"Simplemente no sé qué hacer, Heejin. Esta mujer me está haciendo renunciar solo para que pueda hacerme sufrir por un incidente. Si voy y trabajo para ella, difícilmente llegaré a ver a Daiki. Si no lo hago, si no trabajo para ella, tomará todo lo que había ahorrado para Daiki ".

Sana suspiró mientras la otra chica le frotaba la espalda. se sentaron en el parque mientras Daiki jugaba con Bom. hoy era sábado, que era su único día libre del café, pero eso pronto cambiaría con su nuevo trabajo. aún tenía que decirle a Daiki que ya no estaría allí para recogerlo. el solo pensar en cuál sería su reacción la hizo enojar.

"Sin embargo, no hay mucho que puedas hacer. Esta mujer se propuso vengarse y esta es solo su forma de hacerlo. No te preocupes por el café, Yeojin dijo que tomaría tu lugar". Heejin le sonrió a la mujer mientras Daiki corría hacia ellas con una mariposa en la mano.

"¡Mira mamá! ¡Atrapé una mariposa!" le dirigió una sonrisa a Sana, quien se la devolvió. "Solamente, recuerda dejarla ir. Esa mariposa también tiene una familia". ella le frotó la cabeza antes de que él asintiera y se fuera corriendo. "Me temo que se le romperá el corazón porque ya no podré verlo después de la escuela". Sana fruncio el ceño mientras miraba a su hijo.

"Él se recuperará eventualmente. Solo pasa todo el tiempo que puedas con él cuando llegues a casa" Heejin le sonrió a Sana dándole tranquilidad. ese pequeño gesto hizo que la mayor se sintiera mejor acerca de la situación. "¿Cómo tuve tanta suerte de conocer a alguien como tú?"

"Fue destino que nos conocieramos en la escuela secundaria".

Ese era el tiempo que Sana y Heejin tenian siendo amigas. desde su primer año han estado juntas y ambas estaban muy agradecidas con la otra. cuando Sana se enteró de que estaba embarazada, Heejin se encargo de cuidarla muy bien.

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"Daiki mamá necesita decirte algo, ¿si? Ven y sientate en mi regazo, por favor" le dijo Sana mientras el jugaba con sus juguetes en el suelo. Él se subió a su regazo y comenzó a retorcer un pedazo de cabello alrededor de su dedo meñique.

"Ya no podré recogerte en la escuela porque tengo un nuevo trabajo. La tía Momo se quedará contigo hasta que yo llegue a casa". Sana dijo suavemente mientras Daiki fruncía el ceño. "pero mamá, quiero que me recojas. ¡Me gusta cuando estamos juntos!" comenzó a llorar pensando que su mamá no estaría allí para darle un abrazo después de la escuela.

"Lo sé bebé, pero esto es para ti. Mamá quiere asegurarse de que tengas lo mejor en la vida. Te prometo que te daré toneladas de besos cuando vuelva a casa, ¿de acuerdo?" Daiki se alejó de su madre y corrió a su habitación. Sana suspiró sabiendo que estaba angustiado y que no sería capaz de entender completamente.

ella caminó de puntitas a su habitación para encontrarlo debajo de las sábanas. Mientras el sol comenzaba a ponerse afuera la habitacion se lleno de sollozos silenciosos. Sana se sentó suavemente al lado del niño y le quitó la manta de la cabeza. Él la miró con rabia mientras las lágrimas rodaban por sus pequeñas mejillas, ella le secó las lágrimas con el pulgar y le sonrió.

"¿Sabes que mamá te ama verdad? Ella nunca te dejará bebé. Por favor, no te enojes conmigo. Me pone triste cuando estás enojado". Sana habló en voz baja mientras Daiki se arrastraba de nuevo hacia su regazo. "Lo siento mamá. Te prometo que nunca volveré a enojarme contigo". le dio un abrazo mientras ella pasaba sus dedos por su cabello.