-No pareces estar de buen humor, ¿cómo estuvo el interrogatorio? - JiMin me preguntó el día después de que fui a ver a Jennie.

Cómo era sospechosa en el caso de Jennie Kim, fui suspendida temporalmente. El robo de un cuchillo quirúrgico y dormir con el enemigo fue suficiente para ponerme en la lista negra de los funcionarios.

Vertí la leche en el tazón del cereal y añadí algunas fresas recién cortadas. - Si no lo supiera mejor, creo que te estás burlando de mí. - me acomodé en la mesa.

JiMin acaba de salir del baño humeante, sin camisa. Tenía algo que parecía marcas de garras en el omóplato. - ¿Cómo conseguiste eso?

-Alguien trajo un gato salvaje a la clínica hace unos días. - dijo JiMin, como si no fuera nada. Era propenso a ser lastimado por animales que no cooperaban, del tipo que se veían adorables hasta que te incrustaban los dientes y te aruñaban la cara.

-No tienen razón para sospechar de ti, les has dicho la verdad.

-Lo que no es lo suficientemente bueno para demostrar que soy inocente. TaeYeon me dijo que Jennie es cooperativa en todo el asunto, lo cual es algo sospechoso. Ella no intentó atacar a nadie, ni siquiera les dió las miradas de muerte habituales. ¿Qué pasa con ella?... creo que se está rindiendo, JiMin. Ya ha tenido suficiente.

JiMin negó con la cabeza. - Eso es demasiado teatral. ¿Crees que Jennie, la que es famosa por matar a más de una docena de personas, simplemente se va a rendir porque está cansada de ser interrogada? - se echó a reír. - Estás pensando mal, hermanita.

-Oh, ¿así que ya lo tienes todo resuelto? - pregunté, cruzando mis brazos sobre mi pecho. - Déjame escuchar tu teoría, detective amateur Park JiMin.

-Creo que Jennie tiene un cómplice. - y luego lo aclaro rápidamente. - No tú, pero alguien más.

-¿Cómo quien?

JiMin pareció estar perdido en sus pensamientos durante un momento. - Alguien del personal del hospital, por supuesto. Los que parecen no estar muy cerca de ella, pero probablemente lo estén.

Hizo una pausa.

-Continua. Estoy escuchando.

-Piénsalo. Cuando HanBin fue asesinado, Jennie estaba con una camisa de fuerza, confinada en una habitación de alta seguridad. La siguiente enfermera, SooYoung, aparece muerta. Jennie podría haberla matado personalmente y haber dejado el cuerpo para que la gente lo encontrara, casi burlándose del FBI y de la policía. Eso o alguien la mató a sus órdenes.

No le había dado el crédito a JiMin, pero él era muy inteligente.

-¿Alguien de quién sospeches? - pregunté.

-JiSoo. - dijo en seco.

-¿Por qué JiSoo?

-Kim JiSoo finge odiar hasta las tripas a Jennie, pero ella y Jennie parecen haber sido cortadas de la misma tela. Podrían estar fingiendo todo el odio que hay entre ellas.

Las teorías podrían ser verdaderas o completamente descabelladas, pero no iba a mencionarle eso a mi hermano menor. Parecía muy emocionado al jugar al detective y yo no quería herir sus sentimientos.

-Ese podría ser el caso, o Jennie es realmente inocente y alguien la está incriminando. Matando a todas esas personas y haciéndola quedar como la culpable.

JiMin se pasó una mano por el pelo con frustración.

Me di cuenta de que está a enojado.

-¿Qué mierda te dió de comer cuando estuvieron juntas?

-Jennie fue sincera.

-La follaste, ¿verdad?

Era mi turno de mirar fijamente. - Nunca me interesé en preguntarte con quién te acuestas o no, y te agradecería que pudieras hacer lo mismo.

-Me interesa si mi hermana se acuesta con una asesina. - dijo JiMin.

-Basta. - señalé la mesa. - Preparé tu almuerzo, no te olvides de tomarlo.

-Si se acostó contigo, te lo juro, la mataré.

-¿Al bebé o a Jennie?

-Tal vez a ambos. - dijo sin dudarlo.

-Llévate tu almuerzo y vete de aquí.

Probablemente vio que iba a explotar y pensó que era mejor no discutir conmigo.

Pasé la tarde discutiendo el caso con Minho.

Me dió su valiosa información y le conté lo que JiMin me había dicho.

Minho dijo que tenía la misma idea en mente, pero el caso era complicado.

Quienquiera que fuera el asesino, no estaba dejando ningún rastro de evidencia detrás lo cual hizo las cosas mucho más difíciles.

Mientras que los funcionarios culparon a Jennie, todavía no tenían pruebas validas. Se basaron en especulaciones hechas en asesinatos anteriores que tenían un patrón similar.

Esa noche, después de nuestra breve reunión, le dije a Minho que me dejara en un pequeño supermercado donde necesitaba hacer algunas compras.

Mi apartamento no estaba tan lejos, así que decidí caminar después de comprar mis cosas.

ForestVille era una ciudad pequeña, por lo que la mayoría de las tiendas estaban cerradas a las nueve de la noche.

Comencé a caminar por la calle.

Escuché el sonido de pasos débiles y una presencia detrás de mí, así que me detuve y me giré.

No había nadie, sino un coche a la distancia.

Y no podía estar equivocada, era el mismo auto que había visto el otro día.

¿Me estaba siguiendo?

Seguí caminando, mis ojos recorrían el auto pero me di cuenta de que no se estaba moviendo.

Solo estaba aparcado.

Retomé el paso y todavía podía escuchar el sonido de alguien detrás de mí, una presencia.

Me cerré la chaqueta como si eso pudiera protegerme de lo que me estaba siguiendo.

Sintiendo que estaba en problemas, me detuve de nuevo. - ¿Quién es?

No había nadie.

-¡Deja de jugar conmigo! ¡Ya tuve suficiente! - grité, incapaz de mantener la frustración fuera de mi voz.

-No te tengo miedo.

En realidad estaba temblando.

Jennie me había advertido antes que podía ser el próximo objetivo del asesino por razones de que sí estaba herida, incluso solo amenazada, ella se rendiría.

"Mantente siempre vigilante, Anne, cuídate mucho".

Escuché la voz de Jennie en mi cabeza.

Tenía un arma en el bolso que Jennie me había dado en caso de que necesitará protegerme. Ella me había enseñado a disparar.

"Levanta el arma y no dudes en disparar. Recuerda, un segundo de duda y estás muerta, Anne."

Un carro sonó fuerte, sacándome de mis pensamientos.

Me volví para encontrar a Minho en su BMW, con la ventana bajada.

-Me di cuenta de que no es seguro de que te vayas caminando a casa sola, así que espere afuera y te seguí. Entra, yo te llevo.

Supuse que el terror y el miedo eran bastante evidentes en mi cara.

Eché un vistazo detrás de mí antes de subirme al auto.

-Cambie de opinión. - le dije a Minho.

-¿Cambiaste de opinión?

-No quiero causarte problemas, Minho, así que puedes dejarme en casa e iré al hospital psiquiátrico o me llevas tú.

-¿Al hospital? Son casi las nuevas, Rosé, ¿por qué quieres ir ahora?

-Tengo que hablar con Jennie.

-¿Puedo confiar que me llevarás a su habitación sin que nadie lo sepa? - le pregunté a JeNo, el enfermero que estaba asignado a Jennie para que le trajera comida, mantuviera su habitación en orden, cosas así.

JeNo me miró con suspicacia. - Depende de cuánto estemos hablando.

Además, JeNo era amante del dinero.

Un pequeño soborno siempre hacia el gran truco.

-¿Qué tal unos cincuenta? - estaba probando mi suerte.

Él suspiró. - O, ¿qué tal si vas al escritorio y le preguntas a YuNa si ella te permite visitarla por unos minutos?

-Ya pasaron las horas de visita y que no me dejaron hablar con ella. Por favor, JeNo...

Hice un puchero a propósito.

-¿Te sirvirian cien dólares?

-Mi segundo nombre no es "Estúpido". Si me descubren haciendo esto, seré un sospechoso adicional junto contigo, y probablemente despedido. Ningún riesgo vale cien dólares, no en lo que concierne a Jennie Kim.

-¿Y entonces?

-Doscientos. Esa es una concesión que puedo hacer.

-Eso es mucho por solo unos minutos. - dije. - Ciento cincuenta, o encontraré otra manera.

JeNo me analizó por un momento. - Doscientos. Ambos sabemos lo difícil que será para ti verla sin un poco de ayuda. Me necesitas.

Sabía que tenía razón.

-¡Bien! Consigue las llaves.

Esperé hasta que JeNo trajera las llaves de la habitación.

Mi corazón latía con fuerza cuando el ascensor se dirigía al piso donde mantenían a los locos como criminales.

Había seguridad en la habitación de Jennie. Ni siquiera me sorprendió ver qué se instalaron numerosas cerraduras en la puerta.

La habían trasladado a una de las habitaciones de máxima seguridad.

JeNo me dijo que permanecieran escondida mientras hablaba con el guardia de seguridad. Unos segundos más tarde, el guardia caminó en la dirección opuesta y JeNo me indico que saliera.

-Mantente lo más lejos posible de ella. - advirtió JeNo. - Puede que esté encadenada, pero todavía no confío en ella.

Mi estómago sintió un nudo cuando JeNo abrió la puerta.

-Jennie, mira quién está aquí para verte, querida. - JeNo se arrulló legítimamente como si Jennie fuera una niña de cuatro años. - No seas una niña mala, ¿está bien? JeNo estará afuera en caso de que Roseanne te acose.

Le lancé una mirada a JeNo, quién me sonrió y me guiñó un ojo.

Lo estaba haciendo a propósito para enojar a Jennie. JeNo le dió a Jennie una mirada desagradable y salió de la habitación, dejando la puerta entreabierta.

Centre mi atención en Jennie, que estaba sentaba, más bien encadenada a una silla.

Detecté un aura completamente diferente en ella.

Algo había cambiado desde la última vez que la vi.

Ella me miraba atentamente.

Cada fibra de mi cuerpo me gritaba que me girara y me fuera.

No me gustaba verla así.

Ella apartó la vista, obviamente evitando el contacto visual. Cerré la puerta y me acerque a ella.

Casi por reflejo le aparte el cabello de la cara. Su frente ahora tenía un pequeño corte. Pase mis dedos por su rostro suavemente. Ella me miró sin moverse.

Probablemente no vio venir cuando me incline y presioné mis labios contra los suyos, besándola.

Se mantuvo estoica al principio, finalmente me devolvió el beso, pero faltaba pasión, el fuego era inexistente.

Terminó el beso bruscamente, diciendo. - Cometiste un error al venir aquí.

Estaba mirando directamente a sus ojos.

Algo no estaba bien.

-Deberia decirte lo mismo. - le dije. - ¿Por qué te encontraron, Jen? ¿Qué está pasando?

-Dime, Roseanne, ¿qué está pasando entre la doctora Kim JiSoo y tú?

Le di una mirada acusatoria. - ¿Qué demonios significa eso?

-Significa lo que dije.

-¡Deja de jugar a los acertijos! - dije. - Y no cambies de tema.

Permaneció en silencio.

-¿Qué le dijiste a la agente Bae, Roseanne?

-La verdad.

-¿Cuál es?

-Que no maté a Joy. Los funcionarios creen que estoy en algo, ellos piensan que tú y yo hemos conspirado toda una farsa y volví en una sola pieza porque soy tu amante, suena jodidamente ridículo.

-Es por eso que estoy aquí. - dijo con voz severa. - Voy a llegar al fondo de esto y averiguar quién lo está haciendo.

Comencé a caminar hacia la puerta. - Buena suerte con eso, porque no hay nada que puedas hacer mientras estés confinada en una habitación con los de seguridad afuera de tu puerta. Además, JeNo estará muy feliz de matarte mientras duermes por cincuenta dólares. Y adivina qué, nadie te va a cuidar.

-Pero sé que tú lo harás, nena. - Jennie se rió entre dientes. - Y Roseanne...

Me detuve en seco y me volví para mirarla. - ¿Sí?

-¿Puedo preguntarte algo?

-¿Qué?

-¿Matarías por mí?

Maratón 3/8.