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*Si no es mucha molestia comenten pliss y no sean lectores fantasma se lo agradecería mucho que comentaran en esta historia*

Capítulo tres: Corazones en llamas

Dos semanas habían pasado desde que Kaela llegó a Berk, y aunque al principio había sido recibida con recelo, poco a poco comenzó a integrarse en la vida de la aldea.

Era una mezcla entre el misterio que la rodeaba y su disposición para ayudar lo que cautivaba a los habitantes.

Incluso se había adaptado al estilo de vestimenta de los vikingos, aunque conservando algunos elementos que reflejaban su esencia.

Kaela llevaba una túnica roja bordada, un chaleco gris, una capa de lana clara, correas de cuero cruzadas y un accesorio metálico en el cabello,

En sus muñecas portaba brazaletes de metal grabados con su nombre escrito en el idioma que de hablaba en Berk, obsequio de Astrid con quien poco a poco iba adquiriendo lo que ella queria creer que era una amistad y quien la había ayudado a ajustar su atuendo para que fuera más funcional para el clima y la vida en Berk.

Había añadido mechones rojos a su cabello, un símbolo de renovación y fortaleza que había aprendido de su abuela cuando aún era humana....

Cuando estaba en su mundo sentía que no podía cambiar su estética debido a que su leyenda al describirla de cierta forma no podía alterarlo

Pero ahora que nadie sabía que ella era una leyenda ni nada podía hacer con su apariencia lo que quisiera y el rojo en su cultura representaba el fuego interno que nunca debía apagarse, incluso en los momentos más difíciles.

Los mechones resaltaban entre su cabello plateado y atraían miradas de curiosidad y admiración, sobre todo de los jóvenes aldeanos.

Pero Kaela no parecía prestarles demasiada atención; su mente estaba ocupada aprendiendo las costumbres de Berk, ayudando a Hiccup y Toothless, y explorando el nuevo vínculo que sentía con los dragones del lugar.

Hiccup, como líder, había tomado a Kaela bajo su ala, ayudándola a adaptarse y mostrándole cada rincón de la isla.

Su relación se había vuelto más cercana, marcada por una amistad que realmente albergaba algo más profundo para ambos

Y luego estaba Toothless siempre en medio de ambos tratando de unirlos o que estén más tiempo juntos, aunque la mayor parte se veces elige a Kaela provocando que Hiccup muera de celos

Kaela apreciaba su paciencia, pero también su forma de escucharla sin presionarla, algo que le resultaba especialmente importante mientras procesaba su llegada a este mundo.

Con el tiempo, Estoico, el padre de Hiccup, había empezado a mirarla con aprobación, aunque inicialmente había sido más reservado.

Una conversación en particular marcó el cambio entre ellos.

Una tarde, mientras Kaela ayudaba a Hiccup a alimentar a los dragones en el establo, Stoick la observó desde la entrada.

Cuando Kaela notó su presencia, se acercó para saludarlo.

---Es extraño tener a alguien nuevo aquí que no sea un vikingo ---comentó Estoico, cruzándose de brazos--- pero debo admitir que eres... útil y querida por algunos

Hiccup se llevó la mano a la frente sintiendo vergüenza al ver cómo su padre lo miraba a él al decir esas últimas palabras

Kaela sonrió con humildad--- Gracias, jefe Estoico--- Estoy haciendo lo posible por integrarme, aunque no siempre sea fácil

Estoico asintió, su expresión suavizándose--- La aldea necesita más personas como tú--- responde--- Quizás no seas una guerrera, pero eres una sanadora y pero tienes un corazón fuerte---- aclara--- Eso importa tanto como la fuerza física.

Las palabras de Estoico resonaron en Kaela, y desde entonces, el gran líder de Berk mostró más confianza en ella, incluso permitiéndole trabajar con los dragones que requerían atención médica.

Kaela también se ganó a los amigos de Hiccup.

Patapez la adoraba por su conocimiento intuitivo sobre los dragones, y solía pasar horas preguntándole sobre esas criaturas mágicas lo cual ella siempre respondia con entusiasmo .

Brutacio y Brutilda la bombardearon con preguntas irreverentes, queriendo saber si las runas en su piel eran "mágicas" o "explosivas".

Aunque sus bromas a veces la confundían, Kaela no podía evitar reírse con ellos.

Astrid, por otro lado, era más difícil de convencer.

Si bien había aceptado la presencia de Kaela, aún mantenía una barrera emocional, observándola con una mezcla de curiosidad y cautela, y aunque habían tenido varios momentos donde ellas habían conectado, Astrid seguía algo distante

Sin embargo, un día, mientras ambas entrenaban con Stormfly, Astrid dejó entrever una sonrisa.

---No eres tan mala para alguien que no nació en una aldea vikinga ---comentó Astrid, alzando una ceja al ver cómo Kaela ayudaba a Stormfly a calmarse después de haber sido rozada por una planta venenosa y ella lo estaba curando

Kaela rió---Gracias, supongo. ¿Eso cuenta como un cumplido?--- pregunto la platinada con una sonrisa

---Tal vez, Pero no te confíes---respondió Astrid, aunque su tono era más relajado.

Y Astrid a veces se sentía rara al ver a la chica, todos los jóvenes admiraban su belleza y no podía negarla pero no sabía porqué se sentía tan extraña con ella

Esa pequeña interacción marcó un paso hacia una relación más cordial entre ambas.

Un día, mientras Kaela paseaba cerca del bosque que rodeaba la aldea, escuchó los sollozos de un niño.

Al seguir el sonido, encontró a un joven vikingo arrodillado junto a un pequeño dragón que había sufrido una herida en una de sus alas.

El niño, de no más de diez años, miró a Kaela con ojos llenos de esperanza y miedo.

---Por favor... ¿puedes ayudarlo? ---suplicó el niño, acariciando suavemente al dragón quien solo gimoteaba del dolor

Kaela no dudó, se arrodilló junto al animal, examinando la herida con cuidado.

El dragón emitió un suave gruñido, pero no mostró resistencia cuando Kaela comenzó a trabajar.

Utilizó hierbas que había recolectado días antes y telas limpias que siempre llevaba consigo en su canasta, en ese lugar puede que no usara sus poderes pero tenía aún sus conocimientos

Sus manos se movían con confianza, sus runas brillando ligeramente por la luz mientras trabajaba.

El niño la observaba con asombro, y cuando finalmente terminó, soltó un suspiro de alivio y el pequeño dragón pareció poder respirar tranquilo

---Eres como un ángel ---murmuró, sus ojos brillando de gratitud y admiración

Kaela sonrió, acariciando al dragón ahora más tranquilo--- Solo hago lo que puedo--- responde la chica

---- gracias--- respondió él pequeño dragón con una voz dulce y ella solo asintió sonriendo

El pequeño niño tomó a su dragón y volvió a la aldea

En ese momento, Hiccup apareció, habiendo seguido a Toothless que, como siempre, había decidido ir a buscar a Kaela.

El joven líder escuchó las palabras del niño y asintió con una sonrisa.

---Es cierto. Eres un ángel para los dragones y para nosotros, Kaela. --- Hiccup se agachó junto a ella, sus ojos verdes encontrando los de ella--- He estado pensando... la aldea necesita a alguien con tu talento. ¿Te gustaría quedarte como nuestra médica para dragones? Podrás quedarte en la cabaña donde estás si quieres

Kaela lo miró, sorprendida por la propuesta.

Por un momento, sus labios temblaron, pero luego asintió, sus ojos llenos de emoción.

---Sería un honor--- sonrie la chica emocionada

Esa noche, Hiccup invitó a Kaela a volar con él y Toothless para celebrar su decisión de quedarse en Berk.

Kaela aceptó encantada, y pronto se encontraron surcando los cielos, el viento frío acariciándoles el rostro.

El mundo parecía infinitamente vasto desde lo alto, las estrellas titilando como faros lejanos.

Finalmente, Hiccup guió a Toothless hacia un acantilado rodeado de árboles.

El lugar estaba tranquilo, con una pequeña cascada que caía en un lago cristalino. Kaela se bajó del dragón, maravillada por la belleza del lugar.

---Es... increíble ---susurró, girándose hacia Hiccup.

Él sonrió, apoyándose en una roca cercana. ---Este era uno de mis lugares favoritos cuando era más joven--- aclara el joven---Venía aquí cuando quería escapar del caos de la aldea.

Kaela se acercó, sintiendo una conexión más profunda con él.

Por un momento, ambos se miraron, el silencio entre ellos cargado de una intensidad que ninguno podía ignorar.

---Hiccup... gracias por todo lo que has hecho por mí. No sé cómo podré devolvértelo ---dijo ella, su voz suave.

Hiccup negó con la cabeza, su sonrisa sincera---No tienes que hacerlo, Kaela. Me alegra que estés aquí, con eso me basta--- responde

Sin pensarlo, Kaela dio un paso más cerca, y Hiccup hizo lo mismo. La distancia entre ellos se desvaneció lentamente, y por un instante, parecía que ambos iban a besarse

Sin embargo, Toothless, que los había estado observando desde un lado, decidió intervenir.

El dragón los empujó suavemente con su cabeza, haciendo que ambos tropezaran hacia adelante y chocaran torpemente cayendo al suelo aunque Hiccup consiguió amortiguar a Kaela provocando que la chica cayera encima de él

Kaela soltó una risa nerviosa, mientras Hiccup se llevaba una mano a la nuca, claramente avergonzado.

---¡Toothless! ---exclamó Hiccup, fingiendo indignación.

Kaela, todavía riendo, acarició la cabeza del dragón. ---Creo que le gusta jugar a ser el casamentero--- responde la chica

---- soy el dragón celestino y tengo una misión--- dice Toothless

Hiccup suspiró, pero una sonrisa apareció en sus labios.

Aunque el momento había sido interrumpido, ambos sabían que algo había cambiado entre ellos.

Mientras volvían a la aldea bajo la luz de la luna, Kaela sintió que, por primera vez en mucho tiempo, pertenecía a un lugar.

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Capitulo tres publicado ✅️

(+120 comentarios, no valen puntos y se publica el siguiente capítulo)

¿Que les ha parecido el capítulo?

Perdonar que no pueda actualizar más rápido, es aue estoy en semana de exámenes

Les dejo unas imágenes de la nueva apariencia de Kaela

¿Que opinan?

Gracias por todo su apoyo de verdad

Espero que les guste tanto leer esta historia como a mi escribirla

Espero que disfruten y nos vemos pronto en el siguiente capítulo 👋 ♥️