-¿No crees que tu madre deberia estar enterada?-

-¿Enserio Jeongin?- Respondió con una pregunta claramente sarcástica -Ella claramente no quiere saber nada de mi, ¿Qué esperas que haga cuando le llame diciendo que soy más extraño de lo que ella ya pensaba que era?- Jeongin ya conocía el tipo de relacion que Jisung mantenía con su madre, pero al menos creyó que debería tener al menos una mención de todo lo que estaba ocurriendo.

La verdad detrás del desprecio hacia su propio hijo, era pura y simplemente por su sexualidad, claro estaba que el pelimarrón no hablaba mucho del tema, ya que la única vez que quiso encontrar apoyo en la persona con la que convivía día a día, terminó echándolo de casa y deseándole la peor de las suertes.

Llegando incluso a que Jisung había empezado a creer que se lo merecía.

-Yo no creo que seas extraño, Hannie- Aclaró con una tierna sonrisa. Ambos recostados en el sofá, sin hacer nada, solo mirando el techo mientras veían el tiempo pasar y esperaban que mágicamente su vida volviera a como era antes -Pero, solo es una opinión, deberías al menos decírselo. Que más da si te manda al carajo de nuevo, al menos estarás escusado de haberle hablado de ello- Le tomó del hombro, un toque sutil que expresaba mucho más que las palabras.

-Viéndolo de ese modo, supongo que tienes razón- Pese al claro deterioro que había sufrido los últimos días, Jisung sonrió, sintiéndose amado por primera vez en su vida.

Aun se preguntaba que debía hacer con lo de su mágico embarazo, si debía seguir con eso o simplemente ser un cobarde y abortar al bebé, que en otros casos hubiese sido la primera opción. No sentía que esta última fuese correcta, pero tampoco estaba en condiciones de comenzar una nueva vida así sin planeación previa.

Mientras esa decisión debía ser tomada únicamente por Jisung, Jeongin y Hyunjin se encargarían de buscar al misterioso hombre que habría sido el detonante de todo y, claro está, el padre del bebé.

-¿Crees que él este bien?- Preguntó Hyunjin mientras caminaban por el parque. Ambos se habían acercado mucho más luego de todo lo ocurrido y el nulo apoyo que el hermano del menor les proporcionaba.

-Su madre es algo terca y fría, por lo que él me ha dicho, pero supongo que si, confío en que estará bien- Afirmó con una pequeña sonrisa, sus manos se encontraban unidas en los bolsillos delanteros de su sudadera, haciéndolo ver más pequeño de lo que ya era.  Hyunjin siempre había admirado la personalidad tan devota y su capacidad de entender rápidamente las emociones de los demás, claramente no había nadie como él.

-¿Has podido hablar más con él de lo sucedido esa noche?- Jeongin negó.

-Dice que recuerda muchos sentimientos nuevos, su voz profunda, el olor a alcohol que nos demuestra que ninguno estaba en sus 5 sentidos, pero no logra ver su rostro con claridad- Suspiró con algo de pesadez. Todo parecía tan complicado, fue una de las principales razones por las que ese día en especifico había decidido de llamar al mayor para dar un paseo, intentaba despejarse un poco -No hay mucho que podamos hacer realmente, pero después de todo, estuvimos cuidándolo como si fuese un niño casi una semana entera, merece tener su privacidad y nosotros- Lo miró a los ojos, ambas almas brillantes siendo reflejadas en los mismos, casi que podía sentir como se perdía en su oscuro color -También, ¿Verdad?-

-¡Claro!- Desvió rápidamente la mirada, girando su cabeza con las orejas tintadas de un rosado fuerte, Jeongin supo de inmediato que no se debían principalmente por el frio -¿Has sabido algo de Minho?-

-¿Trabajas con él y me lo preguntas a mi?- Respondió con algo ironía. El ambiente entre ellos era bastante cómodo a pesar de la diferencia de edad que tenía. Minho siempre solía decirle al pelinegro menor que no se le acercara mucho, eran mejores amigos, pero no quería que su hermano menor terminara tomando malos hábitos de un "Dramático" como Hwang -No me habla ni por error, está muy distanciado de todos últimamente-

-También es lo que eh notado, se queda hasta altas horas de la noche y ya casi no hablamos durante el almuerzo-

-Esa persona de la fiesta, ¿Lo habrá dejado tan mal?- Se sentaron en una de las bancas del lugar, los árboles frondosos se movían gracias a una ligera brisa sobre sus cabezas, no había muchas personas, por lo que se sentían más libres de mostrarse como desearan sin miradas juzgadoras de por medio -Si tan solo pudiéramos saber quienes fueron los que causaron todo esto, en Jisung, en mi hermano, todo sería más sencillo ¿Existirá algo como un ojo de dios?- Aquellas palabras duraron en el aire unos momentos, hasta que el mayor se parcato de algo.

-¡Jeongin!- El mencionado se sobresaltó por el repentino volumen de voz entre tanta calma -Eres un genio- Le tomó de los hombros totalmente sonriendo, pero el contario solo tenía el ceño fruncido sin comprender de lo que estaba hablando -Jackson, la fiesta fue en su casa y sabes como su familia siempre cuida el lugar-

-Espera...-

El silencio volvió a aparecer mientras los ojos de Jeongin iban y venían en sus cuencas.

-¡Las cámaras!- Respondieron al unísono.