-- Mira ahí -- El de ojos azules llamó la atención de los demás a bordo.

El que parecía más viejo se levantó con un cuchillo en mano y planeaba matar a la sirena de no ser por el compañero de Sparrow.

-- ¡La vas a asustar!

-- ¡Si, eso es lo que quiero! -- la mujer retrocedió y a lo lejos observó a Serena, algo asustada, más la muchacha le sonrió para tranquilizarla.

Scrum aventó al viejo al bote y se acercó a la orilla del bote -- ¿Sabes hablar? -- preguntó a las sirena y esta se acercó.

-- Si... -- le respondió con calma mientras se acercaba nuevamente al bote.

-- Eres muy linda -- alagó el hombre con una boba sonrisa.

-- ¿Tu eres el que canta? -- le preguntó la sirena con curiosidad mientras que, por debajo del mar, movía su cola, como llamando a alguien. Scrum respondió un si con torpeza -- ¿Eres mi gran y osado marino?

El hombre rió tontamente -- Si, supongo...

-- ¡Scrum, compórtate! -- Philip y otros hombre lo alejaron de la orilla del bote.

-- ¡Marinos! Poco puedo presumir de mi breve y miserable vida, eso no lo niego, pero por el océano todos dirán que Scrum recibió el beso de una bella sirena -- reclamó, soltándose de los hombres -- ¡Apártense! -- exigió.

-- Cupido me ha flechado -- comenzó a cantar la rubia sirena -- La riqueza me da igual, solo ha de consolarme -- Serena se acercaba un poco más al bote conforme la sirena cantaba -- Mi marino audaz, jovial -- sirenas comenzaban a surgir de las profundidades -- Doncellas, vengan todas las que aman de verdad que un marino alegre, viene a ver al viejo mar... -- continuó cantando. Serena asomó su cabeza, todos los marinos las observaban. Las sirenas se acercaron y así lo hizo ella, acercándose a Philip.

Se acomodo en la orilla.

-- ¿Serena? -- preguntó en un murmullo. La muchacha sujetó el rostro del joven.

-- Shh... voy a protegerte, confía en mi -- lo silencio. El bote estaba rodeado por las sirenas.

La mujer que estaba con Scrum lo llevaba poco a poco al mar, de pronto, el hombre sacó su cabeza de el agua, asustado, mientras que la sirena lo perseguía, casi lo capturaba de no ser por uno de los tripulantes, el cual la golpeó. Todas las sirenas, a excepción de Serena regresaron al mar, rodeando el bote.

-- ¡¿Serena?! -- el niño que los acompaño gritó, llamando la atención de los marinos.

-- ¡Shh! Vine para ayudarlos, ahora cállense -- les ordeno mientras observaba por encima de el agua a las sirenas moverse. Era algo difícil por la oscuridad de la noche, pero la luz del faro ayudaba.

Las sirenas comenzaban a atacar el barco, Serena las alejaba lo más que podía de la mayor cantidad de personas que podía alcanzar, no quería mostrar su cuerpo, pues seguía parecía que simplemente se mezclaba entre las sirenas.

Una sirena se abalanzó contra uno de los hombres, pero la de ojos verdes se impulsó también contra la sirena, regresándola al mar, golpeando su cola levemente con el bote.

Siseó adolorida y surgió del agua con una mueca de dolor. Las sirenas comenzaban a romper el bote desde abajo y los lados, la de ojos azules hacía lo mejor que podía para que no les hicieran daño a los hombres, recibiendo rasguños, por parte de hombres, accidentalmente, y de sirenas, quienes la vieron como su enemiga.

Finalmente el bote cayó, al igual que sus hombres, dos sirenas arrastraron a un hombre abajo del mar y ya no se vio más; otra de las hermosas mujeres se acercó a Philip y lo quiso llevar hacia abajo, pero la de cabellos oscuros lo impidió. Al parecer el joven no había notado que era sirena también.

Pronto, explosivos comenzaron a caer dentro de el agua, alejando a las hermosas criaturas. Un barco explotó y llamaradas de fuego se presenciaron, las sirenas se acercaron a las orilla, temerosas, pero comenzaron a capturar hombres.

Llegó un punto en que grandes cantidades de las criaturas llegaron a la orilla, pero con suerte los hombres lograban salvarse. Serena sacó a Philip y al niño de el agua y se escondió, cuando vio al rubio ponerse de pie se acercó un poco, al parecer no la había visto aún, pero entonces, el faro explotó.

Un mástil con fuego amenazo con ser sobre Philip, pero la muchacha lo tomó del pie y lo jalo hacia donde estaba ella, haciéndolo caer al piso mojado, desconcertándolo; ella se intentó alejar, pero unos barriles atraparon su aleta y comenzó a moverse estruendosamente, tratando de liberarse.

Sintió el peso de los objetos liberarse y nadó hacía unas piedras, Philip, sin pensarlo, plantó su espada en la aleta de la chica, provocándole dolor y está solo sacó su cabeza del agua, aterrada y observó al muchacho.

El rubio la miró con sorpresa, la muchacha trataba de liberar su aleta, Swift quitó su espada, aún sorprendido, no esperaba que la sirena fuera Selena.

Se quedaron en silencio, observándose el uno al otro, cuando una red apresó a la joven y esta comenzó a tratar de liberarse.

-- ¡Vengan a ayudar! -- escuchó a Barba Negra -- Marino, así se hace -- felicitó mientras lo señalaba, Philip quiso hablar, más no tenía palabras.

-- ¿Alguien más vio eso? Porque no lo voy a repetir, ¿oyeron? -- Sparrow llego, confuso.

-- Regresen a la nave, buscaremos una bahía protegida, ahora -- ordenó el capitán.

-- Oye, espera, espera, espera... ¿Que haces con mi hija en una red? -- Preguntó Jack observando cómo dos hombres tenían a la muchacha colgando en una red.

Barba Negra observó a su hija -- ¿Sabias de esto? -- cuestionó seriamente. Angelica miró a la muchacha y negó con la cabeza.

-- No lo sabía padre, hasta ahora me vengo enterando -- admitió.

Claramente eso era mentira, pero al parecer, Angélica era una mujer de palabra, no iba a arriesgar a la muchacha.

-- ... Bien, confío en ti hija. ¡Vámonos! -- exigió.

Caminaban bajo la luz del sol, Sparrow tenía cubiertos los ojos y Serena estaba apresada en un ataúd de cristal que tenía agua salada, seguía en su forma de sirena, estaba cansada y respiraba con algo de pesadez.

-- Es tu turno, Sparrow -- el capitán le quitó lo que vendaba sus ojos.

-- ¿Enserio era necesario? -- preguntó Jack.

-- Para ocultar la exacta ubicación de mi nave, soy muy desconfiado -- confesó el padre de Angélica.

-- Igual que yo -- respondió el pirata.

Serena giró su cabeza para ver hacia las rocas y se topó con la mirada de Philip sobre ella, la muchacha se abrazó a sí misma -- Lo siento -- murmuró mientras evitaba mirarlo.

Se encaminaron dentro de un bosque, estaban sobre el agua, Philip iba tras de la chica con su biblia en mano.

-- ¿Por qué tiene que venir con nosotros? -- cuestionó con molestia Scrum.

La azabache lo miro indignada, le había salvado la vida varías veces dentro de el bote.

-- Porque se secan las lagrimas, tienen que estar frescas -- respondió con simples Angélica.

-- ¿Cual dijiste que era el ritual? -- preguntó Sparrow a la mujer -- Agua de la Fuente y la lágrima de la sirena...

-- Y también los dos cálices, Jack, uno con la lágrima, el otro sin ella -- le repitió fastidiada.

-- Una con la lágrima y agua en ambas, qué complicado, ¿no? -- habló con su acento raro.

-- Pones agua en las dos, la lágrima en una. La persona que beba el agua con la lágrima extrae los años de vida de la otra -- le volvió a explicar.

-- Y ¿como cuantos? -- una serpiente apareció en el agua y Jack retrocedió un poco. Angelica tomó al animal y lo acomodó alrededor de su cuello.

-- Todos los años que tuvo de vida y los que pudo vivir de haber sido mejor su destino -- acercó la serpiente a su antiguo amor, asustándolo para luego tirar a la serpiente a otro lado.

Hicieron una parada de descanso donde no habían muchos árboles y el agua no les llegaba hasta el torso. Philip lavaba su rostro con el agua que caía, Serena sentía como si le faltara aire, bien podía respirar en el agua pero necesitaba algo de aire.

-- Clérigo -- Jack lo llamó, Philip se giró a verlo -- En el supuesto caso de que esto no salga a mi favor, quiero aclaras aquí y ahora que estoy más que dispuesto en creer en lo que me haga falta si eso me abre las puertas del mundo al que van ustedes los buenos, ¿sabi? -- sonrió extrañamente el hombre.

El muchacho a su lado, luego de lavarse la cara una vez más, miró al pirata -- Esto tiene un nombre Jack, se dice conversión -- sonrió también.

-- Creo que prefiero algo no tan dramático -- Philip río casi inaudible mente y miró hacia atrás, observando a Serena viendo hacia arriba en busca de aire. Su sonrisa desapareció y se puso de pie.

No podía dejar que la muchacha se ahogará en sus leves alientos por aire fresco, no se lo perdonaría jamás.

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