Habían pasado más de tres días desde que el demonio radio comenzó a vivir en el Hotel Hazbin con la excusa de que estaba aburrido y necesitaba algo para divertirse, palabras que Vaggie; la novia de Charlie, no creía para nada pero tendría que confiar en él por Charlie.

En el distrito olvidado del infierno justamente en una casa que estaba bien escondida que por fuera parece desgastada pero por dentro parecía una mansión, estaban Emily jugando con sus pequeños niños en la sala.

—¡Soy la princesa Elizabeth!, ¡Y salvaré a la hermosa Reina Mamá del malvado hechicero Adriana—. La niña tenía un vestido de princesas pero tenía una espada y un escudo de juguete en mano.

Adriana hizo su aparición con un traje de hechicero y con una barba de mentiras. —¡¡Jojojo, ya quiero verte intentar salvar a la Reina Mamá!—. Desafío mientras señalaba a Elizabeth con su báculo de juguete.

El mayor de los niños se puso a un lado de Elizabeth. —¡¡Ella te vencerá porque tiene mi apoyo!!—. Adrián estaba disfrazado de un caballero y también tenía una espada de mentiras pero no un escudo.

—¡Oye, alto el juego!—. Adriana se quitó la barba. —¡¡Eso no se vale, son dos contra uno eso no es justo!!—. Señalo a sus hermanos, molesta y haciendo un puchero.

—Mi Dulce Lunita, tu hiciste lo mismo cuando te toco ser el caballero y tú hermano el hechicero—. Intervino Emily la cual estaba encerrada en una silla supuestamente "atada" con una cuerda de saltar.

—Asi?—. Cuestionó la del medio mientras recordaba eso; sus hermanos asintieron. —¡Así ya me acordé!, ¡Entonces si vale!—. Dijo con una sonrisa superior. —¡Bueno síguenos el juego!—. Tocan el timbre. —¡Me llevaba!—.

—Ese debe ser su padre!—. Habló con entusiasmo mientras se quitaba la cuerda de saltar y se levantaba del asiento.

—¡¡Papi!!, ¡¡Papi ya llegó de su trabajo!!—. Exclamó con alegría la menor mientras salía corriendo a seguir a su madre.

—¡Al fin, ya lo extrañaba!—. Adrián siguió a su hermana menor.

—¡¡Oigan, no sean feos, espérenme!—. Salió corriendo Adriana detrás de sus hermanos.

Emily se acercó a la puerta de la cama y sacudió la falta de su vestido y se acomodó un poco el cabello para después mirar por el círculo pequeño de la puerta para confirmar si era su esposo y si, si era él. Los niños se amontonaron a unos grandes pasos de su madre para recibir a su papá.

La Serafín abrió la puerta. —¡¡Amorcito!!—. Emily saludo a su esposo lanzándose a abrazarlo y fue correspondida.

—Mi Amor~!—. Alastor recibió el abrazo de su esposa con mucho cariño y después la tomó de la cintura para alzarla y darle vuelta en el aire haciendo los reír a ambos. —Oh Amor~!, Veo que tienes un nuevo look~—. Dijo en un tono coqueto mientras bajaba a su esposa y la tomaba de la mano derecha donde están su anillo de matrimonio.

—Jejeje ¿Te gusta?—. Dijo con una sonrisa tomando la falta de su vestido con su mano izquierda.

[Aclaró el dibujo NO es mío]

Alastor besó la frente de su esposa. —Me encata como luces con eso, Amor~—. Respondió manteniendo su tono coqueta haciendo sonreír de forma dulce a su esposa.

—¡¡Papi!!—. Los tres niños salieron corriendo hacia Alastor quién se agachó para poder abrazar a sus pequeños.

—Mis adorados hijos!, ¿Cómo se encuentran?—. Abrazo con cariño a sus niños a la vez y los soltó cuando hizo la pregunta.

—¡¡Bien!!—. Respondieron a la vez.

—Estabamos jugando al reino encantado y yo era el malvado hechicero que secuestro a la Reina mamá—. Explicó con entusiasmo Adriana mientras movía los brazos; Alastor cargó a Elizabeth.

—¡Es cierto papi!—. Confirmo Elizabeth. —Y yo era la valiente princesa que salvaba a la Reina mamá junto con Adrián que es el caballero!—. Dijo eso con orgullo.

—¿Dos contra uno?, eso no suena justo—. Dijo Alastor.

—Es que en juego pasado Adriana fue el cabellero e hizo eso primero—. Aclaró Adrián mientras levantaba su dedo índice y cerraba los demás dedos.

—Bueno si es así la cosa cambia, buenos vamos adentro—. Alastor camino adentro de la casa acompañado de su esposa e hijos.

Emily, quien llevaba su camisón de dormir, le dió un beso de buenas noches en la frente a su hija menor. —Buenas noches, estrellita—. Sonrió mientras se alejaba de la cama de su niña.

—Que sueñes bien, mi pequeña estrellita—. Alastor besó también en la frente a su hija para después caminar junto a su esposa a la puerta.

—Buenas noches, Mami y Papi—. Dijo Elizabeth mientras se acomodaba en la cama y abrazaba a su peluche de paloma.

El matrimonio miró a su hija menor cerrar los ojos y al vieron con una sonrisa cálida para después cerrar la puerta una vez que apagaron el foco.

La pareja ya estaba en su habitación y Emily tenía toda la intención de ir a su cama y dormir junto a su esposo más Alastor tenía otros planes. Tomó a Emily de la mano y la volteó para besarla y agarrarla de la cintura, la Serafín no se resistió, ella correspondió el beso de su esposa que al principio era uno dulce y empalagoso que poco a poco se estaba volviendo más salvaje y caliente para ambos pero la falta de aire les ganó y se separaron y lo único que unía sus bocas era un hilo de saliva.

—Cariño?—. Sus mejillas estaban rojas mientras miraba su esposo quien la cargó poniendo sus brazos abajo de ella para sentarla y ella enrolló sus piernas en la cadera de su esposo y sus brazos en el cuello.

El Demonio acarició la mejilla de su esposa con una mano mientras que con la otra la seguía sosteniendo. —Hace tiempo que no lo hacemos, Amor mío~—. Dijo coqueto haciendo sonrojar más a su mujer.

—Solo tiene una semana—. Comentó su esposa.

—Para mi es mucho tiempo—.

Emily lo pensó unos segundos y dio un suspiro. —Bien—. Acepto; Alastor sonrió. —Pero asegúrate está vez de que si pueda caminar—. Puso como condición.

—Oh Amor~, no te puedo prometer eso, pero te puede prometer que trataré de no hacerlo—. Emily trajo saliva al oir las palabras de su esposo, ya se estaba despidiendo de sus caderas.

Alastor volvió a unir sus labios esta vez en un beso lujurioso y amoroso que su esposa correspondió, aprovecho ese momento para meter su mano derecha debajo del camisón su mujer y en momento en que Emily sintió que él estaba tocándole justamente su parte íntima deciso el beso para después apretar con fuerza sus hombros.

—Ah~ Cariño~—. Escuchar los gemidos de su esposa eran la mejor musica que Alastor podía escuchar.

Dejó a la albina en la cama para seguirla besando mientras seguía tocándole no solo en su parte íntima, sino también en la punta de sus alas que eran muy sensibles al tacto.

—Oye Niffty—. Husk miró a la nombrada que estaba matando curachas.

—¿Que paso?, Husk—. La pequeña se acercó al felino; Angel estaba tomando una botella de alcohol mientras Charlie y Vaggie hablaban con Sirpentius después de que el pidiera perdón por haber sido una espía de Vox.

—¿No crees que Alastor a estado actuando raro?—. Eso llamó la curiosidad de Vaggie y Charlie que miraron al cantinero.

—Ammm bueno, ahora que lo dices, a veces siento que su aura oscura desaparece—. Comentó Niffty mientras tocaba su mejilla con el dedo índice.

—¿A qué se refieren con eso?—. Charlie junto con Vaggie y Sirpentius se acercaron.

—Conozco a Alastor de quién sabe cuánto tiempo, pero el siempre desprendía un aura peligrosa y como siempre tenía una sonrisa tenebrosa—. Husk comenzó a explicar mientras Charlie y Vaggie se sentaban y Sirpentius estaba parado escuchando todo junto con Ángel que están sentado. —Pero cuando desapareció no nos habíamos visto en 7 años hasta que el de pronto me "invocó" y nos volvimos a ver pero...—. Hizo una pausa.

—Pero que?, Gatito—. Hablo Angel curioso pero a la vez en su tono coqueto.

Husk dio un suspiro ignorando como lo llamo Angel. —Algo en él no era lo mimos...—. Niffty asintió cuando ollo eso confirmando lo que dijo.

—¿A qué te refieres con eso?—. Dijo Vaggie con una voz que exigía saber más.

—Aquella aura peligrosa y esa sonrisa egocéntrica y tenebrosa lucían más...¿Calmadas? ¿Tranquilas?, no lo se, pero si estoy seguro de algo....—. Todos miraron curiosos a Husk, menos Niffty, ella seguía matando insectos. —Ese idiota de Alastor no está ocultando algo y sospechoso que eso está relacionado con su cambio o más bien...el ser que lo cambio....—.

Cuando Husk dijo eso, se mostró a Emily dormida con su cuerpo desnudo pero tapado por la gran sabana mientras que Alastor la miraba con una sonrisa de bobo enamorado y besaba su frente.

Dedicado a; Michirubnax

Para aquellos que tal vez esperaban una escena de Alastor y Emily más subida de tonos y con más detalles, lo siento pero me temo que no podré hacer eso (es que no lo sé escribir).

Eso ha sido todo, espero que les haya gustado el capítulo, sin nada más que decir me despido. Chao!. ^^