OO2: Cuidando lo que es mío 🌷
Ya habia pasado una semana de la fiebre de JiSoo y ahora ya estaba mejor.
-Conejita, cambiate - ordenó mientras entraba a la habitación.
- Ya estoy cambianda.
- Para salir, conejita. Tenemos que ir con la costurera para que nos de los vestidos para el baile - explico cepillando su cabello
- No quiero ir a ese baile - se quejó tapandose con la frazada
Lisa sonrió levemente mientras se acercaba a su omega, dió leves caricias en la espalda antes de quitarle la cobija.
- ¿Por qué no quieres ir? - cuestionó amablemente
La castaña se sentó y soltó un suspiro antes de mirar a su alfa.
- Todas esas omegas te coquetean enfrente de mi y no me gusta que tengas sus apestosos olores - confesó haciendo un mohin
- Conejita celosa - besó castamente los labios de la menor - No me interesa ninguna otra omega, solo tú.
Lisa empezó a cepillar el cabello de la castaña con mucha delicadeza, no quería jalar su cabello.
- No me he bañado desde hace dos días, necesito bañarme - habló.
- Osita sucia - se mofó al ver la expresion de la omega.
JiSoo agarro una almohada y le pego a su alfa - Tú también estas sucia, no te bañaste ayer
- Hey. No estoy sucia - se defendió.
- Ayer no te bañaste después de que hiciéramos cositas - dijo con vergiienza
- Entonces, hay que bañarnos juntos y después salir - propuso mientras cargaba el delicado cuerpo de JiSoo al estilo nupcial
- ¿Ya está el agua? - cuestionó abrazando el cuello de la pelinegra.
- No, pero hay agua tibia - respondió con una sonrisa
JiSoo asintié levemente y después Lisa caminó hasta el cuarto de baño, bajó a la omega y lo ayudó a quitarse la ropa, posteriormente el retiró su ropa, una vez ambos desnudas se metieron a la bañera. Lisacon un cuenco mojaba el cabello de la castaña.
- Déjame lavar tu cabello - dijo Lisa.
La omega recargó su espalda en el abdomen de la alfa para que esta empezara a lavar su cabello.
JiSoo se aferraba al brazo de su alfa mientras miraba a las personas a su alrededor con un puchero, no le gustaba salir por esa razón. Todos la miraban como si fuera un bicho o no fuera una omega digna para al pelinegro
- Conejita, ignora a esas personas - susurró Lalisa.
- Es fácil para ti decirlo porque no te miran a ti con desprecio - hablo desanimado
Lalisa quiso besar al omega pero sabía perfectamente que a este le daba mucha vergüenza que se besaran con gente alrededor mirando.
- Te tienen envidia, por eso te ven así - sonrié levemente
- Los trajes ya están, los llevaran a la casa mañana. - avisó - ¿Quieres ir a casa o comer algo aquí?
- Quiero un poco de pan, me gusta el pan de esa tienda - hablo con una sonrisa
Lalisa asintió levemente y obligó a que su hermosa omega tomara asiento en una banca, después caminó hasta la panadería a comprar mucho pan para ella.
JiSoo miraba sus zapatos mientras esperaba pacientemente a su alfa, ya quería llevar a su hogar para su alfa la mime mientras comen pan.
- ¿Eres la omega de Manoban? - cuestionó un alfa tomando asiento a lado del castaño.
- Uhg... Si - respondió tímida.
- Al parecer Manoban te golpea - comentó mirando las marcas de las muñecas de la castaña y esas marcas de un tono morado en su cuello.
JiSoo se sonrojó mientras cubría su cuello con su pañoleta, esas marcas no eran de golpes. Eran de la noche de ayer en la que la alfa quería hacer cositas.
- Mira, te ayudaré a escapar de ella. Solo tienes que confiar en mi - habló con una sonrisa.
- No quiero escapar... Mejor vete - rió nervios, sabía perfectamente que si Lisa la veía cerca de otro alfa se iba a enojar.
- Ven, vamonos - jaló a la castaña, JiSoo se sujeto de la banca con fuerza.
- ¿Qué haces tocando a mi omega? - cuestionó Lalisa con su ceño fruncido.
La alfa soltó la mano de la menor y miró a su líder con una sonrisa
- Solo la ayudaba - hablo con nervios
- Creo que el día que me case con ella y el día que tomé el puesto de líder dejé muy en claro que no quería que nadie la tocara - se acercó a la alfa.
- Si, líder... Pero ella me pidió ayuda - trató de justificarse.
- ¡Mentiroso! - se quejo JiSoo. Lalisa sin pensarlo un poco más golpeó la mejilla del alfa con fuerza.
- Largate y no quiero que la vuelvas a tocar, ¿Entendiste? - habló.
El alfa solo asintió mientras se alejaba de ahí corriendo.
- ¿Te lastimó? ¿Estas bien, conejita? - interrogó dandole la bolsa de pan.
- Dejaste muchas marcas, alfa - comentó con un sonrojo.
JiSoo observó el cuello de la omega y sonrió levemente, después acomodó la pañoleta de la menor tratando de tapar las marcas.
- No debiste golpearlo tan fuerte - opinó.
- Solo estaba cuidando lo que es mío y ese golpe lo tenía mas que merecido - se defendió Lisa.
-Vamos a Casa, ya no quiero estar aquí.
- Vamos a casa... - habló mientras sujetaba la mano de la castaña y caminaban felices por el lugar.
A lo lejos un grupo de personas que habían presenciado la escena y la miraron de principio a fin, hablaban de la escena.
- Manoban no lo quiere pero... ¿Se enoja si alguien le habla? - hablo una beta
- Es porque no le gusta compartir lo que es suyo, de por si tiene que soportar que no sea una buena omega. - hablo otra.
- La líder Manoban es muy territorial, no le gusta que nadie toque lo que es suyo - opinó.
- Oh, vamos. Kim es muy bonita, si fuera mi omega también la cuidaría.
- De que no se meta con otros - bromeó una beta
- Todos en la manada sabemos que Kim se casó con Manoban por su posición y la líder acepto casarse con ella porque necesita un heredero - comentó un alfa.
- Pero ni eso le puede dar, ya llevan más de cuatro años y esa omega no ha estado en cinta.
- Okey pero... La escena que vimos fue muy linda, hasta la sentí - hablo la beta
- ¡Sabe delicioso! - habló con emoción JiSoo.
Lisa la miraba con una sonrisa, no había mejor cosa que ver a su omega sonreír. Su cara cambió de felicidad a una de confusión cuando a sus fosas nasales llegó el dulce aroma de vainilla que le pertenecía a su omega un tanto mas dulce.
- Conejita - llamó - ¿Tu celo esta cerca?
La omega dejo de comer mientras hacía pequeños calculos en su cabeza. Después asintió con una dulce sonrisa sin mostrar sus dientes, trago lo que tenía en su boca antes de hablar
- ¿Esta vez si vas anudar dentro mío? - cuestiono con ilusión.
- ¿Quieres eso? - beso la mano de la castaña con delicadeza.
- Quiero eso desde hace muchos años - respondió.
- Recuerda que antes no era posible porque apenas tenías dieciocho, eras muy chica para quedar en cinta, no queria ponerte en riesgo.
- Ya tengo veintidós - habló con emoción.
- Ya eres una conejita adulta.
- Te amo mucho alfa - abrazó a la pelinegra.
- Yo también te amo, omega - correspondió el abrazo de la menor.
- Me gusta más conejita - comentó - Te amo, conejita JiSoo - sonrió feliz mientras Lalisa disfrutaba de aquél lindo abrazo.
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