Capítulo único
—¡Míralo! —Seonghwa golpeteaba con su palma el brazo de su mejor amigo con emoción desbordante—. ¿Cómo puede ser tan guapo? ¡Es tan injusto! —chillaba excitado, mirando con ojos de corazón a su enamorado desde la lejanía.
—Guarda silencio Seonghwa, será incómodo si te llega a escuchar —Hongjoong cubrió con su pequeña mano la boca gritona de su amigo mientras juntaba sus cejas con irritación.
Seonghwa soltó una risita, asintiendo para que Hongjoong lo liberara. A Kim se le escapó un suspiro cuando su amigo colocó los codos sobre la mesa y apoyando su barbilla en las manos para gastar su tiempo en observar cual lechuza a Yeosang, el chico un año más joven que había robado su corazón hace unos meses.
Supuestamente, ambos estaban en la cantina común de la facultad de arquitectura para almorzar algo diferente pero al entender que Seonghwa lo había arrastrado hasta ahí solamente para observar de cerca a Yeosang, el apetito se le esfumó.
Hongjoong se puso en pie dispuesto a devolverse a su facultad e ir por su usual sándwich al comedor perteneciente a los estudiantes de Leyes. Seonghwa se percató inmediatamente del movimiento de su amigo y con rapidez le sostuvo la muñeca, mirándolo con ojos de cachorrito.
—No te vayas —pidió Park.
—No tengo nada que hacer aquí.
—Anda, por favor.
Kim suspiró una vez más y rendido se dejó caer nuevamente a su asiento. Seonghwa sonrió satisfecho y continuó con su labor de observar a Yeosang.
Realmente, Hongjoong no lo entendía.
Hongjoong sabía que Seonghwa y Yeosang se conocían e incluso se podía decir que se llevaban bien, que eran amigos, pero Seonghwa estaba interesado por el cara de muñeca desde hace tiempo y Hongjoong estaba más que seguro que Yeosang lo sabía. Yeosang iba sobre Seonghwa cuando necesitaba algo del mayor y Park siempre caía redondito en las telarañas enredadizas del menor. Yeosang jamás había lastimado a Seonghwa, pero estaba jugando con sus sentimientos, creando una bomba que en cualquier momento iba a detonar y lo haría gravemente.
Hongjoong sabía que cuando esa bomba de sentimientos detonara no sólo arrasaría con Seonghwa, sino también lo haría con él mismo.
Después de un largo y desperdiciado tiempo, Yeosang se dignó en posar sus ojos sobre Seonghwa, provocando que éste diera un respingo de los nervios. Kang se acercó a su mesa con una expresión claramente falsa, fingiendo haber visto hasta ahora al mayor. Hongjoong resopló y apartó la mirada, negándose a mantener contacto visual si quiera con el menor.
—Hey hyung, ¿qué haces aquí? —Yeosang se apoyó en la mesa, inclinándose muy cerca de Seonghwa—. ¿Puedo sentarme?
—¡Sí! Digo, adelante, hazlo.
Yeosang rió con ternura ante la actitud de su mayor. Hongjoong quería arrancarse la cabeza para no tener que escuchar la conversación sosa y falsa que ambos mantuvieron por bastante rato, era asfixiante.
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Era de noche, un fin de semana que se había arruinado para Hongjoong. Manteniendo su ventana abierta y recostado en su cama sin ganas de nada.
Después de bastante estrés escolar, ambos amigos habían decido pasar la noche juntos como usualmente lo hacían luego de los periodos de evaluación; escuchando música mientras hablaban hasta muy tarde y bebían un poco de alcohol para acompañar.
Kim había estado ansiando esta noche durante semanas, hasta que Seonghwa le llamó por la tarde, diciéndole con toda la emoción del mundo que Yeosang lo había invitado a salir.
—¿Qué hay de nosotros? —preguntó Hongjoong a su mejor amigo, con decepción en la voz.
—¿Nosotros? —Seonghwa se oía bastante confundido, lo cual hizo que Hongjoong tomara una respiración profunda antes de contestar.
—¿No era hoy nuestra noche de celebración?
—¡Mierda! —gimió Seonghwa, realmente lo había olvidado—. Lo siento, se me pasó. Pero podemos hacerlo la próxima vez.
—No hay próxima vez, esta fue la evaluación de fin de curso.
—Oh... entonces hay que planearlo para las vacaciones, ¿de acuerdo? Nos vemos.
El silencio que hubo después de aquello hizo que el corazón de Hongjoong se sintiera pesado. Parpadeó un par de veces desconcertado y luego de volver a respirar profundo, se mordió el labio con fuerza, intentando retener sus sentimientos.
Se había dicho a sí mismo que iría sólo a beber y que la pasaría genial aún sin Seonghwa pero eso no era posible.
Ahora estaba ahí, tirado sin sentido sobre su cama, observando la lejana luna que se asomaba por su ventana. Sintiendo el frío sereno de la noche y la soledad que inundaban en su habitación. La ciudad podía ser ruidosa pero en el interior de esas cuatro paredes que conformaban su habitación, todo era tan silencioso.
No era la primera vez que Hongjoong había sido dejado de lado por culpa del menor. Era un sentimiento de deja vú bastante familiar para él. Sin embargo, le dolía el hecho de que precisamente esa noche lo abandonara. Ellos llevaban desde que iniciaron la universidad celebrando esas noches de fin de evaluación. Eran noches de sólo ellos, noches en las que todo debía pasar a segundo plano en sus vidas, menos el otro.
¿Por qué estoy temblando?
Yeosang había aparecido un día en la vida de ambos y tal cual había atrapado a Seonghwa como si fuese el flautista de Hamelín.
¿Por qué eres tan estúpido?
Hongjoong sentía coraje y molestia. No entendía por qué su amigo no podía comprender que aquel muchacho sólo estaba jugando con él al igual que con todas las demás chicas y chicos con quienes también se relacionaba.
¿Por qué le crees?
Para Hongjoong era fácil darse cuenta de lo falso que Yeosang era con todas sus víctimas. Las miradas que les regalaba no eran iguales a con las que usualmente miraba a las personas a su alrededor. Palabras dulces que escondían dagas envenenadas salían siempre de sus delgados labios y acciones caballerosas que fácilmente confundían a muchos.
¿Quién es ese gato*?
¿Quién se creía que era? Él no era mejor que nadie pero todos lo hacían lucir de esa manera.
¿Acaso eres retrasado?
Entre más lo pensaba, más molesto se sentía.
Aunque quizá, molestía no era el verdadero sentimiento.
Quizá sólo eres ciego.
¡Bien! Ve a él y haz lo que quieras.
Apretando con fuerza la almohada blanca que mantenía sobre su cuerpo, Hongjoong fruncia sus cejas mientras pensaba que dejar de preocuparse por su amigo era la única solución. Continuamente, Hongjoong se la pasaba advirtiendo sobre Yeosang disimuladamente a Seonghwa, pero el pelinegro realmente parecía no captar la idea o quizá, no quería hacerlo.
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Las vacaciones habían comenzado hace una semana y media, los días para Hongjoong cada vez eran más largos y pesados y las noches más frías y sombrías.
No me has contactado ni una sola vez. ¿Te crees tan genial?
Mantenía su teléfono celular cerca con la esperanza de que Seonghwa le llamara o le enviara si quiera un mensaje en KaKao, ya sea para charlar o quedar en una salida casual como siempre hacían, pero nada sucedió.
Te estoy odiando en silencio.
Revisando sus redes sociales se encontró con varias publicaciones por parte de su mejor amigo con relación a Yeosang, mientras que éste último no tenía nada especial acerca de Seonghwa.
Tu luna flota solitaria en lo alto todas las noches.
Es lamentable.
Dios. ¿Por qué te sigo pensando?
En una mente despreocupada, sopló un pensamiento inquietante:
Nuestra luz de luna se está apagando.
¿Tú lo entiendes?
Un resoplido se escapa de los labios de Kim y con ambas manos se peina el cabello hacia atrás, manteniéndolo ahí unos segundos en los que su mente se turba y termina por sacudirse las hebras grisáceas e inconcientemente forma un puchero. Apoya su peso en una sola pierna y la otra la estira sólo un paso más allá, optando una extrana pose pensativa.
Nuevamente los días avanzan y las actualizaciones de su mejor amigo lo tienen un poco fastidiado, incluso siente pena ajena al ver la felicidad que transmite en su cuenta personal, mientras que Yeosang se mantiene callado o regalándole tan sólo un like en aquellas fotos donde se le etiqueta.
Tú realmente eres estúpido, ¿verdad?
¿Cómo puede seguir creyendo en él?
Ese gatito* es insoportable.
Los sentimientos del bajito eran un sube y baja, comenzando desde abajo con la tristeza de ser dejado de lado y después subiendo hacia el enfado de ser dejado de lado.
¿Acaso crees que él es tu verdadero amor?
Dios, ese tipo te ha cegado tanto.
Una notificación había llegado a su teléfono en ese momento y fue ahí cuando había odiado la decisión de marcar a Seonghwa como parte de su lista de mejores amigos y prioridad de publicaciones cuando le apareció en su pantalla una fotografía de ambos susodichos en una aparente cita.
¡Ugh! ¡Lárgate y has lo que quieras con él!
¡CABRÓN!
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Aquella fresca noche, Hongjoong se sentía tan solo. Dejando sus ventanas abiertas para observar a la que había sido su única compañía durante sus días de molestia y desespero, la Luna.
Odiaba que su habitación fuera tan tranquila.
Después de varias semanas, su pecho sentía mucha presión. Múltiples pensamientos seguían atascados en su mente y su corazón era un tumulto de emociones extrañas.
No podía dejar de pensar en Seonghwa.
Pensando cada vez más en aquellos dos muchachos volviéndose aparentemente más cercanos.
Y se sintió insuficiente.
Quería a su amigo de vuelta. Quería volver a ser ellos dos nuevamente. Sin interrupciones. Sin terceras personas. Quería su amistad inseparable de nuevo. Quería sentirse querido y saber que a su amigo le interesaba estar con él.
Ahora esto era más que nada una extraña relación de amistad unilateral que cada día iba más en decadencia.
Pensaba una y otra vez en que, aunque realmente no lo quería, Seonghwa iba a terminar sufriendo debido a Yeosang. Hongjoong lo tenía más que presente.
Seonghwa era estúpido.
Seonghwa era ciego.
Seonghwa no entendía.
Seonghwa le creía a Yeosang.
Y eso lo enojaba. Seonghwa no estaba creyendo en él y no valoraba ni una sola vez todo lo que Hongjoong intentaba decirle y ayudarle.
Entonces...
Explotó.
Su corazón no resistió más y sus sentimientos internos salieron a la luz en forma de celos románticos que lo hacían sentir cada vez más solo y abandonado.
Quería ser él el que tuviera la atención y el amor de Seonghwa.
Quería ser él quien pudiera ser la causa de su felicidad y quien pudiera cuidar el corazoncito del pelinegro.
Ellos dos se conocían desde hace más tiempo. Él tenía más derecho que Yeosang.
No quería a nadie más que no fuera Seonghwa.
Y cuando sus ojos ardían con demasía y sus lágrimas comenzaron a derramarse, cayendo por sus mejillas hasta escurrirse por su cuello y perderse en sus clavículas, Hongjoong pensó con dolor:
Soy tan estúpido.
Me vuelves tan ciego.
Pero tú... Algún día volverás.
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Aclaraciones rápidas:
Gato / Gatito: Realmente no sé cómo explicar esto jaja. Si leen la letra de la canción, literalmente dice "¿Quién es ese gatito?" PEEEEERO (no sé si es así o sólo soy yo) yo le doy una interpretación de juego de palabras ya que para mí, al oír esa parte, "gatito" suena muy parecido a "hijo de puta" en coreano, por lo que yo imagino que Woosung quiso censurar HDP con gatito, además de que incluso llamar a alguien "gato" es considerado un insulto. Idk.
Al final, cuando Hongjoong dice "algún día volverás" se refiere a que sabe que Yeo lastimará a Hwa y éste volverá a Hongjoong, sabiendo que siempre será la segunda opción de Hwa u.u
Bueeeeno, ¿qué les pareció este One Shot? ¿les gustó? ¿les gusta la canción?
Voten y comenten, me encanta leer sus comentarios ♡
Ʀ Є Ɲ
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