☾ *.ﾟ｡╻┃ CAPÍTULO 03
tortolitos en Francia ☾ *.ﾟ｡╻┃
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❝ los venados crudos no están en
mi dieta. ❞
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LA COYOTE OBSERVABA con una sonrisa tranquila a su durmiente novio, aquel chico despistado que ahora se veía más pacifico que nunca. Malia no pudo contener el pequeño suspiro que escapó de sus labios, despertando al moreno, quien la vio con una sonrisa adormilada y feliz.

───buenos días... ───murmuró Malia, recostando su mentón en el pecho del alfa.

───yo diría tardes, tortolitos. ───interrumpió cierto hombre lobo, entrando a la habitación y abriendo las ventanas. Arrugo la nariz con disgusto. ───ugh, huele a sexo y chocolate... ni siquiera voy a preguntar.

Scott se sonrojó hasta las orejas, carraspeando un poco mientras Malia se encogía de hombros con una sonrisa satisfecha.

───Isaac, no puedes solo entrar así.

───¿disculpa? Tú novia lleva viviendo en mi departamento casi un año y no he recibido ni un solo centavo. Creo que si quiero entrar, puedo entrar.

───el departamento de Argent, querrás decir.

Las miradas de Malia y Isaac eran un poema, mientras la coyote se mostraba indignada por Isaac, el hombre lobo estaba en la misma situación ante las palabras de Scott.

───¿disculpa? ¡Cuando Argent y yo llegamos este lugar se caía a pedazos! Ese hombre será un cazador con honores, pero NO sabe mantener un lugar en orden. ───se quejó Isaac, sentándose en la esquina de la cama mientras le pasaba una blusa a Malia.

Esta comenzó a vestirse sin pudor y Scott observó rápidamente a Isaac, quien veía su celular entretenido. Sin duda el alfa estaba más avergonzado de la desnudez de su novia que Isaac.

───¡y yo preparo traigo comida cada día! ¡Eso es paga suficiente!

Isaac rodó los ojos. ───Malia, te lo he dicho un millón de veces. Los venados crudos no están en mi dieta.

───¿como te fue en tu cita anoche? ───le pregunto Malia al rubio, con un interés genuino.

Y es que, hace casi un año, Argent le había pedido a Isaac que aceptara a la coyote en su departamento mientras esta conocía Francia. El hombre lobo no había estado muy contento al principio, su idea principal al salir de Beacon Hills había sido alejarse de todos esos recuerdos y tener a un miembro importante de la manada, tal como lo era Malia, no le hacía mucha gracia.

Por suerte, ambos se habían entendido casi al instante de conocerse. Con esa ironía y hostilidad que los caracterizaba, ambos habían conectado rápidamente y aunque Isaac jamás lo admitiría, la compañía de Malia había comenzado a disminuir aquella tristeza y soledad que sentía desde la muerte de Allison y el regreso de Argent a Beacon Hills. Las cosas se habían puesto aún mejor cuando Scott comenzó a visitarlos en vacaciones, tal como pasaba ahora.

───ni cita fue un desastre. Como las cinco anteriores. ───gruñó cruzado de brazos. ───tienes que dejar de arreglarme citas con mujeres que recién conoces.

───pero entonces sólo podría arreglarte citas con Lydia y Kira porque son las únicas chicas que realmente conozco. Y creo que sería algo complicado que las skinwalkers suelten a Kira... o que Stiles suelte a Lydia.

Isaac hizo una mueca. ───¿o sea que está entre dos locas o desconocidas? Uh... creo que me quedo soltero, gracias.

───chicos, no se si lo olviden pero yo sigo desnudo así que... ¿podemos hablar de esto cuando me vista? ───preguntó el alfa, indirectamente diciéndole a Isaac que saliera de ahí.

───¿que te avergüenza? No es la primera vez que te veo desnudo. ───dijo Malia, sin captar la situación.

Isaac si lo hizo, pero prefirió jugar un poco con la pareja. ───si, Scott. Tampoco es la primera vez que yo te veo así.

El sonrojo de Scott aumentó aún más y el rubio soltó una carcajada, asintiendo satisfecho y marchándose de ahí. Malia levantó una ceja hacia su novio.

───ni siquiera voy a preguntar.

Minutos después, los tres ya se encontraban en el comedor, disfrutando de la comida mexicana que Isaac había pedido.

Aun así, Scott se quejó. ───estamos en Francia, ¿por qué comemos comida mexicana?

───bueno, no voy a ir hasta Mexico solo por unos tacos.

La coyote asintió. ───no veo fallas en tu lógica.

El sonido de un celular interrumpió su charla, Scott sonrió al ver en la pantalla la foto de su beta y contestó con rapidez.

───ey, Liam.

Isaac bufo, ningún beta jamás sería más adorable que el. Malia pareció entender lo que pensaba, porque sonrió divertida.

───Scott... algo esta pasando en Beacon Hills... yo... no se si deba decirte por celular... tienes que venir.

Los tres jóvenes se tensaron ante las palabras del beta, Scott tragó saliva nervioso mientras que Malia golpeaba su frente contra la mesa.

───¡no otra vez! ───se quejó Malia, sabiendo que su estadía en Francia había llegado a su fin.

( . . . )

Melissa suspiró pasándole la taza a su esposo, las manos de Chris temblaban ligeramente y su mirada se encontraba perdida. Había estado así por horas, desde que Theo y Liam lo encontraron en el bosque, divagando y al borde de la locura.

───quizás es por la vejez. ───opinó Theo, que no había querido llamar a Scott para avisarle. Melissa le mando una mala mirada que lo hizo tragar saliva nerviosamente.

Liam suspiró, acercándose a Melissa. ───Scott dijo que venía en camino, pero es un largo viaje así que tendremos que arreglárnoslas por nuestra cuenta.

───la vi. Juro que la vi. ───susurró Argent, recordando la melena castaña y el cuerpo delgado de su hija. Su niña. ───estaba aquí, está viva.

Theo quiso discrepar, decirle que era imposible. ¿Pero lo era realmente? Es decir, las personas en Beacon Hills tenían la molesta tendencia de revivir, el mismo había hecho algo parecido.

Liam y él compartieron una rápida mirada, antes de que Theo asintiera.

───llamaré a Corey y a Mason para que vengan. Liam y yo iremos a investigar.

Melissa suspiró antes de levantarse, hace un año no podía soportar ni siquiera la presencia de Theo, incluso Liam la fastidiaba tras recordar lo que le habían hecho a su hijo. Pero ahora, ahora era diferente. Theo era diferente.

───tengan cuidado, chicos. ───les dijo, desprendiendo aquel amor maternal tan característico en ella.

Theo sintió su corazón latir con fuerza, preguntándose cuando había sido la última vez que alguien lo había visto así. Que alguien se había preocupado de esa manera por el.

Liam sonrió cual cachorro feliz y asintió, tomando a Theo del brazo para arrastrarlo fuera de la casa.

───todo va a estar bien. ───le sonrió Liam, creyendo que los latidos frenéticos de Theo se debían a la supuesta resurrección de Allison.

Theo le sonrió verdaderamente, como solo lo hacía con pocos y casualmente con Liam lo hacía seguido.