No irás solo

A los gemelos se les fue indicado que se dirigieran a una sala donde se hablaría del esperado evento, y sin chistar, comenzaron su viaje. El silencio los rodeaba, tal vez porque Harry buscaba las palabras para formular lo que quería decir, o tal vez porque ____ solo quería evitar escuchar algo dicho por su hermano. El azabache no se resistió, y detuvo su paso. Como ambos seguían agarrándose las manos, por inercia, la ojiavellana se paró de igual manera.

-Tu...-el ojiazul parecía todavía analizar lo que sucedía-tu...no debes hacer esto _____...-murmuró, pero sin embargo la nombrada lo escuchó.

-¿Que no debo, dices?-su rostro parecía confuso-Harry, estás loco si crees que dejaré que te lances a un suicidio tu solo-el nombrado se sorprendió-Lamentablemente, tendrás que soportarme...lo cual creo que podrás hacer, me soportaste por catorce años-bromeó, tratando de alivianar el ambiente. Cosa que parece haber resultado, debido a que su gemelo soltó una pequeña risa, para después dar un pequeño suspiro, dando a entender que sabía que no detendría a su hermana.

Ambos llegaron finalmente a unas grandes puertas de reja, las cuales se abrieron deslumbrando una gran habitación con miles de decoraciones y una abrasadora chimenea. Los Potter se miraron mutuamente.

-Juntos...-mencionó Harry.

-Hasta el final...-finalizó su gemela, para que ambos seguidamente ingresaran.

De pronto tres figuras se posicionaron frente a la chimenea, Viktor, Fleur, y Cedric. Los tres los admiraban confundidos, aunque el último parecía más preocupado.

-¡¿Qué pasó Dumbledore?!-se oyó un gran alarido

-¡No lo sé!-parecía ser que el primero había sido Barty Crouch, y el segundo el nombrado.

-¡Debes decirme que pasó!-siguió, al que vieron, al rotarse, que era Igor Karkarov.

-¡Es inaudito!-miles de quejas se escuchaban entre los profesores y directores que seguían al gran Albus.

Cuando el director de Hogwarts localizó a los gemelos, comenzó a acercarse rápidamente, asustando a ambos.

-¡Harry! ¡¿Tu pusiste tu nombre en el cáliz de fuego?!-preguntó exasperadamente, empujándolo contra una estantería.

-No señor...-contestó nerviosamente.

-¡¿Le pediste a algún estudiante que lo hiciera?!-____ veía todo con gran sorpresa, e intentó intervenir, de no ser por una mano que la detuvo.

-No, señor...-volvió a responder aún más nervioso.

-¡¿Estás absolutamente seguro?!-.

-S-Si, señor...-.

Dumbledore lo escaneó con la mirada, con su mano aún en el hombro del muchacho.

-¡Miente! ¡Estoy segura!-exclamó Olympe Maxime, que debió correr una lámpara porque sino la hubiera golpeado.

-¡Claro que no! El cáliz de fuego es un elemento mágico muy poderoso, y solo un potente hechizo para confundir puede engañarlo...-explicó Ojo Loco-Además es magia avanzada para un jovencito...-.

-Parece que sabes mucho de esto...Moody-comentó Karkarov acercándose al nombrado, y en su camino empujó levemente a la azabache.

-Mi trabajo era pensar igual que lo hacen los magos tenebrosos...-respondió, mirándolo seriamente. 

-¡Esto no nos ayuda en nada!-exclamó Albus.

-¡El profesor Alastor tiene razón!-apoyó la ojiavellana, soltándose del agarre de Diggory, para posicionarse frente a su gemelo-Y además ¡Mi hermano no es un mentiroso!-su mirada era desafiante y segura.

-¡Señorita Potter, usted siquiera debería estar aquí!-la señaló el ministro.

-Estoy aquí porque si mi hermano participa, de igual forma lo haré yo...-explicó-Como el profesor Moody explicó, Harry es un estudiante de cuarto año, por lo cual no tiene la experiencia suficiente como los demás participantes, si participara solo sería como enviarlo a su propia muerte (N/A: Ja! Que ironía). Se que tenemos la misma edad, pero...si participo con el, lo ayudaría para que no terminara pulverizado o algo por el estilo-Su gemelo la miró con una ceja levantada, y ella solo sonrió apenada-Con nuestra experiencia junta, podríamos, aunque sea, salir vivos-.

-La muchacha tiene un punto-apoyó Alastor, y ____ asintió agradecida.

-La señorita _____ Potter no es una hechicera de gran nivel, porfavor-comentó Barty. La sangre de la ojiavellana, hirvió.

-¿Lo dice porque revisó mi progreso?-la azabache se acercó al hombre, sin apartar su mirada-...¿O es porque soy una..."hechicera" y no un..."mago"?-Crouch rotó su mirada, parecía ser que la muchacha había dado en el blanco.

-Señor Crouch, la señorita Potter cuenta con un recorrido excepcional, yo no la consideraría de "poco nivel"-añadió Minerva, apoyando a la chica. Parecía ser que ella también había encontrado otra vuelta al comentario del ministro.

El acusado rotó en su eje, parecía estar pensando en la propuesta y a la vez apenado de su comentario.

-Tu decides, Barty-le señaló Dumbledore.

El ministro pareció pensarlo un poco, pero seguidamente, comenzó a hablar.

-Las reglas son absolutas...-el estomago de ____ se revolvió, poniendo sus nervios de punta-El cáliz de fuego tiene inapelablemente la decisión-Barty giró su vista al director de Hogwarts-El señor Potter no tiene salida...es...o bueno...son...a partir de hoy...otros participantes del torneo-indicó el ministro, observando a los gemelos. 

Las vistas de todos se dirigieron a los muchachos, y algo en ellos creció de nuevo, como en cada año...miedo

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-Esto no puede seguir-comentó la profesora McGonagall. Ahora se encontraban ella, Snape, y Moody en el despacho del director, y este observaba atentamente una pequeña tina que contenía una especie de líquido que brillaba-Primero la Marca Tenebrosa ¿Y ahora esto?-.

-¿Tu que sugieres Minerva?-preguntó Albus, con ya poca paciencia.

-¡Ponerle un fin a esto!-respondió, con exasperación. Giró su vista hacía Snape, con obviedad-¡Y no dejar que los Potter compitan!-.

-Oíste a Barty. Las reglas son claras-explicó.

-¡Al diablo con Barty, y sus...reglas!-la profesora parecía ya estar harta de aquel hombre-¿Y desde cuando complaces al ministerio?-preguntó, confundida.

-A mi también me es difícil pensar que sea pura coincidencia. Sin embargo, si lo que se quiere es llegar al fondo de esto, lo mejor sería dejar que las cosas...tomen su curso-sugirió Snape, bajando su voz en las últimas palabras.

-¿Qué? ¿Y no hacer nada?-exclamó Minerva, mirando por un momento a Snape con una mueca de desentendimiento-¡¿Ofrecerlos como carnada?! ¡Los Potter son solo muchachos, no uno pedazos de carne!-su voz parecía romperse levemente.

-Pienso...como Severus...-contestó Albus, y a causa de eso McGonagall soltó un poco de aire debido a la sorpresa-Alastor, vigila a los gemelos ¿Quieres?-le ordenó, y el mismo asintió, levantándose de su lugar para realizar lo pedido.

-Claro que si-.

-Que no se den cuenta...no deben saber lo que les aguarda-.

De pronto, el director alzó su varita, y apoyó la punta de la misma en su cabeza.

-Los pondría nerviosos-del artefacto, salió una pequeña línea brillosa, esta se movía con fluidez mientras el director aún alejaba la varita de su anatomía-Igual...que a todos-.

Finalmente aquella rara figura se desprendió de la cabeza de Albus, como si de una curita se tratase, y cayó lentamente a aquella tina en donde se encontraba apoyado. Minerva solo se dio la vuelta y salió de la habitación, sin poder creer lo que aquel, que consideraba como un gran amigo, había dicho minutos atrás. El líquido, se removió, y en el se divisó aquel papel que había hecho que Harry y ____ se adentraran a una nueva aventura. Sin embrago, este parecía no estar físicamente ahí, sino que parecía un simple recuerdo.

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Narra Harry

Mi mente solo podía repetir, una y otra vez, aquellas escenas que había presenciado hoy ¿Por que a mí? ¿Acaso nunca podré tener un año normal? Lo sé, ya de por si no serían muy normales debido a que la magia existe, pero, creo que se entiende.

Me estaba exasperando, me encontraba en mi habitación, pero era como que no me sentía aquí, era extraño, y a la vez incomodo, debido a que Ron se encontraba aquí también. _____ me había contado que parecía ser que él estaba furioso conmigo, y no entendía porque, ¡El sabe que si lo hubiera hecho, sería él el primero en saberlo! Pero pienso que mi querido amigo ya no piensa de esa forma, sobre todo porque cuando entré a la habitación, decidió pasar de mi totalmente. Esto se está volviendo frustrante.

De repente, el colorado se levantó de su cama, y comenzó a dirigirse a colgar su ropa frente a la pequeña estufa en medio de la habitación.

-¿Cómo lo hiciste?-por un momento me descoloqué, ¿El me había hablado? Parecía estar...tranquilo. No obstante, decidí mirarlo, sabía que mi rostro era de completa confusión. Su cara cambió a una totalmente irritada.

-Ja. Olvídalo. No importa. Pudiste decírselo a tu mejor amigo-este se alejó de nuevo a su cama, su actitud comenzó a fastidiarme.

-¿Decirte qué?-okey, eso salió con un poco de brusquedad.

-Sabes muy bien que-contestó, enserio, no lo comprendo, ¿Por qué piensa que miento?

-Yo no quise que nada de esto pasara Ron-respondí, y él solo me miró por unos segundos-¿No entiendes? No seas tonto...-rodé mis ojos, y comencé a acomodar mi propia cama, después de lo que estaba pasando tan solo quería dormir y olvidarlo.

-Si...ese soy yo...Ron Weasley el tonto amigo de los Potter-dijo sarcásticamente, acomodándose entre las sabanas.

Giré mi vista al otro lado, ahí mismo se encontraban Neville y Seamus observando la situación, y al notar que pude verlos, siguieron con lo suyo. Excelente, ahora todos me ignorarían. No me deje de brazos cruzados, y me acerqué a mi amigo.

-Yo no puse mi nombre en esa copa-el pelirrojo solo me miraba-¡No quiero la gloria eterna! Solo quiero ser...-volví a suspirar-Escucha...no sé que pasó hoy, y no sé por que. Solo sucedió-expliqué, ya cansado-¿Me crees?-.

Una pizca de esperanza se plantó al ver como Ron bajó la mirada, y como había aparecido, se fue, ya que el Weasley solo se dio la vuelta dándome la espalda, preparándose para dormir. Suspiré. Me acerqué a mi cama, y me tape con las sabanas.

-Mentiroso...-comentó Ron 

¿Qué si dolía? Como el infierno. Parecía ser que la única que me creía era mi hermana ¡Y ella se anotó conmigo! Rayos. Golpeé levemente mi cama con algo de furia. Le resté importancia y me acomodé para dormir, dejando mis lentes sobre la mesa de luz a mi izquierda, y cuando menos lo esperé, caí rendido.

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Narra _____

¿Qué es lo que uno debe hacer para ser normal? A cierto ¡Nada! Somos los Potter, eso es imposible, no está en nuestro vocabulario. Después de aquella, incomoda, reunión, Harry me dijo que iba a irse a dormir de una vez, y yo decidí vagar por los corredores un tiempo. 

Tenía muchas cosas en la mente, pero lo principal era la búsqueda de una respuesta... ¿Por qué a Snape le quedaba ese corte tan bien, y a mi no? Ah no, no era esa, era ¿Por qué diablos el nombre de Harry había salido de la copa? Era tan, agh, estresante. Aunque, con respecto a lo de Snape, un recuerdo llegó a mi cabeza, algo que había sucedido el año anterior...

Flashback

-¡Ron!-exclamé con furia, este había escapado apenas vio su cometido.

Les cuento, Ron me había dicho que tenía la forma perfecta para hacer que mi cabello volviera a la normalidad. Claramente, un hechizo ¿Iba a confiar en él y dejar que lo hiciera, y por eso estaba aquí? No. 

En su lugar, mi gran amigo me había engañado diciéndome que quería que nos juntemos porque necesitaba ayuda en una materia. A eso accedí con gusto, pero como ven, ya no estoy tan feliz como antes. Cuando estaba sacando mis libros en la sala común, oí a Ron murmurar, pero, ya era tarde, su varita se iluminó y un hechizo llegó a mi cabellera, y bueno, aquí estamos.

Me levanté de mi puesto, dispuesta a hacer que pague, okey, muy violento, a deshacer esto, mejor dicho. Cuando quise salir por la puerta, algo llamó mi atención ¿Porqué vi algo rojo en el espejo? Al volver unos pasos presencie algo que, no me subió el animo que digamos. Ahora era...pelirroja. Y a la vez, mis cachetes adquirieron el mismo color, pero esta vez, por la furia. Ese Weasley estaba más que muerto.

Salí de la sala, y cada pisada era con más fuerza que la anterior. Pensaba en como hacerlo pagar, ¿Una broma? ¿Un hechizo?...mis pensamientos volaron al sentir una mano tocar mi hombro. Suspiré pesadamente, y me preparé para gritar algo para aquel que me había tocado. Aunque antes de girarme escuché un "¿Lily?" confundiéndome. Al rotarme totalmente, toda la ira se había desvanecido.

-¿Profesor Snape?-.

Este parecía no estar ahí, me miraba atentamente y con confusión, podía llegar a decir que lo veía pálido y sus ojos se veían algo...¿llorosos? Creo que estaba imaginando.

-P-Profesor...-y de un momento, pareció volver, mientras parpadeaba reiteradas veces y sacaba su mano de mi hombro.

Su semblante serio volvió de un momento a otro, y de pronto quitó su vista de mi, y se alejó sin siquiera voltear. Al girar por el pasillo, lo perdí de vista ¿Lily? Era como el nombre de mi madre...¿Acaso él?...No, no lo creo...debería de dejar de hacer historias en mi cabeza.

Levanté mis hombros restándole importancia, aunque no del todo, y seguí con mi andar dispuesta a mat...digo, regañar a Ron.

Fin del Flashback

Después de eso, recuerdo que el color se fue justo antes de que golpeara al Weasley, fue tan divertido. Aunque mi mente seguía con la misma duda ¿Por qué el profesor Snape me había llamado "Lily? Creo que nunca lo sabré.

-¿Caminata nocturna?-reconocería esa voz donde fuera, y además porque mi brazalete brilló.

-Así es...¿Pesadillas?-respondí girando sobre mi eje. Su rostro parecía sorprendido ¿Dije algo malo?

-N-No, solo...quería buscarte-respondió con algo de nerviosismo.

-Wow...el gran Draco Malfoy está buscando....-me interrumpió.

-____, esto es serio-y como aquel adjetivo dicho, esa era su faceta.

-Está bien, lo siento. Continua-contesté, algo apenada.

-Es solo una pregunta-.

-Bien, escupe...-iba a decir algo como "Pero sin baba ¿Eh?" pero creo que no debía bromear, o al menos eso me decía su rostro.

-¿Por qué rayos en el nombre de Merlín te inscribiste en el torneo?-cuestionó tomándome por sorpresa.

-Amm, bueno...no quería que Harry lo hiciera solo-estaba totalmente segura de mi respuesta.

-Ugh...____-suspiró-¿Si sabes que este torneo es muy peligroso? ¿No?-me miró.

-Oh por favor Draco ¡Claro que lo sé! No soy una estúpida-respondí, algo enfadada.

-_____...no deberías....-lo interrumpí.

-¿Porqué? ¡¿A caso tu también crees que no podré hacerlo?!-Draco me observaba confundido. Creo que el estrés comenzaba a subírseme a la cabeza.

-¿Qué? ____, claro que no, no es eso...-intentó acercarse a mi, pero me alejé.

-¡No! ¡¿Por qué nadie quiere escucharme?! ¡No me interesa este bobo torneo!-mis ojos comenzaron aguarse, y en mi garganta comenzaba a formarse un nudo-¡Lo hago por Harry! ¡No quiero perderlo!-.

-¡Y yo no quiero perderte a ti!-me detuve, y mis ojos viajaron a él. Su mirada, era de...preocupación, y a la vez...¿Amor?...-No es que crea que no puedas hacerlo, por Merlín ____, ¡Eres una hechicera excepcional! De eso no hay duda...pero...no quiero que por este absurdo torneo tu...ya sabes...agh, demonios-el rubio, tomó su cabeza y se sentó en uno de los bancos que había detrás de él.

Mi mirada estaba puesta en él, no podía creer lo que había dicho. Si, sabía que Draco y yo sentíamos algo más que amistad, pero jamás creí que lo diría tan...sinceramente.

-Hey...-me acerqué a él y puse mi mano en su mentón, indicándole que me mirara-No me perderás Draco...como dijiste, soy una gran hechicera, será pan comido-bromeé, haciendo que riera.

-Lo sé ____-tomó mi manos-Es solo que...cuando vi que saliste por esa puerta con tu hermano, sentí que...estaba tan cerca de perderte...y que no iba a poder hacer nada para impedirlo-sus ojos conectaron con los míos, y él sonrió con un pequeño sonrojo.

-Tranquilo, estaré bien, haré todo lo posible para que ambos salgamos con vida-acaricié su pómulo, y este cerró sus ojos, disfrutando del tacto.

-Aunque me gustaría más que solo tu volverías-por su broma, lo golpeé levemente, pero al vernos ambos reímos-Ven, te acompaño a tu sala común-Draco se levantó y me tendió su mano.

-Auch, creo que alguien quiere que ya no verme más-comenté, con picardía. El chico, solo negó divertido.

-No, pero alguien tiene que levantarse temprano como su primer día de participante-.

-Buen punto-sentí, para aceptar gustosamente su mano.

Durante el camino hablábamos de cualquier cosa, reíamos, nos mirábamos, algo sacado de una película totalmente. Esto era algo que sabía al cien por ciento que no quiera perder, o bueno, no quería perder a Draco. Me sentía de cierta forma, privilegiada, sabía que el no era muy expresivo, pero conmigo era como ver a otro Draco Malfoy, uno cariñoso y protector, uno que con solo ver su mirada sabías que todo iba a estar bien. 

Al llegar a la entrada, Draco depositó un dulce beso en la coronilla de mi cabeza, algo sin dudas super dulce. Y luego, se alejó lentamente, y de vez en cuando dirigía su mirada hacía mi, haciéndome reír.

Al entrar, vi algo que sentí que, sumado a lo anteriormente ocurrido, me provocaría una diabetes por exceso de dulzura. Hermione yacía dormida en el sofá con un libro en sus manos, y con una manta tapándola levemente. No hacía falta preguntarle, sabía que había estado esperándome para hablar de lo sucedido. Decidí colocarme junto a ella, la tapé mejor, y apoyé mi cabeza sobre su hombro. Mis ojos comenzaban a pesar. Sin notarlo, me dejé caer en los brazos de Morfeo.

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¡Buenas a todos! Aquí les dejo otro capítulo más, no tengo mucho por decir la verdad más que aprecien la hermosura de gif que puse en multimedia :;).

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✧･ﾟ: ✧･ﾟ: Travesura realizada o alguien podría leerlo :･ﾟ✧:･ﾟ✧