Capitulo 8; ¿¡Dónde está mi esposa!?.
Emily se encontraba en la oficina de su hermana quién la miraba con frialdad, seriedad y decepción. Ambas Seraphines estaban sentadas en las sillas del escritorio de la mayor quedando al frente de la otra, Emily no levantaba su vista, solo veía el collar que estaba enfrente suyo en la mesa.
La joven Seraphin seguía con las manos atadas las cuales, la obligaban a no mentir y a responder las preguntas.
—¿Que tienes que decir respecto a esto?—. Después de unos buenos minutos de largo silencio, Sera por fina había hablado. Pusó su mano cerca del collar dando a entender que se refería a la foto.
—...—. Emily no dijo nada y se mantuvo callada.
—¿Mínimo sabes el castigó que te espera por cometer tal pecado?—. Preguntó seria pero también angustiada.
—...No, pero aún así estaré dispuesta al pagar el precio—. Levantó su mirada la cual era una de determinación y aceptación; Sera dio un largo suspiro.
—...¿Desde cuándo llevas haciendo eso?.
—Desde que empecé a faltar tanto a mis trabajos—. Su vista regresó al collar que seguía en la mesa.
—Dios....—. Dijo entre un suspiro de la sorpresa. —Esos niños....¿Que edad tienen? ¿Cuáles son sus nombres?—.
Ella no quería contestar eso, pero las cuerdas la obligaban. —El mayor tiene 8 años, se llama; Adrián, la del medio tiene 6 años, se llama; Adriana y la menor tiene 4 años, se llama; Elizabeth—. Desvío la mirada a un lado al momento de responder aquella pregunta.
—Su edad encaja perfectamente con el tiempo que llevaste desparecida hace años—. Comenzó a escribir las respuestas que su hermana había dicho; Emily siguió mirando a otro lado. Sera terminó de escribir e hizo su siguiente pregunta. —¿Ya conocías a la princesa del infierno?—. Posó los codos en el escrito y junto las manos apegando su boca a ellas.
—...Si.
—¿Y los huéspedes?.
—Tambien.
Sera volvió a escribir en la libreta y al terminar dejó el bolígrafo. —¿Cuántas veces el demonio Radio y tú los hicieron?.
Casi se ahoga con su propia saliva al oir eso, ¿¡Que clase de pregunta era esa!?. Emily no sabía si contestar o no esa pregunta, pero de todas maneras terminaría lo iba a terminar diciendo, pues después de todo las cadenas la iban a obligar.
—No llevó exactamente la cuenta, pero si puedo decir que han sido más de 100 veces—. Emily quería que la tierra se la tragara en esos precisos momentos, ya no quería seguir contestando preguntas.
Sera se puso sus manos en la cara lamentándose haberse no dado cuenta de todo antes que Emily le entregará su pureza al pecador.
—¿Te arrepientes de tal acción?.
—No, lo volvería a hacer.
¿Que carajos le había hecho el demonio Radio a su hermanita?. Emily siempre había sido tan inocente, nunca mentía, nunca había hecho mal y sobre todo se mantenía pura, pero ahora....¡Todo eso ya no está en ella! ¡Su hermanita no solo había pecado de mentir, sino también de haberse casado o comprometido su alma con la de un demonio y tener una familia!.
Esos...niños...esos niños llevaban no solo sangre de Seraphin sino también de demonios, sabrá Dios lo que esos niños podrían llegar a hacer en el futuro.
—¿¡Minimo te arrepientes de tal pecado que has hecho!?—. Miró con angustia a su hermana esperando una respuesta de un "si".
—No. Aquel pecado que cometí es un que me atrevería a volver hacer, no me arrepiento de nada, no me arrepiento de haberme enamorado de mi amado, de Alastor. No me arrepiento de haber dado a luz a mis hijos, no me arrepiento de haber hecho lo que hice por protegerlos. Si ésto es un pecado, con gusto aceptaré sus castigó.
—¡¡MALDICIÓN, EMILY!!—. Golpeó la mesa fuertemente al momento en que separó al escuchar la respuesta de su hermana. —¡Entiende que ese pecador solo está jugando contigo!, ¿¡Por qué le sigues creyendo!?.
Ambas se miraron fijamente, Emily miró a Sera con seriedad y la contraria la miró a ella con angustia y enojó.
[Recomiendo leer esta parte de la historia escuchando la canción. Le cambié un poquito la letra, mis disculpas]
—Algo en él que me hace creerle—. Comenzó a cantar Emily con un semblante serio y seguro. —Aun que me dices que; mejor me alejé. No es tú decision, no lo dejaré, no!—. Dirigió su mirada a otro lado siguiendo con su misma mirada.
Sera apretó sus puños. —Algo en él hay!—. Apareció una pequeña esfera en la que se muestra a Alastor, Emily la miró de inmediato. —¡Es un engaño~!—. La menor frunció el ceño al oir a su hermana cantar esto. —Y todo lo que te ha dicho, fue mentira~—. Cambió la imagen de la esfera a una donde Alastor había firmarle un contrato a un demonio. Sera se pasó atras de Emily quién la seguía con la mirada —Tu honra destruirás deja de jugar ya—. Despareció la esfera en una línea de humo que la rodeo.
Emily no soporto más y se levantó volteando a dónde estaba Sera.
—No me importa lo que digas, no voy a dejarlo ni a él ni a mis hijos—. Eso solo hizo molestar a la Seraphin mayor.
—Debejes dejarlo antes que sea tarde, ¿Que no lo vez? ¡Te arruinó!—. Alzó sus manos hacia Emily para después bajarlas lentamente mientras ella mantenía una expresión se enojó.
—¿Por qué te molesta? ¡Si él es honesto,!—. Con sus poderes, Emily volvió que el humo que rodeaba a Sera se volviera de nuevo en la esfera quién mostró a Alastor y a sus hijos haciéndola sonreír. —¡En su confesión!—. Mostró ahora el día en que Alastor y ella se confesaron su amor. Sera apretó los dientes.
—Es un pecador—. Interrumpió Sera antes que Emily dijera otra cosa. —Solo mentiras de ha de decir.
—¡Ni siquiera lo conoces!.
—No debo conocerlo, todos son iguales, engañan, roban, matan y traicionan y lo mismo hará contigo—. Eso solo hacia enojar cada vez más a Emily quién trataba de aguantar de darle una cachetada a la Seraphin mayor. —Debes de dejarlo, antes que sea tarde, ¿Que no lo vez? ¡Te arruinó!—. Volvió a cantar Sera.
—¿¡Por qué te molesta!?, ¡Si él es honesto!, ¡En su confesión!—. Dirigió su mirada a la esfera quién seguía mostrando a Alastor —¡Dividida estoy en dos!—. Hizo que la esfera se dirigiera hacia ella para tomarla con sus manos. —Yo confío en él~...—. Sonrió con amor al ver a su esposo en la esfera.
—Y más pruebas pido yo~—. Sera apareció detrás de Emily caminando al lado de ella con una expresión de frialdad en su rostro.
En ese momento Sera noto el chupetón que Emily traía en su rostro provocando su irá, volteó a ver al collar para atraerlo a su mano gracias a su poder.
—¡No fue concepción inmaculada!—. Sostuve el collar de la cadena haciendo que Emily vea el dijen y vea la foto que estaba en ella. —¡Él solo te hizo pecar, solo por más poder~!—. Los ojos de sus alas y pelo(?) se abrieron de la furia que sentía.
Tiró el collar a los pies de Emily quién lo recogió al instante que llegó cerca de ella.
—¡Por su arrogancia lo van a exterminar ya!—. Se dio la vuelta para ir directo a a la salida.
Eso alteró e hizo tener miedo a la Seraphin menor quién dejó de sostener la esfera más no el collar. Corrió directo de Sera para quedar al frente de ella.
—¡Nooo!—. Dijo una vez estando enfrente de la mayor. —¡Tienes que parar, no hay que juzgarlo, yo fui la única culpable de este "delito"~!—. Siguió cantando; Sera frunció el ceño al oir eso. —¡Inocente es!—.
—¿¡Y por qué le lo crees!? ¡Ya!—. Emily no dijo nada y solo siguió mirando a Sera con miedo, nervios y algo alterada. —¡Lo tienes que dejar!.
—¡Castigame a mi y no a él~!—. Cantó tan fuerte que Sera retrocedió un poco. —Oh~ lo único que sé~ es que a su lado de él y mis hijos quiero ir~...quiero ir ya~—. Levantó su vista revelando que estaba comenzando a derramar sus lágrimas que caían por sus delicadas mejillas.
Alastor se encontraba viendo a sus hijos jugar con Niffty y Sirpentius a la fiesta de té en los sofas de la recepción del hotel. Husk y Angel estaban tomando algunos tragos, se veían muy felices juntos, Cherry ya se había ido.
Justo en ese momento el portal del cielo se abrió enfrente de las escaleras, Charlie y Vaggie aparecieron pero cayeron al momento de entrar, y el portal desapareció.
—¡Oh!, ¡Que bien!, ¡Están de vuelta!—. Exclamó Niffty con una sonrisa mientras tenía un sombrero y lo que parecía ver un sombrero de plumas color amarillo, el sombrero era del mismo color.
—¿Dónde está Mami?—. Pregunto Adriana buscando con su mirada a su progenitora.
—¡Cierto!, ¿Dónde está Mami?, nos había dicho que vendría con ustedes—. Adrián también comenzó a buscar con la mirada a su madre.
Ni Charlie y ni Vaggie respondieron, solo se levantaron y desviaron la mirada, aquello ya no le gustó a Alastor y ni a sus hijos.
—Tias, ¿Dónde está mi Mami?—. Preguntó con preocupación la pequeña Elizabeth, si Elizabeth estaba triste es porque sospechaba que algo pasó con su madre cosas que notaron sus hermanos.
—¿Ella vendrá? ¿Verdad?—. Adriana se levantó se su asiento con una sonrisa angustiada, esperaba un su como respuesta.
—¿Solo se le hizo tarde?—. Ahora Adrian fue el que se levantó, no hubo respuesta ante su pregunta.
A Sirpentius, Angel y Husk ya no les gustó eso, algo había pasado con Emily pero rogaban porque no fuera pues si así era, tendrían que lidiar con un Alastor enojado.
Hablado de él... Alastor no había dicho ni una palabra, seguía esperando una respuesta de sus "amigas", pero al ver cómo reaccionaron ante las respuestas de sus hijos, hizo un esfuerzo por seguir sonriendo.
—Charlie...—. Alastor se acercó a la joven rubia quién no lo miró cuando la llamo. —¿Dónde está mi esposa?—. No hubo respuesta. —Charlie, querida, ¿Dónde está mi esposa?—. Volvió a preguntar y no obtuvo respuesta, su paciencia ya se estaba acabando. —Charlie, no te lo volveré a preguntar...¿¡Dónde está mi esposa!?—. Su tono de voz había cambiado a una más agresiva.
—¡Su hermana lo descubrío todo!—. Respondió Vaggie por Charlie; todos abrieron los ojos sorprendidos.
—¿..Que..?—. El demonio Radio estaba en shock, debía ser mentira, una maldita broma. —¿¡Sera lo sabe!?—. Sacudió de forma brusca a Vaggie por los hombros.
—¿Sabes su nombre?—. dijo Charlie.
—Emily me habló varias veces de ella, ¡Si ella lo sabe no debe ser nada bueno!—. Dejó de agarrar a la ex exterminadora para darse la vuelta y tocarse su frente.
—¿Que está pasando?, ¿¡Mami no volverá!?—. Preguntaba Elizabeth con preocupación por el bienestar de su madre, sus ojos se cristalizaron, se levantó abrazándo a su peluche.
Charlie miró a la hija de su amigo. —No sabemos si ella vuelva....
Aquella respuesta dejó en shock a los pequeños quienes comenzaron a llorar cada quien a su manera, Adrián tenía una mirada de enojó al momento de llorar, Adriana solo estaba sorprendida mientras lloraba y Elizabeth lloraba con todas sus fuerzas.
Angel y Husk fueron de inmediato con los niños, Husk cargo a Adrian, Angel a Adriana y Sirpentius cargó a Elizabeth. Charlie y Vaggie miraba cada quien a un lado.
Alastor no podía oír nada en esos momentos, sentia una gran irá y profunda tristeza recorrer su alma....su amada, su esposa, la madre de sus hijos, la única mujer que amó y seguirá amando estaba en peligro, enfrentando ella sola un castigó que se supone que era de ambos. El cuerpo del pecador comenzó a temblar, no dejaba de pensar en lo que estaría pasando a su esposa, y.... perdió el control, se transformó en su forma gigante pero no tanto alarmando a todos y de un rápido movimiento agarró a Charlie del cuello y atrago hacia él.
—¡¡TE PIDE QUE LA CUIDARÁS!!—. Gritó amenzante y su voz se ollo con estática o algo así; Todos miraron eso horrizados. —¡¡ME ASEGÚRATES QUE NADA MALO IBA A PASAR Y MIRA COMO SUCEDIÓ ÉSTO!!, ¡ELLA NO ESTA POR TU CULPA!!—.
—¡¡ALASTOR, BAJALA EN ESTE PRECISÓ MOMENTO!!—. Ordenó Vaggie con enojó paga tratar de que Alastor la soltará pero no funcionó.
—A-Al-?—. Charlie tatrato de hablar, pero el pecador la está asfixiando.
—¡Carajo!, ¡Ya déjala!—. Pidió Angel quien miraba con enojo al padre de la niña que cargaba.
Alastor seguía mirando a la princesa con una notable ira, no reaccionaba con nada en el mundo...o eso se pensaba.
—Papi...—. Alastor abrió los ojos sorprendidos y volteó a su lado izquierdo notando la mirada que Elizabeth le daba.
Elizabeth veía a su padre con lágrimas en los ojos, el pecador miró a sus demás hijos y miró que también estaban tristes...cierto...no era el único que la estaba pasando mal. Dejó a Charlie en el suelo quién respiró varias veces y volvió a su forma original, miró a sus hijos desapareció en su sombra para ir a su estación de radio.
Al llegar a su estación de radio se dejó caer al suelo dejando que sus lágrimas cayeran, miró el anillo de matrimonio de su dedo y lo abrazó en su pecho. No quería estó, no quería estar sin su esposa, era consciente que no era el único que estaba afectado por lo de Emily, sus hijos también estaban y de seguro peor pues eran unos niños que ni llegaban a los 10 años de edad.
Alastor solo pedía una cosa en estos momentos...su esposa, la necesitaba en estos momentos, necesitaba saber si estaba bien, necesitana saber que no le pasaba nada malo... necesitaba a su esposa.
De algo estaba seguro en esos momentos y es que...haría pagar a los malditos que alejaron a su amada de él...
Y ya tenemos el capítulo 8 listo, ya me falta poco para terminar está historia, solo 4 o 3 capítulos y ya quedó, terminaré esta historia.
Ahora me despido de todos, hasta el siguiente capítulo, Adiosito!.
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