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Estrés 🔹 B a n g c h a n

ADVERTENCIA: mención de Chan bottom/versátil, si no es de tu agrado saltate el capítulo pls.

Otro día más en su vida, otro día estresante añadido a la lista.

El día recién iba por la mitad, pero Hyunjin ya se encontraba exhausto. Su día había comenzado con el irritante sonido de su alarma sonando a las 6 am, le tomó media hora para vestirse y desayunar, para luego salir camino a la empresa en compañía de Felix y Minho, en donde se dedicarían a las prácticas de baile que acostumbraban a llevar a cabo, con el único objetivo de perfeccionar sus habilidades como los bailarines principales del grupo. Estaba orgulloso de conformar parte de la tan aclamada "DanceRacha", pero debía admitir que no era un título fácil de sostener, sobre todo teniendo en cuenta que la competencia de estatus y presencia con otros bailarines de otros grupos era considerablemente grande. Sin embargo, y a pesar del enorme esfuerzo y la gran dedicación que debía de cargar, Hyunjin había encontrado cierto equilibrio entre su vocación laboral y la paz mental que tanto apreciaba.

Tras culminar con su rutina de ejercicios en el gimnasio, en compañía de Chan y Changbin ―aka sus entrenadores de confianza―, Hyunjin se tomó su tiempo para salir a recorrer el centro de Seúl, en busca de algunos tonos de oleo que debía reponer para continuar con el nuevo bodegón que tenía en mente. Por lo general, lo normal sería que encargara sus materiales de arte por medio de una tienda en internet, pero lamentablemente la página se había caído, y él necesitaba esos tonos de oleo de esa tienda en específico cuanto antes; no quería dejar pasar mucho tiempo por miedo a perder la inspiración, ni mucho menos se iba a arriesgar a comprar los tonos de diferentes marcas, ya que podían llegar a diferir con la fórmula de los que normalmente usaba para pintar, y por consiguiente, las pinceladas no se verían igual a las que ya había plasmado en el lienzo. Y no estaba dispuesto a cometer el mismo error.

"Dios, como odio caminar con este clima", pensó Hyunjin mientras esperaba a que el semáforo cambiara a verde para cruzar la calle.

Se encontraba en la mitad de otoño, lo cual le resultaría agradable, pero debido a la incontrolable contaminación ambiental, el clima normalmente soportable ahora era uno demasiado húmedo y caluroso; la peor combinación según Hyunjin, y la mezcla perfecta para ponerlo de mal humor.

Cuando el semáforo por fin cambió de color, Hyunjin caminó hacia el otro extremo a pasos desganados, casi luchando por no arrastrarse cual alma en pena. Balanceaba la bolsa con los oleos de adelante hacia atrás despreocupadamente, un poco más aliviado al haber ya pasado por el estresante trayecto que conllevaba conseguirlos. Al mirar los tonos cálidos del atardecer adornando el cielo su semblante cambió, la hora en su celular marcaba las 19: 35. Para su desgracia, ya no tendría demasiado tiempo para seguir su cuadro, ya que sabía perfectamente que una vez comenzara a pintar ya no podría parar sino hasta que, algunas horas después, lo hubiera terminado. Y eso ya no podría hacerlo hoy, ya que debía irse a dormir temprano para madrugar al día siguiente y acudir a una entrevista grupal que tenían programado desde hace rato. Sin embargo, aún era muy temprano como para volver al departamento, y para ser sinceros, hoy no tenía muchas ganas de estar encerrado sin nada que hacer, por lo que a último momento decidió cambiar su rumbo de nuevo hacia la empresa, donde sabía que "3Racha" estaría componiendo y quien sabe que más.

Sacó su celular para mandarle un mensaje a Chan, sólo para preguntarle si aún estaban en el estudio componiendo, pero luego de unos minutos esperando por una respuesta que nunca llegó, Hyunjin terminó dirigiéndose hacia la empresa de todas formas. Chan solía responder los mensajes casi al instante, por lo que supuso que estaría demasiado ocupado en lo suyo. Estaba la posibilidad de que siguieran allí, o quizás ya se habrían vuelto para el departamento, pero cualquiera que fuera la situación iría a verificarlo, tan sólo para matar el tiempo.

Al llegar al edificio de JYP, se encontró enseguida con Hwang Yeji, quien ya estaba por irse, se saludaron y enseguida entablaron una amena conversación para ponerse al día, ya que aunque trabajaran para la misma empresa, rara vez lograban coincidir con sus horarios. Minutos más tarde se despidieron y Hyunjin siguió su rumbo.

"Yeji dijo que se los había cruzado hace un momento, así que deben de seguir ahí", se dijo para sus adentros.

Cuando finalmente llegó hasta la familiar puerta del estudio simplemente la abrió con cuidado, pues talvez los chicos estarían grabando algo, y no quería correr el riesgo de distraerlos o arruinar alguna grabación importante. No obstante, al ingresar sus oídos fueron recibidos por una bien conocida melodía.

"¿Red lights?", se preguntó Hyunjin, confundido.

Al meterse por completo dentro de la habitación, su mandíbula se desencajó. Dentro de la extrañamente oscura habitación, apenas iluminada por una tenue y amarillenta luz de una lámpara, estaba Christopher Bang, sentado sobre el largo sofá de cuero negro; ojos cerrados, ceño fruncido. Todo normal hasta ahí, excepto por un pequeño detalle: el dildo vibrador de color negro metido en su gran trasero. El pelinaranja se encontraba semi-recostado y con las piernas abiertas de par en par, una de sus manos se encargaba de maniobrar el dildo dentro y fuera de su trasero, mientras que la sobrante se ocupaba de masturbarse, provocando sonidos obscenos que eran acompañados de suaves gemidos de gozo, completamente absorto en satisfacerse a sí mismo.

Hyunjin se mantuvo observando en silencio, siguiendo las acciones de Christopher atentamente. El acompañamiento de esa canción que ambos compusieron, más el contexto en el que se encontraba, hizo que algo en él se despertara.

― ¿H-hyunjin? ―preguntó exaltado mientras intentaba taparse con una almohada que allí había ― Yo, esto no-

―Tranquilo hyung ―le interrumpió Hyunjin, con un semblante tranquilo implantado en su rostro ―. No le diré a nadie ―trató de tranquilizarle.

―Pensé que estarías en el departamento con Changbin y Jisung ―comentó el mayor, indudablemente avergonzado. Toda su cara se había tornado de un fuerte rojo ―. Dios, esto es demasiado vergonzoso ―dijo mientras evitaba la mirada del recién llegado.

―No se preocupe Chan hyung, al igual que usted, yo también soy hombre. Así que entiendo que necesite aliviarse ―Hyunjin comenzó a acercarse a pasos relajados hasta donde el pelinaranja se ubicaba ―. Aunque debo admitir que me sorprendió saber que lo hace de esa forma. Pensé que era del tipo que daba. Ya sabe a qué me refiero ―se sinceró. Luego se sentó a su lado con total normalidad, rodeándole los hombros con un brazo.

―N-nunca dije que no me gustara recibir ―le aclaró Chan, notablemente incómodo con la repentina cercanía.

―Cierto. Aunque esa vez en los baños me dio a entender lo contrario, actuando tan dominante ―le recordó mientras lo escaneaba con la mirada ―. Sé que lo recuerda, ya puede dejar de fingir demencia.

La expresión de horror en la cara de Bang le dio a entender a Hyunjin que―tal cual sospechaba― recordaba aquél suceso.

Chan abría y cerraba la boca, con los ojos sobresaltados, sin saber qué decir al respecto.

― ¿Quiere que le ayude con eso? ―indagó Hyunjin, sin una pizca de pena, para segundos después quitar el almohadón que se encargaba de tapar las partes privadas del líder.

El pelinaranja seguía sin decir absolutamente nada, manteniéndose en silencio.

―No haré nada que no quiera ―le recalcó Hyunjin, mirándolo expectante, en busca de alguna palabra, alguna acción, lo que sea por parte del otro.

―Esto...Quedará en entre nosotros dos, ¿verdad? ―se atrevió a preguntar, haciendo que Hyunjin sonriera con satisfacción.

―Por supuesto. Nadie tiene por qué saber lo que hagamos a partir de ahora ― respondió mientras masajeaba uno de los gruesos y desnudos muslos del mayor.

―Entonces supongo que está bien ―terminó por aceptar el líder, dándole luz verde para proseguir.

Hyunjin sintió que se había sacado la lotería. No pensó que aceptaría tan fácilmente, ya que se sabía que Chan era alguien reservado con su vida privada, principalmente con su vida sexual y romántica. Hubo un tiempo en el que se rumoreaba que tenía una especie de relación con Hirai Momo, por ahí en la época de pre-debut, pero cuando Stray Kids finalmente debutó, ya nunca más se volvió a escuchar nada del tema. Aunque hasta el día de hoy, tanto Hyunjin, como el resto de los miembros, creen fervientemente en que era verdad lo que se rumoreaba en ese entonces, puesto que la atracción que ambos sentían por el otro era más que evidente. Sin embargo, le pareció sorprendente y curioso saber que el australiano bateaba para ambos equipos, pues por años creyó que era el hombre más heterosexual del grupo. Aquí aplicaba el dicho: "nunca juzgues un libro por su portada."

―Siéntate ahí, hyung ―pidió Hyunjin, señalando una de las sillas que había al lado del equipamiento digital.

Chan lo miró curioso, pero terminó haciendo lo que le pidieron.

―Buen chico ―le premió Hyunjin, acercándole hacia él.

―Te recuerdo que soy tu hyung, debes hablarme formal ― le recordó Bang, sentado incómodamente sobre la silla. El dildo dentro suyo había penetrando hasta el fondo de sus entrañas, y empezaba a sentirse frustrado al no poder liberar sus gemidos a gusto ―. No seas irrespetuoso, Hyunjin.

Hyunjin dejó escapar una corta pero fuerte carcajada. Luego se inclinó cerca del rostro ajeno, apoyando sus manos en los antebrazos de la silla.

―Mi respeto por ti desapareció desde el momento en el que te descubrí con un vibrador en el trasero ― musitó siseante.

Los ojos de Hyunjin viajaron hasta el bolsillo de la campera del mayor que reposaba en el respaldar de la silla, en donde sobresalía un pequeño control de color negro. Lo tomó e inspeccionó rápidamente.

― ¿Tienes buen aguante? ―indagó, para luego presionar el primer botón, haciendo que el mayor se sobresaltara en su lugar, debido a las inesperadas vibraciones.

―Por supuesto, ¿crees que es la primera vez que uso algo así? ―contestó Chan, mostrándose confiado.

―Hmm, está bien, vamos a comprobarlo entonces ―le retó Hyunjin.

El peligris procedió a quitarse el cinto que llevaba puesto, e hizo lo mismo con el pantalón del mayor.

―Apoya bien los brazos sobre la silla ―ordenó Hyunjin.

Un tanto dudoso, Chan acató la orden. Con el par de cintos Hyunjin terminó por atar las muñecas del mayor a los apoyabrazos, inmovilizándolo.

―A partir de ahora deberás contenerte por al menos veinte quince minutos, si lo logras te daré un premio, de lo contrario recibirás un castigo ―explicó el más alto.

― ¿Qué clase de castigo? ―interrogó Bang.

―Mm, algo así como dejarme follarte la boca hasta ahogarte y hacerte llorar ―respondió Hyunjin tranquilamente.

No obstante, incluso aunque fuera un "castigo", escuchar lo que Hyunjin le haría a su boca, no hizo más que estimularlo. La imagen mental de un bien dotado Hyunjin apuñalándole la garganta con su enorme pene le aguaba la boca. Pero esto Hyunjin no tenía por qué saberlo.

―Bien, ¿y qué esperas para comenzar? ―le incitó Chan, sonriendo a medias mientras abría las piernas para su menor, mostrándole su gran trasero siendo estimulado por el aparato vibrante.

Hyunjin se relamió los labios, emocionado. Se arrodilló entre las gruesas piernas abiertas para él, tomó el vibrador por el mango y lo fue sacando hasta sólo dejar la punta dentro, lentamente volvió a introducirlo, a la par que comenzaba a masturbar el desatendido miembro. El movimiento manual tomó un ritmo lento y relajante, procurando tocar ciertos puntos sensibles para que el mayor fuera entrando en el ambiente de forma amena.

― ¿Cómo se siente? ―preguntó Hyunjin, utilizando un tono de voz más suave.

―Se siente bien...―contestó Chan de la misma forma.

Su cabeza estaba levemente inclinada hacia atrás, su ceño frunciéndose y relajándose cada tanto, mientras su boca entreabierta liberaba pequeños gemidos de complacencia.

― ¿Sabes qué más se siente bien? ―Hyunjin tomó el pequeño control y presionó el botón que cambiaba a la velocidad número tres.

― ¡Oh, mierda! ―gritó el pelinaranja, sobresaltado. Podía sentir su recto vibrando fuertemente ― ¡Hyunjin! Ohmm.

―Aún no puedes correrte, hyung ― le recordó el peligris, divirtiéndose con el sufrimiento ajeno ―. Tan sólo han pasado cinco minutos.

― ¿Q-quién dijo que estaba por acabar? ―indagó el mayor, sonriendo de forma socarrona ― Simplemente lo estoy disfrutando ―le aclaró.

―Entonces prepárate, porque tengo más para que disfrutes ―y tras decir aquello Hyunjin se paró para bajar su pantalón y bóxer de un solo tirón, para luego subirse a horcajadas de su hyung ―. Lame ―demandó, poniendo tres dedos frente al otro.

Chan hizo lo pedido, y abriendo la boca terminó por engullir los largos dedos, chupando y babeando lo mejor que podía mientras lo miraba a los ojos fijamente.

―Lo hiciste muy bien ―felicitó Hyunjin. Luego lo agarró del cabello y comenzó un beso húmedo y profundo mientras iba dilatándose a sí mismo ―. Mnh, si así chupas mis dedos, me imagino lo excelente que debes de chuparme la verga ―musitó sobre sus labios, para después dejar un lametazo lento sobre su labio inferior.

― ¿Te gustaría averiguarlo? ―indagó en un tono travieso.

―Me encantaría, pero tengo algo pendiente ―declinó el pelilargo.

Y sin que Chan lo viera venir, el menor se dejó caer sobre su pene, sacándole un fuerte gemido de sorpresa. Casi al instante, Hyunjin comenzó a cabalgarlo con rapidez, sin preocuparse en retener sus gemidos.

―Ohmn, hyung es tan grande ―gimió gustoso mientras seguía montándolo ―. Quiero que Channie hyung me llene de su leche ―comentó sin vergüenza alguna.

―Si hago eso, entonces no tendré mi premio ―dijo el mayor entre jadeos. No mentiría, estaba un poco difícil la tarea de no correrse, pues tener a un chico malditamente hermoso y caliente brincando tan rico sobre su duro pene es de todo menos fácil; sobre-todo teniendo un vibrador metido en su trasero, tocándole la próstata de manera casi continua. Chan estaba llegando a su límite antes de lo esperado ―. H-hyunjin, ha, n-no pued- Ohh Dios ―y justo antes de terminar la oración, un largo gemido se travesó en su garganta, acompañando la inevitable eyaculación que finalmente se liberó dentro del menor, otorgándole su rendición.

Hyunjin paró sus movimientos al sentir cómo era llenado por su mayor, y mientras masturbaba levemente su miembro se levantó, dejando escurrir el caliente semen entre sus muslos.

Los ojos somnolientos del peli-naranja siguieron los movimientos ajenos atentamente.

―Lo lograste, hyung. Aguantaste más de lo que pensé ―dijo Hyunjin tras fijarse la hora en su celular ―. Es hora de tu premio ―canturreó mientras se agachaba nuevamente entre sus piernas.

― ¿Ya puedes desatar mis muñecas? ―preguntó emocionado. Fue verdaderamente tedioso no poder tocarlo como quisiera, sin mencionar que ya se le estaban entumeciendo las manos.

―Aún no, me gusta quietito y manejable ―denegó ―. Ahora te daré tu premio por ser un buen hyung ―dijo con una sonrisa coqueta.

Hyunjin le tomó por las piernas y lo arrastró hacia su cuerpo, dejando el trasero del mayor sobresaliendo por fuera de la silla.

―Qu- Oh, mierda, Hyunjin ―se quejó Bang al sentir el palpitante miembro incrustarse hasta el fondo de su trasero, reemplazando el lugar del vibrador ―. Al menos avisa ―le reprendió un poco adolorido. El tamaño del miembro de Hyunjin no se comparaba en absoluto con el de su dildo.

―Se supone que ya debería estar dilatado ―comentó Hyunjin ―. De todas formas ya te acostumbrarás.

El vaivén no se hizo esperar, Hyunjin comenzó a salir y adentrarse constantemente. El menor estaba bastante ansioso por arremeter en el enorme trasero de su hyung, pero se contuvo porque sabía que debía ser cuidadoso con él, después de todo quería que ambos lo disfrutaran.

―Hyun ―llamó Chan ―. Más fuerte ―pidió un poco avergonzado.

― ¿Seguro? No quiero lastimarte ―preguntó Hyunjin, no muy seguro.

Chan resopló con fastidio.

―Hyunjin-ah, cuando te digo que lo hagas fuerte, es porque quiero que así lo hagas ―aclaró, impaciente ―. Ahora HAZLO ―ordenó, más que seguro.

―Bien, si hyung quiere fuerte, que así sea ―dijo Hyunjin. Él no era quién para desobedecer sus órdenes, ya que se supone que estaba dándole su premio.

Salió de su interior, confundiendo a Chan, luego lo tomó por las corvas y hundió más las piernas, haciendo que quedaran casi pegadas al torso.

―Luego no te quejes de que te destrocé tu lindo trasero ―advirtió, justo antes de penetrarlo nuevamente.

―No me quejaré. Ahora cállate y destrózame el trasero de una buena vez ―demandó descaradamente.

Hyunjin arrimó la silla hasta la pared más cercana, y una vez hecho esto retomó las penetraciones, sin preocuparse en ser suave, pues sabía que su hyung le reprendería por no tomar enserio sus palabras.

―Oh, ohm, así, justo así ―gimoteaba Chan mientras disfrutaba de las fuertes estocadas en su necesitado trasero ―. Mmhm, lo haces tan rico ―jadeó extasiado cuando el largo miembro de su menor logró rozar su punto dulce.

― ¿Te gusta, hyungie? ¿Te encanta que te rompan el trasero? ―musitó entre agitados jadeos.

―Ah, sí. ¡Me encanta! ―exclamó desvergonzadamente ― Me encanta que Hyunjin me destroce el trasero.

Hyunjin sonrió complacido. Jamás se hubiera imaginado que su hyung fuera tan sumiso y descarado en el sexo, pues aun cuando ya lo conocía desde hace casi diez años, el cómo se viera o comportara en la intimidad había sido un completo misterio, al menos hasta hace unos minutos. Y ahora que había encontrado respuestas a sus incógnitas se negaba a ignorar esa nueva faceta del líder. Verlo abierto de piernas, gimiendo y gritando descontrolado mientras él se follaba su enorme trasero, era una imagen extremadamente excitante.

―Hmm, hyung, ya no puedo más ―advirtió el peligris, sintiendo a su corazón enloquecer debido al esfuerzo que ponía en las duras penetraciones.

―Desátame ―pidió el mayor, ya sintiéndose cerca de acabar.

Hyunjin se detuvo para liberar las muñecas del líder.

―Es mi turno para tomar el control ―dijo Chan, y luego se inclinó hacia delante para dejar acostado al menor contra el piso.

Hyunjin se dejó hacer, viendo cómo el más bajo se penetraba a sí mismo para montarlo como una fiera. Chan se sostenía de las caderas del menor para impulsarse hacia arriba y luego dejarse caer con fuerza, repitiendo la acción sin parar ni una sola vez. Christopher Bang era un hombre fuerte y perseverante, por lo que era de esperarse que pudiera dar tremendos sentones. Bien podría romperle los huesos de la pelvis, pero Hyunjin estaba dispuesto a correr ese riesgo.

― ¡Hyung! Oh Dios ̴―Hyunjin dejó escapar un largo gemido, finalmente corriéndose dentro del mayor.

―Oh, sí, hmm ―alcanzó a jadear Chan, extasiado mientras se masturbaba rápidamente, terminando por correrse sobre el estómago del peligris. Y tras culminar con el acto, se desplomó sobre el cuerpo del menor.

Ambos se quedaron quietos y silenciosos, disfrutando de la repentina tranquilidad que se había formado en la habitación.

―Hyung, ¿disfrutó de su premio? ―indagó Hyunjin, cortando con el silencio.

Chan se removió en su lugar, enderezándose para sacar el flácido miembro de su trasero.

― ¿Tú qué crees? ―preguntó risueño, contagiando al peligris ― Hace tiempo que no tenía sexo duro con alguien ―admitió con vergüenza.

― ¿Sí? Pues en ese caso, no tengo problema en prestarme para cuando hyung lo necesite ―le propuso el menor mientras se limpiaba con unos paños húmedos que el mayor le había pasado.

Chan arqueó una ceja, con una expresión de diversión implantada en su rostro. La inesperada propuesta de Hyunjin se le hacía bastante interesante.

―Espero que no te eches para atrás ―comentó Chan.

―Confié en mí, no lo haré ―le aseguró Hyunjin.

Si bien en un principio Hyunjin buscaba una forma de despejarse y matar el tiempo, al final no sólo logró su cometido, sino que también consiguió un nuevo amante.

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Buenass, perdonen la demora, estuve estudiando para sacar algunas materias que me quedaron del año pasado. De momento voy a estar actualizando cada una o dos semanas por esto mismo, porque todavía me quedan materias que rendir, pero voy a tratar de hacerme un tiempito para escribir.

Espero que les haya gustado el capítulo, aunque siento que quedó más corto que los anteriores.

La pregunta del capítulo es :

Teniendo en cuenta sus conocimientos sobre Chris, ¿cuál piensan que sea realmente su orientación sexual? ¿Con qué miembro creen que tenga más "química"? Justifique su respuesta.

Obviamente es una suposición, pero por mi parte sí creo que sea hetero, quizás heterocurioso en algunos momentos, but idk, sólo él lo sabrá. Y al menos para mí, creo que tiene más química con Seungmin y Minho, no sé, siento que sus interacciones son bastante auténticas en ciertos momentos. Stan ChanMin y MinChan para una mejor vida 🗿🧡.

Sin nada más qué decir, ya saben; voten y comenten si les gustó el capítulo.

Nos leemos en una próxima actualización, bye bye 💫💞.

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