5 años después

Lynx

Miro el espejo frente a mí y ladeo un poco mi cabeza, acaricio mi largo y dorado cabello lentamente cuando dos golpes se escuchan provenientes de la puerta de mi habitación.

—Adelante.

Mi madre entra a mi habitación, tiene con ella una caja un tanto grande que miro con curiosidad.

—Cada día te veo más hermosa —sonreí con ternura y dejo la caja en mi cama.

—¿Qué es eso? —pregunté curiosa.

—Ábrelo y lo descubrirás —un tanto emocionada camine hacia mi cama para abrir el regalo.

Dentro se encuentra un hermoso y delicado vestido negro con diamantes en el.

—Oh por Merlín —susurre tomándolo con demasiado cuidado—, madre esto es hermoso —ella sonrió satisfecha—. Pero, ¿a qué se debe? Mi cumpleaños no es hasta febrero —recordé.

—En la lista de útiles de este año piden un vestido de gala —solté un "oh" apenas audible—. Te verás hermosa —sonreí y caminé hacia mamá para abrazarla.

—Es hermoso, gracias madre.

—Bien, ahora guárdalo en tu baúl, salimos en quince minutos a la estación —asentí y camine hacia mi baúl color esmeralda para guárdalo con cuidado, tiene un hechizo de expansión por lo cual podría meter quince cajas más y aun tendría suficiente espacio para meter hasta un hipogrifo.

Sin más, decidí salir de mi habitación para bajar a la sala a esperar para salir a dirigirnos a la estación de King's Cross a un año más en Hogwarts. Aun me cuesta creer que fue hace tan solo cinco años atrás cuando estaba nerviosa y emocionada por asistir a la mejor escuela de magia en todo el mundo.

George

Suelto un bostezo mientras camino junto con mi familia al anden 9 ¾, ojalá pudiese estar dormido, a Fred le pareció una grandiosa idea estar despierto escribiendo ideas para nuevos productos, y no es como si este molesto por eso, pero hay doce horas del día donde puedes hacerlo sin molestar a las personas que si disfrutan de la noche.

—Vamos Georgie, anímate, nuestro sexto año, uno más y seremos libres —dijo con emoción mi hermano gemelo.

—Sí, bueno, yo solo quiero dormir —admití, el rodó los ojos con una sonrisa.

—Bueno, este año tengo planeado invitar a salir a Angelina —comencé a reír por eso, que buen chiste.

—Dijiste lo mismo el año pasado —le recordé.

—Si bueno, el quidditch fue más importante, y había dementores por doquier, ya sabes, no es muy romántico —reconoció.

—¡Gemelos apúrense! —exclamo papá, ambos corrimos para atravesar la barrera y caminar a la entrada del tren.

—Pues buena suerte hermano, ya sabes que si te rechaza aquí tienes mi hombro —le dije en forma de burla.

—Muy amable de tu parte, ¿no piensas intentar nada con Maisie? —alce una ceja sin entender su pregunta.

—¿Maisie Winter te refieres? —Fred asintió como si fuese obvio—, ¿Qué tiene Winter? —el bufo.

—Hermano, Maisie te ama —esta vez lo mire sorprendido.

¿Maisie Winter amarme? Claro, pero si a cada minuto me dice que me quiere ahorcar.

—Que buena broma Fred, pero no te preocupes, no me gusta Maisie así que no tengo por qué preocuparme, aunque no sé a qué viene tu comentario...

—Woo, woo, no es ninguna broma, hablo enserio, todo el tiempo está detrás de ti y mira que a veces babea —reconoció.

No dije nada porque mamá comenzó a despedirse, vagué mi mirada hasta encontrarme con esa hermosa cabellera dorada. Se encuentra perfectamente cayendo por sus hombros, ya no lleva un listo esmeralda; sus mejillas tienen un color rosa y sus labios un tono durazno, simplemente tan hermosa.

—Georgie pórtate bien —mamá me saco de mi trance dándome un abrazo el cual respondí.

—Sí, mamá —asentí sonriendo.

—Vamos, hay que encontrar un vagón vacío —me codeo Fred.

—¡Nos vemos en navidad! —exclamé con emoción a mis padres quienes asintieron con conmoción.

Caminamos a la entrada del tren para toparnos con los Malfoy, recibimos una mirada por parte de Draco quien tenía su sonrisa burlona.

—Pero si son los Weasley...

—Draco cállate y sube —le ordeno Lynx sin mirarnos.

Él ni siquiera le respondió, asintió lentamente y la siguió por detrás.

—Bueno, bueno, si la reina de Slytherin viene más mandona que nunca —informo Fred.

—¿Reina de Slytherin? —interrogue.

—Sí, dicen que a Malfoy pequeño le dicen el príncipe de las serpientes, bueno pues ella por ser su hermana es una reina.

—Tiene lógica para mí —el asintió y sin más caminamos del lado opuesto a donde se habían ido para ir en busca de un vagón vacío o nuestros amigos.

Lynx

George se ve más guapo, ese cabello largo se le ve bien, incluso hasta creció algunos centímetros. Esperaba con ansias al menos poder toparme con él al llegar a la estación, pero el destino estuvo de mi lado para verlo de aún más cerca. Claro que como siempre mi hermanito tenía que abrir su bocota.

—Draco quiero que cuando este contigo te ahorres todos tus malos comentarios —el abrió la boca dispuesto a rezongar—, no lo volveré a repetir —respiro profundo y asintió.

—Okey, lo siento hermana —murmuro—, ¿Por qué eres tan buena? —pregunto con una mueca.

—No soy buena, simplemente no me agrada que andes por ahí haciendo una reputación de niño malo —Draco frunció el ceño—, a la hora de los golpes no eres tan valiente hermanito —despeine su cabello y sus mejillas se pusieron tan rojas como las de un tomate.

Sin más decir, camine a tomar asiento en una mesa vacía, no pasaron muchos minutos cuando dos chicos y una chica morena se sentaron conmigo.

—Hola Cissy —saludo con una sonrisa mi amiga Rachel—, ¿Qué tal el verano?

—Bien, no puedo quejarme —respondí levantando mis hombros— ¿Qué hay de ustedes? —pregunté.

—Fui a Rumania con mi padrino, ya sabes, a ver dragones —explicó Luke emocionado.

—Luke Davies no voy a permití que te vayas a Rumania sin mí —le amenazo Rachel.

—Tranquila amor, te llevare conmigo —le guiño el ojo a su novia y rodé los ojos.

—Que cursi son ustedes —hablo Thomas.

—Son envidiosos, es lo que pasa —aseguro Luke.

—Muero de envidia —dramatice.

—El día que tengan una relación lo entenderán —aseguró Rachel.

—Cuando eso pasé papá entrara a Azkaban por homicidio —confesé, causando que mis tres amigos rieran.

—Bueno, Cissy morirá soltera —sonreí levantando los hombros.

—No hay problema, tengo mucho amor para darme —aseguré.

—Eso es bueno —Thomas guiño un ojo.

—Hola —saludo Parkinson llegando a nuestra mesa junto con Draco, Goyle y Crabbe.

—¿Qué onda? —les dijo Luke.

Sin más, tuvimos que darle espacio para que se sentaran con nosotros, gracias a Merlín no tuve que soportar a Parkinson decir "Draquito" una vez más a mi hermanito debido a que me fui a dar mi ronda de prefecta.

O como yo la llamo: ronda de encontrar a la señora del carrito.

—¡Hola! —salude con una sonrisa a la anciana vendedora.

—Hola Lynx, ¿qué te voy a dar? —pregunto con su típica sonrisa amigable.

—Hum, quiero tres varitas de regaliz, dos ranas de chocolate y hum, ¿es empanda de calabaza? —señale emocionada.

—Así es, recién salidas del horno —canturreo.

—Dos por favor —me dio todo en una pequeña bolsita y le pague los cinco sickles—. Muchas gracias Philippa, que tengas un lindo día.

—Que tengas un buen año Lynx —me despedí agitando mi mano y me gire mirando mis empanadas para caminar nuevamente con mis amigos, pero choque con alguien que me hizo tirar mi empanada.

—¡Ay no! —me queje dando un pequeño golpe al piso.

—Cuanto lo siento —no dije nada y levante la mirada para ver a George—, enserio es mi culpa, yo te vi venir, pero no me moví y lo siento, tire tu empanada —rápidamente la levanto y luego me miro—, supongo que no quieres esto —murmuró apenado.

—Descuida —tome la empanada y la guarde en la bolsa—, se la daré a Pansy —George sonrió.

—Yo bueno... hum... te ves muy bonita —dijo en voz baja.

Mire a los pasillos, pero no hay demasiada gente, vamos a medio camino y muchos deben estar descanso en los vagones.

—Gracias —hice una pequeña mueca tratando de esconder mi sonrisa y miré mi bolsa con los dulces—. Oh, ¿quieres uno? —ofrecí sin saber que decir.

—No, estoy bien, gracias —ambos sonreímos.

Es la primera vez que tengo una conversación con George desde cuarto grado, cuando trabajamos juntos en pociones.

Si y fue cuando nos dimos nuestro primer beso en la librería.

La biblioteca se encuentra vacía, a excepción de George y yo que nos encontramos haciendo nuestro proyecto para la clase de pociones, aun no puedo creer que Snape me haya puesto en pareja con George.

Pero bueno, él es mejor que Fred o cualquier otro.

—¿Te parece si tu resumes este texto y yo este otro para al final juntar ambos? —pregunté, George asintió.

—Sí, me parece bien.

—Okey.

Trataba de concentrarme en el texto, pero era inevitable no mirar a George de vez en cuando.

—Y —hablo George, alcé mi mirada dejando de escribir—, ¿qué tal la sala común de Slytherin? —sonreí un poco dejando la pluma.

—Es, bueno, bastante fría en realidad —admití mordiendo mi labio—. Pero me gusta, tenemos vista al interior de lago y bueno, es lindo ver pasar a las sirenas y al calamar.

—Eso debe ser entretenido —asentí lentamente.

—¿Qué tal la de Gryffindor? —apoye mis brazos para ver a George.

—Es acogedora en realidad, me hace sentir como en casa —sonreí un poco.

Bueno, sí, la sala de Slytherin también me hace sentir como en casa, no hay mucha diferencia.

—Debe ser lindo —él asintió apretando un poco sus labios.

—Lo es, en realidad —hubo un pequeño silencio y suspiro—, oye Lynx, lo siento por las veces en las que mi hermano se ha burlado de ti.

—Oh, no te preocupes George —le aseguré restándole importancia.

—Enserio, es que yo he tratado de decirle, pero el simplemente es un, un cabeza hueca —solté una risa ante eso.

—Descuida, enserio —dije tomando su brazo y sonriendo.

George miro mi mano en su brazo y luego me miro a mi.

—Oh... hum —lentamente quite mi mano y la lleve mi otro brazo.

—Por cierto, es lindo saber que sigues siendo la misma linda niña de la tienda de túnicas —solté una risilla y me fue imposible no sentir un sonrojo en mis mejillas.

—Gracias, supongo —murmuré tratando de cubrir mi sonrojo con mi cabello.

Mire a George quien ladeo un poco su cabeza y relamió su labio sonriendo.

No sé cuánto tiempo nos miramos ni que fue lo que me impulso a acercarme a él, pero logre juntar mis labios con los suyos.

Le tomo un poco de sorpresa, pero no tardo en corresponder aquel beso de una forma tan tierna.

Nos separamos lentamente y relamí mis labios.

—L-lo sient...

—No te disculpes —me interrumpió acariciando mi cabello—, yo también quería besarte —confeso sonriendo.

Unas risas se escucharon y mire nuevamente mi libro, mis amigos, Luke y Thomas venían riendo.

—Hey, Cissy, vamos, hoy hay luna llena y queremos ir al claro del bosque con Rachel —me dijo Luke acercándose.

—Los veo allá chicos, tengo que terminar esto —señale el pergamino, ambos se miraron y luego me miraron.

—Bueno, te esperamos —anuncio Thomas; sin más, ambos tomaron asiento en la mesa con nosotros, George y yo nos miramos y apretó sus labios formando una mueca.

Mire a George y sonrió de la forma más sincera que alguien podría hacerlo.

—¡Georgie! —me gire un poco para ver a Maisie Winter caminar hacia acá, al verme su sonrisa se eliminó—, ¿qué te trae por acá serpiente? —alce mi ceja al verla dirigirme la palabra.

—No es algo que sea de tu incumbencia, Frosty —sus ojos se achinaron y sonreí angelical.

—Es Winter —bufó molesta.

—Sí, lo que sea —me di la vuelta por completo y mire a George—, con permiso, Weasley.

—Adelante, Malfoy —sin más, pase por su lado no sin antes mirar aquellos hermosos ojos chocolate.

Solté un suspiro y volteé un poco solo para ver como Winter entrelazaba su brazo con el de George.

Pero qué suerte tiene.

Agite mi cabeza despejando aquellos pensamientos, me enderece y seguí mi camino nuevamente a donde se encuentran mis amigos.

George

Maisie llego a arruinar el momento, si es que se le puede decir así, pero no había hablado con ella desde cuarto grado y se sintió tan bien volver a escuchar su hermosa voz.

—¿Te estaba molestando la Malfoy? —pregunto curiosa.

—No —negué lentamente—, tire su empanada y bueno... me disculpe, ya sabes —ella alzo su ceja.

—No sé qué piensas acerca de ella George, pero no deja de ser una Malfoy, no lo olvides —me recordó.

—¿Qué tengo que pensar de ella? —pregunté curioso dejando de caminar.

—Vamos, todos estos años que llevamos en Hogwarts he visto como la miras, aparte Fred me dijo que estás loco por ella.

Un poco.

—Bueno, no es de tu incumbencia —le recordé, su mirada se volvió un poco triste y suspiro.

—Como sea, vamos que Angelina debe estar a punto de matarse al tener que soportar a Lee y a Fred —sin más decir, Maisie comenzó a adelantarse, no dije nada y la seguí lentamente.

Si ella se dio cuenta de la forma en la que miro a Lynx cualquiera también pudo notarlo y bueno, ya que al parecer mi hermano gemelo está divulgando lo mucho que me vuelve loco...

Tengo que hablar con él antes de que lo termine publicando en El Profeta.

Qué onda raza, ¿qué opinan hasta ahorita de la fanfic?
Déjenme saber en los comentarios si encuentran algún error, se los agradeceré mucho.
Besos;
Cici x