𝐒𝐞𝐢𝐬
ʜᴏꜱᴇᴏᴋ
—Tenemos que volver por Sejeong y Jungyu. —decía mientras caminábamos por una avenida llena de departamentos, al parecer llegamos a las residencias.
—No podemos volver —dijo el chico desconocido sin mirarme.
—¿Por qué dices eso? —preguntó mi hermana muy confundida y decaída, su esposo y amiga estaban en peligro y la entendía.
—Ellos...
—¿Ellos? —debía de saber que pasó exactamente.
—Estaban inconscientes y si nos quedábamos podíamos morir.
—¡No! —gritó Jiwoo, mientras lágrimas caían por sus mejillas. No dudé en tranquilizarla.
—No, no pienses en eso princesa, ellos están bien —la abracé y acaricié ligeramente su cien —. Seguro despertaron y lograron huir. —Tomé su rostro entre mis manos —, iremos a buscarlos.
—Pero no será ahora —dijo un moreno de gran altura.
—Tenemos que ir —fui interrumpido.
—Ese lugar es un punto cero, si volvemos corremos el riesgo de ser devorados por esas bestias, ¡¿quieres eso?! —habló usando un tono alto y fuerte.
—Yo... ¡mis amigos están allí! —exclamé. No sabía que decir, pero no los dejaría solos.
—Mis amigos también —volvió a hablar—. Pero sé que estarán bien, no son tontos —, me miró—, ni tus amigos ni los míos, ahora...
El sonido de una gran cantidad de zombies se hizo presente a una corta distancia de donde estábamos, debíamos de buscar un refugio ahora.
—¡Corran! —gritó el chico desconocido mientras abría una puerta de un edificio con ayuda de un palo de fierro que estaba en la entrada.
El moreno alto no dudó en ir a ayudar, era una entrada muy estrecha, pero si del tamaño para ingresar uno por uno. Tomé la mano de mi hermana y fuimos hacia aquella entrada, con cuidado logré hacer que ella ingresé primero y luego pasé yo, tomé el lugar del moreno por dentro del departamento y esperé a que pudiera entrar, y cuando lo hizo, entre los dos ayudamos al otro chico a poder entrar, pero al ver como uno de los parantes de la entrada comenzaba a doblarse, provocó que la presión de un freezer se viniera contra ella, ocasionando que la entrada se haga más pequeña.
Observé como Jiwoo señalaba las ventanas, y la imagen era muy clara, esos zombies ya habían llegado. Comencé a sudar, tenía miedo y sabía que, si no hacíamos algo ahora, no llegaríamos lejos. Observé al chico moreno y con su afirmación presionamos y jalamos aquel freezer junto al palo de fierro hasta conseguir un tamaño por donde pudiera ingresar el chico que faltaba.
Los minutos transcurrían más rápido de lo normal y los quejidos de esos muertos vivientes no ayudaba a calmar el ambiente. Cuando vimos el cuerpo de chico a más de la mitad tomé sus brazos y lo jalé hacia el interior del departamento. El moreno soltó el enorme congelador para asegurar que nadie pudiera ingresar.
Eso estuvo cerca.
Tendí una de mis manos al desconocido para que pudiera levantarse.
—Gracias. —fue lo único que dijo.
Escuchamos como los zombies se lanzaban contra aquella entrada que ya estaba cubierta y sin acceso, pero aun así no debíamos de confiarnos.
—Ahora, ¿a dónde iremos? —pregunté mientras tomaba la mano de Jiwoo, me sorprendió lo caliente que estaba, pero no era algo grave por ahora.
—Debemos quedarnos en uno de los cuartos del edificio, hasta que esas cosas se vayan —habló el chico desconocido.
—Tiene razón —fue avalado por el moreno.
—Está bien —miré a mi hermana —. Es lo único que podemos hacer ahora Jiwoo.
—Si, lo sé. —Respondió ella sin ganas.
—Busquemos una habitación para ti —tomé su mano y comenzamos a subir los escalones hacia los otros pisos, debido a la falta de energía eléctrica para usar ascensores.
Sentía una sensación de... Preferí olvidarlo, no quería angustiar más a mi hermana.
Con cuidado, llegamos a una habitación grande y muy cómoda, al parecer los residentes de estos condominios tenían una muy buena economía. Pero antes de poder hacer cualquier otro movimiento, revisé cada rincón del departamento. Sentía temor, pero debía de mostrar ser alguien valiente. Agradecí internamente no haberme encontrado con uno de esos monstruos. Volví a la sala del lugar y ordené rápidamente las cosas que estaban tiradas por todo el piso. Sin duda los propietarios debieron de salir muy apurados de este lugar.
Tomé la mano de Jiwoo y la llevé hasta la habitación más cómoda para ella. Su temperatura había aumentado.
—Jiwoo, estás muy caliente —hablé tocando su frente.
—No es nada Hoseok —dijo ella muy calmada.
Pero era algo obvio, el sudor en su frente y las palabras que pronunciaba perdían fuerza.
—Buscaré algo para tu calentura —dije moviéndome hacia el baño, en busca de medicina.
Encontrarla fue difícil, debido a que prácticamente se llevaron todo. Lo único que había eran jarabes, y desconocía el uso de cada uno. Estaba por rendirme, pero recordé que cuando Jiwoo era pequeña, papá le daba de tomar un jarabe con una etiqueta plateada. Y esa era justo la que tenía en manos. Llevé unos cuantos potes de medicina hacia la habitación de mi hermana, quien estaba muy dormida. No quería despertarla, por lo que decidí dejar los jarabes en la mesita de noche y salir en silencio.
Debía de conversar con los otros chicos sobre lo que haríamos ahora, debíamos idear un plan.
—Hola —dije tratando de no sonar muy nervioso y extraño.
—¡Hey! —me llamó uno de ellos, de quien todavía no sabía el nombre.
—¿Cómo está ella? —preguntó el chico moreno refiriéndose a Jiwoo.
—Ella está bien —dije tomando asiento en el frío piso —, ahora esta dormida —finalicé—. ¿Quién eres? —pregunté con curiosidad.
—Me llamó Kim Namjoon, pero solo dime Namjoon —abrió su lata de cerveza y bebió del mismo.
Asentí sin decir nada, fijé mi vista en el otro chico, sentía una especie de aura oscura con él, desde que lo vi con Sejeong, no tenía un buen presentimiento sobre cómo era.
—¿Y tú? —me dirigí a él.
—Mark, sólo Mark. —dijo sin importancia.
—Yo soy Hoseok —hablé tratando de calmar el ambiente.
—Mucho gusto Hoseok —respondió Namjoon, quien me tendió una lata de cerveza.
Sonreí en forma de agradecimiento luego de tomar la lata. Estaba cansado y muy preocupado por mis amigos, que habrá pasado con ellos. Lentamente me levanté y caminé hacia una de las ventanas. Todo era un caos, gente corriendo por salvar sus vidas y nosotros aquí, y ellos por cualquier lugar.
¿Dónde estás Sejeong?
Tomé un sorbo de mi bebida sin quitar la vista de la avenida central a lo lejos.
—Hum —un carraspeo hizo que volviera a la realidad.—Hoseok, debemos hablar —pronunció Namjoon.
Asentí y volví con ellos.
—No podemos quedarnos por mucho tiempo aquí, no hay mucho alimento y tenemos que encontrar a sus amigos. Pero no podemos salir por la entrada, está repleta de esos asquerosos zombies, no duraríamos ni un segundo —habló Mark —. La única salida, sería por el estacionamiento.
—¿Estás seguro? —cuestionó Namjoon —. ¿Y si también está invadido por zombies?
Namjoon tenía razón, no podíamos ir a un lugar donde probablemente no sabemos su situación actual, correríamos un grave riesgo.
—No encuentro otra manera por dónde salir —dijo Mark de manera sutil.
—Entonces, primero debemos de asegurarnos que sea un ambiente libre de zombies —ideó Namjoon.
—Estoy de acuerdo —dije a su favor.
—Bien, este será el plan. —comenzó Mark.
La noche llegó tan rápido, todos se encontraban descansando para lo que nos esperaba el día siguiente. Excepto yo, quien no podía quitar mi vista de la ventana, aún seguía angustiada y cada vez mi preocupación aumentaba. Pasaría una noche sin saber nada de Sejeong y Jungyu, quería encontrarlos, pero la sensación de que estaban vivos, disminuía cada vez más, las noticias que pasaban por televisión eran muy nulas, no había una pista de lo que realmente está sucediendo en el país, algo no encajaba bien.
Con un último suspiro, avancé hasta la cama improvisada que armé hace unas horas y me acosté, pensando y recordando, aquella vez donde conocí a la linda chica de estatura pequeña, que se convirtió en mi mejor amiga, algo que me gustaría volver a la vida.
4 años atrás.
Las horas pasaban muy lentas para este par de amigos, que se encontraban viendo las estrellas en la azotea. Un frío, pero cálido ambiente a la vez los cubría, el aire merodeaba por ese rumbo, llevándose consigo una pequeña confesión que nunca tuvo respuesta.
"¿Cómo puedo decirte que me gustas?"
Se interrogaba con nerviosismo, pero no, hoy no era el momento, no después de enterarse que su amor platónico, ya tenía el corazón latiendo por otro.
—Hobi. —lo llamó una inocente Sejeong.
—Si. —pronunció con voz suave el pelirrojo en ese entonces.
—¿Tú alguna vez has amado? —preguntó, sin saber cuánto daño ocasionaba pensar en una respuesta.
—Si. —respondió como la primera vez.
—Oh, ¿y fuiste feliz con ese amor? —continuó con las preguntas, tan típico de ella.
—No sabría responder eso.
—¿Por qué no? —canturreó haciendo un puchero. —Oh! ¡Ya sé! —se acercó lentamente hacia el mayor. —¿no fuiste correspondido? —preguntó en un susurro.
—No es eso Sejeong.
—¿Entonces? —volvió a hacer un puchero, algo que el pelirrojo amaba presenciar.
—Es un amor secreto. —susurró en el oído de la más pequeña.
—Ohhhhhh. —agudizó su suave voz, imitando a una fan del amor. —Hoseok está enamorado, Hobi está enamorado. —repetía.
Empezó a cantar, corriendo alrededor de Hoseok, lo que provocó que tropezara entre sus propios pies y se preparase para una fuerte caída. Que nunca llegó.
La menor se encontraba recostada sobre su amigo, una escena un poco vergonzosa para otros, pero nada fuera de lo normal para unos futuros mejores amigos. Entre risas, se levantaron del suelo y caminaron hacia una de las carpas que armaron.
—Entonces Hoseok, ¿es un amor del pasado? —si algo debes de aprender, es que no debes de contar algo cuando Sejeong está presente, ya que prefiere mil veces los detalles y aquellas pequeñeces que la gente odia decir.
—No. —dijo con una sonrisa—Es un amor muy reciente, fue inesperado.
—¿Cómo el amor a primera vista? —preguntó al mayor.
—Así es.
—¿Puedo saber quién es? —Hoseok negó. —Anda Hobi, dímelo. —continuaba insistiendo su amiga.
—Es alguien que conoces muy bien. —suspiró—Sólo eso puedo decirte.
Empezó a caminar mientras sonreía, él estaba bien, porque si con eso la linda Sejeong se mantenía libre, feliz, contenta... él lo estaría tres veces más.
Sintió a su amiga correr hacia él mientras gritaba que le dijera el nombre, río y siguió con su camino.
—Hoseok —llamaba la pequeña adolescente. —¡Hobi!
Esto era muy divertido para Hoseok, sin duda aquella chica de cabello rizado en ese entonces y un rostro definido, fue su salvación. Tomó la decisión correcta al hablarle y ser amigos, mejores amigos.
Todos se encontraban profundamente dormidos, sin percatarse que el verdadero peligro, estaba muy cerca de ellos.
Próxima actualización de inmediato,
¿Les gustó este capítulo?
Los personajes se mezclaron jsjs, comienza lo bueno.
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