Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝐟𝐢𝐟𝐭𝐞𝐞𝐧

capitulo un poco largo...

Con nerviosismo mordía sus labios, desde adentro del oscuro coche, en el cual llevaba alrededor de 5 minutos, solo limitaba a mirarla con las cejas fruncidas de preocupación. Ella se encontraba ahí, sentada en una de las bancas del café esperando con algo de impaciencia, lo sabía por el movimiento de sus piernas y que giraba su cabeza a los lados como buscando a alguien y, a pesar de no saber lo que pensaba, se veía algo ¿Decepcionada?.

-Cariño, ¿Quieres que vaya contigo?- Ofreció Minho desde el asiento del conductor. Ambos habían ido al lugar citado, para así prevenir cualquier accidente, pero no habían contado con algo...

Jisung tenía miedo, miedo de su propia madre.

Negó -Creo que esto es algo que debo hacer por mi cuenta- Mencionó, siguiente de dar un suspiro largo cerrando sus ojos. Frotaba sus manos heladas con ansiedad, aunque jamás espero pasar el resto de sus días sin ver a su madre por miedo de lo que ella podría decirle o, incluso hacerle, tampoco creía la manera tan rápida con la que su mundo se estaba moviendo actualmente -Solo, espera aquí y si algo pasa te llamaré- Le miró con ojos brillantes, dándole la confianza que Minho necesitaba para estar un poco más tranquilo.

Jisung salió del vehículo, con las piernas algo temblorosas pero intentando mantener su cabeza en alto con seguridad, caminó hasta adentrarse en el lugar, el cual no era tan grande como habría esperado desde la perspectiva de afuera, y ya casi sintiendo su corazón en la garganta, ¡Debía ser fuerte!. En las mesas habían tanto parejas, familias y alguna que otra persona que pasaba por ahí solo para desayunar o pasar un buen rato. Entre las tantas la vio, con su cabello oscuro bien peinado y sedoso, una chaqueta de cuero y un maquillaje al parecer sutil que la hacía parecer muchos años menor.

-¿Ho-hola?- Susurró, lo suficientemente fuerte para hacer a la mayor voltear. Cualquiera que se fijara en ellos por unos simples segundos no podía negar el parecido de ambos, sus ojos, cabellos y mejillas. Era como una típica frase de "copia y pega".

-Creí que no llegarías- Mencionó con una pequeña sonrisa de labios cerrados, sorprendiendo totalmente a Jisung, se le hacía extraña su manera tan dulce de ser luego de que en su cabeza día tras día se repitieran las últimas palabras que le había dado, llenas de odio y desprecio -Por favor, no te quedes ahí parado- Lo invitó a tomar asiento.

Entonces un silencio, incómodo ante el reencuentro.

La mirada del menor se mantenía fija en sus manos, simplemente no sabía como empezar una conversación sin sonar muy directo o algo irrespetuoso. Tampoco comprendía las actitudes de su madre, ¿Era amable por conveniencia? Temía decir algo y que mostrara aquella personalidad tan fría como siempre había sido.

-¿Tú querías hablar conmigo, verdad?- Escuchó de la nada, mientras los ojos de esta se mantenían fijos en la carta del lugar, tal vez checando los postres.

-Si, han pasado unas cosas y bueno...-Susurró.

-¿Te ha ido bien? Tus prendas se ven bastante bien hechas, de alta costura e incluso costosas- Una respuesta algo típica, la gente casi siempre lo primero en notar era su apariencia física. No mentía, sus prendas habían sido compradas específicamente por Minho, algunas incluso enviadas a hacer a su talla perfecta. Siempre lo consentía a él y al pequeño Jiwoong hasta el cansancio -Lo que digo es que tu llamada no fue para pedirme favores monetarios- Jisung negó.

-No necesito nada de ti- Mencionó con un tono bajo, haciendo que la mayor elevara su mirada. Al contrario de lo que esperaba encontrar, los ojos de esta parecían algo desconcertados y hasta...Tristes. De uno de los bolsillos de su chaqueta sacó una fotografía, la apreció unos segundos y la puso sobre la mesa.

-¿Quiénes son?- Se animó a preguntar con algo de miedo. En la pequeña polaroid aparecía un Minho algo despeinado, con su ropa de pijama y en sus brazos cargando a Jiwoong con delicadeza. Una foto tomada de una manera demasiado espontanea, pero para el pelimarrón significaba su mundo entero.

-Ellos son mi familia ahora- Dijo con confianza y una pequeña sonrisa.

El silencio en la mesa pareció reinar nuevamente, Han Sora, como en realidad se llamaba la madre de Jisung, dejó la carta que tenía sobre sus manos sin saber que decir. La relación entre ellos ya hace unos años que se había cortado, la brecha que siempre hubo no tardó en hacerse más grande una vez Jisung se mudó de casa, y por el contrario a lo que muchas madres atinan a hacer, ella no lo buscó ni una sola vez.

-Solo quería que estés enterada del asunto, no pido que te hagas responsable o te apiades de mi, solo, es algo que tenía que decirte- Los honoríficos eran casi inexistentes, la trataba como cualquier otra persona más, ya que su intención no era volver a formar lazos con ella, solo ahorrarse la molestia de que en un futuro le reclame el no haberle presentado a su pequeño -Me marcho ya, buen día- Finalizó levantándose de su asiento, tomando la fotografía y disponiéndose a salir del lugar a paso rápido.





Minho ya se encontraba un poco aburrido en el asiento de su tan lujoso auto, ya había probado mirar a las personas al pasar, acomodar un poco sus ropas para procurar verse bien, tararear algunas canciones, pero claro estaba que el tiempo en soledad no era tan apreciado como antes, ahora no sabía que hacer estando por su cuenta. Luego de un largo suspiro fue que pudo visualizar a Jisung saliendo del lugar, haciendo que las comisuras de sus labios se elevaran instantáneamente, aunque no duró mucho, ya que detrás lo seguía una mujer.

Su alma sobreprotectora lo impulsó a que rápidamente saliera del vehículo y fuera hacía ellos.

Sora tomó del brazo a Jisung, deteniendo su paso y mirándole con algo de arrepentimiento, el cual él no comprendía. Era su hijo, claro estaba, pero ¿Por qué el interés después de tantos años? Agradecía que se haya comportado amable en esos fugaces momentos que pudieron compartir, pero las palabras eran contadas y el remordimiento en sus corazones mucho mayor.

-Hijo...-Susurró, haciendo que tanto Jisung como Minho detuvieran su paso, aunque este último se encontrara a una distancia un poco mayor -Perdóname, no debí tratarte así, dame otra oportunidad-

Los ojos del pelimarrón se encontraban fijos en el suelo, sin querer mirar a sus lados o a otra cosa por miedo a aflojar, a rendirse, a confiar de nuevo ciegamente en alguien a quien siempre había intentado enorgullecer la mayor parte de su vida. ¿Estaría verdaderamente arrepentida? Si lo estaba, ¿Por qué esperar hasta este momento?. Los minutos pasaban como una eternidad y sus pensamientos no podían ser ordenados con facilidad, no sabía que hacer, se sentía solo, ¿Podría simplemente perdonarla luego de años de gritos y reclamos "innecesarios"?

Minho lo notó, vio sus orbes moverse de un lado a otro, estaba perdido, pero a diferencia de otras veces, no planeaba dejarlo solo.

Se acercó a paso rápido nuevamente, y sin dudarlo ni un minuto entrelazó sus dedos con la mano libre de Jisung, quien levantó su mirada, una brillante, tanto por las pequeñas lagrimas que alertaban con salir y por tener de frente a la única persona que, por más curioso que haya sido el cruzarse entre todas las adversidades del mundo, se mantenía firme y seguro a su lado.

Las palabras entre ellos sobraban para expresar algo, entonces con un ligero apretón y una mirada apuntando a la mujer, le dio las fuerzas para actuar con confianza ante esta situación y decir lo que él creía mejor.


-Tu puedes- Le susurró para que solo sea audible por el menor.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro