Earth se las ingenió para agarrar a Tenon del cabello, desde la base del cráneo y alzándole la cara, dejó que su cuello sobresaliera, colocando el filo de la navaja justo en la yugular.

—Guarda tu maldita arma o le abro el cuello—amenazó el chico Omega con desdén, pero por dentro se moría de miedo.

—¿Quién demonios son ustedes? —vociferó el hombre de apariencia extranjera, sin atreverse a obedecer al joven de mejillas regordetas.

—Earth, mata al infeliz gusano, no te preocupes por mí—dijo Kao con calma.

—La verdad es que no tenemos tiempo para charlar. Si no cooperas, le abriré el cuello a este idiota y después a ti—repuso Earth—ya he tenido suficiente basura en mi vida como para soportar más.

Y presa de los nervios, tragó saliva y empezó a presionar la navaja en la piel de ese chico. Una perla de sangre saltó a la vista y el recién llegado ahogó un grito, lanzando el arma a los pies de Earth.

—¡Basta! ¡Dejen en paz a mi hijo! —gritó el tal Daniel Hidalgo, desesperado y con las manos en alto.

Kao se irguió inmediatamente y sacó su propia arma para amenazar al hombre.

—Dinos tu nombre—exigió el Alfa.

—Daniel Hidalgo—respondió el sujeto, con las mandíbulas apretadas.

—Nombre completo—masculló Kao, perdiendo la paciencia.

—Aarón Daniel Lobo Hidalgo...

Earth frunció el ceño sin comprender y de pronto, el reconocimiento a las palabras de la señora Jaidee se le vinieron a la mente. El extranjero de nombre con inicial "A". Kao le envió una mirada cómplice.

—Aarón Daniel Lobo Hidalgo—repitió el Alfa con arrogancia—eres el sujeto que más deseaba encontrar.

—Díganme de una maldita vez quiénes son ustedes—espetó el mencionado con un acento tailandés raro—y qué quieren de mí y de mi hijo.

—Yo soy Kao Noppakao, perteneciente a la gran familia Udompoch—se presentó hostilmente y sus palabras enrojecieron de ira a Aarón.

—Y yo soy Earth Katsamonnat—siseó el chico Omega—estoy aquí porque hace seis malditos meses asesinaron a mi familia sin miramientos; y una vecina me comentó que el abuelo de este tonto vio a un hombre de rasgos extranjeros y de nombre con inicial "A" entrar por la fuerza a mi casa y poco después fue el homicidio de todos ellos. Necesito respuestas que tú vas a darme, de no ser que quieras ver morir a tu hijo frente a tus ojos.

—¿Katsamonnat? —titubeó el hombre, temblando.

—Sí, ¿te suena? —inquirió Earth.

No obstante, Aarón cambió su mirada de odio a alegría y emoción, rompiendo a llorar muy entusiasmado; tomando por sorpresa a Kao y a Earth.

—Ahora ya te has dado cuenta de quién es, ¿verdad? —increpó Kao, con cizaña.

—¿Lo conoces, Kao? —repuso Earth, sobresaltado— ¿sabes quién es este hombre?

—¡Eres tú! —gimoteó Aarón, corriendo hacia Earth sin importarle nada. Abrazó al chico con cariño y dulzura, tal como haría un padre.

—¡Oye, suéltalo! —ordenó Kao, pero Earth le hizo señas de que todo estaba bien.

—¿Me conoces? —le preguntó el chico Omega al sujeto, aun siendo abrazado por él.

—Cualquier cosa que este tipo te diga, es mentira, yo sé la verdad y te la voy a mostrar—sentenció Kao, evitando a toda costa que el hombre hablara.

Para ese instante, Earth se apartó del tipo y miró con desconfianza al Alfa.

—¿Qué? ¿Cómo sabes tanto?

—Robándole el portafolio a la abogada de mi primo, leí muchísimas cosas privadas que dejó su anciano abuelo antes de morir, que envolvía a nuestra familia y a este imbécil, más no tenía idea que también al bastardo de Tenon, que resultó ser su hijo—respondió Kao.

—De quién deberías confiar menos es de este Alfa—espetó Aarón con recelo y se puso en pie, bloqueándole la vista a Earth del otro chico—yo te contaré lo que realmente ocurrió, no le creas nada a este arrogante idiota, que es igual o peor que su malnacida familia.

—Nunca he confiado en él—Earth señaló a Kao—me ha hecho demasiado daño.

—Habíamos acordado que ibas a darme la oportunidad de conquistarte y confiar en mí—arribó el Alfa.

—Si quieres que confíe en ti, déjame hablar con este señor—pidió Earth—a solas.

—Pero...

—Si él intenta algo, lastimaré a muerte a su hijo—musitó el chico Omega, dándole un golpecito leve a Tenon en la frente.

—No me iré muy lejos—anunció Kao, tratando de contener su impulso de rabia—estaré afuera con mis hombres...

Dicho eso, se dio la vuelta y salió de la casa a grandes zancadas, guardándose ambas armas en su ropa. La suya y la del hombre extranjero. En cuanto estuvo solo con Tenon y su padre, Earth se tensó.

—Yo no confío en nadie que no sea mi Alfa—le informó a Aarón—mi novio es el único al que le voy a creer, por lo tanto, te exijo que hables y me cuentes todo lo que sepas.

—Primero aléjate de Tenon para que pueda verificar sus heridas y limpiarlo—suplicó.

La verdad es que ese tonto Omega temblaba involuntariamente y estaba sudando frío. La sangre se había secado y en verdad parecía estar muy mal.

Aarón, bajo el escrutinio de Earth, cargó a su hijo al sofá y comenzó a limpiarlo y a tratar las heridas dolorosas de sus dedos.

—Le arrancaron las uñas—dijo con pesar— ¿Cómo es que tuvieron corazón para hacerlo?

—Sé que yo no soy un santo, pero tu hijo tampoco lo es—replicó Earth—es una mala persona. Lo educaste mal.

—¿Qué mal te pudo haber hecho Tenon? —siseó Aarón.

—¿Directamente a mí? Nada—contestó Earth con desdén—pero a mi novio sí. Jugó con sus sentimientos y lo abandonó, ¿Cómo piensas que puedo tolerarlo y tenerle consideración, cuando él le hizo muchísimo daño?

—Yo no sabía que Tenon había estado en una relación antes. Siempre me dijo que lo suyo era aprender alta costura y diseñar ropa—dijo Aarón, perplejo, mientras vendaba cada uno de los dedos de su hijo.

—¿Tampoco te contó que hace unos años estuvo con mi novio y el Alfa que acaba de irse? ¿Los dos al mismo tiempo, en donde salió embarazado y resultó ser que se acostaba con un tercero? —aguijoneó Earth.

—Mientes, muchacho insolente... —el hombre volteó a verlo con irascibilidad.

—Él mismo me lo contó anoche. Yo no tengo por qué decir mentiras.

—¿Cómo se llama tu novio? —quiso saber Aarón.

—Pongsapak Udompoch, él se hace llamar Santa para acortar su nombre y yo de cariño le digo Po.

—¡¿Qué?! —exclamó el extranjero con horror—es imposible, mi hijo sabía perfectamente que no debía mezclarse con esa familia y tampoco debes hacerlo. Ellos son malvados... —miró a Tenon y negó con la cabeza— ¿y qué hay de mi nieto? ¿dónde está?

—En algún lugar de Europa y es una niña, según dijo Tenon. Tiene una familia y él no quiere saber nada de ella—Earth se encogió de hombros—es extraño que, dices amar a tu hijo y no supieras de sus actos y de su embarazo.

—Él vive resentido conmigo porque no puedo estar mucho tiempo en Bangkok.

Earth aguardó pacientemente a que el hombre terminara de asear y curar a su hijo para poder preguntarle más al respecto sobre su familia y pasado, porque parecía saber más de lo que aparentaba. Y, a decir verdad, mientras lo observó con interés en silencio, una sensación de familiaridad lo embargó, como si lo conociera de hacía muchísimo tiempo.

—Bien, Aarón Daniel Lobo Hidalgo—Earth cortó el silencio— ¿ahora sí puedes contarme todo lo que sepas de mí y mi familia; y cómo es que me conoces?

—¿No quieres un poco de café y charlamos? —propuso Aarón.

—Pero sé breve, por favor o Kao volverá y no dejará que hablemos.

El hombre asintió. Dejó a su hijo en el sofá y corrió a la cocina.

En cinco minutos, los dos yacían sentados en el comedor con una taza de café americano muy caliente, que ayudaba al clima fresco de la mañana.

—Earth Katsamonnat, ¿quieres que te cuente todo de forma resumida o te parece bien que me hagas preguntas poco a poco?

—Comienza por informarme de dónde me conoces a mí y a mi familia—sentenció Earth, yendo al grano. Aquello era lo que más le importaba saber.

—Las personas con las que creciste y que fallecieron hace seis meses, no son tu familia. Jamás lo fueron—le aseguró.

—¿Qué? —Earth frunció el ceño—claro que lo son.

—No, ¿acaso te trataron bien y tenían fotografías tuyas de bebé recién nacido?

—Ahora que lo mencionas... no—hizo memoria y se puso lívido—pero a lo mejor es porque no tenían mucho dinero en aquel entonces.

—¿Y fotografías del presente? —lo miró directo a los ojos.

La expresión de Earth se estremeció. Solo había una fotografía de hacía unos cinco años en la que salía con sus padres y Zion, pero era familiar. Había fotos de su hermana desde que nació y hasta la última vez que la vio con vida, y de él no.

—¿Eso qué tiene que ver? Nunca tuve buena relación con ellos, pero es normal en las familias, ¿no? —increpó, tratando de convencerlo a él y a sí mismo.

—Escucha—se frotó el puente de la nariz—yo fui quien te dejó a cargo de esa familia mezquina. Eran unos simples Gammas de muy bajo rango, que podían camuflar tu identidad con facilidad. Aceptaron adoptarte con su apellido y dándote un nombre, a cambio de una buena cantidad de dinero.

—¡Mientes! —Earth sintió que el mundo se le caía encima—porque, si fuera, hipotéticamente cierto, ¿por qué mis verdaderos padres me abandonarían con esas personas?

—¡Es cierto! Y no te abandonaron, al menos no tu madre. Ella te entregó a esos Gammas para protegerte de mafiosos y de tu propio padre.

—Nada de lo que dices tiene sentido.

—Tienes qué creerlo. Tú no eres tailandés, chico—arribó Aarón—tú eres un joven chino de sangre pura. Tu nombre real es Kwan Zian, hijo de Kwan Tao y Kwan Jun, dueños de una empresa millonaria en Pekín.

La verdad es, que Earth muchas veces llegó a sospechar que tal vez no pertenecía a esa familia porque lo trataban peor que un zapato y luego cuando estaba con su hermanita, inmediatamente desechaba cualquier idea tonta de su cabeza porque ella era lo mejor que tenía en la vida. Y ahora, escuchando las palabras de ese sujeto, se dio cuenta que podría ser cierto. Le asustaba, pero al mismo tiempo, le aliviaba. No obstante, si aceptaba todo rápidamente, tal vez ese hombre se guardaría más detalles.

—¿Y tú qué tendrías que ver en todo esto? ¿Acaso asesinaste a esas personas que, según tú, no son mis padres?

—Yo no hice nada. Lo único que quise hacer fue ver si estabas bien, después de tanto tiempo, pero me dijeron que te habías ido y nunca regresaste—respondió—y cuando yo volví hace un mes, ya había sucedido el desastre.

—A ver, pero, no me contestaste qué tienes que ver conmigo ni mi supuesta familia china.

—Yo era el asistente personal de tu padre biológico en Pekín. Tú tenías alrededor de cinco años cuando la vida normal que tenías se acabó, gracias a unos tailandeses mafiosos, dueños de una empresa llamada Happy Fruits que tenía convenios con la compañía de tus padres en China—se rascó la frente con impaciencia—mi trabajo era manejar su agenda y pasarle llamadas o moverle fechas de juntas con más socios y asistir a eventos importantes. Todo era perfecto. Tu papá era maravilloso y me sacó provecho al ver que podía ser muy eficaz tras ser un prodigio mexicano entrado en los veintes.

«Un día, recibió una llamada para encontrarse con unos tailandeses que estaban muy interesados en convertirse en socios para expandir más sus negocios y aceptó, pese mis consejos de que serían una mala idea. Hubo un fraude, la empresa de tus padres quedó casi embargada por ellos y para evitar conflictos, se firmaron pagarés; y como era de esperarse los problemas más graves surgieron... El acoso de los tailandeses no cesó y empezaron a amenazarlo a muerte. El día de tu cumpleaños número cinco, yo atendí una llamada en la que tu padre casi se le dio un infarto por la impresión. Esa familia basura, los Udompoch negociaron con él, diciéndole que, si te entregaba a ellos, saldaría la cuenta enorme de dinero...

—¿Estás diciendo que la familia de mi novio fueron los causantes de mi "desgracia"? —Earth hizo comillas en la última palabra con escepticismo.

Aarón asintió.

—Al principio, tu padre se mostró preocupado por ti y tu madre. Me encomendó esconderlos hasta que todo estuviera bien, así que los llevé hasta Innsbruck, Austria, en lo que él lograba negociar nuevamente, ya que les había puesto un plazo para llevarte con los tailandeses—le dio un sorbo a su café—pero algo no me cuadraba, en las llamadas que él le hacía a tu mamá y a ti, sonaba cada vez más extraño, por lo que decidí interceptar sus emails que se enviaba con los mafiosos, puesto que yo tenía también su contraseña. Y ahí fue donde descubrí que tu estúpido padre había accedido a entregarte, pero no solo a ti, sino que también a tu madre. A ti te iban a mantener prisionero y a tu progenitora como prostituta—negó con la cabeza—decidí arriesgar mi vida por ustedes.

—¿Por qué lo hiciste? —titubeó Earth. Tenía ganas de llorar porque sus palabras parecían sinceras.

—Porque eran lo más cercano a una familia que yo tenía, chico. Al principio tu mamá desconfió de mí e intentó huir contigo, pero dos de los hombres de esos tailandeses, nos encontraron. Hirieron a tu madre de un disparo en la espalda, pero logré asesinar a esos cretinos—suspiró—enhorabuena, los médicos europeos le salvaron la vida a ella y poco después, descubrimos que estaba embaraza de un mes, obviamente hijo de tu padre, por si pudieras a pensar que yo tuve algo que ver—se ruborizó.

Earth parpadeó.

—¿Y dónde está mi supuesto hermano?

—Está justo allí, gravemente herido por ti—Aarón señaló a Tenon con la barbilla y Earth entornó los ojos.

—¿Qué? Pero dijiste que no tuviste nada que ver con el embarazo de mi supuesta madre. Tenon es tu hijo.

—No. Yo adopté a Tenon como mi hijo cuando tu madre... falleció.

Earth se quedó mirando a la nada, procesando con rapidez tanta información.

—Tenon dijo que su madre era hija del anciano que vivió en esta casa.

—No. Eso le hice creer—susurró—le pagué al anciano Sunan para que no dijera nada. Él jamás se casó ni tuvo hijos, pero estuvo feliz de pensar que Tenon era su nieto de mentira.

—¿Te enamoraste de mi madre?

Aarón no respondió todavía. En su mirada de dolor y desdicha, la respuesta afirmativa era más que palpable.

—Nuestro enamoramiento surgió luego de que supimos que estaba embarazada. La cuidé en todo el proceso y me hice cargo de ti también—explicó—ella se dio cuenta que me amaba cuando dio a luz a tu hermano. Estuvimos un año viviendo tranquilamente hasta que nos encontraron...

—¿Cómo puedo creer todo lo que dices? —Earth lo miró con desconfianza—bien puedes estar inventando todo esto.

—¿Con qué fin podría estar inventándote esta lamentable historia?

—Para evitar que asesine a Tenon por haberle hecho daño a mi novio.

—Creo que gracias a todo el trauma que tuviste que pasar desde muy niño, suprimiste tus recuerdos y por eso es que no puedes recordar nada del pasado—convino Aarón—tendremos que ir con un psicoanalista especializado en el hipnotismo para que traiga de vuelta lo que dejaste enterrado por el dolor.

Ahí fue donde Aarón perdió credibilidad en su relato.

—Oh, por favor, con eso, ya arruinaste todo—espetó Earth—ya te había creído hasta que mencionaste lo de la hipnosis.

—Tienes que creerme. Ven conmigo a una sesión, por favor. Necesitamos desbloquear tus recuerdos de la niñez.

—De acuerdo, bien, pero yo mismo buscaré al psicoanalista—interpuso el chico Omega—porque si es gente que conoces, menos voy a creerte.

—Vamos ahora a buscarlo si quieres, te acompañaré y esperaré afuera de tu sesión.

—No, ahora no. Si Kao vuelve y se entera que iremos juntos a una sesión de hipnosis, tratará de hacerte daño.

—Anteriormente dijiste que no confiabas en él porque ya te había hecho daño antes, ¿Qué te hizo? —Aarón apretó los puños y Earth bajó la cabeza, azorado—dime, por favor.

—Antes de huir de casa, tuve un encuentro sexual con Kao gracias a una aplicación de citas y al momento de tenerlo frente a mí, me acobardé, pero él quiso tomarme por la fuerza. Gracias al cielo mi amigo que era hijo del dueño del motel, logré salir ileso. Fue espeluznante—respondió—después tuve más problemas en mi familia y decidí marcharme. En el camino, conocí a un par de ancianos que dejaron quedarme en su pequeña casa y les ayudaba a recolectar frutas porque supuestamente cada seis meses llegaba su nieto a llevar toda la cosecha a una empresa. Yo no tenía idea de que esos ancianos eran dueños de una compañía millonaria y cuando fallecieron sorpresivamente, me di cuenta que ellos dejaron a mi nombre las acciones más importantes de su fortuna—bebió todo el café que ya estaba frío—con el coche que me obsequiaron, escapé de ahí junto con lo poco que tenía.

—Espera, ¿dejaron a tu nombre todo?

—Lo más importante, creo, y después volví a encontrarme con mi amigo, hijo del dueño del motel y también con su novio, que me dio empleo en un nuevo negocio nocturno y ahí fue donde vi a Santa, mi actual novio y Alfa—la tristeza en su voz se profundizó al pensar en su pareja—y también justamente me encontré con Kao, que resultó ser su maldito primo, en donde quiso asesinarme—se limpió una lágrima de solo recordar los bellos momentos que tuvo con Santa y en el anhelo que tenía en verlo—los otros primos de Kao me hirieron de gravedad en el brazo y fue Santa el que me curó porque estudia Medicina. Estuve tranquilamente viviendo con él, y aunque no me agradara y me gustara al mismo tiempo, jamás me hizo daño ni me obligó a nada. No obstante, Kao descubrió donde vivía su primo y se encargó de someterlo a golpes, dejándolo indefenso. Asesinó a la señora que trabajaba para nosotros y luego me secuestró a mí—tragó saliva—Kao Noppakao, él... me violó. Abusó brutalmente de mí mientras su primo estaba hospitalizado y me marcó con una mordida, dejándome su peste encima.

—¿Te violó? ¡Ese maldito infeliz! ¡Es igual a su basura familia! —Aarón gruñó, claramente encolerizado.

—Santa no me recriminó nada al respecto y fue muy considerado conmigo—sorbió por la nariz—me aceptó a pesar de tener la sucia marca de Kao en el cuello y que fui violado sin miramientos.

—¿Santa es a quien tu hermano lastimó?

—Sí.

—Es curioso que ese Alfa se haya enamorado de dos hermanos Omegas.

Earth rodó los ojos, asqueado.

—El punto es, que él es mío, mi Alfa y nada ni nadie me va a separar de su lado. Ni si quiera Tenon.

Aarón asintió.

—¿Y por qué estás ahora con Kao? Él te hizo daño, chico—se lamentó.

—Porque me raptó otra vez...

—¡¿Te volvió a tocar por la fuerza?!

—No, se portó normal, de hecho. No me tocó ni nada por el estilo. Han pasado tres meses desde que me separó de Santa—le informó—yo tuve un aborto espontáneo dos días atrás y quería estar tranquilo con mi novio, pero él apareció para alejarme.

—¿Estabas esperando un hijo de Santa Udompoch?

—Sí...

De repente, la risa irónica de Tenon sobresaltó a Aarón y a Earth. El Omega yacía aun en el sofá y miraba con mucha malicia a su hermano.

—He escuchado todo—dijo—y nada me impresiona, sino el hecho de que mi "hermano" mayor crea que Santa es suyo, cuando claramente no es así. Él me sigue amando.

—Cállate, Tenon—le espetó Aarón—debí imaginarme que estabas actuando de forma promiscua al ser un Omega atractivo, pero eso no te da derecho a ir destrozándole la vida a los demás, ni si quiera a ese chico que pertenece a la peor familia del mundo.

—Ya has dicho que no eres mi verdadero padre—masculló Tenon—así que el derecho de sermonearme ahora es inválido.

—Creo que es mejor quitarte las uñas de tus pies para que te desmayes de nuevo y no digas estupideces—siseó Earth.

—No le hagas caso—dijo Aarón—lo creas o no, Tenon siempre ha sido así. Jamás me respetó como padre.

—Espera a que sane totalmente mis manos—amenazó Tenon a Earth—e iré directo a buscar a Santa. No había querido ir a verlo porque pensaba que estaba mejor sin mí, pero por lo que veo, necesita mi amor nuevamente.

—Te atreves a buscarlo y no solo te arrancaré las uñas de los pies, sino también las bolas, maldito trasero festivo—vociferó Earth, odiándolo a muerte.

Aarón se llevó la mano a la frente, consternado.

—Earth, vamos con el hipnotista para que por fin creas lo que te digo y recuerdes todo—arribó el hombre—y tú, Tenon, deja de decir ridiculeces, ¿de acuerdo? perdiste tu oportunidad con ese joven Alfa, así que no te metas en este asunto.

—¡Les probaré que Santa caerá a mis otra vez con solo verme! —los desafió.

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