ʜᴏꜱᴇᴏᴋ

Aún no entendía lo que sucedió, sentí como todos los sucesos de mi vida se mostraban en un segundo.

Podría decir que me encontraba aliviado, pero con solo recordar aquel momento donde uno de esos zombies se lanzaba contra mí pie, derrumbó todo mi mundo, creí que sería el fin. Pero lo que más me preocupaba no era yo, era el futuro de mi hermana.

No podía dejar a Jiwoo sola.

Estaba tan agradecido con Mark, que llegó en el momento exacto, y golpeó la cabeza de ese monstruo, liberándome así de su agarre, me levanté y terminé de destrozarlo por completo.

Eso estuvo muy cerca.

Estaba un poco desorientado, pero no lo pensé dos veces y fui corriendo hacia mi hermana.

—Jiwoo, Jiwoo—la llamaba, más no me hacía caso.

—Jiwoo —volví a insistir, tomando sus manos, que cubrían su rostro—. Estoy aquí.

—¿Eres tú Hobi? —preguntó con una voz temblorosa.

—Claro que si mi vida —la abracé.

Sentí unos golpes en mi pecho, era Jiwoo, quien se estaba desquitando.

—No vuelvas a hacer eso —dijo enojada.

Pero sabía muy bien que era más que eso, ella estaba angustiada. Y al ver las lágrimas que descendían por su ahora sucio rostro, quebrantó mi corazón, provocando que vuelva a recordar cual era mi deber con ella.

Ahora solo podía abrazarla y consolarla, sentados en la parte trasera del auto, escuchaba como Mark y Namjoon discutían sobre unas posibles rutas. Quería interceder, pero tenía que estar con Jiwoo. Así que solo me quedó seguir siendo un oyente.

Los minutos pasaban, y la imagen de Sejeong volvió a mi mente.

¿Dónde estarás Seji? —me cuestioné, recordando el apodo que decidí ponerle el día de su cumpleaños. Nuestra primera celebración como mejores amigos.

La mañana del 13 de abril se lució con un increíble sol, aquellos rayos que invadía el delicado rostro de Sejeong, comenzaron a fastidiarla. Pero aquello no fue motivo para enojarse, al contrario, abrió los ojos con mucha emoción y felicidad, hoy no era un día cualquiera.

Hoy era su cumpleaños.

Estaba a punto de volar de su cama literalmente, pero el toque en su puerta la interrumpió, así que decidió hacerse el dormida.

—¿Sejeong? —habló una voz del otro lado de la puerta, aquella que la castaña conocía a la perfección.

Al no recibir una respuesta, Hoseok decidió ingresar a la habitación, y tal como lo había pensado, su buena amiga seguía contando ovejas.

Dejando la sorpresa que había traído a un lado, decidió hacerle una pequeña broma. Sin hacer nada de ruido avanzó hasta el baño e ingresó, la típica broma de pasta dental, era un clásico para él y que mejor manera de recordarlo con su mejor amiga como víctima.

Tomó el recipiente y se hecho un poco en la mano, pero al ver que no era suficiente, decidió agregar un poquito más.

—Perfecto —susurró.

Dejó la pasta en su lugar y sonrió, que gran manera de iniciar el día. Con su mano libre tomó la manija de la puerta, y la giró.

Pero esta no abría.

Asustado con esa idea, volvió a girarla, pero no sucedía nada, comenzó a presionarla fuertemente, girando y empujando la manija, pero lo único que provocaba era hacer mucho ruido.

Con desesperación buscó alguna llave en las repisas, o algo que pudiera abrir esa puerta.

Por el otro lado, Sejeong trataba de cubrirse la boca con una almohada para que nadie escuchara sus carcajadas, sin duda, encerrar a Hoseok, no era lo que planeo, pero sabía que, si no lo hacía, ella iba a ser víctima de las bromas de su amigo, otra vez.

Luego de calmarse, y escuchar a Hoseok gritar su nombre, desordenó su cabello y fingió estar adormilada, se acercó al baño y giró la llave, abriendo la puerta de inmediato.

—Hobi, ¿qué haces aquí? —preguntó con sorpresa.

—He, yo... —Hoseok no encontraba alguna buena excusa, luego de fracasar con su broma, debía de ser sincero—. Vine muy temprano para prepararte una broma, pero todo se arruinó porque quedé encerrado en tu baño.

—Jajaja —Sejeong no aguantó más y volvió a reírse.

Hoseok muy avergonzado, solo prefirió cubrir su rostro, pero para su mala suerte, olvidó que una de sus manos tenía pasta dental, causando que se manchara gran parte del rostro.

—¿Esa era la broma? —cuestionó ella mientras continuaba riéndose.

—Si.

Sejeong se detuvo, podía ver una mueca en el rostro de Hoseok y lo que menos quería era resentir a su amigo.

—Muchas gracias Hobi —lo abrazó tiernamente como si no hubiera un mañana. Sin duda sería el mejor cumpleaños que tendría.

—Feliz cumpleaños Seji—le dio el abrazo más dulce y sincero, demostrando cuanto quería a su amiga, y cuanto daría por seguir viendo aquella sonrisa en el rostro de la más pequeña.

Aquel momento fue interrumpido por el flash de una cámara. La madre de Hoseok había llegado en el momento correcto, aquella foto sería uno de los tantos recuerdos juntos que pasarían.

ʜᴏꜱᴇᴏᴋ

No podía evitar sentir tristeza, tenía tanto miedo de no volverla a ver, pero la angustia por saber si seguirá viva, carcomía todas mis esperanzas, algo que estaba volviéndome loco.

Reposé la cabeza de Jiwoo con cuidado sobre mis piernas. Al menos podía cuidarla, pero sabía que las horas o minutos eran muy contadas, cualquier cosa que hagamos mal, será un peligro para todos nosotros.

El auto no se detenía, y eso era bueno. Sonará cobarde, pero al estar en movimiento dentro de este carro, causaba que sintiera protección. Y eso era más que suficiente.

Namjoon y Mark seguían conversando, sentía que esta vez si debía de entrometerme.

—Eh... —dudé en decir algo—¿A dónde iremos? —pregunté algo muy obvio.

—No tenemos un destino Hoseok —dijo Namjoon muy sereno.

—Además, la gasolina no durará mucho, y estoy seguro que tu hermana tendrá hambre —añadió Mark.

En efecto, hace un día que ninguno de nosotros habíamos logrado probar siquiera un pedazo de comida, y con todo lo que sucedió, olvidé que tenía la necesidad de ingerir algo. Pero sabía que Jiwoo no, ahora entendía sus cambios de temperatura y el desmayo que tuvo hace horas atrás.

—Entonces, ¿cuál es el plan?

Teníamos que sobrevivir en este mundo, y sin comida, no creo que duraremos mucho.

Desperté suavemente a Jiwoo, quizá si teníamos suerte, podría probar algo de comer. Tomé su mano y la ayudé a bajar. Debíamos de ser cautelosos, nadie estaba preparado para recibir una de esas horribles sorpresas.

Entre pequeños pasos, comenzamos a caminar hacia uno de los supermercados que vimos de paso, era un riesgo al ser un lugar muy grande, pero teníamos que hacerlo.

Mark se quedó vigilando el auto, tal y cómo lo planeamos, Namjoon y yo nos encargaríamos de todos los recursos necesarios, era más que obvio que no podía dejar a Jiwoo sola, así que la llevé conmigo, aunque era muy peligroso también.

Con mucho cuidado de no hacer ruido, ingresamos al super. La imagen que tuvimos en frente fue peor de lo que creí. Miré a Jiwoo, estaba más sorprendida y asustada que yo, en cambio Namjoon se encontraba muy serio, demasiado para mí gusto. Pero lo entendía.

Ver toda la masacre que hubo en este lugar, todas esas personas, ahora cadáveres, tirados en el piso con un evidente agujero en la cabeza, era señal de que nadie en este mundo estaba a salvo.

Namjoon revisó uno de los cuerpos sin vida, pude sentir la mano de Jiwoo apretar la mía, la miré, pero ella no hizo lo mismo. En cambio, indicaba uno de los pasillos donde la luz era tenue, y comenzó a susurrar.

—Hoseok, allí hay alguien.

Alertado, comencé a ver por todos los pasillos, podría decir que Jiwoo estaba delirando, pero confiaba en ella. Caminé hacia Namjoon, quien al parecer conocía el cuerpo inerte que tenía en frente. No quería ser inoportuno, pero no podíamos permanecer en este lugar por mucho tiempo.

—Namjoon —capté su atención—. Tenemos que apresurarnos. Al parecer no estamos solos —susurré.

Namjoon asintió y comenzó a caminar, aseguré a mi hermana con los brazos y caminamos detrás de él. Recogió unas latas de conserva, y una que otra botella de agua. Por mi parte solo tomé algunos útiles de aseo, pero ¡¿para qué?! Confundido, deje todo eso en su lugar, y fui en busca de alguna cosa que sirviera como arma.

Dejé a Jiwoo muy cerca de Namjoon y corrí silenciosamente hasta la zona de utensilios, lo único que necesitábamos eran cuchillos, ya que con eso podríamos defendernos, o eso era lo que había visto en una de esas películas de terror.

En un acto de torpeza, giré demasiado rápido, provocado que las cucharas se cayeran y generen un sonido escandaloso. Con mucho miedo, me quedé inmóvil, esperando algún gruñido o presencia de los zombies. Pero no aparecieron.

Salí del pasillo con mucho cuidado, teníamos que salir de este lugar, no faltaba mucho para que los zombies aparecieran. Corrí hacia el lugar donde estaban Jiwoo y Namjoon, pero...

—Namjoon, debemos de —las palabras quedaron en el aire.

Un tipo lo apuntaba con una pistola, vi su rostro y con un mensaje en sus labios sabía lo que tenía que hacer. Rápidamente busqué a Jiwoo y sentí una horrible sensación, otro tipo la sujetaba del cabello, pero el cuchillo que apuntaba hacia su cuello fue lo que más me alarmó.

Quise dar un paso, pero mala idea.

—¡No te muevas! —gritó ferozmente, quién parecía ser el líder.

—Oh, ella morirá —dijo el tipo que la sujetaba, acercando más el cuchillo. Fue en ese momento cuando vi como el cuerpo de Jiwoo se deslizó inconscientemente.

Se había desmayado.

¿Les gustó el capítulo?

Conocimos más de la amistad entre Hoseok y Sejeong, y al parecer la vida de Jiwoo correrá un grave peligro y más aún en su estado. ¿Podrá Hoseok salvarla?

(Quiero agradecerles inmensamente por el apoyo que le dan a esta historia, ya somos más de 1k de lecturas y para mí realmente es un logro muy hermoso, causando que debo de escribir y esforzarme para ofrecerles contenido de calidad y que lo disfruten. Los amo❤️)

🧠🩸