Emilie había sido una niña radiante desde su más tierna infancia, la consentida de su padre y su mayor fuente de alegría. Estaba estrechamente unida a su hermano Mikael hasta que este partió para comenzar su propia familia con su esposa.
Tiempo después, la tragedia golpeó la aldea donde vivían. Un ataque devastador dejó a su padre muerto, y Emilie se encontró repentinamente sola en el mundo. Fue entonces cuando su hermano Mikael la llevó consigo, junto con su esposa, cuando decidieron iniciar una nueva vida en un nuevo mundo, tras la pérdida de Freya debido a la peste.
Emilie observaba con curiosidad mientras su sobrino Finn temblaba de miedo ante Esther, su propia madre. Sintió una leve ternura cuando el niño corrió a refugiarse en sus brazos.
━━Tengo miedo de que me lleve. ━━susurró el niño, tembloroso. Emilie lo miró con confusión, pero lo abrazó para calmarlo.
━━Nadie te llevará, Finn. Siempre te protegeré. ━━prometió la joven a su sobrino con firmeza.
Los años pasaron y Emilie no podía creer cómo su hermano se había transformado en la persona terca y orgullosa que era, capaz incluso de golpear a sus propios hijos.
Ella observaba con una sonrisa mientras Klaus y Elijah se enfrentaban en duelos de espadas, tratando de impresionarla. Se rió ante los gritos de victoria de Klaus cuando logró vencer a su hermano.
━━Viste, madre, gané. ━━dijo Klaus, mirándola con picardía.━━ Te has ganado el derecho a que te llame así.
Cuando Mikael levantó la mano para golpear a Klaus, Emilie se interpuso instintivamente entre ellos, su figura delicada contrastando con la imponente presencia de su hermano. El golpe destinado a Klaus encontró su camino hacia Emilie, quien lo recibió con valentía.
El impacto resonó en el aire, y por un momento, el silencio se apoderó de la escena. Los ojos de Emilie se entrecerraron brevemente por el dolor, pero su expresión permaneció firme. Mikael, por su parte, retrocedió instintivamente, su mirada llena de sorpresa y un atisbo de culpa.
El silencio se rompió cuando Emilie se enderezó lentamente, enfrentando a su hermano con determinación. En ese breve instante, parecía que Mikael había sido confrontado por la fragilidad de su hermana y la violencia que había desatado. Un destello de vulnerabilidad cruzó su rostro endurecido antes de que se volviera a endurecer en una máscara de ira y orgullo.
Emilie no dijo una palabra, pero su gesto había hablado por sí mismo. Había dejado claro que no toleraría la violencia dentro de su familia, incluso si esa familia estaba tan fracturada como la suya. Su valentía y su acto de protección no solo sorprendieron a Mikael, sino que también dejaron una marca indeleble en la dinámica entre ellos, recordándole a Mikael que, a pesar de sus diferencias, aún eran hermanos.
━━Vete de aquí, Mikael. Ya no eres el hermano con el que crecí. ━━respondió Emilie, con rabia en sus palabras.
Y luego llegó aquel día trágico en el que el hijo menor, Henrik, perdió la vida. El grito desgarrador que escapó de los labios de la castaña en ese momento heló la sangre de todos los presentes.
Sin saberlo, esa misma noche desataría una serie de revelaciones que pondrían al descubierto las traiciones y secretos que Esther siempre había intentado ocultar.
Las ganas de reescribir está historia me ganaron
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