30.
JiMin estaba parado en la puerta, vestido con bata, y me lanzó una mirada extraña. - ¿Qué estás haciendo de pie allí... tan rara?
Tuve que mantener la calma.
-Solo estaba haciendo el desayuno. - dije, y luego un poco más alto. - JIMIN, si ibas a volver a casa temprano, ¿por qué no me llamaste? ¡Te habría preparado el desayuno!
-¿Por qué gritas a todo pulmón? Estoy aquí y puedo oírte bien. - dijo, obviamente irritado por un turno de veinte horas.
-Bueno, pensé que ibas a quedarte dormido en cualquier momento. Sólo estoy asegurándome de que estás despierto. - dije.
Miró el plato de huevos a medio terminar sobre la mesa. - A veces actúas realmente extraño, Roseanne, ¿lo sabías?
Traté de no ofenderme por eso.
-¿Cómo quieres tus huevos?
-Revueltos, si puedes. Y gracias. Primero iré a bañarme. Huelo como una maldita granja de animales. - dijo, quitándose el abrigo y luego quitándose la camiseta del uniforme azul.
Él comenzó a caminar hacia el baño, cuando lo llamé en voz alta. - JIMINNIE, tómate el tiempo que desees EN LA DUCHA. Quédate allí treinta minutos o una hora. ¡No te apresures!
-Estoy seguro de que podría haberte escuchado si estuviera a cuatro cuadras de distancia.
Dicho esto, la puerta se cerró detrás de él. Lo siguiente, escuché el sonido de la ducha.
Suspiré y preparé apresuradamente los huevos revueltos, como JiMin siempre prefería, y puse el desayuno en la mesa, después lleve el plato del desayuno de Jennie a mi habitación.
Jennie estaba parada detrás de la puerta en caso de que JiMin entrara en la habitación.
Mantuve la puerta entrebierta.
Quería ser consciente en caso de que JiMin decidiera terminar su ducha rápidamente. JiMin duraba mucho tiempo en la ducha, especialmente cuando tenía un turno largo.
Jennie me estaba dando una de sus dulces sonrisas.
Le di un puñetazo juguetonamente en las costillas.
-¿De qué te estás riendo?
-Me preguntó cómo tuve tanta suerte como para encontrarte. - dijo, tocándome el pelo. - Eres como una mamá osa para él. Es realmente lindo de una manera materna.
-Solo nos tuvimos que cuidar uno al otro después de que murieron nuestros padres. JiMin cree que es su deber cuidarme, pero siempre termino cuidándolo mucho la mayor parte del tiempo y eso lo irrita.
-Me gusta esa cualidad sobre ti, Anne. Siempre estás dando y nunca esperas nada a cambio.
Me reí. - Me haces sonar como una santa que no soy.
-¿No es así?
-¡No!
-¿Tienes pensamientos pervertidos sobre mí? - preguntó descaradamente.
-Todo el maldito tiempo. - yo confesé.
-Hmm, me encantaría escuchar sobre esos pensamientos algún día. - Jennie dijo y terminó de comer su desayuno.
-¿Y cómo son tus pensamientos? - pregunté.
-También tengo pensamientos pervertidos sobre ti, pero los míos probablemente requieren más censura en comparación con los tuyos.
Se me puso la piel de gallina en la nuca. Me rasque la espalda sintiendo que el rubor se trasladaba a mis mejillas.
-¿En serio? Explícamelo en detalle.
-Por mucho que me gustaría contarte sobre mis pensamientos, e incluso demostrártelos, creo que es mejor que me vaya ahora mismo antes de que tu hermano salga de la ducha y me descubra escondida en tu dormitorio. Y no estoy realmente con muchas ganas de probar la ira de tu hermano. Estaría muerta incluso antes de que entrara en el juego.
Le di una sonrisa débil.
Estaba tratando de aclarar la situación haciendo una broma, pero ambas sabíamos que nuestros corazones se estaban hundiendo.
Ni siquiera se me había ocurrido que se iría tan pronto.
¿Esperaba mantener a Jennie metida en mi armario?
Además, si JiMin descubría que Jennie estaba aquí, enloquecería.
-Quiero darte algo. - Jennie dijo y sacó una joya de su billetera.
Tras verla, me di cuenta de que era un broche.
Un broche muy hermoso con un diseño intrincado en forma de mariposa. Tenía incrustado brillantes piedras azules y esmeralda.
Era tan bonito y antiguo, algo que vería en una joyería y solo soñaría con comprarlo un día cuando me volviera rica.
-Quiero que tengas esto. - Jennie dijo.
Ciertamente, ella no iría tan lejos como para comprarmelo, considerando que estaba en una posición difícil.
-Se ve muy caro. - dije.
-Era el favorito de mi madre, Anne. - dijo, todavía sosteniendo las joyas para mí. - Sé que estoy siendo demasiado sentimental.
Negué con la cabeza. - Amabas a tu madre. - le quite las joyas. - Es tan hermoso, Jen, ¿estás segura de que quieres dármelo?
Jennie se rió entre dientes. - Es tuyo.
-Pero... pero...
Cerró su palma sobre él. - Ella me dijo que le diera esto a la mujer que amaba, y quiero dártela a ti.
-Oh, Jen. - me emocioné hasta las lágrimas.
Me puse de puntillas y le besé la mejilla.
-¿Estarás bien? - le pregunté, aunque sabía la respuesta.
Por supuesto, no lo hará.
-Estaré bien, Anne. - dijo. - Quiero disculparme adecuadamente por lo que dije sobre tu hermano. Te amenazé con su vida y eso fue un error de mi parte. Quería estar fuera del hospital y era lo único que podía pensar en ese momento para salir. Sólo sé que nunca te lastimaría ni a nadie que te importe. Lo siento mucho.
Asentí. - Te perdono. ¿A dónde vas a ir?
-No sé, pero sobreviviré. - me aseguró.
-Si necesitas algo, siempre estoy para ti.
Entonces recordé algo, caminé hacia el armario y saqué un poco de dinero del bolso.
Jennie miró los billetes y volvió a mirarme. - Anne...
Sacudió la cabeza. - No puedo, Cotton-Candy. Sé que tú también lo necesitas.
-No tanto como tú. Confía en mí, estaremos bien. Toma el dinero, Jen.
Probablemente tenía una gran necesidad de efectivo porque tomó los billetes y los guardó.
-Gracias. Te lo devolveré.
-Jennie, espero que no te importe que te lo diga...
-Adelante.
-Tu verdadero padre, SeungHyun. Bueno, solo estaba pensando. ¿Y si MinJoon no fue el que envió a esa gente a matar a tu madre, sino SeungHyun? Sé que suena loco, pero hay un aspecto que deberíamos considerar que quizás SeungHyun se enojó porque tu madre no dejó a MinJoon por él y decidió vengarse.
Jennie me miró por un momento antes de hablar. - No puede ser, Roseanne. SeungHyun era detective. Era un policía.
-Oh.
Eso no dejaba espacio para la discusión.
-Necesito ver a Jane y averiguar qué está tramando.
-¿Y sí ella es la que está asesinando a la gente? - yo pregunté.
-Entonces tendré que tomar medidas drásticas. - Jennie dijo sin dudarlo.
No era necesario que explicará más allá de lo que dijo.
Medidas drásticas sólo significaban una cosa.
Si llegara el momento del colapso, Jennie mataría a su propia hermana sin importar lo doloroso que fue para ella.
Escuché que la ducha se cerraba.
Jennie y yo nos giramos hacia el sonido.
-Tengo que irme. - Jennie dijo apresuradamente.
Cogí su mano en la mía.
Nunca había visto a Jennie ponerse seria, así que supe que era la despedida.
Sus ojos esmeralda se clavaron en los míos, transmitiendo muchas cosas sin decir una sola palabra.
-Si salgo viva de esto, te buscaré. Si no lo hago, bueno, Anne, quiero que sigas adelante.
-¡No lo hagas! ¡Quédate conmigo!
Las expresiones de Jennie me dijeron que había tomado una decisión y que nada de lo que diría lo iba a cambiar.
Era realmente terca de esa manera.
Nos miramos la una a la otra como si fuera la última vez y realmente odiaba esa sensación.
-Lo que sea que Jane te diga, no le creas.
Le di un gesto de asentimiento.
Eché un rápido vistazo a la puerta.
Me puse de puntillas. - Bésame.
-Cierra los ojos. - susurró. - Y no hagas trampa, Anne.
Cerré los ojos y esperé.
Sus labios se unieron cálidamente contra los míos, y luego más agresivamente, su mano fuerte se enroscó alrededor de mi cintura mientras me jalaba contra su cuerpo.
Mis dedos rozaron sus dedos y oscuros mechones.
Me besó apasionadamente y la escuché gemir profundamente en su garganta y eso me animó a profundizar el beso y luego ella lo terminó abruptamente.
Había dejado de besarme.
-No abras los ojos. - susurró.
Jennie ya no me sostenía en sus brazos.
Soltó mi mano.
Me quedé allí en el sofocante silencio en la habitación.
-Roseanne, ¿qué estás haciendo ahí parada con los ojos cerrados?
Oí la voz de JiMin y abrí los ojos.
Jennie ya se había ido.
Pasé el día siguiente buscando en las páginas en línea cualquier información que pudiera encontrar de Jane, pero nada parecía indicar su naturaleza violenta.
Parecía ser la única persona en la familia que tenía unos registros limpios. No había registros de asaltos previos, encuentros con la ley o algo remotamente escandaloso, ¿cómo fue que una niña de oro resultó ser una asesina?
Irónicamente, Jennie fue el centro de todas las controversias. Todos y cada uno de los tabloides habían dado una explicación detallada de que Jennie había empañado el nombre de la familia.
Como el índice de inteligencia de Jennie era más alto que el promedio, se dijo que era inteligente y que había manipulado con éxito a la mayoría de las personas en su vida.
Saqué un bloc de notas y un bolígrafo y comencé a anotar todas las cosas que Jennie me había dicho; nombres, personas, lugares y dando vueltas entre estás.
Había algo que no estaba viendo.
Todo esto era parte de algo más grande y faltaba una pieza del rompecabezas.
¿Cuáles eran las posibilidades de que Jane hubiera matado a todas esas personas para vengarse de Jennie y ahora fingía ser ella para poder sentenciarla a muerte?
Resalté la palabra Motivo y junto eso escribí The Kim Enterprise.
-¿Qué estás haciendo? - JiMin preguntó.
Cerré el libro rápidamente. - Solo escribo mis pensamientos.
JiMin asintió. - ¿Crees que Jennie confesará todo?
-No lo sé.
De repente, mi teléfono comenzó a sonar.
Un número desconocido estaba parpadeando en este.
Pensé que era Jennie y lo contesté rápidamente.
-¿Hola?
-Señorita Park, soy Bae Soo-ji. Mi compañera Choi y yo queríamos hablar sobre algo con usted.
-¿Sí?
-Sería más apropiado tener una charla con un café si estás libre.
-Agente Bae, ¿de qué se trata?
Su voz sonaba más amigable de lo habitual y no estaba segura de si eso era una buena señal.
-Será una charla completamente informal, señorita Park. Sólo necesito algo de su tiempo. - ella explicó.
-¿Necesito llevar a Minho conmigo?
-Puedes hacerlo si quieres, pero como dije, es informal. No llevaremos ningún dispositivo de grabación y Choi no tomará ninguna nota. - dijo, y rápidamente preguntó. - ¿Algún lugar cercano en el que podamos vernos?
-Sí.
Le conté a Bae sobre la cafetería local que estaba cerca de mi apartamento, a la que solía acudir para obtener mi dosis de cafeína.
Servían los mejores lattes y donas de la ciudad.
Alrededor de las cuatro de la tarde, me vestí de manera casual y me dirigí al lugar.
Los agentes ya me estaban esperando dentro del café.
Miré el reloj y aún faltaban cinco minutos para la hora acordada.
¿Por qué estaban tan ansiosos de hablar conmigo?
¿De qué querían hablar?
Sólo había una forma de averiguarlo.
Entré en el café sin saber qué esperar, y fue entonces cuando los dos agentes de fijaron en mí, se levantaron respetuosamente.
-Hola. - dije y tome asiento.
Me di cuenta de que cuando habían dicho que sería una reunión informal, habían sido claros. Sus trajes negros ejecutivos habituales fueron reemplazados por jeans y camisetas.
El habitual y disciplinado cabello rubio de Bae tenía ondas ocasionales, y su blusa blanca destacaba los lugares correctos. Incluso la agente Choi llevaba un vestuario similar. Ambas eran igualmente atractivas y se veían totalmente fuera de lugar en un pequeño café.
Si pensaban que parecían civiles normales, se equivocaban. Su estatura sería suficiente para volar su fachada.
-Es muy amable de su parte haber aceptado está invitación, señorita Roseanne. - dijo Soo-ji.
Choi simplemente asintió con la cabeza en reconocimiento. La compañera que permanecía en silencio durante el interrogatorio, pero anotaba los detalles más pequeños del sospechoso que más tarde serían utilizados por la agente Bae para construir otra ronda de preguntas.
Sabía cómo funcionaba la pareja de trabajo.
-Me gustaría saber porque me llamó con tan poco tiempo de aviso, agente Soo-ji.
El camarero que también era el dueño del café, BaekHyun, me sonrió y me pasó el menú.
-Preséntame a tus nuevos amigos, Rosé.
Hice introducciones rápidas y luego ordené mi favorito, el moca latte y los agentes ordenaron lo mismo con mi recomendación.
BaekHyun trató de coquetear con la agente Choi. Ella sonrió cortésmente, entendiendo la insinuación, y Soo-ji se mostró bastante inconsciente.
También me di cuenta de que Soo-ji era tan densa como un ladrillo en casos como estos.
Después de que BaekHyun tomó nuestra orden y se fue.
Soo-ji comenzó a decir. - Sé que comenzamos con el pie equivocado, pero quiero que comencemos de nuevo. Sospechar de las personas y presionarlas para obtener información es parte de nuestro trabajo, pero no tenemos nada personal en contra tuyo.
Choi asintió. - Exactamente lo que dijo Bae.
-Entiendo.
No lo hice.
Bae había dicho unas cosas realmente personales durante los interrogatorios, ya sea para la investigación o no, no era mi preocupación. Sólo había sido cruel para mí, pero no iba a decirles eso.
-No estás aquí solo para decirme eso, ¿verdad?
Soo-ji sonrió. - Hemos concluido la investigación que habíamos estado haciendo sobre ti, y me complace anunciar que está libre de problemas.
-¿De verdad? - los miré a las dos.
-Por supuesto. No encontramos nada que indicara que estuvieras involucrada con los asesinatos de Jennie Kim. También sabemos que no eras su cómplice.
De todas las cosas, no había esperado escuchar eso de ella.
Esto me hizo realmente feliz.
-Gracias, agentes.
Llegaron los cafés. Fueron ligeramente sorprendidos por el tamaño de los vasos.
BaekHyun sonrió. - Que disfruten.
Por encima de sus hombros podía ver a BaekHyun detrás del mostrador apuntado en mi servilleta.
-El café es realmente delicioso. No estabas mintiendo. - dijo Bae.
Sonreí. - Nunca miento, agente Bae.
Soo-ji y Lia se pasaron una sonrisa de complicidad.
Abrí la servilleta y leí.
"Vuelve a traerlas la próxima vez y te daré un cuarenta por ciento de descuento en la factura. P.D: ¿la chica pelinegra está soltera?"
Estaba tomando un sorbo de café y tosí.
-¿Estás bien? - esa era Choi.
-¿Qué es eso en la servilleta? - Soo-ji la miró con suspicacia.
-Oh, eso no es nada. - me limpie la boca con ella y la arrugue.
Tendría que ser discreta y preguntarle más tarde sobre su sexualidad y estatus.
-¿Quieres escuchar lo mejor? - preguntó Soo-ji.
-¿Hay más?
-La buena noticia es que la doctora TaeYeon quiere que vuelvas a trabajar a partir de mañana.
-Me alegra oír eso, pero ¿por qué no me lo dijo personalmente? - pregunté.
Me dolió un poco el como TaeYeon había informado a las agentes incluso antes de hablarme a mí al respecto.
-Y no sé si quiero volver al trabajo, mi reputación está hecha añicos, todo gracias a que soy una antigua sospechosa.
-No es culpa de la doctora Kim TaeYeon. Podríamos decir que ella realmente se preocupa por ti. - dijo Soo-ji.
Y, sin embargo, TaeYeon no se había molestado en llamarme ni una sola vez para preguntarme cómo estaba.
De acuerdo, estaba ocupada y no tenía tiempo de preguntar por el bienestar de una enfermera que trabajaba para ella, que había sido su amiga durante años.
-Nos disculpamos por los inconvenientes que hemos causado. Cómo sabes, es nuestro...
-Deber, lo sé. - lo completé por ella. - Gracias por hablar conmigo, sin resentimientos.
Soo-ji asintió. - Dime algo, Roseanne.
Estaba usando mi nombre.
No es muy buena señal.
-¿Realmente crees que la mujer confinada en el asilo en este momento es Jane Kim?
La miré fijamente.
-¿Estás usando un micrófono? - pregunté burlonamente.
Soo-ji sonrió, alzando las manos, con las palmas hacia arriba. - Puedes hacer una búsqueda exhaustiva de nuestros cuerpos si quieres. No nos importa, ¿verdad, Choi?
Le dio un codazo a su compañera.
-Estoy segura de que no. - dije de buen humor.
-Solo siendo clara. Todavía pienso que es Jane. Te lo garantizo.
-Muy bien, fue agradable verte de nuevo. - Soo-ji se levantó. - Si quieres hablar conmigo, en la estación o casualmente, estoy a una llamada de distancia.
-Lo tendré en mente. - dije.
Tan pronto como ellas salieron del café, BaekHyun caminó hacia mi mesa.
-Quiero mi información.
Suspiré. - BaekHyun, incluso si estuviera soltera, no te la recomendaría.
BaekHyun puso una mala cara. - ¿Por qué?
-Porque son personas peligrosas.
Cuando fui a casa esa noche y me acoste en la cama, pude oler el aroma de Jennie en las sábanas y si hubiera tratado de evitar pensar en ella todo el día, ahora me estaba costando mucho mantener mis pensamientos lejos de Jennie.
Reuní las sábanas a mi alrededor y no me había dado cuenta de cuando me había quedado dormida.
Me desperté en medio de la noche con mi teléfono sonando.
Miré la pantalla y el números del hospital destelló.
-Roseanne, hay algo que debes saber.
Oí la voz de TaeYeon al otro extremo.
-TaeYeon, son las dos de la mañana, ¿me estás llamando para cubrir a alguien? ¿Puedes poner mi horario para mañana a primera hora?
-Roseanne...
La voz de TaeYeon sonaba angustiada y eso sonó campanas de alarma en mi mente.
-¿Qué pasa, TaeYeon?
Tomó su dulce tiempo para responder. - Es Lalisa.
Maratón 8/8.
Espero y lo hayan disfrutado. Recuerden votar, nos leemos próximamente ෆ╹ .̮ ╹ෆ.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro