
🐯 Cap 13
Aun no era hora de despertar, pero cierto tigrecito decidió que ese día se despertaría un poco más temprano. Buscó sus pantuflas, y cubrió sus pies del frío; encaminando sus pasos hacia cierta habitación.
La pequeña cabellera negra con sus rizos alborotados se asomaba por el umbral de la puerta. Los ojitos oscuros se enfocaron en el cuerpo que seguía durmiendo.
— Shh, Tanie, no hagamos luido. — Caminó de puntitas hasta llegar a la cama. — Papis bonitos... — Expresó con una pequeña sonrisa al ver que dormían acompañándose en la videollamada. — Tanie, nuestlos papis son lo más bonito que me legaló la vida. — Se subió con cuidado a la cama, se sentó cruzando sus piernitas en posición de flor de loto, y le dio la señal al Can para que subiera junto a él. — Los amo mucho... — Dejó salir sus orejitas y cola. — Algún día vivilemos los cinco juntos. — Se acercó un poco y acarició la cabellera de su papi fugitivo. — Sólo le pido a la lunita que no vuelvan a llolal. Sus ojitos tlistes hacen que mi colazón duela... — Con su dedito acarició el rastro de las lágrimas en el rostro del omega.
— << Alfa...
— << Aww, papi, llamas a papá Kook. — Con ternura acarició el lunar en la nariz de su papi dormido.
— << Omega, mi pequeño rayadito...
— << Tanie, mis papis se llaman en sueños. — Sonrió al mirar la pantalla del celular, y divisar a su padre alfa abrazando una almohada.
— << ¡Woof!
— << Silencio Tanie, los vas a despeltal. — Acarició el pelaje del Can.
— << ¡Woof! ¡Woof! — Se escuchó fuerte en la línea de JungKook.
— << Bam... Has silencio, vas a despeltal a nuestlos papis. — El Can al escuchar la voz del infante; inició a ladrar más fuerte; buscándolo. — Shh, Bam, callado.
— << ¡Woof! — Ladraron ambos Canes.
— << ¡No! — Intentó retirar a Tanie del celular de TaeHyung. — Quietos, no laman las pantallas, no blinquen... Los van a despeltal. — Alzó a Tanie en sus bracitos. — Bam, abajo, no despieltes a papá Kook...
— << ¿JungKook...? — Un somnoliento TaeHyung abrió sus ojos. — Tigrecito...
— << Ay no, despeltalon a papi fugitivo. — Palmeó su pequeña frente cuando soltó a Tanie.
— << ¿Rayadito...? — JungKook habló mientras pasaba una de sus manos por su rostro. — ¿Pequeño tigrecito...?
— << ¡Los despeltalon! — Puchereó sentándose de golpe en la cama. — Helmanos peludos, no me dejalon seguil admilando a mis papis.
— << ¡Cachorro! — Expresaron un poco más despiertos.
— << Bebé, ¿Qué haces aquí? — TaeHyung se abalanzó sobre su hijo.
— << Me apachulas, papi. — Expresó abrazando por el cuello a TaeHyung.
— << Perdón, es que te ves tan abrazable. — Acarició las orejitas del cachorro cuando se alejó un poco del abrazo, y lo miró a los ojos. — Mi bebé es hermoso. — Besó las mejillas del cachorro.
— << Buenos días mis rayaditos... — Saludó el alfa con una gran sonrisa. — Bam, ven aquí, sentado. — Ordenó palmeando el colchón. — Pequeño tigre, ¿Por qué haces pucheros?
— << Papá Kook, lindo día. — Saludó moviendo su manita. — Es que Tanie y Bam los depeltalon, y yo estaba feliz viendo cómo dolmían.
Alfa y omega se miraron a través de la pantalla, y se sonrieron.
— << No hagas pucheritos, mira el lado positivo. — Expresó TaeHyung. — Kookie, ¿Verdad que esto tiene un lado positivo?
— << ¿Si?
— << Sí, dile al cachorro... — JungKook se quedó procesando, aun no despertaba bien. — ¿Qué esperas? Dile...
— << ¿Cuál es el lado positivo, papá Kook?
— << El que no es negativo... Digo, el sistema rayado está iniciando, por favor espere unos minutos. — El cachorro sonrió por aquella respuesta.
— << JungKook... — Entrecerró sus ojos.
— << Perdón, rayadito, pero es que no sé cuál es... — Rascó su mejilla. — Mi neurona rayada se quedó pasmada, y aun no despierta por completo... — Sonrió. — Además si te veo recién levantado, con esos cabellos alborotados y tus ojitos apachurrados; me vuelvo más lento al pensar... Eres precioso, wow un ángel precioso se robó mi capacidad de pensar rápido.
— << Baboso. — Se carcajeó. — Rayitas, deja de coquetearme... — Sonrió tímidamente.
— << Estoy un poquito baboso, pero es porque estaba durmiendo y se me escurrió la baba por andar soñando con cierto fugitivo...
— << ¡Rayitas!
— << ¿Qué soñabas?
— << Uy, tigrecito, pues verás, soñé que me casaba con tu papi. Cuando ese bello omega caminaba hacia mí, para llegar al altar; se veía tan bonito que se me olvidó cerrar la boca, y babee mi traje.
— << Pala su boda te pondlé un babelo. — Sonrió en grande.
— << Buena idea, porque enserio tu papi me trae bien baboso.
— << ¿Quién les dijo que me iba a casar con el rayitas?
— << Nosotros. — Hablaron al unísono.
— << Irenlos, ¿Y si me niego?
— << Pues le decimos a Tanie y a Bam que te muerdan una nalga. — Los Canes ladraron.
— << Eso, selán dos moldiscos pequeños.
— << ¡Demonios los cuatro! Ustedes son salidos del infierno.
— << Si somos. — Hablaron los Kookies acompañados de los ladridos de los Canes.
— << Dejen de hablar de bodas, nadie me morderá la nalga, y mejor sigamos con lo que estábamos.
— << Pol ahola dejalemos la boda. — Expresó el pequeño JungKook.
— << Uy la nalga. — TaeHyung negó con su cabeza. — Ya sé, no diré lo que pienso. — El cachorro entendió la señal de su padre y cubrió sus oídos para empezar a tararear. — Pero ya te imaginas que no sólo te morderé esa nalga...
TaeHyung abrió sus ojos en grande.
— << No morderás nada, deja de pensar en mis nalgas, y no digas eso enfrente del cachorro.
— << El cachorro no escuchó, míralo, está tarareando cómo siempre. — Movió sus manos en seña para que el cachorro dejara de tararear. — Tigrecito, ya puedes bajar tus manitas. ¿Escuchaste algo?
— << No, nadita, nadita. — Negó con su cabeza. — Siempre talaleo muy fuelte y cublo mis oídos lo más que puedo. — Miró a TaeHyung. — ¿Te casalás con papá Kook?
— << ¡No! Yo con ese alfa loco... no me caso.
— << Tendlemos que secuestlalte, y papá Kook te convencelá con muchos besitos.
— << ¡Tigrecito del demonio!
— << Aquí sabemos que te gustalía sel secuestlado pol papá Kook.
— << Ahora este tigre lee pensamientos. — Cachorro y alfa sonrieron. — Ay no, no es cierto, yo no pienso en que me gustaría que me secuestraras.
— << Halemos de cuenta que no dijiste eso. — Sus sonrisas de conejo hicieron acto de presencia.
— << Rayadito, tú te casaras conmigo, eso te lo aseguro. — Le guiñó un ojo.
— << Tienes mucho camino por recorrer... — Sonrió ladino.
— << Si al final de ese camino estás tú, mi cachorro y nuestros hijos peludos, gustoso caminaré lo necesario hasta llegar a ese hermoso corazón. Así me tarde mil vidas, te conquistaré y te amaré sin ningún límite.
— << A mí me dicen eso y me caso de una. — Expresó el infante.
— << Tú no te vas a casar. — Hablaron al unísono.
— << Eso lo velemos.
— << Hablas cómo tu...
— << Hablo cómo ustedes, soy una linda mezcla de ustedes. — Los interrumpió.
— << Tigrecito del demonio... — Expresaron al unísono.
— << Papá Kook, ¿Ya leinició tu sistema?
— << Oye, no trates de distraer a tu papi.
— << Yo no lo distlaigo, los distlaigo a los dos. — Cubrió su boquita y pestañeó varias veces. — Además quiero sabel cuál es el lado positivo de que los hubielan despeltado.
<< — Verdad, ¿Cuál era el lado positivo?
TaeHyung negó con su cabeza, sonriendo en grande a causa de esa conversación en donde confirmaban que su hijo era el perfecto reflejo de ellos. No había duda de que tenía el encanto, la travesura e inteligencia de los dos.
— << Bebé, el lado positivo es que iniciamos nuestra mañana en familia, con una videollamada llena de sonrisas y ladridos.
— << Viéndolo así, pues sí tiene un lado positivo. — Observó a sus padres. — Sus ojos...
— << ¿Qué pasa con nuestros ojos? — Inquirieron.
— << Están hinchados... Sus ojitos no se pueden quedal así. — Saltó de la cama. — Ya vuelvo.
— << ¿Qué vas a hacer? — Preguntaron en sincronía.
— << Voy pol tu antifaz pala los ojitos hinchados.
— << ¿Rayadito, utilizas mucho ese antifaz? — Inquirió un poco preocupado al pensar que quizás su omega había llorado infinidad de veces, y él no estaba para consolarlo.
— << No mucho, sólo de vez en cuando.
— << Papi, no es así... tú llolabas mucho. — Le recordó.
— << Eso era antes, no preocupes a tu padre. — Observó a JungKook. — Tigrecito, míralo, se quedó cómo ido.
— << Rayadito, no deseo que llores, de ser necesario esas lágrimas las derramaré yo. Tú sólo debes sonreír...
— << ¡No! No llolen, mi colazón duele cuando mis papis suflen.
— << Cachorrito. — Sus ojos se cristalizaron al ver a su hijo con una mano en su pechito.
— << Papá Kook, no te pleocupes. — Les sonrió. — Papi fugitivo dejó de llolal dolmido desde que tuvielon aquella cita.
— << Es cierto, Rayitas, desde ese día duermo mejor, mi corazón ya no duele cuando despierto.
— << Ahola hasta sonlíe dolmido, y te llama en sueños...
— << ¡Tigrecito del demonio! Eso último es mentira.
— << ¿Cómo lo sabes si estás dolmido?
— << Pues no lo sé, pero no hago eso...
— << Yo te vi, y te escuché. Antes de que mis helmanos peludos los despeltalan. Llamaste a papá Kook, y él también te llama en sueños.
— << No dudo que te llame mi rayadito, tú vives en mi mente todo el tiempo, incluso creo te llamaría después de muerto.
— << Ves, papi fugitivo, y tú tienes a papá Kook en tu cabeza fugitiva todo el tiempo, sólo que eles muy telco, y no aceptas que amas a ese homble.
— << Mejor voy por el antifaz...
— << Te quedas aquí, no vas a huil de la milada de enamolado de papá Kook.
— << Oye, si, no me dejes mirando a la nada. — Expresó el alfa. — Mis ojos siempre quieren estar fijos en ti.
— << Cuando glande quielo amal como te ama mi papá Kook.
El corazón de TaeHyung pegó un brinco, cada palabra del alfa lo enamoraba aún más. Necesitaba decirle que el sentía lo mismo. Pero sus labios se negaban a soltar lo que gritaba su corazón, mente y tigre interior.
Quizás porque se había mentalizado que debía solucionar aquel caos que tenía como vida.
Cada noche le rogaba a la luna para que lo ayudara a llegar al día en donde podría liberar su alma y decirle a aquel sonrisa de conejo que lo amaba, que él, su cachorro, e hijos peludos eran su vida.
— << No me mires tanto que me desgastas. — Habló después de un largo silencio en donde los ojos de JungKook estuvieron fijos en aquel rostro.
— << No creo que puedas desgastarte, si eres algo único en este mundo, eres un ángel lleno de magia que me deslumbra con su belleza y pureza.
— << Aww, que bonito papá Kook.
— << Kookie...
— << Eres un tomatito de nuevo.
TaeHyung apartó la mirada del dispositivo.
— <<Tigre del demonio, ¿Tu padre que se pondrá en esos ojos hinchados?
— << Y la costumbre de huir no te abandona. — Bromeó.
— << Papá Kook, ¿Recueldas las cuchalas que te dije que pusielas en el refligeradol? — JungKook asintió. — Ve pol ellas, pol favol.
Cuando JungKook llamó a su cachorro la noche anterior, y el pequeño tigre vio el estado de los ojos de su padre; le preguntó si tenía el antifaz en gel frío para cuando tienen sus ojos cómo si les hubieran picado las abejas.
JungKook le respondió que no. Así que el tigrecito le preguntó a Lisa que qué podía sustituir aquel antifaz, y allí fue cuando el infante le dijo a su padre que por favor guardara dos cucharas en el refrigerador.
— << Cómo ordene mi pequeño tigrecito. — Se levantó de la cama. — Rayadito, tu vienes conmigo. — TaeHyung lo miró a través de la pantalla. — ¿Me concederías el honor de acompañarme?
— << ¡Ya vuelvo! — El pequeño cachorro salió corriendo acompañado de Tanie.
— << No corras, tigrecito, con cuidado. — Pidió mirando hacia el pasillo por donde desapareció su hijo. — Señor rayitas, ¿Me darás un recorrido por tu cocina?
— << Por ahora, sí. — Le sonrió coqueto. — Ya después te traeré y te recorreré en la cocina...
— << Propuestas indecentes...
— << Es una invitación a desayunar o cenar, lo que desee mi rayadito.
— << Vamos por esas cucharas. — Humedeció sus labios. — Ya veremos más adelante si acepto esa invitación... — Un ladrido lo interrumpió. — Oww, Bam, tu no escuchaste nada de nada.
Cuando el pequeño tigrecito regresó de la cocina, encontró a sus padres riendo a carcajadas. JungKook le decía a TaeHyung que no quería quedar pelón de las pestañas. El omega no pudo evitar reírse ante la ocurrencia.
— << No te rías, he visto que cuándo ponen la lengua en superficies congeladas se les pega, y la estiran como si fuera chicle. — TaeHyung volvió a reír. — Qué tal si pongo estas cucharas en mis ojos y se me quedan pegadas. ¡Quedaré pelón de pestañas!
— << Rayitas no seas dramático. — Limpió sus lágrimas que habían salido por la risa.
— << ¿Tú me vas a querer así me quede pelón de pestañas? — Fingió un puchero.
— << Papá Kook, mi papi fugitivo te va quelel estés cómo estés. ¿Verdad Papi?
— << No lo sé... Es que sea dramático, loco y coqueto; es una cosa. Pero pelón de pestañas, no creo que me guste eso...
— << ¡No me vas a querer! — Se arrojó a la cama fingiendo llorar. — Yo si te amaría aun si estuvieras pelón de cejas.
— << Papi fugitivo, no hagas llolal a papá Kook. — Se cruzó de brazos frente al omega, y lo miró juzgón.
— << No me mires cómo el Sol del infierno.
— << No me vas a querer si quedo pelón de pestañas. — Repetía el alfa en un tono dramático.
— << Ya, no hagas dramas, rayitas... — Sentó a su hijo en sus piernas. — Te voy a querer de cualquier manera... — Una sonrisa se dibujó en los Kookies. — Esperen, ¿Qué dije?
— << Ya rugiste tigre, si me vas a querer. — Expresó feliz JungKook.
— << El plimel paso es aceptal que lo vas a quelel, y ese ya estuvo. — Aplaudió chiquito.
— << Par de demonios eso no era lo que iba a decir...
Se carcajearon los tres, estaban felices de estar disfrutando esa videollamada mañanera. Se dieron cuenta que la batería de sus dispositivos estaba baja, así que se apresuraron a tratar la hinchazón de sus ojos.
— << Es un milagro que estos aparatos no se hubieran apagado mientras dormíamos. — Expresó el omega.
— << Pues creo que es porque estaban a carga casi completa.
— << Nos vamos a dormir en el trabajo. Sólo dormimos cómo dos horas.
— << ¿Nos mensajeamos para mantenernos despiertos?
— << Es una buena idea mi rayitas.
— << Bueno, vamos a bajal esa hinchazón de sus ojitos enamorados, o no velán los mensajes en el tlabajo.
El pequeño tigre colocó con delicadeza el antifaz en los ojos de su papi, y JungKook las cucharas frías en los suyos.
Transcurrieron los minutos y los dispositivos les avisaron que debían ponerlos a cargar. Así que terminaron la videollamada, se despidieron en medio de besos voladores, sonrisas, y uno que otro drama por parte del alfa y el cachorro.
Cuando no vieron sus rostros en las pantallas; se sintieron vacíos. Ya se extrañaban.
En definitiva en toda su jornada laboral; se mensajearon para mantenerse despiertos, y así no extrañarse tanto. Pero con cada mensaje sus corazones les gritaban que sería mejor escaparse a algún lugar de aquel edificio, y juntarse por tan solo unos minutos. Esconderse cómo dos adolescentes, y darse un poco de mimos.
JungKook quería besar los lunares del rostro de su omega, extrañaba la sensación de hormigueo y calidez en sus labios. Se reprochaba el no haberse visto la noche anterior con su rayadito.
TaeHyung extrañaba abrazar al alfa, deseaba sentir el roce de los labios ajenos en los suyos, se había vuelto adicto a los besos de aquel hombre. Quería que lo abrazara con sus fuertes brazos y lo alzara en el aire para después besarse.
Pero no lo harían, no podían hacer eso en la empresa. ¿Por qué? Porque TaeHyung tenía unos malditos ojos encima de él, observando cada movimiento. Además al omega aún lo acompañaba el miedo a que lo vieran cómo sanguijuela por andar con su Jefe.
— ¿Quién será el que lo hace sonreír? — Inquirió Park al ver la gran sonrisa del omega.
TaeHyung lo miró filosamente, guardó su celular en el bolsillo, y se encaminó hacia sus compañeros.
Revisaría las últimas fotografías del día.
— ¿En dónde estás, Kim? — Murmuró Park al ver que había llegado el medio día y el omega no había aparecido a trabajar. — ¿Será que te escapaste sin importarte quedar mal en el trabajo? — Salió del ascensor. — ¿Has visto a Kim? — Le inquirió a la recepcionista.
— No te lo diré. — Expresó la chica con odio.
— Esa no es la manera de responderme, ¿Quieres que mi amigo saque a la luz ese video tuyo? — La chica bajó su cabeza y negó frenéticamente. — Entonces, dime si has visto a Kim...
— Ha-hace poco llegó...
— ¿En dónde está? — Lo buscó con la mirada. — ¡Contesta maldita perra! — Expresó apretando sus dientes en un murmullo que la chica escuchó muy claro.
— Se dirige a la oficina de recursos humanos...
— Maldita sea, se va a largar. — Corrió hacia el ascensor. — Enserio va a renunciar... No te me vas a escapar, vas a ser mío, ya sea en la empresa o fuera de ella.
Esa mañana Kim TaeHyung se despertó, se bañó, preparó el desayuno de su hijo, llamó a JungKook, y salió de su apartamento diciéndole a Lisa que apenas despertará su tigrecito le dijera que su papi lo amaba, y que se alistara para el viaje que tendría inicio esa noche.
Estuvo toda la mañana ultimando los detalles del viaje, así que por eso se tardó en llegar a la empresa.
Cuando ingresó a la empresa; la recepcionista le dijo que BoGum lo andaba buscando por todos lados. Que desde muy temprano estaba preguntando a cada uno de sus compañeros sobre su paradero.
El omega torció el gesto, apretó levemente la carpeta que llevaba en sus mano, y le agradeció por la información.
Encaminó sus pasos a la oficina de recursos humanos. Se fue directo por las escaleras, quería evitar encontrarse con sus compañeros.
— Hola, Soojin.
— Hola, TaeHyung...
— ¿Puedo entrar?
— Sí, te estaba esperando. — Se levantó de su escritorio y se dirigió hacia la puerta de la oficina de su Jefe. — Señor, ya está aquí...
— Pasa TaeHyung... — La chica abrió la puerta. — Gracias Soojin, ya puedes salir a almorzar.
— Jefe, ¿No necesita ayuda?
— No te preocupes, además debes ir a almorzar. — Sonrió, y sus ojos se escondieron en aquella sonrisa.
— Entendido, cualquier cosa, estaré atenta al celular.
— Espera... — La detuvo TaeHyung. — Soojin, el Señor Jeon... ¿Sabes si sigue en la empresa?
— El Señor Jeon salió hace cómo diez minutos...
— Perfecto, haremos esto rápido.
— ¿Algo más? — Inquirió la fémina.
— Muchas gracias, eso es todo.
— Con permiso... — La chica salió de la oficina y tomó su bolso, cuando se giró se asustó. — ¿Qu-qué haces aquí?
— Solo preguntaré una vez, ¿Quiénes están en este piso? — Habló lo más bajo que pudo.
— BoGum, por favor, no quiero, ya déjame en paz...
— Deja de ser estúpida. — La jaló del brazo y la llevó lejos de la oficina. — Hoy no me quiero divertir contigo.
— ¿Qu-qué quieres?
— Quiero que me respondas la pregunta que te hice.
La chica bajó su cabeza y respondió. — Sólo están mi Jefe y TaeHyung.
— Gracias, ahora lárgate.
La chica se fue con sus piernas temblando y limpiando sus lágrimas. Enserio pensó que volvería a ser ultrajada.
— Algún día alguien se encargara de que pagues todo el daño que nos has hecho...
BoGum sonrió al ver cómo la chica se iba asustada y llorando. Caminó lo más suave que pudo, evitando hacer ruido. Se dedicó a escuchar la conversación que se efectuaba en aquella oficina.
— Te vamos a extrañar, Tae.
— Yo también los extrañaré, pero es necesario, necesito hacerlo...
— No te me vas a escapar, de aquí no te vas hasta que yo te pruebe. — Murmuró.
— Bueno, hagamos esto antes de que... — Cubrió su boca.
— ¡Jimin! ¿Estás bien? — TaeHyung se acercó, y lo ayudó a ponerse de pie. — Wow, esa pancita está enorme. — Posó su mano sobre el vientre abultado.
— Ta-Tae... — Hizo gestos ante las náuseas.
— ¿Qué necesitas?
— A mi alfa...
— Voy por él...
— ¿Estás loco? Si subes a buscarlo; le dirá a ya sabes quién que estás en la empresa.
— Pero, tú...
— Por favor pásame el abrigo.
— Uy, Jimin esto huele a pantera territorial. — Arrugó su nariz. — Está fuerte el aroma.
— Es el abrigo de mi gato negro. — Sonrió al olfatear la prenda. — Perdóname, pero subiré a buscarlo, necesito a ese alfa cerca, por lo menos unos minutos; o este cachorro me volverá loco con los malestares.
— Genial. — Expresó BoGum. — Te quedarás solo...
— No te preocupes, aquí espero.
Los omegas caminaron hacia la puerta, y BoGum corrió a ocultarse.
— Espérame aquí, no tardaré.
— ¿A dónde iría? Necesito terminar con esto, y así irme tranquilo.
— Extrañaré a mi TaeTae. — Sobó su vientre, y caminó por el pasillo. — Ya vuelvo, ¡Ugh! — Se cubrió la boca de nuevo. — Cachorro, compórtate, ya vamos con tu padre. — Desapareció de la vista de TaeHyung.
— Menos mal mi cachorrito no me hizo sufrir con los malestares en el embarazo. — Expresó ingresando a la oficina.
— Al parecer tu engendro se comportaba mejor en tus entrañas.
— ¿Qué mierda...?
— ¿Vas a huir? — Ingresó a la oficina, y cerró la puerta.
— Que te importa, BoGum...
— Me importa, porque tú no te largarás de aquí sin antes ser mío. — Se acercó al omega y lo arrinconó contra la pared. — Quiero que te quedes callado, de igual manera si gritas... — Lamió la mejilla del omega. — Nadie te escuchará, estamos totalmente solos.
Hola, Kokoros darks. 🤟🖤
Aquí el segundo regalo de reyes para ustedes.
Espero les hubiese gustado.
Perdón por desaparecer, 🥹 y como les dije en mi otra bebé (No es tu cachorra, Kim...) , lxs extrañé un chingo, mentiras, lxs extrañé muchísimo 🤧
Besito púrpuras 💋
Los Rayaditos y la Tsunade lxs aman muchote.
Nos leemos pronto, ya sea aquí o en otra de mis bebés.
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