Intentos
Había pasado una semana desde que vio a Wooyoung besándose con Jongho. Desde ese día ir al almacén en vez de relajarlo lo estresaba y hacia sentir mal, llegando al punto de pensar en esa mínima acción como una tortura. Eden lo notó, notó como Yeosang no parecía sentir la misma emoción que el primer día y eso lo preocupó.
—¿Pasó algo Yeosang?— Preguntó el mayor con la mirada en el camino, Yeosang suspiró y empezó a jugar con sus manos, había esperado todo ese tiempo para poder desahogarse y así lo haría.—Jongho, él y Wooyoung—No quería decirlo, porque decirlo era como aceptar que realmente estaba pasando y eso no le gustaba, en lo absoluto.— Están saliendo.
Las lágrimas inconscientemente empezaron a caer de manera descontrolada de sus ojos, bajando por sus mejillas y barbilla hasta perderse en la tela del polo que vestía el rubio.
—Y-Y me siento mal—Sollozó fuertemente mientras se abrazaba a si mismo—Me siento mal por este sentimiento que tengo, me duele verlos juntos, tan cariñosos. Me duele tener pensamientos tan egoístas.
Las lágrimas que caían por sus mejillas eran cada vez más recurrentes y rápidas. No le gustaba esperar que la relación de Jongho y Wooyoung no funcione para poder tener una oportunidad con el menor. No le gustaba ser tan egoísta. No le gustaba ver sufrir a San junto a él. No le gustaba que el de ahora cabellos rosas se sintiera mal también por un amor que pensó era correspondido pero que en realidad no fue así.
—Yeosang...—La compasión se podía notar en la voz del mayor. Habían llegado rápidamente a la ubicación del almacén por lo que se bajó del asiento del piloto y subió en los asientos de atrás para darle un abrazo al rubio.
Se sentía tan reconfortante para Yeosang tener unos brazos amables como los de Eden rodeandolo con cariño, haciéndole saber que todo mejoraría y que el lo apoyaría como esa figura paterna que representaba para él.
Una vez Yeosang estuvo calmado Eden se separó de él y lo dejó bajar. Ahí iba de nuevo a su tortura diaria. Pero el intentaría con toda su fuerza sentirse feliz por sus menores, intentaría aceptar que su destino no era estar con el de cabellos rojizos.
Recorrió el camino tan conocido y escuchó la música sonar fuerte, como aquel día en el que llegó allí por primera vez. Un sentimiento de nostalgia invadió su pecho y sonrió levemente.
Ingresó y vio a todos haciendo lo mismo de siempre; San y Mingi estaban bailando, siguiendo los pasos que hacía Yunho, Seonghwa y Hongjoong estaban en su propio mundo, mirándose con todo el cariño del mundo, hablando de algo que solo ellos sabían, disfrutando sus compañías y por último Wooyoung y Jongho, esa pareja que hacía que su corazón doliera, estaban viendo algo el el celular del de mechas rubias, muy juntos, más de lo necesario pero lo normal en esa última semana.
—Buenas tardes—Saludó con una sonrisa a todos y recibió un "buenas tardes" por parte de todos como respuesta.
Rápidamente San se acercó a él y lo llevó consigo junto al dúo ruidoso que eran Yunho y Mingi o YunGi, como se hacían llamar en las presentaciones que tenían.
Yeosang estaba haciendo su mejor intento por no llorar cuando presenció un beso entre Wooyoung y Jongho por vigésimo cuarta vez en la semana. Y si, los había contado. Había contado todos los que vio desde aquel horroroso jueves que quedaría en su memoria para toda la vida.
💫
Este capítulo no fue muy interesante, perO, es una especie de introducción a lo que viene(¿.
He visto que hay más gente llegando y estamos cerca de las mil vistas, estoy muy feliz akdhsjsj.
19.03.21
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