Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

‎ ‎ ‎ ݁ ❒ ִֶ ﹫005 ࣪ ⊹ ❄️ ֶָ ◞ ❙ 𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧𝐞𝐬

⌕ 𝗔𝗖𝗧𝗢 𝟭 ━━ ❝𝖳𝗁𝖾 𝖦𝗈𝖻𝗅𝖾𝗍 𝗈𝖿 𝖥𝗂𝗋𝖾❞

⩩ 𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟓 ◗𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧𝐞𝐬 !!

𝐌𝖺𝗋𝖺𝗍𝗈́𝗇:
3/?


Narrador.

El flash dio hacia los campeones del Torneo de los tres magos, los cuatro, contando a los Potter como uno, no tenían más que una leve sonrisa tratando de aparentar que esto no los ponía incómodos. Después de tomar la foto llegó una mujer de atuendo verde.

—Que carismático... cuarteto.–se acercó–.Hola, soy Rita Skeeter.–los saludó–. Escribo para el diario El Profeta. Pero eso ya lo sabían, a ustedes no los conocemos, ustedes son la noticia ¿Qué rarezas se esconden tras esas rosadas mejillas?.–le dio una palmada en la mejilla a Fleur–. ¿Qué misterios enmascaran esos músculos? ¿La valentía se esconde debajo esos rizos? ¿Qué motiva a un campeón así? Porque yo quiero saberlo, y también mis lectores. Y... ¿Quién será el primero?.–los miró–.¿Qué sean los más jóvenes? Perfecto.

Se llevó a los hermanos sin dejar que dijeran algo. Alejándose del resto, los llevó a un cuarto algo pequeño... viéndolo de otra forma era el cuarto de escobas.

—Así es más íntimo.–dijo algo muy cerca del chico.

—Es el armario de escobas.–dijo Harry.

—Así se sentirán como en casa.–los chicos solo la miraron mal–.¿Les molesta si uso una vuelapluma?

—Ah... no.

Siguieron bajando, siguiendo a la mujer sin soltarse de la mano como iban los Potter. Se detuvieron sentándose en baldes grandes de agua frente a una ventana que daba hacia las afueras del castillo.

—Muy bien, entonces... dígame, chicos. Aquí están, dos muchachos de doce años.

—Tenemos catorce.–respondieron ambos ganándose una mala mirada de la mujer.

—A punto de competir contra tres estudiantes que son no sólo emocionalmente más maduros que ustedes, sino que también tienen más habilidades que ambos se pudieran imaginar. ¿No les preocupa?

—Pues, no lo sabemos porque...–Harry miró la pluma.

—No lo habíamos pensado.–hizo lo mismo.

—Ignoren la pluma. Entonces no son niños normales de doce años. ¿Verdad?

—De catorce.

—Ustedes son una leyenda junto a su hermana. ¿Creen que el trauma de su pasado los haya hecho querer participar en un torneo tan arriesgado?

—¿Qué..?

—No, nosotros no queríamos hacerlo.–respondio Harry.

—Claro que no. Todos aman a los rebeldes. Tacha eso.–le ordenó a la pluma–. Si estuvieran vivos sus padres ¿Cómo creen que se sentirían? ¿Orgullosos? ¿O preocupados de que su actitud demuestre una patológica necesidad de atención o un psicótico deseo suicida?

—¡Oiga... mis ojos no se humedecen por el fantasma de nuestro pasado.-reclamó Michelle.

Fue una mañana muy pesada, las preguntas que les hacía la mujer les incomodaba a los hermanos hasta que su turno acabó y luego de eso estar soportando las malas miradas de los demás alumnos. En una de las torres, ambos hermanos recibieron la carta de Sirius, el padrino de Harry.

"Harry y Michelle.

No quise arriesgarme enviando a Hedwig y Onyx. Desde el campeonato mundial, el Ministerio ha estado capturando a muchas de ellas, y a ellas la reconocerían fácilmente. Necesitamos hablar, chicos, en persona.

Nos vemos en la sala común de Gryffindor, a la 1:00 de la madrugada el sábado.

Asegúrense de estar solos.

Sirius.

PD: El ave muerde."

Había mordido a Harry en el dedo aquel día, sábado, mismo día que la mejor de los Potter saldría con Cedric Diggory.

Pov Michelle.

Hoy era sábado, por fin saldría con Cedric, habíamos acordado de vernos en la entrada del castillo a las 3:00pm para ir a Hogsmeade.

La espera se hizo eterna. Las manecillas del reloj avanzaron, y las sombras de los árboles se alargaron sobre el suelo de piedra. Pero Cedric nunca apareció.

Miré a mi alrededor, buscando su figura conocida entre los estudiantes que salían del castillo. El corazón me latía con fuerza y la emoción inicial se había transformado en una mezcla de ansiedad y tristeza. ¿Había olvidado nuestra cita? ¿Se había arrepentido de salir conmigo?

Finalmente, acepté la realidad. Cedric no vendría. Las lágrimas amenazaron con brotar, pero me obligué a contenerlas. No quería que nadie me viera llorar y menos por un chico. Me senté en el escalón de la entrada, sintiéndome pequeña y vulnerable.

El sol comenzó a ocultarse detrás de las montañas, y el aire se enfrió.

Quizás Cedric tenía una buena razón para no venir. Tal vez algo urgente había surgido. Pero eso no quitaba el dolor que sentía en el pecho. Me levanté con lentitud, las lágrimas ahora imposibles de contener. Caminé de regreso al castillo, sola y con el corazón roto.

En mi habitación, me tumbé en la cama y miré el techo.Prometí no volver a confiar tan fácilmente. ¿Por qué el amor era tan complicado?

Narrador.

La menor de los Potter se secó las lágrimas y se levantó de la cama. Aunque su corazón aún latía con tristeza, decidió que no dejaría que la desilusión la consumiera por completo. Tal vez alguien más la esperaba.

Se puso su túnica y salió de la habitación. El castillo estaba tranquilo, y las luces parpadeaban en los pasillos.

La menor de los Potter se sorprendió aún más. Draco Malfoy, con su aire altivo y su mirada penetrante, estaba allí, esperándola junto a la puerta.

—¿Potter?–dijo Draco con un tono que no revelaba mucho–.¿Te han dejado plantada?

Ella asintió, sintiendo una mezcla de alivio y confusión. ¿Por qué Draco estaba allí? ¿Qué juego estaba jugando?

—Supongo que sí.–respondió ella, tratando de mantener la dignidad–.¿Y tú?

Draco se encogió de hombros, y un atisbo de sinceridad cruzó su mirada.

—No tenía nada mejor que hacer. Además, no me vendría mal un poco de compañía.

Así que, juntos, salieron del castillo y caminaron hacia Hogsmeade. Draco no era el "chico malo" que todos imaginaban,pero había algo intrigante en su presencia.

En Las Tres Escobas, compartieron una mesa en un rincón oscuro. Las palabras fluyeron entre ellos, como si tuvieran una amistad de años. Hablaron de pociones, de Quidditch y de las estrellas en el cielo.

Cuando salieron a pasear, Draco la miró de reojo.

—¿Sabes, Potter?–dijo con una sonrisa torcida–. No eres tan insoportable como pensaba.

Ella rió, y por un momento. Tal vez, en Draco, había encontrado un amigo o tal vez, había encontrado a alguien dispuesto a ver más allá de su apellido.

Al regresar a Hogwarts se despidieron y cada uno agarró un camino diferente, fue ahí cuando recordó que iría con Harry, así que la castaña fue a su habitación y tomó la capa de su padre para ir con su hermano.

Harry bajó a la sala común de su torre, después de salir de su habitación se acercó a la puerta viendo a todos lados sin hacer ruido para no despertar a sus compañeros.

Luego de un rato la puerta de la sala común de Gryffindor se abrió dejando pasar a la Slytherin quien traía puesta la capa de invisibilidad para que nadie la viera.

—¿Cómo te sabías la contraseña?–preguntó su hermano algo confundido.

—Jane habla dormida, así que una vez que se quedó dormida en clase se le salió decirlo.

Ambos rieron un poco por eso. Siguieron hablando hasta que llegó la hora acordada con Sirius.

—¿Sirius?.–lo llamó Michelle, pero nadie más que ellos se encontraban. Harry miró el profeta en el sofá, donde los miró a los dos y fue para tomarlo.

"Tragedia de adolescentes. Hermanos Potter y el Torneo de los tres magos"

Abriéndolo vio una sección la cual era de la mujer que los había entrevistado.

"Harry y Michelle Potter de doce años,
dos sospechosos participantes del
Torneo de los tres magos. Michelle Potter,
sus ojos se humedecen con el
fantasma de su pasado..."

El castaño hizo bola el profeta y lo lanzó al fuego para darle la espalda, cuando escucharon algo extraño que provenía de la chimenea. Chispas salían, se acercaron para ver cuando vieron como el rostro de su padrino salía.

—Sirius ¿Cómo...?.–se pusieron de rodillas.

—No tengo mucho tiempo, chicos, así que vamos al grano ¿Pusieron si o no su nombre en el cáliz del fuego?

—¡No!.-dijeron al uniso.

-Shh. Tenía que preguntarte, ahora háblenme de su sueño. Mencionaron a Colagusano y a Voldemort ¿Pero quién era el otro hombre?

—No lo sabemos.–dijo Harry.

—¿No dijeron su nombre?

—¡No!. Voldemort le pidió hacer algo. Algo importante.–esta vez fue Michelle que respondió.

—¿Y qué quería?

—Nos quería... a nosotros, a los tres. No sé por qué, pero lo utilizará para atraparnos.

—Igual dijeron que querían más a uno de nosotros, pero no dijeron a cuál.–comentó la chica recibiendo una mirada extrañada de su hermano–.Pero fue sólo un sueño, ¿verdad?

—Sí, es sólo un sueño. Escuchen, muchachos. Los mortífagos en el campeonato mundial. Y sus nombres en el cáliz no son coincidencias. Hogwarts ya no es seguro.

—¿Qué quieres decir?

—Quiero decir que la maldad está rondando por el colegio. Igor Karkaroff fue un mortífago y nadie, nadie deja de ser un mortífago. Y Barty Crouch, que tiene un corazón de piedra, mandó a su propio hijo a Azkaban...

Escucharon ruidos provenientes de arriba, voltearon pero siguieron hablando con su padrino.

—¿Crees que alguno de ellos haya puesto nuestro nombre?

—¿Pero porque habrán puesto solo el de nosotros y no el de Jane?

—No sé quién haya puesto sus nombres en el cáliz y tampoco se porque solo el de ustedes,pero quien lo haya hecho no es su amigo. Ya que muchos han muerto en este Torneo.

—No, no estamos listos para esto.

—Ya no tienen otra opción. Deben mantenerse juntos...

—Alguien viene.–dijo al ver una sombra bajando las escaleras.

—Mantengan a sus amigos con ustedes.

Michelle se cubrió con la capa de invisibilidad mientras Harry se levantó y volteó viendo a Ron, Sirius había desaparecido.

—¿Con quién hablas?–preguntó.

—¿Qué? No estoy hablando con nadie.

—Escuché voces... más de una.

—Te imaginas cosas. No sería la primera vez.

—Oh seguro practicas para tu siguiente entrevista.–se fue dejándolo solo.

No dijeron nada después, sólo se quedaron viendo como se iba y regresaron a la chimenea para no ver más rastros de Sirius ahí.

Narra Harry.

Después de que acabaramos de hablar con Sirius, cada uno regreso a su habitación para poder descansar un rato.

El desayuno sin duda no fue muy lindo que digamos, la gente aún seguía diciendo cosas de nosotros. Luego de eso fuimos con Neville cerca del lago para acompañarlo.

—Sorprendente.–decía–.¡Sorprendente!

—Neville, lo hiciste de nuevo.–dijo Michelle, miraba pequeñas cosas que tenía en su mano, lo que había sacado del agua.

—Oh, lo siento.

—"Plantas acuáticas mágicas de los magos".–leí el título del libro que le habían dado a nuestro amigo.

—Moody me lo dio, el día en el que me invitó un té.–dijo y levantó la mano después.

Mich y yo volteamos para ver a Hermione junto con Ginny, Jane y Ron acercándose.

—Estás son tonterías. ¿Por qué no se los dices tú mismo?

—Sólo diles. No hablaré con ellos. Y menos con la  asquerosa y despreciable Slytherin.

Al escuchar lo último si me enojé un poco. Ron nunca se había comportado así.

—Ron, es tu problema. No mío. ¿Qué quieres que les diga?

—Lo que te dije, anda.

Nos levantamos y miramos a Hermione acercándose.

—Ronald me pidió que les dijera que Seamus le dijo que Dean le dijo a Parvati que Hagrid los busca.

—¿Ah, sí? Pues... ¿Qué?

Regresó con Ron para susurrar cosas mientras nos miraba, entonces regresó.

—Dean le dijo a Parvati que... no me hagan repetirlo. Hagrid los está buscando.

—Pues dile a Ron que...

—¡No soy una lechuza!.–volteó.

Se fue con Ginny, yéndose por el bosque, miré a Harry que estaba apenado por lo que Hermione. Ron nos dio una mirada, la misma de molestia.

—¿Trajeron la capa de su padre?–preguntó Hagrid.

Ya íbamos por el bosque prohibido, junto con Hagrid, menos mal. Por lo que nos pidió Ron, quien tuvo que mandar a Hermione a que nos lo dijera... durante la tarde no vi más a mi hermana hasta ahorita.

—Sí, trajimos la capa.

—Hagrid ¿Adónde vamos?–dije algo confundido.

—Pronto lo sabrán. Pongan atención, esto es importante.

—¿Y esa flor?.–miramos la flor que colgaba de su saco de siempre.

—Hagrid, ¿Te peinaste?–dije.

—Claro que me peiné, tú deberías hacer lo mismo.

Un rugido nos hizo detenernos, miramos a todos lados, pareciera de algo grande.

—¿Hagrid?–escuchamos.

—La capa ¡Póngansela!–dijo e hicimos caso, lo seguimos cuando una mujer alta apareció–.Bonsoir, Olympe.

—Oh, Hagrid. Pensé que no ibas a venir. Pensé que tal vez... me habías olvidado.

—¿Cómo olvidarte, Olympe?

No creíamos lo que veíamos, Michelle trataba de evitar no reírse mientras yo solo hacía cara de asco.

—¿Qué querías mostrarme?–dijo con su acento francés–.cuando hablamos te escuché tan... exaltado.

—No te vas a arrepentir, créeme.

Los seguimos, detrás de unos arbustos lo único que vimos era una luz rojiza, pero también los mismos rugidos que habíamos escuchado hace poco.

—Oye Mini,¿Dónde te metiste ayer toda la tarde? Jane y yo te estuvimos buscando.–le pregunté a mi hermana en voz baja.

—Ehh...estuve estudiando...si si, eso, por eso no me vieron.–contestó algo nerviosa.

—Mmh, claro...–murmuré para después seguir caminando.

—¿Podemos acercarnos?–se alejó y nos quitamos la capa.

—Dragones.

—Es la primera prueba.

—Tranquilos, chicos. Son sólo criaturas incomprendidas.–nos agachamos cuando casi uno de los encerrados lanzó fuego hacia donde estábamos–.Aunque admito que ese colacuerno sí que da miedo. Ron casi se desmaya cuando lo vio.–lo miramos.

—¿Ron lo vio?

—Claro, su hermano Charlie les trajo de Rumania ¿No se los dijo?

—No lo hizo. Ni siquiera nos habla.

Volvimos a ver al dragón encerrado, el colacuerno, después de esto... creo que estamos más nerviosos.

...

///////////////////////////////////

Espero les guste.

VOTEN!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro