Decidir regresar antes de lo previsto a casa no había estado en su opciones, al menos no en las temporadas pasadas. Siempre había preferido esperar y así salvarse de ser un prospecto para las hijas de las mamás casamenteras, el matrimonio no estaba en sus pensamientos, al menos no pronto y esperaba que su madre tampoco pensara en esa idea para él porque definitivamente no estaba preparado.

Regresar a Mayfair se sentía nostálgico, su familia siempre había sido pilar importante en su vida y en el último viaje, aunque tuvo mucha compañía de mujeres a su lado, se había sentido vacío y extremadamente solitario.

A pesar de ello, las tierras extranjeras habían surtido efecto en él, su nuevo aspecto desaliñado era prueba de ello. Lo hacía ver más confiado de si mismo, esa capa larga de pirata lo hacía sentir salvaje, de hecho, había olvidado sus modales en muchas ocasiones convirtiéndose en uno.

Quizás el Colin Bridgerton ingenuo de antes se había quedado en la ultima temporada, ahora era un hombre nuevo y en busca de aventuras que lo hicieran sentir vivo.

No aviso a su familia su llegada, no cuando sus cartas no habían sido devueltas en mucho tiempo por ellos, ni por su mejor amiga, de hecho, quizás en el fondo una de sus principales razones de su regreso era el averiguar que pasaba con Penelope Featherington para obtener su indiferencia desde la ultima temporada.

Había conocido a la pelirroja desde que era una niña, la había visto crecer a la par de su hermana Eloise y tenía el gran honor de llamarla mejor amiga. Una mujer extraordinaria, divertida, inteligente y de gran corazón, muy diferente a las mujeres debutantes que rodeaban la sociedad, a excepción de sus hermanas por supuesto. Su amistad había trascendido a lo largo de los años pero en los últimos meses después de no recibir ninguna misiva por parte de ella, la preocupación lo había embargado.

Penelope solía responder con entusiasmo cada una de sus aventuras, curiosa por aprender más sobre sus viajes y ahora no tenía absolutamente nada de ella.

Necesitaba saber cuanto antes si había pasado algo malo con la pelirroja, la preocupación por su mejor amiga parecía estarlo matando.

Cuando el carruaje paro en la esquina de su hogar, bajo con gran estilo aferrando el agarre a la única maleta que había cargado consigo en todo el viaje. Mantuvo la cabeza en alto y sonrió al estar en casa finalmente, extrañaba su hogar y a su familia.

Apenas camino unos pasos observo un grupo de jovenes debutantes que lo miraban con un peculiar brillo en la mirada, estaban rendidas ante él y nadie podía culparlas. Su nuevo estilo, ademas de ser un Bridgerton, dejaban expuesto el gran partido que era, cuantas no deseaban que las desposara y convertirse en la mujer del gran Colin Bridgerton.

—Buen día señoritas—saludo con esa sonrisa seductora que había funcionado de maravilla en el extranjero.

Las mujeres devolvieron el saludo entre suspiros sin apartar su mirada de la suya. Una de ellas había sido la mas atrevida al dejar caer su guante al piso, cosa que no pasó desapercibida por Colin recogiéndolo casi de inmediato y besando la mano el dorso de su mano de forma coqueta mientras le guiñaba un ojo.

—¡Colin!—escucho como su madre lo nombraba.

Se despidió de las jovenes que no paraban de mirarlo completamente embobadas por su presencia y camino con una enorme sonrisa por volver a reencontrarse con sus seres queridos.

—Familia—saludo a unos cuantos pasos de ellos—. Lo siento por la demora, hay algo de trafico por la presentación—explico viendo como todos lo observaban de forma expectante— ¿No quieren saludarme?

Hyacinth fue la primera en correr a sus brazos y Colin la abrazo con fuerza, Benedict y Anthony le siguieron con un par de palmadas en su espalda, Gregory fue tras ellos también, Kate lo recibió con una sonrisa y al castaño le alegro ver lo bien que resaltaba a su nueva hermana el papel de vizcondesa.

—Luces radiante hermana—estrecho a Francesca quien vestía como debutante perfectamente impecable—. Lo harás bien.

La castaña le sonrió y asintió.

Después encontró a Eloise quien también lo recibió con un cálido y fuerte abrazo. Apenas se separo de ella, no pudo evitar voltear al frente de la casa Featherington, buscando algún rastro de su amiga.

Penelope siempre estaba ahí para recibirlo cuando llegaba, siempre estaba en su hogar junto a Eloise y ahora, a pesar de tener a su familia con él, su regreso se sintió amargo sin la presencia de la pelirroja.

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El ambiente en casa comenzaba a molestarle a Penelope, sus hermanas casadas seguían igual de insoportables pero apreciaba a sus cuñados que no eran como ellas, el señor Finch y el señor Dankworth eran amables y los encontraba graciosos.

En su tercera temporada, las burlas y chistes sobre ser una solterona por parte de Prudence y Philippa comenzaban a fastidiarle, agradecía un poco que su madre no se les uniera.

Desde que se había alejado de Eloise, Penelope no había tenido otro lugar para escapar de su familia y a ese punto se sentía tam abrumado y fastidiada, solo quería salir de ahí pero su estilo de vida seguía siendo el mismo, nada había cambiado y dudaba mucho que tuviera el valor de hacerlo algún día.

Decidió tomar algo de aire y pasear por el jardín, esa tarde era la fiesta de debutantes que la reina ofrecía y con suerte podría recolectar algún buen chisme de la sociedad para publicar en Whistledown, sí, su identidad secreta era lo único que la salvaba de no caer en la locura, la única cosa que la hacía sentir viva.

Su éxito había trascendido con gran furor siendo  tan esperada por los habitantes de Mayfair, tenía a todos colgado de su mano, ella tenía el poder de cada familia y, aunque a la reina seguía detrás del paradero de Lady Whistledown, Penelope no pensaba detenerse.

Había aprendido a jugar ese juego siendo sumamente cuidadosa con cada paso que daba.

Ella era Lady Whistledown y no iba a renunciar a ello.

En medio de tratar de despejar su mente, vio a sus vecinos en la puerta de su hogar listos para el debut de Francesca.

Los Bridgerton siempre lucían impecables, perfectos e inalcanzables.

Recordó las muchas veces que deseo ser parte de esa familia, que quizás algún día Colin notara sus sentimientos y le correspondiera pero después de la ultima temporada había quedado más que claro que eso jamás podría ser posible.

Por un momento, nuevamente su corazón se estrujo un poco, no había podido olvidar aquella noche, cada palabra y risa burlona estaba impregnada en su mente recordando todo perfectamente bien.

Entendía que Colin no la quisiera, ¿pero acaso era necesario burlarse de quien solía llamar mejor amiga cuando minutos atrás había prometido protegerla?

Por supuesto que ella jamás podría ser una bonita y perfecta Bridgerton porque no encajaba en esa familia y porque nunca iba a ser una opción para Colin Bridgerton.

Visualizó a Eloise y nuevamente sintió un pinchazo de dolor en su pecho, más que perder a Colin esa noche, o de perder cualquier esperanza a su lado, le había dolido su discusión con quien consideraba su mejor amiga, aquella quien era su confidente, casi como una hermana.

La cara de entusiasmo de la familia se dirigió a un punto en particular y ella volteo casi de inmediato encontrando aquella figura tan familiar pero con un porte muy diferente al de la ultima vez.

Él había vuelto.

Dejando su ropa elegante atrás y con su nueva apariencia de pirata salvaje, Penelope se paralizo por un momento. No pudo evitar pensar en lo atractivo que se veía, mucho más que antes y lo odio tanto por aun tener poder sobre ella, quizás mantener su distancia con él evitando responder sus cartas y tratando de no pensar en él había resultado en vano.

Observo la escena con detenimiento, el coqueteo de Colin con las hermosas debutantes, sus sonrisas picaras, la forma en que levanto el guante del suelo, como besaba la mano de aquella mujer que era el típico estándar de belleza que encaja que con él.

Tuvo que morderse los labios y trato de ignorar la presión que se instalo en su pecho al verlo rodeado de mujeres tan bellas y perfectas, por supuesto que ella jamas sería una de sus chicas.

Y después de esa corta pero que para ella pareció ser una tortuosa eternidad, él caminó hacía su hogar.

Vio como abrazaba a cada miembro de su familia y justo después de terminar su abrazo con Eloise volteo a su dirección. Inmediatamente se echo hacía atrás escondiéndose tras un arbusto y después lo vió darse la vuelta mientras seguía la platica sus hermanos.

Penelope suspiró pesadamente, todo lo que había logrado construir en aquellos meses fuera de contacto con él parecía estarse derrumbando.

Colin Bridgerton había regresado con superioridad y aire de grandeza recordándole que no podía ser sacado tan fácil de su corazón.

En medio de su coraje contra ella misma por permitirse aun amarlo, había decidido darle un nuevo enfoque a su vida en esta nueva temporada; encontraría un marido, se casaría y se iría de ahí.

No podía seguir sufriendo por alguien que nunca iba a notarla y ella tampoco quería ver como él se enamoraba de otra mujer, lo había vivido ya una vez con Marina, no creía soportar otra más porque se había convencido que definitivamente no estaban destinados a estar juntos.

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¡Hola!

Bienvenidos a esta aventura nueva, he querido escribir un fanfic Polin desde hace un año exactamente pero me aterraba entrar a este mundo Bridgerton que aun no domino.

Esto lo escribo como diversión y por poner cosas que me hubiera gustado ver en la serie, la mayor parte esta basada en la serie y si se sale algo del canon una disculpa nunca soy buena enfocando la personalidad del personaje porque a veces meto mucho mi imaginación.

Espero que les guste.

Xoxo,
L🥀.