38. Hogar
George
Miro a mamá charlar con Lynx y me es imposible no sonreír, al final de cuentas tuve razón en algo: mamá la adora.
Ambas están bebiendo té mientras ella le está mostrando fotos de cuando yo era un bebé. Continuó haciendo el brownie cuando escuche las risas de Lynx, por lo que me es inevitable lanzar una mirada para ver la foto que sostiene en sus manos.
—No —murmuré abriendo mis ojos al ver como soltaba otra de esas hermosas risas.
En la foto tenía tan solo siete años, vestido de princesa, al lado de mi esta Ginny con un traje de dragón y Fred está comiendo tierra mientras que Charlie tiene una espada en su mano.
Mi pasado oscuro es que fui una princesa.
—Nadie quería ser la princesa pero tenían que rescatar a alguien —dijo mamá divertida—. Y Ginny no quería quitarse ese disfraz de dragón, así que George tuvo que ser la princesa.
Creo que Lynx está llorando de la risa.
—¡Es tan lindo! —mamá le dio la razón sonriendo—. ¿Puedo duplicar esta foto? La necesito en mi vida.
—¡No! —exclamé indignado.
—¡Claro que sí! —respondió mamá emocionada e ignorándome.
—Lo siento amor, pero esta foto me ha dado como diez años más de vida —dijo Lynx guardando la réplica de la original—. Nunca me dijiste que fuiste una princesa —me dijo burlona.
—Ja, muy graciosa Lynx —resople rodando mis ojos y ella me mando un beso antes de continuar su recorrido por mi pasado de infante.
Tome un poco más de chocolate para agregarle al brownie cuando se escuchó un CLAC y dos personas entraron a la casa.
Se trata de Ron y Hermione, quienes vienen de la mano.
—¡Hola! —saludo con una sonrisa Ron.
—¡Hola mi cielo! ¡Hola cariño! —mamá beso y abrazo a ambos para indicarles que les acompañarán.
Alce mi mano para saludar a Ron quien desvió su mirada al brownie.
—¿Eso es brownie? —apuntó con una sonrisa.
—Sí, ya casi queda listo.
—Genial, llegamos a tiempo Herms —señaló con una sonrisa mi hermano.
Agite mi varita con delicadeza, como Lynx me había enseñado y entonces todo el brownie comenzó a hacerse por arte de magia.
Han pasado tres meses desde que Lynx llegó a vivir con nosotros, han sido tres meses los que he pasado sin ver a Fred y aunque a veces es doloroso despertar sin verlo, el hecho de que Lynx este conmigo me ayuda a poder sobrellevar el dolor que me es inevitable no sentir.
Me ayudado a mantenerme distraído, sí, eso ha sido. Me enseñó a cocinar, también hemos preparado pociones que terminan en cosas viscosas que cobran vida y debemos huir de nuestro inventos, me ha ayudado a reír y salimos de vez en cuando al mundo Muggle.
A veces mis hermanos y yo nos reunimos pero simplemente se siente un vacío que dejó Fred que nadie nunca podrá llenar.
Tratamos de distraernos con juegos Muggles que Hermione nos ha conseguido, son tan divertidos que sale a relucir nuestro lado competitivo, sí, a veces siento como si estuviese siendo todo tan rápido, pero en algún punto tenemos que hacerlo, aparte se que tanto a mis hermanos y hermana les duele, a veces Ginny se me queda viendo con cabeza ladeada y otras veces Percy me dedica sonrisas tímidas, como si fuese la primera vez que conoce a alguien.
No soy el único que tiene que asimilar que ya no habrá Fred y George.
Lynx al final de cuentas se ha vuelto en toda un Weasley, ha sido realmente bienvenida en la familia y todos mis hermanos y hermanita le han demostrado lo mucho que le aprecian.
Bill incluso propuso teñir el cabello de rojo, pero ella no lo permitió.
—¿Cómo va el castillo? —preguntó Lynx a Hermione y a Ron.
—Poco a poco —respondió Hermione—, en realidad, son muchos daños los que hubo —dijo abriendo sus ojos—. Pero, esperamos que para septiembre esté listo y se puedan reanudar las clases.
—¿Regresaran a Hogwarts? —preguntó curiosa.
—No.
—Sí —respondieron al unisón.
Obviamente Hermione dijo que sí.
—Pero Ron... —se quejó mamá.
—Mamá, ya he conseguido trabajo —dijo Ron, quien efectivamente, es un auror junto con Harry.
Mi hermanito se ha encargado de atrapar a uno que otro mortífago y meterlos a Azkaban... a muchos en realidad.
—Bueno, yo quiero terminar mis estudios para hacer mis E.X.T.A.S.IS y poder trabajar en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas —dijo Hermione con una gran sonrisa—, en defensa de los elfos domésticos —especificó.
—¡Eso es increíble! —dijo Lynx sonriendo—. Se que lograrás cambiar las leyes para los elfos, merecen un mejor trato —Hermione asintió con emoción y salí de la cocina con la charola de brownies.
—Creo que ya está el brownie —no tuve que decirlo dos veces antes de que Ron se parará y caminará hacia mi.
En cuanto menos me di cuenta, el ya tenía un pedazo de brownie y lo está comiendo.
—Muy rico hermano, pero a Lynx le sigue quedando mejor —admitió con una mueca—. Pero delicioso, ¿puedo tener otro pedazo? —hice un ademán para que tomara otro pedazo de brownie.
Tome asiento al lado de Lynx tomando su mano, mamá y Hermione también tomaron un pedazo de brownie.
—¿Qué opinan?
—Vas mejorando cariño —dijo mamá con una sonrisa, Lynx me miró con una sonrisa.
—Sigue así cariño y abriremos una tienda de postres —bromeó Lynx.
—¡Pido probar todos los postres!
Estuvimos hablando un rato y mamá se encargó de ahora mostrar fotos de Ron, las cuales hicieron soltar carcajadas no solo a Hermione, sino también a Lynx y a mi.
En cuanto el reloj marco las siete, toda la familia comenzó a llegar y los Weasley quedamos juntos con sus respectivas parejas.
—¡Yo no quiero hacer la cena! —se quejó Charlie.
—¡Quiero comida rumana! —Ginny le metió un zape en la cabeza a Charlie.
—¡Queremos comida rumana! —le apoyó Lynx.
—¡Comida! —exclamó Ron con su puño en alto.
Me crucé de brazos con una pequeña sonrisa al ver como mis demás hermanos golpeaban a Charlie para que se pusiera a cocinar, mientras que mamá y papá trataban de calmar a los animales que tengo por hermanos.
Montamos la mesa afuera puesto que trece personas (y un bebé) dentro de la casa sería un poco incómodo, ya que Andrómeda vendrá a cenar con nosotros.
Lynx ayuda a mi madre junto con Charlie a llevar las charolas repletas de comida; vasos y platos vuelan gracias a Percy quien los coloca en la mesa; Ron y Bill están aventándose un gnomo mientras que papá les pide que dejen al pobre gnomo en paz.
Una señora alta de cabello castaño apareció, tengo que admitir que se parece un poco a Bellatrix Lestrange, pero a diferencia de ella, Andrómeda se ve mucho más pulcra y tiene una linda sonrisa mientras carga un bebé en brazos.
—¡Andy! —exclamó mamá, ella la abrazó y tomó al bebé en brazos.
Harry y Lynx no tardaron en correr para ver al bebé y pelearse por quien lo cargaría.
—Tu no lo soltaste la vez pasada, es mi sobrino, merezco tenerlo —le reclamó Lynx, ella cargó al bebé Teddy dándole una vuelta al aire, haciendo que riera, Lynx lleno de beso a Teddy quien solo soltaba risitas mientras su cabello toma un color rosa chicloso.
—Yo creo que tu mujer ya quiere un hijo —me dijo Charlie codeándome mientras sube y baja las cejas.
—Cállate —murmuré sonriendo.
—¡Teddy! —exclamó Fleur que dejó de peinar a Bill para correr a ver al pequeño, Bill tocó su cabello.
—¡No terminaste mi trenza! —se quejó mi hermano.
—Huelo a que quieren un hijo —olfateo Percy, Charlie asintió riendo y sonreí al ver a Lynx.
Ella y Fleur están haciéndole mimos, pero Ginny llegó y como la princesa que es, empujo a Lynx y a Fleur para quitarle a Teddy.
—¡Niña, no es una quaffle! —le regañó mamá, pero Ginny va con cuidado con Teddy.
—Es mío —ella fingió una risa malvada, Teddy gritó alzando sus brazos mientras suelta chillidos de emoción.
A pesar de que tiene tres meses, le da por balbucear y gritar mucho, Lynx dice que eso se debe a que siempre hay gente hablándole a su alrededor.
—Bueno, ya, ya, quiero a Teddy —pedí a Ginny, ella dudó unos segundos pero entonces me dio al pequeño bodoque gordo.
Realmente es gordo.
Todos tomamos asiento, Lynx se sentó a mi lado y puse a Teddy en mis piernas mientras tomo sus bracitos para moverlos.
—Tengo hambre, denme de comer —dije haciendo que las manos de Teddy golpearan la mesa, todos ahí estaban riendo, pero la mirada de mamá me hizo hacer que dejara de hacer eso.
—Es tan lindo —dijo Hermione viendo a Teddy, él se pegó en mi pecho y acaricie su cabello, Lynx lo mira con grandes ojos y con mucha ternura.
—Quiero uno —me susurró en cuanto todos pedían que le pasarán algún alimento.
—¿Quieres que me robe a Teddy? —ella negó dándome un ligero codazo.
—No, no... bueno sí, pero no —dijo después de unos segundos, a lo que comencé a reír—. Ya sabes a lo que me refiero —murmuró un poco sonrojada, bese su cabeza y asentí.
—También quiero uno —susurré en su oído, ella chillo aplaudiendo, Teddy trato de aplaudir pero solo fallaba en eso—. Sigue intentándolo campeón, pronto aplaudirás con tu tía Lynx —Teddy trato de tomar el cubierto pero Lynx lo alejó rápidamente.
La cena transcurrió tranquila, Teddy terminó por pasar en los brazos de todos y al en realidad no le molestaba, hasta regresar con Lynx, quien ya estaba arrullando al bebé.
—Pues, yo veo a Lynx muy segura de querer tener un hijo —dijo Ron mientras come una rebanada de tarta de maleza.
—Ron, sigue comiendo —le apunte con un cubierto.
Claro que ambos queremos un bebé, pero primero tenemos que tener nuestra propia casa para poder tenerlo, la cual aún no tenemos. Aparte no quiero tener la presión de mis hermanos, ya que a todos nos gustaría ver a un bebé Weasley.
Solo que nosotros tendremos a un futuro bebé en el momento indicado.
—Sí Ron, sigue comiendo —me apoyo Hermione quien le dio un pisotón por debajo de la mesa.
—¡Es que sería genial ver un bebé por la madriguera! —Exclamó Charlie—. ¡Hagan sus apuestas! ¿Bill y Fleur? o ¿George y Lynx? ¿Quiénes serán los primeros en traer a un Weasley de tercera generación? —habló Charlie fingiendo tener un megáfono cual comentarista de quidditch.
—¡Bill y Fleur! —exclamó Percy alzando su mano.
—¡Sí! —le apoyo Ginny alzando su puño.
Juro que escuche decir a mamá—. Ya quiero ver a estos niños cuidando de niños.
...
La cena nos había caído de maravilla a todos, era lindo compartir momentos así, en especial cuando Teddy esta con nosotros, ese bebé sin duda alguna es capaz de causar alegría en cualquier lugar donde este.
Ya empezamos a hacer apuestas, Charlie y yo decimos que será Hufflepuff, pero Bill y Percy aseguran que ira a Gryffindor.
Me encuentro acostado en la cama, mirando a Lynx sin poder pensar en lo mucho que deseo vivir con ella y empezar a formar una familia, tener hijos suena algo maravilloso en realidad. Ladea su cabeza al mirarme de manera curiosa y se deshace de su ropa para después colocarse una de mis camisas que ya ha las ha adoptado como pijama.
Se dejo caer a mi lado y se abrazo de mi pecho, pegando su cabeza justo donde se encuentra mi corazón. La abrace de manera sobreprotectora y bese su cabeza.
—¿Qué piensas? —preguntó acariciando mi mejilla, mientras sus hermosos ojos me miran con curiosidad.
—En nosotros —respondí mientras me dedico a observar su rostro.
—¿Ah sí? —susurró—. ¿Qué? —curioseo, por lo que le dedique una pequeña sonrisa.
—En que... bueno, necesitamos tener nuestra privacidad —me di la razón en eso—. Ya sabes, no es tan... bueno, no es tan cómodo... me refiero a que está toda mi familia y... —la risa de Lynx me interrumpió, ladee una mueca y ella asintió con su cabeza.
—Sí, sí, te entiendo —susurró.
—Y pues... estaba pensando sí... —se acomodo para verme directamente a los ojos y la tome de la cintura—. Bueno, si nos mudamos juntos... a nuestro propio hogar —me miró sorprendida, creo que sin creer que acababa de decir eso—. ¿Qué dices? —pregunté en un susurró.
—Amor, tu... ¿tu estas seguro? —asentí con mi cabeza sin pensarlo siquiera, una sonrisa se asomo por sus labios.
—Sí, muy seguro —Lynx soltó una pequeña exclamación de alegría y se abrazo de mi con fuerza.
—¡Me encantaría! Estas diciendo, que, ¿tendremos nuestro propio hogar? —preguntó con ilusión y ojos cristalizados.
Solté un suspiró antes de responder—. Así es amor, tendremos nuestro propio hogar.
...
Tardamos tres días en encontrar un terreno donde construiremos Lynx y yo nuestra futura casa, en realidad fue gracias a Rachel que logramos conseguir una tierra en una pradera a tan solo una hora de la madriguera, cosa que nos parecio increible.
Mi hermano Charlie y Luke están mirando el terreno como si ellos en realidad supieran lo que están haciendo, cuando esta muy claro que no tienen ni una idea por que lo suyo son los dragones, no la construcción de casa. Lynx por su parte está al lado de Rachel, mientras mueve sus manos de un lado a otro como si indicara en donde estaría la casa.
—Hey constructores —hable dirigiéndome a Charlie y Luke—. Estos son los planos, o... algo así —murmuré un tanto confundido.
Digamos que tampoco yo se mucho de construcción de casas... en realidad, no sé nada.
Charlie y Luke forcejearon para ver quien vería primero los planos, negué con mi cabeza mientras me cruzó de brazos y mi hermano perdiendo la paciencia tomo del gorro que tiene Luke puesto para aventarlo muy lejos.
Luke fue corriendo por su gorrito cual perro detrás de un hueso.
—¿Quién lo hizo? Me gusta —dijo Charlie asintiendo con la cabeza.
—Hum, un mago de los de construcción que se encuentran en el callejón Diagon —respondí llevando mi mano a mi nuca—. Es como Lynx y yo queremos nuestra casa —Charlie me miro con una pequeña sonrisa y puso una mano en mi hombro.
—Estoy muy orgullos de ti, ¿lo sabías? —sentí un ligero sonrojo y alce mis hombros sin saber que decir.
Lynx llegó corriendo hacía nosotros, se metió en medio de ambos abriéndose paso y la mire con una pequeña sonrisa al ver como mira el plano y luego a Charlie con una enorme sonrisa.
—¿Te gusta? Es lindo, ¿verdad? —hablo rápidamente mirando a Charlie.
Se ve tan tierna.
—Sí, me gusta, quedará genial, se los aseguro —Luke llegó golpeando a Charlie.
Pronto los dos ya estaban dándose golpes.
—¡Dale en la cabeza! —le apoyo Rachel a Luke, fue imposible no comenzar a reír, pero claro que Charlie es mucho más grande y fuerte que Luke, así que termino cargándolo como costal de papas.
—Bien, entonces supongo que traeremos el material para comenzar a construirla cuanto antes —dijo Charlie que aún carga a Luke quien se cansó de pelear.
—Soy un debilucho —suspiró—. Ya me harte de ver tu trasero, Charlie, bájame.
Mi hermano, muy obediente lo tiró al suelo, solté una risita y Lynx negó con su cabeza.
—Niños —suspiro y tomo mi mano—. Vamos, tenemos que cercar el terreno.
Con ayuda de los presentes comenzamos a cercar el terreno, miré a Lynx que se ve muy emocionada dando brincos de un lado a otro y me fue imposible no sonreír.
Estamos a punto de construir el hogar en el vamos a compartir juntos el resto de nuestras vidas.
...
Fruncí mi ceño al ver como Charlie trataba de convencer a Lynx que dejara el techo de color rojo y negué con una pequeña sonrisa al ver como Lynx comenzaba a regañarlo por que al final de cuentas está claro que la casa será mía y de Lynx, no de esté traumado que adora molestar a mi esposa.
Mordí mi galleta y casi la escupí al ver como Charlie comenzó a correr porque Lynx va detrás de el con una tabla de madera en mano.
Estas dos semanas han sido de gran progreso ya que tenemos la casa construida, la familia ha estado tan entusiasmada que todos han venido a ayudar, aunque terminamos por ponernos a platicar en lugar de hacer trabajo alguno.
—¡Ven para acá Charles Weasley! —Charlie grita y da brinquitos mientras Lynx trata de golpearlo.
—¡Vamos Lynx! —Le apoyo Ron con el brazo al aire—. ¡En las nalgas! ¡Es donde más le duele!
—¡No por favor! ¡No en mis nalguitas! —chilló Charlie.
Cuando mamá y papá aparecieron a lo lejos Lynx rápidamente tiró la tabla mientras Ron se retuerce a carcajadas, Charlie se abalanzo sobre mi papá en busca de protección.
—¡Papá, protégeme! —papá confundido empujo a Charlie, tirándolo al piso.
—Charlie, quítate, ya estas gordo y viejo —escupí la galleta para comenzar a reír, Ron comenzó a llorar de la risa al ver a Charlie en el piso.
—Molly, Arthur, temo informales que Charlie está un poco zafado —murmuró Lynx balanceándose sobre sus talones con una sonrisa inocente.
—Oh, todos nuestros hijos, cariño —le dijo mamá para después besar su mejilla.
Solo que terminó exclamando al ver la casa y la miramos un poco confundidos y preocupados.
—¡Oh es hermosa! —exclamó con una mano en su pecho, Lynx pareció recuperar el aire y miró a mamá con una sonrisa.
Por fuera está casi lista, solo están terminando de instalar las últimas dos chimeneas que hacen falta, pero no va mal, en realidad, si es bastante hermosa.
Es de madera, pero la hemos pintado de blanco y los bordes de las ventanas son de color negro, por lo que resaltan y según Lynx "se ve elegante". En realidad, es una casa muy linda, el techo es triangular y resaltan las chimeneas, hay ventanas en todos los cuartos y sala porque ambos queremos que entre luz ya que a ninguno de nosotros nos gusta la oscuridad.
Sentí una mano sobre mi hombro y me gire para ver a papá quien tiene una sonrisa en mi rostro.
—Es muy linda, hijo.
—¿La casa o mi esposa? —pregunté sin poder contenerme, papá comenzó a reír y negó con una sonrisa.
—Ambas, ambas —respondió con una sonrisa.
—¡Vamos! ¡Les daré un recorrido! —dijo con entusiasmo Lynx, tomando de la mano a papá y a mamá para llevarlos al interior de la casa.
—¡Si claro! ¡Nosotros seguiremos trabajando en las chimeneas! —exclamó Ron ganándose un zape por parte de Charlie.
Aunque por fuera la casa es de un tamaño relativamente 'normal' por dentro es bastante espaciosa gracias a los hechizos que realizaron para que fuese más grande de lo que es.
—Aquí estará la sala —apuntó Lynx—. Y acá habrá libreros y uh, tenemos un espacio para ver películas —explicó emocionada.
—¡Amo las películas! —exclamó papá con emoción.
—¿Y la cocina? ¿Dónde estará la cocina? —preguntó mamá emocionada, Lynx los guió del otro lado de la casa y los seguí por detrás sonriendo un poco.
Las alacenas están listas, al lado de la estufa hay un gran lavabo donde platos que traje esta mañana están limpiándose por arte de magia para comenzar a acomodarse y quedar listos a usarse.
—Aquí, habrá una barra —apuntó con una sonrisa.
—Oh, me encanta, me encanta todo —suspiró mamá con manos en su pecho.
—¿Ya tienen las habitaciones listas? —indagó papá.
—Tenemos tres —sonrió Lynx.
—Así es —sonreí apoyándome en el marco de la entrada a la cocina—, sí llegamos a tener más de dos hijos iremos agregando más habitaciones —dije sonriendo a lo que Lynx se puso tan sonrojada que tuvo que inclinar su cabeza.
—Esa es una buena idea, hijo.
...
Hacer las cosas con magia ahorra tiempo y trabajo pesado, pero hacer las cosas al estilo muggle es mucho más divertido por que nos hace pasar aun más tiempo juntos.
Es por que llevamos quince minutos empujando los sillones por toda la sala para decidirnos de que lado lo dejariamos.
Hasta que por fin optamos por dejar el sillón más largo frente al lugar donde ira un librero, el pequeño en la esquina y el mediano en dirección a la ventana que tiene vista a la pradera.
Me dejé caer en el sillón un poco agotado y lleve mis manos hacia mi nuca sintiéndome un poco satisfecho, estoy seguro de que Fred sería el más emocionado de todos mis hermanos en estar ayudándonos en esto, aunque también se que se hubiese desesperado al vernos acomodar hacer todo sin magia.
Me fue imposible no sonreir y solté un suspiró al tan solo imaginarme su reacción.
Escuché unos pasos y me senté para ver como Lynx va entrando a la sala, tiene un vaso en cada mano y detrás de ella una botella de whiskey de fuego se encuentra volando.
Se ve bastante adorable con esas calcetas largas que tienen el escudo de Slytherin.
—Lindas calcetas, ¿son nuevas? —pregunte divertido, ella negó dejándose caer a mi lado.
—Las tengo desde los doce años —beso mi mejilla con una sonrisa y sirvió whiskey en mi vaso y después en el suyo.
—Por nuestro hogar —brinde, ambos chocamos nuestros vasos viéndonos a los ojos y bebimos un poco.
—George, esto es como un sueño hecho realidad —susurró Lynx abriendo sus hermosos ojos verdes.
—Lo sé —ella se recostó en mi pecho y bese su cabeza—. Lo hemos logrado, linda —Lynx alzo su cabeza viéndome confundida—. Después de todo, si estamos juntos, tenemos nuestra casa y en un futuro, tendremos nuestra familia —ella asintió, sus ojos se cristalizaron y suspiró.
—Todo sería más perfecto si Fred estuviera aquí —asentí y bebí del whiskey sintiendo un dolor en mi garganta.
—Yo sé que él siempre está con nosotros —Lynx beso mi mano asintiendo—. Él nunca nos dejará.
—Sí... solo... solo espero que no esté con nosotros cuando hacemos el amor —fue imposible no reír, ambos nos miramos y soltamos una gran carcajada.
—Merlín, Freddie, por favor, donde quiera que estés... no nos vayas a ver mientras hacemos el amor —Lynx mordió su labio y la sala se inundó de nuestras risas.
El resto de la noche, fue historia.
Broooooooooooooooooo.
Uno de mis sueños es construir mi casa y así, quiero.
Y luego, mk, mal plan, desde que empezamos en cuarentena yo re flasheaba que adoptaba un bodoque y ahora quiero un bodoque y o sea, si ya paso mucho tiempo desde que inició la cuarentena pero si quiero adoptar un bodoque , bro no puedo cuidarme ni a mi misma, menos a un bodoque :(
Besos,
Cici x
Ps: adoptaré un perro bc no puedo adoptar un bodoque.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro