Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte 2/2

Cuando la puerta se abrió, se sintió desfallecer.

—Chicas, les dije que ya bajo... ¿Chaeyoung?

—Mina.

—¿Qué...? Creí que ya estabas en la iglesia.

Chaeyoung intentó concentrarse en lo que Mina le decía pero se le dificultaba, la japonesa lucía tan hermosa con su vestido y peinado que no podía quitar sus ojos de ella.

—Te ves... preciosa —La observó detenidamente hasta que Mina se hizo a un lado para permitirle el paso.

Chaeyoung quedó tan encandilada con su belleza que no se percató de los ojos cristalizados de la contraria, cuando lo hizo notó que estaban rojos. Su expresión no tardó en cambiar a una de notable preocupación.

—Mina, ¿por qué tus ojos...? ¿Estuviste llorando?

—No, estoy bien Chae —Se giró temblorosamente fingiendo que buscaba algo en su bolso para que la menor desviara su atención de ella.

—¿De verdad?

—Sí. ¿Qué necesitas Chaeyoung? —"A ti"— ¿Sehun te dijo algo?

—No, yo... quiero decirte algo —"Necesito que lo sepas".

—Bien, habla —Murmuró de espalda.

—¿Puedes mirarme?

Mina suspiró cerrando fuertemente sus ojos antes de hacer caso al pedido de la menor.

—¿Tiene que ser ahora? Llegaremos tarde si no...

—Seré breve.

—Está bien.

—Mina, yo... me siento feliz por Sehun. El te ama mucho y... —No encontraba las palabras justas que la ayudaran a expresar cómo se sentía su corazón.

—¿No te sientes feliz por mí?

—Lo siento. Sehun es mi único hermano y la única persona que me quiere y me ha querido en esta vida aunque no lo merezca. No merezco ser amada —Estaba con el corazón en la boca.

—Chaeyoung...

—Tal vez me odies después de esto o se lo digas a mi hermano pero necesito decírtelo —Sus ojos ardían y una solitaria lágrima se desbordó por su mejilla. Las palabras le pesaban de repente como secretos atorados en su garganta y un ladrillo de culpa sobre su conciencia.

—Estás empezando a asustarme. Por favor, dilo de una vez.

"Siempre serás mi hermanita."

—Yo... —"Ella es mi novia Mina"— te quiero Mina.

La nombrada sonrió instantáneamente pero dejó de hacerlo cuando notó la expresión dolida de la menor.

—¿Eso no es bueno?

—Probablemente no. Te ruego no me malinterpretes.

Mina estaba confundida, no entendía a dónde iba, así que se limitó a escuchar.

—Perdóname —Chaeyoung inclinó la cabeza avergonzada de sí misma. Su mente daba vueltas y su corazón dolía más de lo habitual. Le dolía ver a Mina, así que desvió sus ojos hacia un punto fijo en el suelo—. Nunca fui buena expresándome. Solo sé que la primera vez que te vi quedé cautivada con tu sonrisa. Creí que era normal porque eres hermosa pero no, no era normal que pensara en ti todos los días. Y en mi cumpleaños... Tú fuiste la única persona en este mundo que se molestó en recordar esa fecha. Nadie más lo hizo, la única que se preocupó en llegar a tiempo para felicitarme y la única que-que... —"Eres la única"— En los almuerzos o cenas siempre te ríes de mis malos chistes cuando nadie más lo hace y siempre me defiendes de mis padres. Solo tú me envías regalos en navidad y no te cansas de invitarme a donde sea para que no me encierre en casa. Mina tú haces tantas cosas por mí a diario y... y por eso yo... te amo, te amo tanto.

"No te guardes las palabras".

—Desde aquel cumpleaños me gustaste cada día más. Y cuando anunciaron que se casarían quise morir... porque entendí que me había enamorado de ti y que... para mi pesar, no eres para mí. Aun así —Ahí iba su última esperanza tras dejar al desnudo sus sentimientos— , Mina, se que no tengo ningún derecho pero por favor no te cases. No tienes que quedarte a mi lado si no quieres, aunque es mi mayor anhelo jamás te obligaría, pero te lo ruego, no te cases con Sehun. Eso terminaría de destruirme por completo.

—Chae-

—Tú eres la única en mi corazón. Cuando te conocí no habían otras opciones, solo eras tú, nadie más. Solo te amo a ti, Mina. Tú eres mi única razón de amar.

Mina no resistió más y se cubrió el rostro con ambas manos, ver a Chaeyoung le dolía en toda su existencia. Sus palabras la afectaron como agujas en el corazón y sus ojos se cristalizaron nuevamente. Quería desaparecer, perder la memoria, pero aquí estaba.

"Mina, ella es mi hermana Chaeyoung".

—Sabes... —La mayor se dejó ver quitándose con cuidado una lágrima que resbalaba por su mejilla— Sehun me hablaba mucho de ti en la universidad. Se preocupaba por ti más que nadie. Me hablaba de la diferencia que hacían sus padres con ustedes, él me decía que se sentía culpable por eso —La menor pestañeó con fuerza—. También me contaba cómo eras, tus travesuras de pequeña y sobre tu escuela. Te conocí a través de sus palabras primero y eso me dió mucha curiosidad y quise saber más sobre ti. Lo que te gustaba hacer, tus pasatiempos, tus gustos musicales, los temas que te interesaban. Le preguntaba todo de ti, incluso si tenías novia.

—Mina...

—Solo quería que llegara el día de poder conocerte en persona y poder hablarte —Se pausó—. Aquel día que Sehun nos presentó en tu casa y te vi por primera vez, me pareciste la persona más adorable del mundo. Aquel día terminé de convencerme de lo que ya estaba casi segura.

—T-tú...

—Era... Es amor. Siempre te he amado Chaeyoung —Sonrió amargamente y con pena—. Incluso antes de conocerte en persona.

—M-Mina... —Su voz estaba quebrada, la mayor le había robado el aliento y las palabras. Todo ese tiempo anduvo amando y llorando por alguien que también la amaba y no lo supo. Chaeyoung quería estallar en llanto y gritar hasta perder la voz— Yo... no tenía idea —Estaba en shock.

—Intenté hablarte muchas veces para conocerte mejor pero siempre te alejabas de mí o te quedabas callada —"Es cierto"—. Pero no te sientas mal, no es tu culpa sino... del silencio. Como vi que no me querías cerca decidí renunciar a ti. Decidí guardarme estos sentimientos y empezar a considerarte una hermana menor.

—Perdóname.

—Me siento tan culpable como tú por Sehun. Pero... lo siento.

—¿M-me amas?

—Te amo.

Esas dos palabras bastaron para llenar de valentía a Chaeyoung.
Sin poder reprimirlo más, avanzó hacia Mina y la estrechó fuertemente entre sus brazos. Necesitaba sentirla suya y no soltarla más, quería secuestrarla y llevársela lejos donde pudieran amarse sin culpas ni arrepentimientos.
Acunó el rostro de la mayor casi con desesperación y pegó sus frentes sientiendo su cálido aliento en sus labios, ambas se sentían tan felices de por fin poder estar así de cerca, percibiéndose la una a la otra sin "barreras" de por medio.
Mina cerró sus ojos y acarició tiernamente la nariz de Chaeyoung con la suya.

—Bésame, Chaeyoung —Susurró débilmente.

La menor no se hizo esperar y se entregó a los labios de la contraria fundiéndose ambas en un beso lleno de amor y felicidad. Sus corazones estaban a mil por segundo, no querían separarse. Chaeyoung se perdió en la suavidad de esos labios, sintiendo el gusto de sus propias lágrimas mezcladas con las de su amada mientras que Mina se desvanecía ante las miles de sensaciones que le producía el tacto de Chae. Dejaron de lado todo por un instante y se permitieron disfrutar su preciado beso.

No querían que aquel tan esperado momento culminara pero también requerían del oxígeno. Separaron sus labios lentamente y se miraron a los ojos.

El tiempo se detuvo por un momento pero deseaban que durase para siempre porque no les alcanzaba, el reloj las retaba y las orillaba hacia sus últimos segundos de felicidad. Pero se amaban y solo querían pensar en eso.

—¡Mina, llegaremos tarde, qué tanto haces! ¡Sehun ya está en la iglesia!

Ese grito, desde afuera, las despertó y devolvió a la realidad. Mina se casaría con alguien más, alguien que la estaba esperando en el altar.
El tiempo las había traicionado y las dejó. La desesperación y la tristeza invadieron nuevamente a Chaeyoung, la perdería para siempre.

—No llores —Pidió Mina usando sus pulgares para secar las lágrimas de la menor.

—Mi-Mina, ¿t-te casarás?

—Por favor, entiende —Sollozó—. Mis familia y la tuya nos esperan, nuestros parientes, todos están ahí. Sehun es tu hermano y lo quiero-

—Pero me amas a mí.

—Así es, pero lo quiero igual que tú y él no merece que le hagamos esto. Jamás viviría en paz sabiendo que destruí su hermoso vínculo de hermanos y amigos.

—Soy una basura.

—No, no lo eres, pequeña —Abrazó a Chae y dejó tiernos besitos en su cara. Lamentaba tantas cosas en su vida pero esto la hería desmedidamente. La tomó de sus mejillas para que la escuchara y le habló—. Hoy —Sonrió— es el mejor día de mi vida. ¿Sabes por qué?

—¿Por qué?

—Porque por fin pudimos confesarnos. Por fin pude decirte lo mucho que te amo, Son Chaeyoung.

—Y yo al fin te dije cuánto te amo, Myoui Mina.

—No tienes que ir si no quieres.

—Está bien.

Mina volvió a limpiar las mejillas de Chaeyoung y depositó un último beso en sus dulces labios, luego se dirigió a la puerta lista para abrirla e irse.

—Mina —La nombrada frenó sin voltearse—. Si nos hubiésemos conocido en otras circunstancias... ¿M-me hubieras elegido a mí?

—Por supuesto que sí.

La puerta se cerró dejándola allí sola con su peor enemigo. El silencio.
Se mordió los labios con fuerza para reprimir el llanto y la locura dentro de ella incitado por su amor desbordado y su terrible, terrible mala suerte.

No se lo dijo para no atormentarla más, pero quería casarse con ella. Le había comprado un anillo en secreto y fantaseaba cada noche, antes de dormir, con colocárselo en su dedo anular el día de su boda.
Soñaba con ser ella, su compañera de la vida, y no su hermano mayor. Soñaba con un matrimonio feliz y prospero con Mina, con un hogar cálido y lúdico al lado de su amada con un par de niños a los que les daría el cariño y amor que sus padres le negaron. Y una mascota, siempre había ansiado uno con quien jugar en las tardes. Soñaba una vida al lado de Mina.

Sin embargo ya era tarde.

Mina llegó a la iglesia y abrieron las puertas. Con la típica musica de bodas hizo su camino hacia el altar donde Sehun la esperaba ahí con una sonrisa fresca de oreja a oreja, trató de imitarlo y, con su mejor esfuerzo, sonrió. Cuando estuvo frente a él, no se atrevió a mirarlo.

—Luces preciosa.

"Sehun", no pudo haber conocido a un chico mejor, lo quería mucho.

—Gracias.

Dijeron sus votos y el cura le hizo la conocida pregunta al joven. Sehun aceptó contento.

Mina, en cambio, volvió a perderse en sus pensamientos.

"Solo te amo a ti, Mina."

—Señorita, ¿señorita?

—Oh, disculpe padre.

—¿Se encuentra bien?

—Sí, es solo que...

—Entonces le haré la pregunta nuevamente. Myoui Mina, ¿acepta por esposo a Son Sehun?

Mina entreabrió los labios sin emitir palabra alguna. Giró lentamente hacia atrás y la vió.

Chaeyoung. Creyó que no vendría pero ahí estaba, en primera fila, evitando su mirada igual que la primera vez que se vieron.

"Mucho gusto, Chaeyoung."

Miró a Sehun y después al cura.

"Siempre te he amado, Chaeyoung."

—Sí. Acepto.

***

Chaeyoung se quedó mirando a la nada, sentada en uno de los asientos de aquella iglesia donde hace solo tres horas hubo una boda.

No se tomó fotos familiares. De hecho, aprovechó la muchedumbre que quería tomarse fotos con los novios, y se escondió en una esquina. Los vió desde lejos, vió la sonrisa de Mina aunque esta vez no era radiante como otras veces. También la vió volteando hacia todos lados, buscándola con la mirada pero Chaeyoung seguía en su rincón.

Como siempre.

Se mantuvo quieta con sus ojos cristalizados. Ya había llorado mucho pero sentía que no era suficiente. No sabía hasta qué hora la dejarían quedarse en aquel lugar, en medio de tanto vacío y soledad.
Pensó que lo más probable era que Mina y su ahora esposo estuvieran aún en la fiesta o en su nueva casa. Tal vez estarían preparando sus valijas para su luna de miel o tal vez...

Sollozó. Era demasiado para su apretujado y marchito corazón. Chaeyoung creyó que con su confesión su corazón se alivianaría un poco pero ocurrió todo lo contrario. Le pesaba como una roca a punto de romperse.

Su llanto era desesperado pero se forzaba a sí misma a no gritar de la impotencia y del dolor. La necesitaba y ahora, que sabía que su amor era correspondido, la necesitaba aún más.

En medio de su desconsuelo, secó como pudo sus lágrimas y se puso de pie dispuesta a irse. Antes de dar un paso, oyó el sonido de su teléfono. Lo sacó de su bolsillo decidida a no contestar pero no era una llamada sino un mensaje de voz. Un mensaje de voz de Sehun.
Su primer pensamiento fue ignorarlo. "Quizás solo quiere saber dónde estoy", pensó. Sin embargo, también pensó que sería bueno oir la voz de su hermano por última vez, ya que tenía en mente desaparecer, viajar a otro lugar lejos de esos dos. Le sería imposible mirarlos a los ojos luego de lo acontecido en este día.

Reprodujo el mensaje y acercó el aparato a su oído.

<< Chaeyoung. Sé que crees que te envié este audio para saber dónde estás y, aunque realmente quiero saberlo, sé que no me lo dirás. Siempre has sido así, creyendo que si desapareces de la escena nadie notará tu ausencia. Pero déjame decirte que eso no es verdad.
Aunque lo correcto sería decirte esto en persona creo que así estará bien. Tal vez me ponga algo sentimental, ya sabes como soy, tú me conoces mejor que nadie. Chaeyoung Se oía tan sereno , quiero confesarte que cuando éramos niños te envidiaba. Te preguntarás por qué, porque podías hacer lo que querías, en cambio yo me sentía tan presionado por papá y mamá, no me parecía justo que solo exigieran lo mejor de mí y me quejaba.
Pero con el tiempo te volviste una sombra y entendí que nada estaba bien. No tenías más libertades que yo sino que... te dejaban de lado y... tú solo me sonreías, me hablabas y tratabas con admiración, como si yo mereciera toda esa atención Hizo una pausa. Cada año, mamá reunía a toda la familia para celebrar mi cumpleaños, siempre hacía una fiesta por cada uno de mis "logros", ya sea en la escuela, en los deportes o por cualquier cosa.
Y tú, hermana, nunca tuviste nada de eso.
A mí siempre me trataron mejor, y a ti te rechazaban hasta en la forma de hablarte. Aún lo hacen.
Cuando me fui a la universidad me invadió la culpa. Sabes, se supone que debía ser tu ejemplo a seguir pero yo soy quien aprende mucho más de ti, todos los días. Siempre me he preocupado, seguro Mina te lo habrá contado alguna vez, pero también entendí que no está bien sentir pena sin más. Ya no debo preocuparme, debo ocuparme.
Hablaré con nuestros padres, dejaré de ser cobarde, y les exigiré un mejor trato para ti.
Nunca protestas por nada, siempre te mantienes al margen de todo y... lamento que hayas mantenido tu dolor en silencio.
Ya te lo dije una vez, no es bueno callar lo que sientes porque te consumirá por dentro y terminará causándote más daño de lo que crees o de lo que puedas soportar. Te lo digo porque sé que no has sido completamente honesta conmigo y yo tampoco lo he sido pero ahora me estoy sincerando.
Escucha, Chaeyoung, ya es hora de que seas feliz. No porque dependa de mí, eso depende de ti, piensa en ti, solo tú puedes frustrar tu felicidad pero no lo hagas, date el mérito.
Yo estaré bien, a partir de ahora, trabajaré más duro y me ocuparé de mí mismo.
Tú, Son habló con firmeza , ya no eres una niña, sé fuerte y no bajes la cabeza por nada del mundo. Se feliz, sean felices. Siempre seré tu hermano.>>

Chaeyoung entró en confusión, se había perdido entre las palabras de Sehun. No entendió con claridad el mensaje hasta que oyó unos pasos alo lejos, volteó y la vió.

Mina.

Era ella. Estaba de pie en la entrada de la iglesia. La mente de la menor se puso en blanco y sintió cómo el oxígeno volvía a sus pulmones, porque sí, Mina era su oxígeno.
Si aquello era un espejismo, no quería saberlo.

La japonesa comenzó a caminar hacia ella y a ensanchar su sonrisa con cada paso. Chaeyoung la imitó y le sonrió a su amada como solía hacerlo a escondidas. Cuando por fin la tuvo frente a ella, la abrazó con adoración, era real, no era su imaginación.

—Mina, mi Mina... —Susurró.

—Chae.

—¿E-eres tú verdad? Eres tú.

—Sí, soy yo Chaeyoung —Esa melodiosa voz, cómo la había extrañado.

—Pe-pero cómo... creí que...

—Hablé con Sehun —confesó mirándola a los ojos—. Le dije que lo quiero pero que te amo a ti y que tú sientes lo mismo por mí. Él lo entendió.

"Hermano".

—¿Cómo llegaste? Tu vestido...

—Mis amigas me trajeron, al no encontrarte en tu casa pensé que podías seguir aquí. Chaeyoung, ya no puedo estar lejos de ti.

—Entonces... ¿te-te quedarás conmigo?

—Me quedaré contigo para siempre, si me aceptas.

—Te amo Mina, no imaginas cuánto.

—Yo te amo más, pequeña, mucho más.

Sin más contratiempos, se entregaron nuevamente a un cálido y necesitado beso.
Por primera vez en su vida Chaeyoung se sintió en calma consigo misma, se sentía invencible al lado de su Mina y sobretodo se sentía muy pero muy feliz.

"Gracias, hermano".


Fin.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro