmuré rodando los ojos haciéndolo reír.
—Deberías ponerlos en agua —señaló Harry.
Tome un vaso y apunte mi varita para llenarlo de agua, coloque los tulipanes y sonreí alzando mis pulgares.
—Puedo graduarme con honores en herbología ahora —Hermione casi escupe su jugo de calabaza para comenzar a burlarse de mi—, gracias Hermione, gracias por tu apoyo.
—Cuando quieras George —me pare tomando el vaso con los tulipanes.
—Iré a presumirle mis tulipanes a Ginny —despeine el cabello de Maisie quien bufo y camine a fuera del gran comedor.
Por el pasillo, viene caminando Lynx abrazada a sí misma.
Comencé a caminar más lento y ella también, nos miramos por unos momentos y su mirada se posó en los tulipanes.
—Lindos tulipanes —señaló.
—Gracias —respondí sonriente.
—De nada —ella iba a caminar, pero tome su mano deteniéndola.
—No, me refiero a que, enserio gracias —ambos nos miramos y una pequeña sonrisa se formó en su rostro—. Me encantaron —susurré.
—Me alegra que te gustaran —musito con sus mejillas un tanto rositas—, yo debo irme —murmuró viendo nuestras manos entrelazadas.
Admito que no quería soltar su mano, pero la deje ir, sin más seguí caminando y cerré mis ojos un tanto emocionado.
No sé, pero creo que sí tengo oportunidad con Lynx y no la voy a desperdiciar.
Lynx
Tenía planeado ir al gran comedor, pero ahora solo quiero ir a mi habitación y gritar fuertemente.
Sabía que George se daría cuenta de que yo le di aquellos tulipanes, pero en realidad no me molesta, no sé cómo explicarlo, pero sé que hay algo que nos conecta a ambos y mientras más es prohibido más quiero estar junto con él.
El hecho de que me haya agradecido, que le hayan encantado los tulipanes me dejo muy feliz, tan feliz que podría cantar todo el día.
Al llegar a la sala común encontré a mis amigos sentados en los sillones, así que camine hacia ellos y me deje caer en el sillón con una sonrisa en mi rostro.
—¿Y esa sonrisota? —preguntó Luke alzando las cejas.
—Oh, es solo que es un lindo día —reconocí alzando mis ojos—. ¿No lo creen? —los tres se miraron entre sí.
—Claro, ¿estás bien, cariño? —preguntó Rachel tocando mi frente, fingiendo preocupación—. No es normal verte tan feliz, así como por que sí —rodé mis ojos sonriendo.
—Me encuentro muy bien, fui a volar un rato y me ayudó mucho —admití sonriendo mirando a mis amigos—. Y bien, ¿qué me cuentan? —pregunté cruzando mi pierna.
—Planeamos la escapada que nos daremos para el cumpleaños de Thomas —mire a Thomas quien guiño un ojo.
—Queremos ir a las tres escobas —explicó Thomas—. Mis hermanos van a venir de Francia y bueno, volar hacia la playa.
—Es una buena idea —admití—. Solo que tu cumpleaños es en tres días —le recordé—, y es lunes.
—¿Y qué? ¡Será divertido! —aseguró Luke—. Tommy se convierte en todo un hombre, que rápido crecen —fingió limpiar una lagrima haciéndonos reír.
—¡Vamos Lynx! —chillo Rach—, iremos nosotros —se señaló a ella y a Luke—. Estarán Dimitri y Elle —menciono a los hermanos de Thomas—, será muy divertido —aseguró—. Aparte, ¿a quién no le gusta la playa? —comentó cruzándose de brazos.
—Bien, pero yo no regresare tan tarde a Hogwarts —murmuré, mi amiga aplaudió con emoción—. Aparte si mi padre se entera, me mata —suspire.
—Descuida, Lucius no se enterará —me aseguró Thomas.
Mi hermanito llego a mi lado extendiéndome la escoba, se ve un poco molesto.
—¿Qué ocurre? ¿A quién tengo que irle a gritar? —pregunté alzando mis cejas.
—A esa sangre sucia de Granger —bramo molesto, Thomas se hizo a un lado en el sillón dejando que Draco se sentara a mi lado.
—¿Qué dijo Granger? —pregunté confundida.
—Dijo que tengo masculinidad frágil —fue inevitable no reír, Draco me miro frunciendo el ceño—. ¿Crees que es gracioso?
Le apunte con mi dedo molesta—. A mí no me hables con esa voz —el respiro hondo—. Sí, es gracioso —confesé—. Pero no te preocupes, aprenderás a no tener masculinidad frágil, muchos hombres la tienen —comenté haciendo que se relajara.
—¿Cómo quién? —señale a Thomas y Luke sin pensarlo, Rachel comenzó a reír divertida y ellos se miraron ofendidos.
—Claro que no —chillo Luke, Rachel asintió.
—Cariño, te quejabas de tu camisa rosa —el bufó.
—Eso fue hace unos años, ahora me gusta cómo me veo —aseguró acomodándose en el sillón, Rachel rodo los ojos.
—Sí, lo que digas, ¿por qué te dijeron eso Draco? —él alzo los hombros haciéndose el inocente.
Claro que conozco a mi hermano.
—Draco —hable alzando mis cejas—. ¿Qué dijiste para que dijeran que tienes masculinidad frágil?
El bufo rodando los ojos—. Me burle de uno de los gemelos Weasley por que le regalaron tulipanes.
Thomas y Luke se miraron y soltaron una carcajada al unisón.
—Ven como si tienen la masculinidad frágil —Rachel le dio un zape a su novio haciendo que se encogiera, rápidamente dejaron de reír.
—¿Quién le dio esas flores? —preguntó curioso Thomas.
—Ay yo que sé y ni me importa, el chiste es que me burle y Granger salió rápidamente a defenderlo, Winter también —explicó un tanto molesto.
—Pues aprendan a normalizar ese tipo de cosas —dije no solo a mi hermano sino también a mis amigos—. A mí me parece un gesto lindo —admití alzando los hombros.
—Lo fue —comentó Rachel—. Seguro fue Winter, está loca por él —aseguró mi amiga.
—¿Por qué no me has dado flores? —le reclamó Luke a Rachel, ella lo miro cruzando sus brazos.
—Ah, o sea que ahora quieres flores —el alzo los hombros.
—Pues si —Luke sonrió y Rachel rodó los ojos.
—No sabes ni que quieres Luke —aseguró mi amiga—. Como sea, no te sientas mal Draco, vas a madurar, y espero que ustedes también —suspiró mirando a Luke y Thomas.
Acomode mi cabello y mire hacia la ventana que muestra el interior del lago negro, al menos George ya sabe que yo le di esos tulipanes, él se veía tan feliz, tan lindo.
—¿Qué piensas? —me interrumpió Draco mirándome de una forma rara.
—Ah, tengo hambre y estaba pensando en que quiero tarta de manzana o unos bollos de Bath... o ambas —murmuré al final para mí y me pare—. Bien, iré a la cocina —sin más, despeiné el cabello de mi hermanito y salí de la sala común.
Tengo que aprender a no pensar en George cuando estoy con mis amigos y mucho menos cuando estoy con mi hermanito.
Que altas ganas de comprarme unas flores pero no puedo salir de casa :(
No sé, yo amo a George, es tan lindo.
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Besos;
Cici x
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