Jisung pensaba que el lunes a primera hora de clase todos lo estarían mirando, seguía sin recordar lo que había pasado esa noche y porque su cuerpo dolía de una manera extraña, entonces supuso que habría hecho algo tonto y que la noticia llegaría hasta los chicos de su universidad.

Pero para su sorpresa, las cosas parecían extrañamente más tranquilas.

Luego de un mes todo se normalizó, Jeongin no dejó de insistir sabiendo que su amigo la había pasado bien en aquella fiesta, pero, y como siempre, un "no, debo estudiar" se repetía como tantas otras veces.

Justo ahora ambos chicos se encontraban prestando, o al menos intentando, atención a la aburrida clase de Estadística dictada por su profesor Bambam. Jisung solía decir que el profesor no era el problema, era un hombre muy simpático que siempre procuraba tratar bien a sus alumnos, lo malo era que la materia muy poco atrayente para Jeongin y para él.

Estudiar administración de empresas no se les hacía tan fácil como a Minho y a Hyunjin.

-Hey Hannie- Susurró el menor de ojos de zorro.

-Shh-

-Hey Hannie- Repitió.

-¡Shh!-

-¡Hey!- Habló ahora en un tono más fuerte llamando la atención de algunos compañeros, pero para su suerte no la del profesor. Enseguida Jisung volteó el rostro con miedo y le cubrió la boca. Había veces en las que Jeongin parecía como un niño pequeño, necesitado de atención constante. Incluso a veces solía bromear de que era la razón por la cual solo tenía un amigo, pero la realidad era que ambos no necesitaban un tercero, entre ellos había una relacion que no encontrarían con alguien más.

-¿Qué?- Preguntó en un susurro.

-¿Recuerdas que te dije que desde ahora Minho ya no me acompañaba a las fiestas?- Puchereó, Jisung confundido solo atinó a asentir -Pues eso, todo el día se la pasa trabajando y los fines de semana solo se la pasa buscando a ese chico. Salir con Hyunjin es más divertido claro, pero me preocupa un poco su salud-

-¿Chico?-

-Dice que no puede parar de pensar en él, pero nunca preguntó su nombre y poco es lo que recuerda de su rostro, estaba ebrio, que te digo- Se alzó de hombros rodando los ojos -De todos modos dijo que recuerda sus ojos, redondos y brillantes...Pero hay tantas personas así que es casi imposible decir que fue una o la otra-

-Es verda- Paró sus palabras de golpe al sentir su estomago revolverse de manera extraña ¿El desayuno le había caído mal? No era posible, comía un pan con crema todos los días, los vendían cerca de casa y siempre eran deliciosos.

-¿Hannie, te sientes bien?-

Seguido de eso Jisung salió casi corriendo del salón donde se encontraban, llamando la atención de todos, pero claro que eso era lo que menos le importaba. Los pasillos estaban algo solitarios, las primeras clases nadie se las saltaba o si lo hacían preferían llegar más tarde simplemente para quedarse a dormir un poco más en casa, lo que facilitó su llegada hasta el baño.

Apenas al entrar a un cubículo quitó las manos de su boca, dejando que todo su desayuno fuera expulsado de su cuerpo sin razón aparente. Se sentía mareado, con la respiración errática y una muy rara sensación en el estomago que no había sentido antes. Ambos brazos hacían de soporte apoyados a cada lado de la taza del baño, mientras el resto de su cuerpo parecía estar flotando en las nubes por las nulas energías que poseían. 

-¿Qué es esto?- Murmuró  con los ojos pesados, pasando una de sus manos por su frente, quitando sus cabellos y una ligera capa de sudor.

-¡Hannie!- Gritó Jeongin cuando lo encontró -Vamos te llevaré a la enfermería-

Para ese momento todo su cuerpo no respondía de manera habitual. No comprendía que había hecho que se sintiera así. ¿Habrá dormido con la ventana abierta? ¿Le vendieron un pan malo? Sin encontrar soluciones, lo último que Jisung alcanzó a ver, fue la preocupada cara de su mejor amigo mientras gritaba por ayuda.

Se había desmayado.