Seok Jin podía ver a varios de sus familiares mirarlo, pero encontró calidez en los ojos de su novio falso que lo sonrió y eso lo hizo tranquilizarse y no imaginar lo que ellos estarían pensando —¡Jinnie! —llamó una chica pelinegra al correr hasta ellos—. ¡Hola! —había exclamado con una sonrisa.

—Hola Ji. Mira él es Tae Hyung, mi novio —la muchacha asintió con sorpresa, podía suponerlo, pero oírlo era mejor confirmación.

—Es un gusto —sonrió antes de inclinarse.

—Mucho gusto. —saludó torpe al hacer la reverencia—. Yo soy Ji Woo, prima de Seok Jin.

—¡Seok Jin! —exclamó Ho Seok al acercarse.

—Feliz cumpleaños Hobi —el mayor abrazó a su primo.

—Gracias —dijo al soltarse—. ¿Y este chico?

—El novio de Jinnie —comentó Ji Woo.

—¿Cómo? —el bonito muchacho con suéter color vino hizo una reverencia frente al pelinegro.

—Mucho gusto soy Kim Tae Hyung —estiró su mano dejando ver el presente que traía—. Feliz cumpleaños.

—Muchas gracias Tae Hyung.

Los hermanos se voltearon a mirar. No podía imaginar a su primo en una relación, pero la pareja se veía tan adorable junta que solo podían estar felices por ellos. Ambos ocuparon una mesa junto a los hermanos y algunos amigos. Varios invitados bailaban con la música y Tae Hyung se veía muy inquieto en su silla mirando lo que hacían —Taenie —llamó el mayor, sus ojos hicieron contacto visual y hubo un silencio como si Seok Jin supiera que necesitaba—. ¿Quieres bailar?

—No sé cómo... no he bailado antes... Nunca me han invitado a un cumpleaños...

—Te enseñaré —mencionó al tomar la mano del menor hasta entrelazar sus dedos. Caminaron por el amplio patio de la casa donde se celebraba la fiesta hasta llegar junto a las personas que bailaban.

—Sé cómo sentir la música —respondió riendo.

—Entonces no será difícil para ti —dijo tomando ambas manos y moviéndose con el ritmo de Footloose, Tae Hyung soltó una risa al darse cuenta de lo que hacía, él estaba bailando con un chico realmente lindo, por primera vez en su vida dejó de sentirse apartado, él estaba feliz.

Seok Jin sin darse cuenta se había acercado mucho más a Tae Hyung —Lo siento... —dijo apenado al alejarse, pero el castaño lo tomó entre sus brazos abrazándolo fuerte, el mayor lo rodeó lentamente hasta unirse por completo, dejó su cabeza sobre el pecho del más alto.

—Sé que lo hago como un favor... pero muchas gracias por traerme —Seok Jin lo apretó fuerte con cariño y sin decir una palabra dejó reposar su cabeza sobre la del menor.

—¡Son una ternura! —exclamó Ji Woo que se acercó a bailar con un par de amigas.

—Fuera de aquí. Arruinaste el momento —vaciló Seok Jin sin soltarse y el menor tampoco quería hacerlo —Tae Hyung estaba muy a gusto bailando con el bonito muchacho y Seok Jin sin duda pensó que tendría tan buena comunicación con una persona que acababa de conocer, estaba feliz de que así fuera, todo estaba saliendo de maravilla, nadie sospechaba y había encontrado una amistad—. Taenie ¿Qué estás mirando? —su voz llamó su atención y regresó la mirada a Seok Jin.

—Miraba el cielo, porque es una noche muy bonita... no quiero olvidarla, así que estaba tomando fotografías mentales —«Es tan dulce». Seok Jin entrelazó sus dedos.

—Yo no voy a olvidarla —dijo al abrazarlo, Tae Hyung aceptó el abrazo descansando su mentón sobre el hombro del más alto—. Me gusta que seamos amigos —su corazón saltó, él tenía un amigo real.

La pareja falsa se había despedido antes de regresar al auto que los esperaba, los padres de Seok Jin habían vuelto por ellos una vez todo terminó. Durante el camino a casa de Tae Hyung, sus dedos estuvieron entrelazados y el menor tenía su cabeza apoyada en el hombro de su novio falso hasta que el auto estacionó frente a la lujosa casa. Ambos bajaron del auto y se apartaron, aunque la madre le sugirió a su marido dar una vuelta a la cuadra para darles algo de privacidad.

—Gracias por haberme invitado, me he divertido mucho.

—También me divertí contigo y... no ha sido porque eres mi novio falso, sino porque... pude conocerte mejor...

—Pienso lo mismo... ¿Nos... nos vemos mañana para la reunión?

—Sí... podemos acordar la reunión por mensajes.

—Está bien... ¿Puedes darme tu dirección?, está vez pasaré por ti.

—Lo... lo haré...

—Bien... debo entrar ahora...

—Sí... nos... vemos mañana, Taenie —podría jurar que los ojos del menor brillaron bajo la luz de las farolas—. Perdón, Tae Hyung —corrigió.

—Buenas noches Osito —dijo el muchacho por último al abrir el portón de la casa. Seok Jin no podía ponerse más sonrojado. No era su intención, estaba muy confundido con lo que veía en Tae Hyung.

Tae Hyung estaba esperando ansioso en la parte de atrás del auto, apenas iría a recoger a Seok Jin. Vio la casa con la descripción que le dio el mayor por mensajes. Abrió la puerta del auto y bajó de este esperando ver al muchachito. El azabache salió de la casa luciendo una chaqueta negra y unos pantalones rotos en las rodillas, en cambio, Tae Hyung parecía un muñequito elegante con una ropa más conservadora.

—¡Tae! —saludó el mayor al agitar su mano.

—Hola, Jin hyung —la madre de Seok Jin no pudo evitar fisgonear por la ventana. Subieron al auto y de ahí el chofer los llevó a la cafetería, Tae Hyung tenía una libreta donde apuntó todas sus ideas, Seok Jin las leyó, eran realmente buenas, pero sería difícil escoger solo una.

¿Cuál sería la temática del Cub Eternally?

Nam Joon y Jung Kook esperaban pacientes afuera de la cafetería donde su líder los citó. Ambos se volteaban a mirar de vez en cuando buscando un momento para conversar, hasta que el rubio decidió cortar el ambiente incómodo con una sonrisa suave y una sutil pregunta.

—Entonces... ¿Kuuk? —el castaño alzó sus cejas y lo miró a los ojos

—Es Kook —corrigió.

—Kook... —respondió avergonzado, pero la mirada suave del más bajo lo hizo relajarse—. ¿Eres de último año? —él asintió—. Realmente te ves más joven, como el líder.

—Me halaga —Nam Joon sonrió por un momento y el castaño hizo lo mismo. Dos chicos se aproximaron hasta ellos cortando su rollo.

—¡Hola! —saludó Tae Hyung agitando ambas manos. Ambos regresaron el saludo y entraron a la cafetería. Mientras los chicos degustaban algo para el desayuno. Se discutía sobre las actividades y temas del club, pero Tae Hyung tuvo una idea mientras tomaba un poco del batido de Seok Jin por error—. ¿Y qué les parece un club de letras?

—¿A qué te refieres? —lo señaló Nam Joon entendiendo su idea, esperaba que fuera lo que él pensaba.

—A escribir... a escribir nuestras propias letras.

—¿Cómo en canciones?

—¡Sí! —dijo el menor de la mesa—. Canciones, poemas... ensayos... un club de letras.

—¡Me compras con eso! —dijo Nam Joon con una sonrisa. Siempre había creído que los clubes del instituto no favorecen a la escritura más que el club de periodismo, él era un novelista aficionado, además de compositor principiante y estaba ansioso por comenzar.

—Suena bien, me gusta —apoyó Jung Kook al llevarse una rebanada de pastel a la boca.

—¿Y tú, Seok Jin hyung? —los tres chicos lo miraron y Seok Jin sonrió un poco apenado.

—No soy realmente bueno escribiendo... pero estoy de acuerdo, quiero aprender, me gusta —parecía que Tae Hyung necesitaba sólo la aprobación de Seok Jin ya que sonrió ampliamente al oír que su mayor aceptaba su idea.

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