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-Entonces harry , ¿para que me llamaste?.- Cuestionó la castaña al ver que su amigo Azabache no emitía ninguna palabra .
Harry la había Guiado a su oficina a paso muy apurado, apenas podía seguirlo. Harry no solía llamarla de forma precipitada, tampoco la llamaba Hermione frente las demás personas, la solía llamar por Ministra. Lo que le daba más sospechas de que algo andaba mal , muy mal.
Harry , junto a Ron , se había convertido en Auror . Lo que incluía también tener su propia Oficina, sobretodo ahora que era Gefe de Aurores . Si antes tenía trabajo, ahora más aún.
Durante estos últimos años, había surgido cierta relación Con Harry y Draco Malfoy.
Después de la guerra , Harry terminó con Ginny , por que estaba demasiado confundido con sus sentimientos, y necesitaba estar solo . Fue entonces cuando Draco y él empezaron a entablar "una amistad". Desde ese momento, Ron y ella empezaron a sospechar que algo había entre ellos dos .
Además de que Draco era ahora Sanador en San mungo, y Harry siempre Iba allí todos los días , a la misma hora de siempre.
Sospechoso.
Pero ella no diría nada . Esperaría hasta que su relación saliera a la luz . y así pudiera decirle a George, Te lo dije.
Harry le hizo señas para que tomara asiento. Se sentó y esperó a que el azabache hablara.
- Debes casarte cuanto antes. - soltó Harry de la nada
- ¿Qué?.
¡¿Casarse?! . Por qué demonios debía casarse. Hacia no mucho tiempo que se había divorciado. ¡¿Y ahora Harry quería que se casé?!. ¿Que bicho raro le había picado a su amigo?
- ¿Estas bien Harry?, ¿necesitas que te lleve a san mungo? - preguntó.
- No. sé que pensarás que estoy loco, Pero créeme cuando te digo que debes casarte o perderás tu trabajo como ministra.
- ¿y que tiene que ver casarme con mi trabajo? - cuestionó confundida.
- ¿no lo sabes verdad?
- ¿saber qué , Harry ?
Qué debía saber. ¿Había algo que Harry supiera que ella no?. IMPOSIBLE ella siempre sabía todo. Por Merlin era la ministra de magia , la que sabe absolutamente todo.
- hay una ley , que...- se quedó en silencio unos minutos y luego siguió - dice que para ser ministra debes estar casada o por lo menos comprometida.
- ¿y que pasa si no lo estoy? ¿Que harán?, ¿matarme?
- no, pero si te sacaran de tu puesto de Ministra .
Eso era injusto. Por qué debe casarse, ¿cuál es la diferencia si esta casada o no?, qué, ¿traerá hombres a su oficina?. Por Merlín que estupidez.
- pues entonces cambiaré ahora mismo esa ley .
Tenía el suficiente poder para hacerlo. Además nadie s elo podría impedir. Ya que claramente ella era la jefa y quien tenía el alto control.
-Ese es el problema, Hermione, justo ahora estás por así decirlo de vacaciones. Como un retiro temporal. Y no puedes sacar ni poner ninguna ley - explicó Harry.
Cayo en su silla, petrificada. Así que eso era de lo que el señor Kingsley Shacklebolt , le había advertido antes de ser ministra.
Aún recuerda no haber entendido cuando él le había dicho "mientras tengas un anillo en tu dedo, no tendrás que preocuparte por tu puesto" . Era tan obvio, pero por la emoción del momento, no pensó. No pensó que ahora tendría que estar buscando un esposo o esposa desesperada, para no perder su puesto.
Gracias a su puesto como ministra había logrado grandes cosas. Como parar el maltrato hacia los duendes, El uso incorrecto de la magia, La discriminación hacia los no-magos y los sangre impura. La gente había dejado de verla como una sangre sucia, la veían como su salvadora, su Ministra, quien hacía que el mundo mágico estuviera estable.
Como la verían ahora. ¿La volverían a tratar como cuando tenia 17?, como una sangre sucia ingenua y miserable.
Por Merlín no queria qué eso pase nuevamente. No, no, no. Comenzó a ponerse muy nerviosa y a traspirar.
- Hey, Hermione, tranquila, encontrarás a alguien para casarte. - trató de tranquilizarla su mejor amigo.
- Lo se, Harry, ¿pero y que si no lo encuentro y tengo que casarme con alguien que no amo?. - lleve mis manos a mi cabeza frustrada.
- Vas a ver que no va a ser así. Créeme, encontrarás a la o el indicado. - Harry posó una mano en su hombro, dandole una sonrisa de fuerzas.
Le devolvió la sonrisa. Definitivamente era el mejor amigo que jamás podría conseguir.
Harry para distraerla un rato de todo este problema. La invitó a ir a comer a un restaurante, todo pagado por él.
Ella aceptó, con tal de salir un poco y despejarse. Tal vez un poco de aire frío aclarara su ideas. Y vería que hacer. En un futuro cercano.
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