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III. Capítulo 14.Final, Pt. 1



El pasado puede ser un buen comienzo

-Harry...._____-los llamó una lejana voz.

Una tenue luz se posó sobre el rostro de los gemelos, obligándolos a abrir sus ojos. Lograron ver a su querida amiga Hermione, su rostro parecía ser de preocupación, y unas camillas de ellos se encontraba Ron, un blanco yeso cubría su pierna. El alto y oscuro techo, las incontables camillas, el olor a medicina en aquella habitación, la enfermería sin dudas. Ambos trataban de recordar lo ocurrido, pero solo una clara imagen les vino a la cabeza.

-Vimos a papá...-pronunciaron a la vez.

-¿Qué?-preguntó la castaña.

-Alejó a los dementores-empezó la platinada.

-Lo vimos en el lago-finalizó el ojiazul.

-¡Chicos! Capturaron a Sirius, ¡Los dementores le van a dar el beso!-exclamó Granger. Los gemelos se enderezaron agitadamente al escuchar tal noticia.

-¡¿Van a matarlo?!-preguntó el azabache, mientras se colocaba-alteradamente-sus lentes.

-No, es peor...¡Mucho peor!...Le van a sacar el alma...-explicó, sorprendiéndolos.

El ruido de la puerta siendo abierta, llamó su atención. Albus Dumbledore hizo presencia en la sala, parecía lucir agitado, como si hubiera corrido para llegar allí.

-¡Director, tiene que evitarlo!-exclamó Hermione, acercándose al mismo con los gemelos siguiéndola-¡Es el hombre equivocado!-

-Es cierto, ¡Sirius es inocente!-continuó Harry.

-¡Scrabbers lo hizo!-vociferó el pelirrojo.

-¿Scrabbers?-preguntó Albus, algo confundido.

-Es mi rata señor. No es una rata...bueno, era una rata. Era de mi hermano Percy, pero a él le dieron una lechuza y a mi la rata...-

-¡Es la verdad, señor!-exclamó la ojiavellana.

-Por favor, créanos-pidió la castaña.

-Les creo señorita Granger, pero lamento reconocer que lo que dicen unos estudiantes no convencerá a muchos-dijo Dumbledore, para luego acercarse al Weasley-La voz de un niño, aunque sea honesta, no tiene valor para los que olvidaron escuchar-explicó.

El mayor posó su mano sobre la pierna lastimada del adolescente, palmeándola. El mismo soltaba pequeños quejidos de dolor, y aunque ____ intentaba no reír no puedo evitar que un leve carcajeo saliera de su boca. De pronto las campanas del castillo se escucharon perfectamente, la expresión de Dumbledore parecía decir que algo llegó a su mente.

-El tiempo...cosa misteriosa, poderosa, y cuando lo desafías...peligrosa. Sirius Black está en la celda más alta de la torre oscura. Conocen las reglas señoritas Granger y Potter-ambas se miraron confundidas-no deben ser vistos...y si les va bien, regresarán antes de la última campanada, sino las consecuencias serán en verdad espantosas. Si tienen éxito, más de un inocente se salvará-comentó, dejándolos algo desorientados. Estaba apunto de irse, pero se acercó a las muchachas y dijo en voz baja-Son necesarios tres giros...-susurró, moviendo sus dedos como si estuviera girando una perilla.

Las adolescentes meditaron unos momentos lo dicho por el maestro mientras el mismo se retiraba, y de pronto algo llegó a sus mentes. "¡Por Merlín, es más que obvio!" pensaron a la vez.

-Oh, por cierto-pronunció el director, sosteniendo las puertas de entrada-Si tienen duda, donde comenzaron puede ser un buen lugar para comenzar...suerte-el ruido de las maderas cerrándose, les indicó que ya se había ido.

-¿Que demonios es de lo que están hablando?-preguntó Ron, extrañado.

-Por su estado no creo que pueda acompañarnos...-le dijo la Potter a su amiga.

-Tienes razón-asintió la castaña-Tu no puedes venir, estás herido-le explicó a la zanahoria. La muchacha sacó un collar-que ella y ____ conocían bien-y lo colocó al rededor de los cuellos de los tres.

Un pequeño recuerdo, o más bien una frase, resonó en la mente de la ojiavella.

{Nuestras vidas se definen por las oportunidades, incluso las que perdemos}

La decisión y la adrenalina invadieron todo su ser con esos simples escritos.

-¿Tienes algún momento en mente Herms?-preguntó su amiga.

-Creo que si, pero no estoy segura-contestó, mientras giraba la perilla del pequeño reloj. El azabache intentó tocar el dije de aquel accesorio, ganándose un manotazo de ambas. Su expresión de asombro fue todo un poema-Bien creo que lo tengo...-

El interruptor de aquel artefacto fue accionado, y el pequeño reloj del collar giraba rápidamente. Tal como había pasado aquella vez, el tiempo parecía retroceder.

Todo lo que había sucedido aquel día pudieron verlo con sus ojos. Todo se detuvo y el día iluminaba la sala, al parecer habían llegado al tiempo exacto. La castaña tomó el collar y lo despojó de sus amigos, aunque parecía ser que Harry seguía sin entender nada.

-¿Qué pasó? ¿Y Ron?-preguntó, confundido. Tanto Ron como la noche habían desaparecido, era entendible su confusión.

-Son las 7:30...¿Dónde estábamos a las 7:30?-ignoró al ojiazul.

-No sé...¿Con Hagrid?-respindió la platinada, no muy segura.

-Ven, no nos deben ver-expresó Granger al azabache.

Ambas tomaron los brazos del Potter, y comenzaron a correr a su destino.

-¡______, Hermione!-exclamó Harry, intentado seguirles el paso.

-¡Hermione!-la misma la ignoró, y siguió con su andar-¡______!-esta también prefirió seguir corriendo-Hermione, ____...Por favor ¿Pueden decirme que hacemos?-pidió, siendo ignorado otra vez.

Los tres llegaron al final del puente que los llevaría al gran patio donde se encontraba la casa de su gigante amigo.

-¡Ah! ¿Vienen a ver?-escucharon a lo lejos. Al ver al exterior notaron algo impresionante ¡Eran los cuatro! Pero parecía ser lo que horas atrás había sucedido.

-¡Tu eres una despreciable y maldita cucaracha!-exclamó la Hermione del pasado, apuntando a Malfoy con su varita.

-Somos nosotros...-murmuró el azabache.

-¡Hermione, no! El no vale la pena...-siguió el Ron del pasado intentado contener a su amiga.

-Esto no es normal...-admitió el ojiazul. La muchachas, algo fastidiadas, tomaron al mismo y lo empujaron haciendo que quedara apoyado sobre la pared cerca de ellos.

-Ay querido hermano, sabía que eras lento, pero me sorprende que lo seas tanto-comentó la gemela, dejando a su hermano aún más descolocado.

-Esto es un giratiempo Harry-la castaña le enseñó aquel collar-Me lo dio McGonagall desde el primer grado-explicó.

-Y eso es lo que hemos utilizado para asistir a clases todo el año-finalizó la ojiavellana.

-¿Volvimos en el tiempo?-preguntó Harry. _____ se dio un pequeño facepalm y Hermione rodó los ojos.

-Si. Dumbledore quiso que regresáramos a este momento-explicó la castaña, volviendo a observar a sus "yo's" pasados.

-Y creo que quiere que cambiemos algo...-murmuró Granger, mientras ambos se acercaban a mirar.

Tal como había sucedido, Draco recibió un puñetazo en su nariz por parte de Hermione del pasado. Puede ser que había sido hace años, pero la ojiavellana volvió a sentir preocupación por el estado de su amigo.

-Eres buena-comentó Harry.

-Fue un magnifico golpe-asintió la rubia.

-Gracias-rio Hermione-¡Malfoy! ¡Ahí viene!-indicó. Los tres salieron de aquel pasillo por unas de las ventanas, y se escondieron.

-¡Ni una palabra a nadie! ¡¿Entendido?! ¡Me las pagará! Esa sangre sucia...¡Se los juro!-exclamó el Malfoy del pasado perdiéndose por el interior de aquel pasillo junto a sus secuaces.

-Después de todo si me sirvió tu frase, bobo...-murmuró la ojiavellana, solo para si misma.

-No bien...¡Brillante!-respondió el pelirrojo del pretérito.

El cuarteto del pasado se alejó del lugar con dirección al hogar de Hagrid, dejando a Hermione, Harry y ___ del presente, dejar de esconderse.

-¡Miren! ¡Buckbeak está vivo!-señaló el ojiazul. Pudieron presenciar a la majestuosa bestia descansar tranquilamente junto a la plantación de calabazas.

-¡Claro! Recuerda lo que dijo Dumbledore, si tenemos éxito más de un inocente se salvará...-explicó la castaña.

-Vengan-les indicó ____, y los dos obedecieron.

Con cautela para no ser vistos, se escondieron detrás de unas enormes calabazas para presenciar el interior de la casa.

-Es un gran hombre Dumbledore, un gran hombre...-(N/A: Ya no pondré "del pasado" por que sino se volverá más tedioso. Lo que esté en cursiva significa que es del pasado, los dejo seguir uwu)comentó Hagrid.

-Está justo por allá-indicó el recién nombrado.

Los muchachos voltearon sus vistas, para ver como el director seguía el largo camino seguido del ministro Cornelius Fudge y aquel aterrador verdugo.

-Ahí vienen...vámonos-indicó Harry, pero su gemela lo detuvo tomándolo de su sudadera.

-No, Fudge tiene que ver a Buckbeak antes de liberarlo, sino creerá que Hagrid lo hizo-explicó la castaña.

-Pero antes, Ron...-dijo el gigante.

-¡Scrabbers! ¡Estás viva!-exclamó el mismo, tomando a su mascota/Peter Pettigrew.

-Cuida a tus mascotas Ron-le aconsejó Hagrid.

-Es Pettigrew...-comentaron los Potter, con la cólera subiendo a sus cabezas. Intentaron levantarse dispuestos a tomar a aquel animal, pero Hermione los detuvo.

-¡Chicos, no lo hagan!-les exigió.

-Es el hombre que traicionó a nuestro padre, no nos quedaremos aquí sentados-dijo la Potter, volviendo a enderezarse, pero otra vez fue detenida.

-Si, y deben hacerlo-los reprochó.

Las voces del director y Fudge se escucharon más cerca, por lo cual se escondieron en otro lugar donde no podrían ser vistos.

-Chicos si entran con Hagrid, si los ven ahí, creerá que están locos...Han pasado cosas malas por alterar el tiempo, no deben vernos-les explicó. Ambos asintieron-Fudge ya viene...y aún no salimos ¿Por qué no salimos?-observó algo extrañada.

_____ fijó su vista sobre uno de aqullos gigantes vegetales, unas pequeñas piedras reposaban sobre el mismo. Parecía ser...¡La misma que había visto! Sin penarlo, tomó aquel pequeño objeto y lo lanzó con todas sus fuerzas. El mismo se estrelló con un jarrón de la sala, rompiéndolo.

-¡¿Estás loca?!-exclamó su gemelo, mientras la misma volvía a ocultarse.

La castaña imitó a su amiga, tomó una de las rocas y la expulsó hacía el interior del hogar, pero esta vez golpeo otra cosa, o mejor dicho, a alguien.

-¡Auch!-se quejó un muchacho de redondos lentes, pasando su mano por su nuca ahora adolorida.

-Eso dolió...-admitió Harry, imitando a su "yo" del pasado.

-Perdón-se disculpó Hermione.

-¿Cuantos tipos de hortalizas hay?-preguntó el ministro.

-Oh, no tengo idea, pero son excelentes. Oh, ya llegamos ministro-indicó el director, golpeando la puerta de la casa-Ministro ¿Ya vio aquellas flores de la colina? ¿No son hermosas? Parecen margaritas-

-Ah, hola ministro pase por favor-le indicó Hagrid.

De pronto, tres muchachos abrieron la puerta trasera del hogar, alterándolos.

-¡Ya estamos saliendo! ¡Corran!-exclamó Hermione.

El-ahora-trío se escondió detrás de unos árboles, para evitar ser vistos por el cuarteto. Los últimos, se ocultaron en donde-minutos atrás-habían estado los primeros, para observar lo que sucedía con los mayores. La castaña se quedó observando por unos momentos, algo no le cerraba.

-¿Así se me ve el cabello por atrás?-se preguntó, algo decepcionada. Sin quererlo, pisó una pequeña rama que hizo un sonoro ruido.

-¡Hermione!-exclamaron los gemelos. Y la misma volvió a ocultarse. Una de las integrantes del cuarteto volteó al escuchar aquel sonido.

-¿Que?-preguntó su amigo.

-Creí ver...ah, no importa-respondió, restándole importancia y volviendo a ver su objetivo.

-Andando-indicó el pelirrojo, y los tres restantes lo siguieron.

Los del presente se acercaron a las calabazas, para poder ver mejor. Mientras los restantes seguían en la casa, ellos podrían aprovechar para liberar a Buckbeak.

-¡Vayan chicos, vayan!-les indicó la castaña.

Los Potter se acercaron sigilosamente a la bestia, esperando no ser vistos, pero unos cuantos cuervos comenzaron a picar sus pies.

-¡Largo!-se quejó el azabache.

-¡Suéltennos!-susurró la platinada, agitando su pie para ahuyentar a aquellas aves.

Los pájaros dejaron a los gemelos, por lo cual pudieron seguir con su cometido. Buckbeak alzó su vista sorprendido, por lo cual, ambos se inclinaron tal cual como Hagrid les había enseñado. La criatura imitó el gesto, indicándoles que podían acercarse.

-Eso es...ahora...-Harry intentó soltar la cadena que apresaba a aquella bestia, pero recibió una mordida por parte de un cuervo que reposaba sobre la misma.

-Maldito pajarraco, shu, shu-lo alejó la ojiavellana, dejando a su gemelo tomar tranquilamente la cadena. Sus nervios aumentaron al oír como la puerta de entrada, era abierta.

-Ministro, debería firmar...-le indicó Albus.

-Si, está bien-asintió, volviendo a ingresar. Los tres suspiraron, aliviados.

-Oye Buckbeak, ven acá vámonos...-lo llamó _____, pero la criatura ni se movía.

-Ven-intentó moverlo el azabache, pero no parecía funcionar.

-Ven Buckbeak-susurró la castaña, pero nada. Los gemelos la miraron si saber que hacer-Ustedes sigan jalando. Ven Buckbeak, ven-

-¡Buckbeak tienes que levantarte!-murmuró el ojiazul, recibiendo una queja por parte del mismo.

-Vamos Buckbeak, no seas terco-le pidió la platinada, escuchando como los mayores seguían con su platica.

-Mira Buckbeak-Hermione llevaba sobre ella pequeños roedores muertos, o lo que sería para Buckbeak, comida. Los Potter soltaron una mueca de terror al ver la extraña "vestimenta" de su amiga-Acércate, es para ti-le indicó al animal.

El ultimo soltó un ruido de emoción al ver su alimento ser tendido por la castaña y, de pronto, se alzó de un movimiento. Granger le arrojó aquel animal ya fallecido, y Buckbeak lo agarró con un mordisco.

-¡Ven, aquí está!-le indicaba Hermione, con uno de esos roedores en su mano. Los tres se alejaban rápidamente, por lo cual la bestia los seguía.

-Mire allá, ¿Lo ve?-los tres se detuvieron, sintiendo como la sangre se les helaba rápidamente.

-¿Donde?-preguntó Fudge.

-Allá, por las rocas-le indicó el maestro.

-¿Qué es lo que se supone que debo ver?-volvió a consultar.

-El profesor Dippet pidió que plataran esos arbustos-le explicó el director, mientras le daban la espalda a los adolescentes.

-Oh si, claro-asintió el ministro.

-Y todas esas fresas-siguió explicando.

El aire volvió a los pulmones de los muchachos, y siguieron con su travesía de liberar a Buckbeak.

-Ven, ven, ven-susurró la castaña, enseñándole uno de los roedores a Buckbeak. Los tres lograron volver al bosque, pero esta vez junto a la hermosa criatura.

-Terminemos con este asunto ¿Quieren?-preguntó el ministro, volteando al lugar donde estaría Buckbeak, pero este ya no se encontraba allí-¿Donde está? ¡Yo lo vi cuando llegamos!-exclamó, confundido-¡Hace solo un momento!-

-¡Que extraordinario!-vociferó Dumbledore.

-Buckbeak-susurró Hagrid.

Mientras los adultos seguían atónitos por la desaparición de aquel animal, los tres muchachos los observaban detenidamente, esperando que se olvidaran de aquel asunto. En un momento, Buckbeak intentó comerse uno de los hurones que llevaba Herms consigo, pero esta al darse cuenta, se lo quitó haciendo a los gemelos reír levemente.

-Hagrid-intentó decir Fudge.

-¡Que yo no fui!-se quejó el mismo.

-No creo que el ministro haya insinuado que tienes algo que ver. Además, ¿Como? Si estabas con nosotros.-explicó Albus.

-Pues...si-asintió el gigante.

-Vaya, vaya, debemos revisar el terreno-indicó Cornelius.

-Y hasta el cielo si debe, ministro. Mientras, quisiera un poco de té o un gran vaso de Brandi-le comentó a Hagrid, y este ingresó a su hogar dispuesto a servir lo que pedía el director-Verdugo, sus servicios ya no son requeridos. Gracias...-dijo, para luego ingresar al hogar.

El ultimo alzo su hacha lentamente, pero en vez de cortar una cabeza, solo partió a la mitad una simple calabaza.

~~~~~~~~~

-¡Ven!-lo llamó Hermione, mientras corría con uno de los roedores en su mano para atraer a Buckbeak.

-¡Vamos Buckbeak, vamos!-imitó la platinada, siguiendo a ambos, mientras Harry sujetaba la cadena al rededor del cuello del hipogrifo.

Recorrieron unos cuantos metros más, hasta que se detuvieron. La castaña lanzó el alimento de la bestia hacia el mismo como recompensa por haberles hecho caso. ______ tomó la cadena del alimentado y la amarró a un árbol. Los tres respiraban entrecortadamente por todo lo que habían recorrido a paso acelerado.

-¿Ahora que?-preguntó el azabache, intentando recuperar el aire que había perdido.

-¡A rescatar a Sirius!-exclamaron la de frondosa melena, volviendo a correr.

-¿Cómo?-preguntó el ojiazul.

-No lo sé-respondió su hermana, siguiendo a su amiga. Harry tomó un impulso y las siguió, decidido.

La persecución volvía a su eje, y los Gryffindor esquivaban los arboles a gran velocidad. La luz de la luna podía verse claramente, de seguro estaban cerca. Su paso se detuvo en su destino, a lo lejos podían divisar el sauce boxeador, y por aquel pasaje tan conocido, ingresó un hombre que también podían reconocer.

-Es Lupin-les susurró Hermione, señalando a aquel hombre. El mismo recitaba un hechizo, inaudible para ellos, haciendo que el árbol dejara de zarandearse violentamente. Seguidamente, ingresó al pasaje-Y ahí viene Snape-el nombrado, siguió al primero por aquella entrada.

-¿Hay que esperar?...-susurró Harry. Ambas asintieron.

-Hay que esperar...-suspiró la gemela, sentándose al lado de un árbol. Los dos restantes la imitaron, dispuestos a aguantar hasta que salieran los interpretes de su pasado.

~~~~~~~~

Pasaron unas cuantas horas, pero parecía que nadie saldría hasta dentro de unas horas. Unos cuantos pajaros revolotearon cerca de ellos, y Buckbeak comenzó a jugar con ellos animadamente.

-Al menos alguien se divierte-comentó Granger, mientras observaban a la bestia.

-Hermione...-susurró el azabache, llamando su atención.

-¿Si?-preguntó, curiosa.

-Antes, en el lago, estando con Sirius...vimos una sombra. Esa sombra obligó a los dementores a irse-comenzó _____.

-Con un Patronus-asintió Herms-Snape se lo dijo a Dumbledore, según lo comentó, solo un hechicero muy poderoso podría hacerlo-explicó.

-Era papá...-murmuraron los Potter, con una pequeña sonrisa de alegría en sus labios.

-El fue el que lanzó el Patronus-afirmo el azabache, con total seguridad.

-Pero chicos...el está...-intentaba no decir la palabra.

-Muerto, lo sabemos...solo te decimos lo que vimos-respondió la platinada, ambos gemelos parecían molestos por el comentario de su amiga, por lo cual, prefirieron no seguir hablando del tema.

La incomodidad parecía tomar las riendas en el ambiente, y un silencio incomodo reinaba entre ellos. Hasta que unas palabras lo rompieron.

-A-Ahí estamos-señaló la castaña, enderezándose de su lugar.

El, ahora, trío observaba detenidamente la escena. Podían ver en el momento que Sirius habló con los gemelos, y ambos recordaron todo de golpe.

-¿Recuerdas que Sirius habló con nosotros?-indagó la rubia. Su amiga asintió.

-Nos pidió que viviéramos con él...-soltó el gemelo.

-¿Enserio?-cuestionó, sorprendida.

-Cuando sea libre, no volveremos con los Dursley. Nos iremos al campo, viviremos con él...-Hermione lo escuchaba antetamente.

-Veremos el cielo...le gustará después de estar en Azkaban. Aunque, no estoy segura de si Lupin querría que me vaya con él.....-pensó la ojiavellana. Su amiga estaba consternada por tal sorpresa, e intentó decir algo, pero fue interrumpida.

-¡Harry, ____!-exclamó la hechicera, viendo como la luna llena llegaba a su punto.

-¡Corran!-exclamó Sirius, pero los muchachos no se movieron.

Los del presente podían ver todo lo que habían vivido tras la transformación de Remus. El momento donde atacarían a Black había llegado, alertándolos.

-Es hora-comentó Harry, comenzado a apresurarse junto a su hermana y amiga.

Sus piernas se movían frenéticamente esperando a no llegar tarde. Cuando se detuvieron lograron observar que era el momento en el que ambos gemelos lanzaban unas rocas al hombre lobo. Una pequeña corriente recorrió la espina dorsal de ambos, estaban a punto de ser atacados.

-¡Auuuuu!-aulló Hermione, exaltándolos. Harry tapó su boca con su mano.

-¡¿Qué haces?!-preguntó aterrado. La apresada se deshizo del agarre.

-Salvo sus vidas-explicó obvia. Remus, convertido, giró a su vista hacia donde se encontraban

-Gracias...supongo-agradeció la platinada, algo confundida.

-¡Auuuuuu!-imitó aquella bestia, para dirigirse a ellos. Los tres se horrorizaron.

-Ahora viene por nosotros...-murmuró el ojiazul.

-Si, no lo pensé...¡Corran!-exclamó la castaña, mientras los Potter obedecían.

-¡Hermione, nota mental, "Debo pensar antes de actuar"!-la regañó ______, mientras continuaban escapando.

-¡Lo sé ____, lo sé!-

A tan solo metros de ellos podían escuchar a aquella bestia gruñir, obligándolos a seguir con la travesía. En un momento Harry cayó de rodillas al piso, pero se levantó rápidamente, aliviándolas.

-¡Aquí!-Herms tomó las manos de ambos, haciendo que se escondieran detrás del tronco de un árbol.

Arrimaron sus vistas para poder identificar en donde se encontraba Lunático. Lograron divisarlo a poca distancia de ellos, por lo cual, se movieron para evitar se descubiertos. Un aullido lejano, les hizo pensar que se había ido así que salieron de su escondite. Pero, un gruñido a sus espaldas les confirmo que no estaban solos.

La bestia se alzó en sus dos pastas , acercándoseles lentamente. Harry abrazó a ambas muchachas para protegerlas, y cerraron sus ojos esperando el golpe. De pronto algo detuvo al hombre lobo, impidiéndole que consiguiera su objetivo. Al darse la vuelta vieron a más ni menos que Buckbeak defendiéndolos. El mismo ahuyentó a Lupin, dejándolos aliviados.

-Que horror-susurró temblorosamente Granger, mientras ____ y Harry la abrazaban.

-Pobre profesor Lupin, tuvo una mala noche...-comentó el ojiazul, observando el lugar por donde había desaparecido.

-Remus...-murmuró la ojiavellana, sintiendo como su pecho se comprimía levemente por la angustia.

El viento parecía volverse más violento, y el frío los hacia tiritar. Alzaron la vista hacía el cielo, y vieron miles de dementores volar con un destino fijo.

-¡Sirius!-exclamó Harry, recordando al lago.

-¡Vamos!-indicó su gemela, continuando con la persecución.

Llegaron a donde exactamente se imaginaban, los gemelos y Sirius eran atacados por los dementores.

-Es horrible...-admitió Hermione, observando la escena.

-Descuida, nuestro padre vendrá y hará el Patronus-dijo Harry seguro.

La vista seguía igual, los adolescentes y el adulto poco a poco perdían la felicidad a causa e aquellos seres. Pero nada sucedía...

-En un minuto...-indicó el ojiazul, aún dispuesto a creer que serían salvados por su padre.

-Ahí, ya verás-asintió la ojiavellana, señalando en donde "se suponía" que su padre los defendería.

-Escúchenme, nadie vendrá...-les intentó explicar la de frondosa melena.

Un pequeño quejido salió por parte de Black. _____ se aterró, y su confianza en aquella creencia empezaba a desmoronarse.

-Emm...Harry, deberíamos hacer algo....-comentó la platinada, aferrándose del brazo de su hermano.

-Tranquila, lo hará, papá vendrá-intentó tranquilizarla. Aunque el mismo comenzaba a cuestionarse si algo ocurriría.

El numero era retorcido, ______ Y Harry sostenían el cuerpo débil de Sirius, y a la vez, los dementores seguían mortificándolos.

-Los tres...están muriendo-murmuró la castaña, llevándose una mano a la boca.

Las piernas del azabache se movieron por sí solas, sacó su varita, la alzó apuntando a los dementores, y exclamó:

-¡Expectro Patronum!-

Una intensa luz salió de su arma, y los dementores comenzaron a alejarse despavoridos por tal poder. La escena era toda una maravilla, Harry lo había logrado, los salvó.

Detrás de las muchachas se oyeron unos escalofriantes gruñidos, más dementores parecían querer atacarlas. Pero eso no lo permitiría la Potter. Tal como su hermano lo hizo, sacó su compañera de hechizos, y apuntó a los escalofriantes espectros.

-¡Expectro Patronum!-conjuró.

Tanto Harry como _____ estaban ahuyentando a sus atacantes. Hermione veía todo emocionada, y por su mente pasó...

"Solo un hechicero poderoso puede conjurar un Patronus.....aunque yo conozco a dos"

















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¿Que tal mis bellezas? UwU, aquí les dejo su parte uno. No me despediré puesto a qué esto sigue ;) ❤️

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